La propaganda occidental de la Primavera Árabe, en este caso a cargo de Amnistía Internacional
La verdadera historia de la Primavera Árabe: violencia, intolerancia, persecuciones raciales, a las cuales la misma Amnistía Internacional contribuyó de forma decisiva (1).
Hoy les hablaré de algo muy nombrado, de algo demasiado encumbrado y demasiado poco conocido, de la llamada "Primavera Árabe", y también hablaremos, si ustedes quieren también, de la izquierda, no de toda de la izquierda, pero sí de una parte considerable de ella, no solo de la vertiente política, sino especialmente también de la intelectual, y de la visión que tiene esta y el conjunto de la sociedad occidental en relación a su superioridad moral o intelectual sobre otras sociedades, sobre el llamado Tercer Mundo. Para ello me voy a basar en un artículo con un tratamiento realmente profundo realizado por Donnchadh Mac an Ghoill y que se titula La "Primavera Árabe" y la seducción de la izquierda occidental.(2) Además, se introducirán los análisis y observaciones que sobre este mismo tema ya había realizado, y que en el fondo no difieren mucho de lo que Donndhadh habla, y no por coincidencia ideología, sino factual.
Este autor, Donnchadh, comienza ya indicando algo que el mundo occidental y especialmente esta izquierda no han querido ver, el mayoritario rechazo a los Hermanos Musulmanes por parte de la población egipcia. Motivado, además de por su intolerancia y fanatismo, por su servilismo al poder económico occidental, al que querían entregar prácticamente la soberanía de la propia nación. Para una comprensión más detallada de esto que digo aconsejo los siguientes análisis: Los Hermanos Musulmanes, ¿Qué está ocurriendo en Egipto?, ¿Por qué no escuchamos a los egipcios?
Esta entrada del artículo demuestra ya una intención de hablar claro, de hablar claro y de escuchar la opinión de las personas de otras partes del mundo, no de interpretar sus pensamientos en función de los intereses de nuestro propio pensamiento. Esto es de capital importancia para poder entender lo que sucede en el mundo, además de ser una primera regla esencial de respeto hacia los demás y de un mínimo comportamiento responsable.
Seguidamente trata otro asunto difícil de digerir para la población occidental, y especialmente para la izquierda, el apoyo de los habitantes de Siria a su presidente, Bashar al Assad. ¿Cómo es posible esto si supuestamente los ha masacrado y bombardeado a diario? Bien, eso es supuestamente, eso es lo que contaban los medios de comunicación y la propia izquierda, pero no es lo que sucedía en Siria. Los sirios lo saben y de ahí su respuesta. Para entender este apoyo hacia el presidente y la incomprensible actuación de la izquierda, incomprensible moral e intelectualmente, este artículo les desvelará algunas cosas: ¿Por qué la izquierda apoya el ataque a Siria? En relación a la inventada revolución popular y pacífica en Siria tienen este informe: Las revueltas en Siria.
Comentando los efectos prácticos de la llamada "Primavera Árabe", llega a una conclusión inevitable y obvia. Pero no solo sobre el resultado final a nivel práctico, sino ya desde su origen, desde su concepción teórica misma no dejaba de ser un gran engaño.
En breve, las vidas de la gente corriente hoy son inmensamente peores que al comienzo de la llamada "Primavera Árabe" en diciembre de 2010. Toda la plática de la "revolución" ha sido expuesta como el sinsentido que siempre fue. (2)
Y va al más demoledor de los casos, y al que precisamente gran parte de la izquierda y de las organizaciones humanitarias condujeron, al de Libia.
En ningún lugar esto es más cierto que en Libia, donde la clase trabajadora ha sido despojada de todo el poder y la protección, y el poder puesto de nuevo en la clase compradora de Bengazi [se refiere a las clases que venden el país al poder económico exterior a cambio de llevarse ellos también parte de este botín, como lo que ocurría y ocurre todavía en la misma América Latina] como sucedía durante el reinado del rey Idris. No se trataba de una revolución, sino de una restauración, con la bandera monárquica contrarrevolucionaria y la potencia de fuego de los ejércitos imperialistas para dejar las cosas claras hasta al más deliberadamente obtuso. (2)
Ahora saquen las conclusiones necesarias e inevitables de por qué muchas personas y organizaciones de la izquierda apoyaban tal barbarie y expolio colonial, por qué organizaciones humanitarias, como Amnistía Internacional o Human Rigths Watch, contribuyeron de forma fundamental a que esto se diese. Vean este informe sobre Amnistía: La actuación de Amnistía Internacional en la guerra contra Libia. También el papel de los medios de comunicación, en colaboración con esas mismas organizaciones humanitarias: Los medios de comunicación y la guerra en Libia.
Para un buen entendedor pocas palabras más harán falta, los hechos son obvios y las intenciones lo son más.
También Donnchadh trata con total naturalidad falsas imágenes en la propia izquierda, como el propio poder que ha podido tener el movimiento antiguerra.
El fracaso de los movimientos anti-guerra no es nada nuevo. Nunca ha habido un caso de movimientos de protesta deteniendo una guerra. Incluso en la guerra de Vietnam, que finalmente genero protestas masivas en los EE.UU. [hay que decir que después de muchos años de llevar en guerra con Vietnam], no fue detenido por estas protestas, sino por la real derrota de la máquina de guerra de EE.UU. en el terreno [en realidad no fue una derrota militar en sí, sino que la respuesta militar vietnamita provocó una posible quiebra económica, que fue la que decantó la balanza]. (2)
Muchas veces, las más, la lucha que llevan a cabo las gentes de otros países que están siendo atacadas por nuestro poder económico y por nosotros mismos, nos enseñan lecciones que nos cuesta trabajo entender. Jean Bricmont ha sabido captar este mensaje.
Todos aquellos que prefieran la paz antes que el poder y la felicidad antes que la gloria, deberían estar agradecidos a los pueblos colonizados por su misión civilizadora: al liberarse de su yugo, han hecho a los europeos más modestos, menos racistas y más humanos. Esperemos que el proceso continúe y que EE.UU. se vea forzado a seguir la misma vía. Cuando nuestra causa es injusta, la derrota puede ser liberadora. (3)
Es evidente que no hemos aprendido esta lección, como lo es también que no hemos aprendido otras que la historia nos ha mostrado con meridiana claridad. Los hechos son claros, la brillantez y honestidad de los seres humanos no tanto. Así, recordando el comienzo del siglo XX y como los partidos socialistas se reunieron en Basilea en 1912 para prometer que no apoyarían la guerra, la que sería la Primera Guerra Mundial, pero que tales promesas se desvanecieron y fueron ya pocos los que se opusieron claramente a ella una vez sonaron los tambores de la guerra, que es precisamente el momento cuando de verdad se conoce el carácter de las organizaciones y de las personas. En realidad la mayoría alentó a defender supuestas justas motivaciones, supuestos deberes humanitarios ante supuestos horribles hechos que exigían una respuesta, es decir, asimilaron y promulgaron la misma falsa propaganda de la guerra que dijeron iban a combatir. Especialmente notorio fue el caso de Estados Unidos, un país que en principio debía de haberse abstenido de ir a esta guerra. Pero la codicia de sus dirigentes empujó a toda una nación que no deseaba de forma alguna embarcarse en tal desventura. Es necesario conocer esta historia, esta historia de manipulación, de coacción y persecución en el supuestamente país más libre de la tierra. Que en realidad nunca lo fue. Ver estos dos enlaces: Apoyo y oposición en Estados Unidos a la guerra y La entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
La historia desde entonces es larga y abundante, y también desconocida, como el desprecio e ignorancia hacia una de las mayores matanzas y holocaustos nunca sucedidos, la guerra de Estados Unidos contra Corea, allí ciudades enteras fueron devastadas, millones de personas asesinadas con total impunidad y todo se hizo con una notable prepotencia y un apenas disimulado racismo. El mundo calló, pero los sucesos reales no, escuchémoslos: La necesidad de escuchar al otro.
Seguramente por no querer escuchar, por no querer atender a los propios sucesos reales, la historia de vanidad, venalidad y muerte ha perdurado hasta nuestros días, y pese a aparentes mejorías, como la oposición a la guerra de Irak de final del siglo XX, la locura de la guerra ha vuelto e incluso más fuerte e injustificada que nunca.
¿Cómo explicar el diferente comportamiento ante las guerras contra Irak o contra Libia o Siria cuando los hechos y las evidencias son todavía más claros y contundentes en los dos últimos casos que en el primero? ¿Cómo explicarlo? El autor ya citado no lo indica expresamente, pero sí podemos hacernos una pregunta bastante pertinente: ¿No se debe tal oposición en el primer caso, a la guerra de Irak, a una lucha de poder interna, en el propio poder occidental, más que a un sentimiento de culpa, de remordimientos, de rechazo a usar la violencia, a un verdadero sentimiento ético? Los hechos aquí también hablan por sí solos, los que ayer decían "no a la guerra" se embarcaron en otra incluso hasta peor que a la que se opusieron, con enorme irresponsabilidad, que tiene un precio: El precio a pagar por la irresponsabilidad.
La reacción de la izquierda ante el ataque a Libia fue deplorable o algo peor.
Así que , ¿cuál fue la reacción de la izquierda occidental a todo esto ? La reacción fue aún más vergonzosa que en 1914. Por lo menos los diversos liderazgos socialistas , en 1914 , podrían reclamar que sus países estaban bajo ataque . La izquierda occidental no tenía esa excusa en 2011, cuando Libia estaba siendo atacada . Aquí tuvimos una pequeña nación , de sólo seis millones de personas , siendo atacada por el más devastador poder militar puesto alguna vez junto: 120 misiles cruceros disparados en los primeros pocos días , y luego más de 26.000 incursiones de aviones militares de la OTAN , durante un período de ocho mes. Para poner esto en perspectiva, esto suma 150 bombardeos por día en una población del tamaño de Irlanda - cada día - durante ocho meses. Y durante todo esto, la izquierda occidental aclamó el aplastamiento de la infraestructura del estado socialista y celebraron los linchamientos racistas. Incluso el destacado pensador Noam Chomsky, restó importancia al papel de las bandas salafistas . El movimiento contra la guerra de Irlanda pidió la congelación de los activos del Estado libio - utilizados para pagar las escuelas, los hospitales, etc - y para el uso de estos fondos sociales vitales para armar el llamado Consejo Nacional de Transición (CNT ) , una pequeña grupo de desconocidos , muchos de los cuales había pasado las últimas dos décadas en los EE.UU., siendo entrenados por la CIA para tomar el poder en Libia , y convertir a Libia en un estado títere de EE.UU., con una agenda de privatización . (2)
Todo un "logro" y toda una campaña de falsificación de la izquierda. Convendrán que con estos "amigos", con esta izquierda y con esas organizaciones humanitarias, no hacen falta enemigos.
La explicación ante este desastre intelectual y moral que da el autor del artículo citado es que la propia izquierda se ha creado una visión imaginaria del mundo, bien alejada de los hechos y bien próxima a los cuentos infantiles de buenos y malos, de ogros y valientes defensores de la virtud, la justicia y el bien. Todo ello envuelto en el tótem de la revolución, no importa si esta revolución es en realidad una involución, una vuelta a la tiranía o a la explotación. Se crea la figura del dictador malvado y sanguinario y la gente se ciega, ve el mundo de forma maniquea y es completamente engañada y manipulada. Para comprender el juego que da la estrategia del dictador y la poca honestidad y veracidad que hay tras ello aconsejo sinceramente este enlace: La demonización de un líder o de un gobierno.
A todos estos embaucadores y sátrapas de la izquierda, pues actúan astutamente y abusan de su supuesta autoridad moral o intelectual, no es difícil desenmascararlos si se tiene un poco de objetividad y honestidad intelectual, verán que citan muchas teorías, muchos nombres de pensadores para dar supuestos argumentos de autoridad, pero verán que no aportan evidencias y hechos de lo que realmente están hablando, de sus archiconocidas acusaciones y campañas de demonización.
En este proceso de engaño que realiza el poder económico en complicidad con los medios de comunicación, la izquierda y las organizaciones humanitarias, también hay una carga de responsabilidad y de culpa en los habitantes occidentales. ¿Por qué?
La seducción no es violación. Necesita de la complicidad de su víctima. Necesita que la víctima quiera ser seducida. En realidad, es la víctima la que dicta los términos en los cuales la seducción tendrá lugar. La Primavera Árabe apareció en nuestras pantallas de la televisión corporativa como lo hizo, porque era así como la izquierda occidental quería ser seducida.(2)
La televisión, como los medios de comunicación en general, muestran una visión de la guerra irreal, que nada tiene que ver con lo que sucede. Los efectos reales de los bombardeos se ocultan, la gente no es muerta o destrozada, los niños no mueren, las familias no desaparecen. Es la revolución, son los valientes rebeldes los que luchan heroicamente, aunque luego no sea así, aunque luego estos actúen solo por dinero, aunque lo que hagan sea matar de forma cruel y violar a las pobres chicas que caen en sus manos, y aunque ellos actúen únicamente en beneficio del poder económico occidental que la izquierda dice combatir.
El problema real al que nos enfrentamos ahora en este periodo de crisis económica no es percibido por mucha gente, y no porque sea algo nuevo, porque de hecho esto ya ha ocurrido otras veces. Ocurrió en la Primera Guerra Mundial y también en la Segunda. La crisis financiera se trató de combatir o de ocultar con un ataque colonial despiadado hacia otros países, especialmente contra África, y finalmente la disputa por los recursos de estos enfrentó a las potencias occidentales. Hoy, con lo que sucede en África y también en Oriente Medio, podemos estar a las puertas de la Tercera Guerra Mundial, como bien indica uno de los mayores expertos mundiales en política internacional, Tony Cartalucci: War on Syria: gateway to WWIII .
No olvidemos que una guerra más de este tipo puede ser la última, no tendremos más oportunidades.
El ensañamiento, demonización y linchamiento que sucedió con el líder libio Muamar Gadafi se debe más a esto que hemos comentado, al enorme interés por la recolonización de África, para la cual Gadafi era el mayor obstáculo, al promover un sistema económico y monetario independiente para los países de este continente, que a cualquier acto supuestamente negativo de su vida real. Para un análisis del líder anticolonial recomiendo este artículo: Muamar Gadafi: luces y sombras.
¿Cómo se puede combatir todo este dislate, todo este enorme engaño? No es tan difícil, aprendan de la historia, sean ustedes mismos y piensen por sí mismos, eso sí, piensen también en los demás y lo que no quieran para ustedes no se lo deseen a su prójimo, tanto cercano como lejano.
Y recuerden que siempre es finalmente mejor vivir en un mundo real no perfecto que en uno ensoñado pero imaginario, más si entre estas ensoñaciones y embustes se provocan daños terribles e irreparables que podían haber sido completamente evitados.
Los mismos árabes no llamaron a lo que ocurrió en 2011 una "Primavera Árabe". Tal y como no llamaron a lo que ocurrió en 1919 una "Primavera Árabe". Esta es una imagen que perteneció al imperialismo occidental, y que la empleó para seducir a las poblaciones occidentales...La Primavera Árabe nunca ocurrió en el mundo árabe. Solo ocurrió en nuestro mundo imaginario occidental.(2)
Es tiempo ya de poner en práctica el respeto a los demás, el dejar de minusvalorar a otras gentes, países y culturas, que no necesitan nuestra traicionera ayuda humanitaria, sino nuestro respeto, que no necesitan a nuestros ejércitos que los matan y arruinan, sino la paz, que no necesitan de lecciones teóricas vacías, sino de la concordancia entre palabras y hechos.
Notas:
(1) Mikel Itulain. Amnistía Internacional: su actuación en la guerra de agresión sobre Libia. Enlace.
(1) Mikel Itulain. Amnistía Internacional: su actuación en la guerra de agresión sobre Libia. Enlace.
(2) Donnchadh Mac an Ghoill. The "Arab Spring" and the seduction of the western left. 26.8.2013. Zero Anthropology. Enlace
(3) Jean Bricmont. Imperialismo
humanitario. El Viejo Topo. 2008 P.233.
Para más información sobre la Primavera Árabe tienen estos enlaces:
2011 Year of the dupe: one year into the engineered Arab Spring.
La Primavera Árabe: ¿engañados como a niños?
La Primavera Árabe: segundo estreno en el teatro mundial
Las "Primaveras Árabes" desmantelando la perspectiva soberanista y unitarista ("bolivariana") de un Mundo Árabe.
Sobre la actuación de la izquierda:
La tragedia de la izquierda
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