jueves, 28 de junio de 2012

¿Educando para la paz?

¿Educamos para la paz? ¿Enseñamos a los niños como prevenir guerras en el futuro?
Creo que no.
En realidad se habla retóricamente, e hipócritamente, de la paz, pero se hace poco  para mantenerla. Es más, se fomenta la no paz que es la guerra. Lo hacen los telediarios y los periódicos prácticamente todos los días. Aunque digan que no, que ellos buscan la paz, hasta el dirigente alemán Hitler decía que buscaba la paz y que no quería la guerra. Pero luego resulta que justifican la guerra, que la fomentan y apoyan, y silencian su brutalidad, sus muertes y sus terribles consecuencias; como también silencian los enormes beneficios que generan las guerras a las transnacionales y al mundo financiero, que son los interesados en que estas ocurran.

Ocultando la paz: los buitres de la guerra ocultan la paz

Esta señora nos muestra  como el dinero, quien posee la riqueza económica, oculta las armas de la violencia  con las que mantiene su privilegio y la desdicha y miseria de otros.  "La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera", indicaba acertadamente el general más laureado de los Estados Unidos.

Al niño se le enseña la guerra, la paz no es sino marioneta de entretenimiento

Las imágenes son de la caricaturista, Pawla Kuczynskiego.

domingo, 24 de junio de 2012

Premios Nobel por la paz que no son ejemplo de paz



En el año 2010 recibió el premio Nobel de la Paz el ciudadano chino Liu Xiaobo, entre el aplauso generalizado de los medios de comunicación occidentales. En principio parecía  una buena elección ante la falta de libertad en China, aunque también hay falta de libertad en EE.UU. y su persecución, por ejemplo, del movimiento Occupy. Pero analizando a este "activista", a Liu Xiaobo, se ven unas cosas preocupantes, entre ellas:

- Decía en 1988 que China tenía que mantenerse en el sistema colonial de occidente durante 300 años más, esto lo ratificó en 2007.
Esto es aberrante, China sufrió ya en el siglo XIX el ataque militar y sometimiento por parte de Inglaterra, que destruyó una industria más pujante y desarrollada que la británica. Además, provocó la adicción al opio de la población china. Un negocio sucio y criminal en la historia inglesa. Y teniendo en cuenta el siniestro historial colonial de Europa y de EE.UU., esta declaración es una apología de la barbarie y el crimen.

- Apoyó las guerras comerciales y genocidas contra Irak, Afganistán y Yugoslavia. No he oído que estuviese en contra del robo y  destrucción de Libia. 1

Que sea un ferviente exaltador de la privatización de los recursos del Estado explica el apoyo que está recibiendo por el mundo corporativo. No se premia la bondad, sino el interés político y económico que se puede conseguir con su imagen.

Junto a este personaje tenemos otros casos en que el Premio Nóbel se delata a sí mismo. Ahí está el reciente de 2009, entregado al actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Un presidente que se ha dedicado a provocar una guerra tras otra, generando un mundo en continuo conflicto, con violencia y muerte. Él ahora no detiene a los supuestos sospechosos, sino que los mata con sus drones.
En la lista de otras personas que han contribuido poco a la paz y sí mucho a la guerra y al sufrimiento está Henry Kissinger, que recibió el galardón en 1973. Cuando había estado y siguió estando instigando y provocando enfrentamientos, violencia y miles de muertos por todo el planeta.

Los premios Nobel por la Paz,  muchos de ellos,  tiene poco de paz y respeto, y son más una vergüenza para la humanidad.

Notas:
1. Barry Sautman & Yan Hairong. Do supporters of Nobel winner Liu Xiaobo really know he stands for? The Guardian. 15.12.2010.


viernes, 22 de junio de 2012

La historia como enemigo



El conocimiento de la historia, de lo qué ocurrió, de cómo ocurrió, de por qué ocurrió y de quién o quiénes fueron los causantes de lo ocurrido, son aspectos muy importantes para entender el mundo en el que vivimos. No es extraño pues, que el poder, que usa habitualmente la violencia como método y tiene grandes responsabilidades por el luctuoso pasado, vea a la historia como a un enemigo.
La historia nos enseña sabias lecciones y nos previene contra los posibles  errores del presente y del futuro.
John Pilger, un escritor y periodista honesto, nos recuerda en un excelente artículo algunos de aquellos trágicos sucesos, como el uso del agente naranja, que destruyó el ecosistema de Vietnam y contaminó la naturaleza y a sus habitantes con dioxinas. Un enorme crimen contra la humanidad que se pretende ocultar o minimizar. Entre sus actores está la empresa Dow Chemical, que fabricó el veneno. Para fabricarlo, produciendo dioxinas, se requería de una acción deliberada de aceleración del proceso de producción, y así lo hicieron. Otra empresa, Union Carbide, que sería absorbida por Dow posteriormente, provocaría en el año 1984 otro terrible crimen en Bophal, la  India. Y ahora, en 2012, aparecían con toda desvergüenza en los juegos olímpicos, como espónsor y con contratos multimillonarios. La inmoralidad de occidente es descarada; cuando fueron millones de personas las afectadas por el veneno de esta compañía. Personas vietnamitas a las que Dow no ha compensado de ningún modo. ¿Dónde está aquí la justicia mundial? Parece que en el completo olvido.
En el reciente libro que he publicado, Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países, trato de muchísimas de estas historias, en muchos países, incluido ese agente naranja u otras terribles actuaciones que en el mundo incivilizado en el que vivimos quedan impunes.

Notas:
1. John Pilger. History is the enemy as ´brilliant´psy-ops become the news. Jhonpilger.com. 21.03.2012


martes, 19 de junio de 2012

Los medios de comunicación y Repsol-IPF


 Portadas monocolores y viscerales de la prensa española tras la decisión del gobierno argentino de no continuar sus negocios con la empresa privada Repsol. Fuente: Tercera Información, 17.04.2012.

La concentración de los grandes  medios de comunicación en manos de las grandes corporaciones es un serio problema para nuestra democracia, y para la calidad de vida que tenemos o vamos a tener. Un ejemplo reciente sobre la poca pluralidad existente en los canales audiovisuales o en la prensa española lo hemos visto en el caso de Repsol-IPF y Argentina. Donde el gobierno argentino, en su derecho como nación soberana, ha decidido acabar con los acuerdos y negocios que tenía con esta compañía privada; algo que debería entrar dentro del mundo de los negocios privados y quedarse ahí. Pero hemos visto que todos los grandes medios de comunicación con unanimidad se han dedicado a lanzar un ataque despiadado contra el gobierno argentino, mostrando el hecho como un problema nacional español. ¿Qué tienen que ver los españoles con una empresa cuyo accionariado está en su mayor parte en manos extranjeras, que pertenece ahora a una empresa privada que no mira por los intereses de los españoles sino por lo de sus accionistas, y que evita pagar lo máximo posible en impuestos a España? No se trata de la Repsol pública, de todos los españoles, que existió y era una empresa muy rentable, pero fue entregada, ya en los años 80, para el beneficio de unos pocos. Se trata de un negocio privado del que la inmensa mayoría de los españoles no se beneficia, de hecho en España solo declara el 25 % de sus beneficios totales. Además estamos hablando de una empresa denunciada por su falta de respeto al medio ambiente y a las comunidades donde tiene sus  negocios en el extranjero -ver las fuentes sobre Repsol que pongo al final del texto- ¿Cómo se puede defender a algo o a alguien así? Bien, los grandes medios de comunicación lo hicieron, como se muestra en la foto adjunta sobre las portadas de la prensa española. Una prensa monocolor, sumisa, sin rigor, sin libertad y sin pluralidad. Hasta tal punto llegó el despropósito que incluso la televisión pública, TVE, le dedicó ocho veces más tiempo en su telediario de la segunda edición a las 21 h, que a los recortes que está haciendo el Gobierno español actual en educación. Lo que nos dice del grado formativo y de preocupación real por los españoles de la televisión pública española.


Fuentes sobre Repsol:
 

viernes, 15 de junio de 2012

El genocidio de Ruanda y de la República Democrática del Congo.

Como sobre este tema hay unos importantes malentendidos y circula información que tiene poco que ver con la realidad de lo sucedido hace unos años, y hoy también, muestro unos hechos que ocurrieron en los años 90 del siglo XX en el centro de África. Hechos que causaron un genocidio comparable a los de la Segunda Guerra Mundial.



El genocidio oculto



Pero,  ¿cómo pudo pasar esto? ¿Cómo no se actuó en occidente ante el mayor genocidio después de la Segunda Guerra Mundial y comparable a los sucedidos entonces? Bueno, la respuesta a la primera pregunta ya se ha dado en parte al indicar los enormes intereses de las compañías occidentales en los inmensos recursos minerales del país [esa respuesta se da en el libro que publiqué Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países]. Y para tener su control primero necesitaron tener bajo su poder  la zona, que comenzó con el dominio sobre Ruanda, para posteriormente tomar posesión de las riquezas de su vecino Zaire, rebautizado como R.D. Congo en 1997.
En relación a la segunda pregunta, sobre la indiferencia occidental al genocidio, los medios de comunicación tienen mucho que decir al respecto. De acuerdo a estos, en el año 1994 se produjo una matanza de Tutsis en Ruanda por parte de los Hutus, con cifras que estaban en torno a 800.000 muertos. Entonces apareció una figura como Paul Kagame, que frenó el genocidio y atacó también la R.D. del Congo, supuestamente para prevenir nuevos genocidios. Se ofrece una versión en blanco y negro y distante de los hechos, achacando toda la culpa a los hutus, que debieron haber perdido la cabeza, en lo  que se suele calificar en los medios como violencia  sectaria y fanatismo étnico; y para dar justicia a estos hechos y actores tan malvados aparece un salvador, un héroe que defiende los derechos humanos y la libertad, Paul Kagame. Human Rights Watch, otra vez, contribuyó a extender esta visión idealista y muy favorable a los intereses de las corporaciones y de la administración estadounidense.23Pero, ¿empezó así?, ¿fue realmente así?
Hay que recordar, para aclarar algo la situación, que los presidentes de Ruanda y Burundi, Juvenal Habyarimana y Cyprien Ntaryamira, fueron asesinados en abril de 1994, ambos eran hutus. Las evidencias apuntan a Paul Kagame como responsable, así lo indicaba Michael Hourigan en 1996, cuyo informe para el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) fue dejado de lado tras haber sido consultado con oficiales estadounidenses.23También Kagame es acusado de este crimen por el general Faustin Kayumba Nyamwasa, antiguo jefe del ejército de Ruanda.23a De hecho, durante los trece años siguientes no se molestaron por volver a investigar sobre la autoría de este crimen.* El juez francés Jean-Louis Bruguiere continuó esta investigación indicando que Kagame necesitaba la eliminación física de Habyarimana, el que era presidente de Ruanda, debido a que se iban a celebrar elecciones en Ruanda, y Kagame no tenía ninguna posibilidad de ganar. Ante esta circunstancia y tras el asesinato del presidente ruandés, Kagame con su ejército, el Frente Patriótico Ruandés, que estaba muy bien preparado militarmente por EE.UU., dieron un golpe de Estado, arremetiendo contra la gran mayoría hutu de Ruanda y haciéndose con el control del país en menos de cien días. La minoría tutsi se imponía por la fuerza a la mayoría hutu. Durante este periodo representantes del gobierno ruandés pidieron ayuda a la ONU con el fin de parar las matanzas, pero EE.UU. se opuso a ello y dio como resultado que continuase el genocidio por parte del ejército de Kagame y la victoria final de este, que era lo que realmente deseaban los dirigentes norteamericanos.
Las matanzas se produjeron por ambas partes una vez iniciadas las hostilidades, pero también es cierto que fue el ejército de Kagame quien dio comienzo esta estrategia criminal y que estaba programada en sus planes. No puede decirse lo mismo sobre la actuación de los hutus que respondían sin mucho orden y control a la violencia que se había instaurado. Estados Unidos y la ONU eran conocedores de lo que sucedía, recibieron informes donde se les indicaba que se mataban al menos a 10.000 hutus al mes;23, 24 pero miraron hacia otro lado, intentando acallar y disminuir la gravedad de lo que sucedía a los hutus y justificando la actuación del ejército de Kagame. Los catedráticos estadounidenses Christian Davenport y Allan Stam, que fueron encargados por el TPIR para documentar los crímenes cometidos en Ruanda en 1994, indicaron que:

La mayoría de las víctimas eran hutus, no tutsis

Las masacres en las zonas controladas por las FAR [Fuerzas Armadas Ruandesas] parecían aumentar a medida que el [FPR] penetraba en el país y anexaba más territorios

Cuando [el FPR, el ejército de Kagame] avanzaba, las masacres aumentaban. Cuando se detenía, las masacres en masa disminuían considerablemente.23

Las conclusiones obviamente no gustaron a Washington y no permitieron que los profesores continuasen con su investigación. Estas conclusiones contradicen incluso la versión de que el primer genocidio, el de 1994, fuese debido principalmente a los hutus. Mostrando que en realidad fue al revés y que quien planificó y llevó a cabo el genocidio fue Paul Kagame, ayudado y financiado desde el exterior. Estos ataques hacia los hutus ya se habían realizado en años anteriores, a través del ejército de Uganda encabezado por el dictador Yoweri Museveni, en el que Paul Kagame había estado como director de inteligencia militar y del que su ejército, el FPR, era un brazo más del ejército ugandés.24 También de cara a un análisis riguroso de las cifras de muertos hay que analizar los datos reales de la población, y haciendo esto se ve que en el censo del año 1991 el 91% de los ruandeses eran hutus, solo un 8,4% eran tutsis, y el resto de otras etnias, como los Twa y otros grupos. Si la población era en Ruanda de 7.099.844, entonces tenemos 596.386 tutsis y 6.467.958 de hutus, por lo que atendiendo a estas cifras y a los informes de los investigadores la cifra de 800.000 tutsis asesinados es realmente falsa, es más, en realidad la mayoría de los asesinados fueron hutus. Esto pasó en 1994, pero después fue incluso peor, ya que el ejército de Kagame se lanzó sobre su objetivo en la R.D. Congo para tener acceso a los recursos minerales, causando un enorme genocidio que continúa hasta el día de hoy. Las cifras de tal genocidio son enormes y superan los seis millones de personas según algunos autores. ¿Cómo pueden los medios de comunicación de masas estar silenciando  actos tan horrendos o elogiando a criminales del grado de Paul Kagame, responsable de uno de los mayores genocidios en la historia? Incluso se le ha dedicado propaganda hagiográfica ampliamente difundida, como por ejemplo: We wish to inform you that tomorrow we will killed with our families (1998), en el que Philip Gourevitch compara a Kagame con Abe Licoln, o A Thousand Hills: Rwanda’s Rebirth and the Man Who Dreamed It (2008), de Stephen Kinzer.23
¿Se repite otra vez el apoyo del mundo de las grandes compañías a otro enorme crimen contra la humanidad como el que  se llevó a cabo en la Alemania de los años 30 y 40? ¿Por qué los presidentes de EE.UU.: Bush padre, Clinton, Bush hijo o Obama le han apoyado? Bueno, las respuestas no son difíciles de encontrar, como tampoco es difícil saber por qué no se ha hecho justicia sobre ello y por qué Kagame o colaboradores como Museveni, el presidente de Uganda, no están ante una Corte Penal Internacional. Las riquezas minerales de la R.D. Congo son enormes y dependen de ellos para su control y explotación.

*Recientemente, en enero de  2012, una corte francesa ha tratado de exculpar a Paul Kagame de los asesinatos de los presidentes de Ruanda  y Burundi ocurridos en 1994. La sentencia es un despropósito judicial, ya que no demuestra en absoluto que no fuesen los seguidores de Kagame los que lanzasen el misil contra el avión. Además de no invalidar la responsabilidad del presidente ruandés por los genocidios de Ruanda y de la R.D. Congo. Los medios de comunicación se han apresurado a difundir con entusiasmo la noticia, con el objeto de limpiar la imagen de su socio comercial, pero en vano, los hechos y los crímenes no prescriben por mucho que quieran desviar la atención.27, 28


PS:
Se tiene una visión muy parcial de lo que ocurrió en Ruanda.

Notas:
23. Edward S. Herman, David Peterson. Paul Kagame “Our Kind of Guy”. Voltaire, 3 January 2011.

23a. Milton Allimadi. Did Paul Kagame order the 1994 assassination of President Juvenal Habyarimana. Global Research, 18.8.2012.

24. Edward S. Herman, David Peterson. The Politics of Genocide. Monthly Review Press, 2010.

27. Theogene Rudasingwa. Responding to French Investigations into Habyarimana´s death. January, 2012.
http://newsrwanda-nkunda.blogspot.com/2012/01/theogene-rudasingwa-responding-to.html

28. Noble Marara. Kagame´s unreported killings. February, 2012. 
http://newsrwanda-nkunda.blogspot.com/2012/01/theogene-rudasingwa-responding-to.html

jueves, 14 de junio de 2012

Estados Unidos apoyando el extremismo islámico

Otra vez más Estados Unidos está apoyando a los más extremistas. Lo hicieron en Yugoslavia, donde trajeron a Al Qaeda a Bosnia, también en Afganistán, Irak lo han convertido en un polvorín, Libia destruida en manos de los fanáticos de la ley Sharia, y ahora Siria:


Kossayr: así empezó todo


¿Qué está pasando en Siria? Miles de personas han muerto en un año. Pero, ¿quién las ha matado? Los testimonios que estamos publicando son representativos del drama actual. Suha Mustafa entrevista a sobrevivientes de los enfrentamientos. Pero no precisamente a los que las agencias de prensa occidentales utilizan y presentan bajo las luces de sus proyectores en Turquía y Jordania, sino a simples pobladores que huyen de los combates.
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA)  
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La bala penetró en el cuerpo de mi hermano y explotó en sus pulmones, dice un joven cristiano que logró escapar de Kossayr (o Qusayr) y venir a Damasco. Mi hermano, agrega, era ingeniero civil. Aquel 18 de febrero de 2012 vino hasta Kossayr para despedirse de nosotros antes de volver a Alemania, donde estaba continuando sus estudios. Al llegar a la ciudad aquel día se vio en medio de un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y milicias terroristas. No lejos de la casa, un policía gravemente herido necesitaba ayuda. Mi hermano fue hacia él para prestarle auxilio. Pero no sabía que le esperaba la muerte. Le disparó un francotirador.
Kossayr es hoy una ciudad fantasma. Fue en Damasco donde nos reunimos con este joven cristiano, que prefiere mantenerse anónimo. Nos propuso que lo acompañásemos en la capital, donde se han refugiado sus amigos y vecinos, cerca de 150 familias cristianas.
La vida en Kossayr se ha vuelto insoportable a raíz del aumento de la violencia. Las milicias corean consignas confesionales, llaman a expulsar de la ciudad a todas las minorías étnicas o religiosas, concluye el joven.
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Nuestro interlocutor se dirige a un periodista francés: Yo he estado varias veces en Francia. He podido comprobar que, en general, los franceses son gente amable. Entonces, ¿por qué Sarkozy es así? ¿Por qué apoya a extremistas sanguinarios que tratan de masacrarnos?
Ante la ausencia de respuesta inmediata, sigue hablando: ¿Ustedes no sabían quizás como vivíamos en aquella pequeña ciudad cerca de la frontera con el Líbano?
La “revuelta” destruyó en esa ciudad siglos de buenas relaciones entre musulmanes y cristianos.
Al principio, las manifestaciones se desarrollaban sin violencia, hasta el momento en que intrusos barbudos, armados y violentos, hicieron su aparición en las calles. Fue en mayo de 2011.
Aquellos milicianos, muy excitados, comenzaron a destruir la ciudad, a secuestrar hombres para exigir rescates, comenzaron a saquear, a incendiar las casas y los comercios pertenecientes a todo el que se negaba a unirse a ellos, y sobre todo [arremetieron contra] los cristianos.
Los alauitas fueron sus primeras víctimas [1], después los cristianos [2], prosigue una señora que comparte un apartamento con otras dos familias, al igual que las otras 150 familias cristianas refugiadas en los alrededores de Damasco. La dama agrega: Nos dio miedo cuando aquellos fanáticos de Alá se pusieron a gritar sus desgraciadamente famosas consignas delante de todo el mundo, «¡Los alauitas a los ataúdes y los cristianos a Beirut!». Sus dignatarios religiosos, en particular el jeque Arrur [3] –quien incita a esos jóvenes fanáticos a perpetrar crímenes– a través de la televisión saudita Wesal [4] —les prometieron que irían al paraíso si mataban a todos los «infieles». A partir de aquel momento, nuestras vidas estaban seriamente amenazadas. Las familias alauitas sobrevivientes tuvieron que irse de la ciudad mucho antes que nosotros. Fue una depuración confesional. No nos quieren en la región. Y había que esperar lo peor.
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El Ejército « sirio» libre
La situación en el terreno iba empeorando con el paso de los días. Antes, la mayoría de los milicianos que sembraban el terror eran jóvenes, de entre 15 y 25 años, armados de fusiles kalachnikov. Ahora se ven hombres de más edad. Patrullan las calles en camionetas armadas de ametralladoras. E imponen su ley.
¿Y el ejército?, preguntamos a las familias que nos rodean.
Uno de los hombres nos responde. Para él, la intervención del ejército era necesaria, y la gente la reclamó. Pero los soldados no logran hacer frente y miles de ellos han muerto desde el comienzo de los incidentes. Los milicianos están mejor armados que ellos, no sólo disponen de armas pesadas sino también de sistemas de comunicación ultrasofisticados que no tiene el Estado [sirio].
Recientemente, varios días antes de que saliéramos de Kossayr, nos cuenta una muchacha, pude ver a dos hombres del barrio amarrados a dos grandes ruedas de tractor. Eran sunnitas, como los milicianos. Nosotros conocíamos a todo el mundo.
Los habían acusado falsamente de ser soplones de la policía política. En realidad sólo eran dos pacíficos padres de familia. Los milicianos los quemaron vivos, amarrados a las dos grandes ruedas de tractor. Nosotros sabemos que ellos no trabajaban para la policía. Eso no fue más que un pretexto. Los mataron por haberse negado a pagar el «impuesto revolucionario».
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El Ejército « sirio» libre
Lo cierto es, replica un hombre de unos cincuenta años, que de esos milicianos que estamos viendo desde hace cerca de un año no todos son sirios. Eso se nota en su acento y en su manera de vestirse. Algunos son libaneses provenientes de Wadi Khaled y de Arsal, dos pueblos fronterizos. Otros son árabes de diversas nacionalidades. Todos ellos han venido a Siria para crear aquí un emirato islámico. Por eso quieren expulsar del país a todos los que no son como ellos.
Pero no nos fuimos para ir a buscar refugio en el extranjero, como quieren los salafistas. Vinimos a Damasco en espera de tiempos mejores en que podamos regresar a nuestro pueblo, a nuestras casas, a Kossayr, porque somos cristianos, pero nacimos aquí, en este país que también nos pertenece.
[1] Los alauitas son musulmanes que rechazan la sharia y las obligaciones rituales. Los alauitas celebran las principales fiestas cristianas, sunnitas y chiitas. Hay alauitas en Turquía, Siria y Líbano. Los takfiristas, respaldados por las monarquías wahabitas (Arabia Saudita, Qatar, Emirato de Sharjah) los consideran como herejes que deben ser masacrados de forma prioritaria. En su llamado al derrocamiento de Bachar al-Assad, las monarquías wahabitas subrayan que al-Assad es un alauita y que hay demasiados alauitas en la cúspide del Estado sirio. La prensa occidental incluso identifica al régimen baasista con los alauitas, hipótesis que no resiste el más mínimo análisis.
[2] Fue en Damasco donde Cristo se manifestó ante Pablo de Tarso [Conocido también como San Pablo o San Pablo de Tarso. Nota del Traductor.]. Siria, cuna histórica del cristianismo, alberga la mayor comunidad de árabes cristianos. Estos representan el 16% de la población siria (fuente: CIA World Fact Book 2012). La mayoría de los cristianos sirios son ortodoxos.
[3] El jeque Adnan Arrur es un ex suboficial sirio refugiado en Arabia Saudita por razones vinculadas a sórdidos delitos comunes, sin la menor connotación política ni religiosa, y se ha convertido en jefe espiritual de la oposición armada siria..
[4Wesal TV es uno de los principales medios de prensa que se dedican a sembrar el odio en el Medio Oriente. El objetivo de sus programas es denigrar a las diferentes denominaciones musulmanas no sunnitas, así como a los cristianos. Los imams de Wesal TV emiten frecuentes fatwas en las que proclaman que el asesinato de tal o más cual personalidad siria es lícito y conveniente.

sábado, 9 de junio de 2012

La extensión de las grandes compañías (las transnacionales) y la proliferación de la pobreza



Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, se quejan hoy en día de que: "Me pagan una miseria", "Tengo que trabajar las tardes los fines de semana", "Sólo cobro 400 o 500 euros", "Me contratan solo por unas horas", "Me despidieron el otro día sin más explicaciones", etc.
No obstante, son pocos los que se preguntan por qué se ha llegado a esta situación donde no hay apenas derechos en el trabajo, donde la gente es utilizada como una mercancía más, incluso ni siquiera como una mercancía, a las que se presta más atención y se les da más cuidados.
Recuerdo que cuando estuve en la feria del libro de Madrid,  presentando la obra que he publicado ahora sobre Estados Unidos, un joven  me comentó que no le interesaba el liberalismo, alguna otra persona me indicó que la historia de este país tampoco le interesaba. Yo les comenté, en lo que estuvieron dispuestos a escuchar, que el desarrollo y extensión de Estados Unidos en el mundo estaba profundamente relacionado con lo que hoy les sucedía en el día  a día. ¿Por qué?, pues, por ejemplo, porque el desarrollo de las grandes compañías, de las transnacionales, se dio con especial importancia en Norteamérica. Estas grandes corporaciones, que pertenecen a las familias más poderosas, lograron verdaderos monopolios evitando un mercado libre, más solidario y más justo. Y no  quedó solo ahí el asunto, sino que fueron ellas las que impulsaron las guerras de conquista e invasión en las que se embarcaría la potencia norteamericana. "La bandera sigue al dolar y el ejército sigue a la bandera", indicaba el general más laureado de los Estados Unidos de América, Smedley. Butler.
Bien, eso ha pasado y eso cuento en la obra, las transnacionales se han hecho con el control del mercado del mundo, en realidad con el control del mundo en prácticamente todos sus aspectos, y ahora ponen sus condiciones. Y en ese mundo controlado  hay poco mercado libre y menos derechos humanos.
Si la gente no es consciente de esto y no entiende esto, se podrá seguir quejando, pero estará quejándose toda la vida sin poner una mínima solución al asunto.
¿Cómo se puede luchar de forma efectiva contra esta situación? No es tan difícil como muchos pretenden hacer verlo. Debemos tener presente que quienes dirigen estas grandes compañías y sus negocios son una minoría, si la mayoría no compra, no consume en estos lugares, no cae en la trampas de la publicidad de esas marcas, no va a esos grandes almacenes o hipermercados, podrán hacer mucho daño sin apenas esfuerzo. Si ellos pierden dinero, pierden poder, y no podrán realizar todo ese tipo de aberraciones que ahora pueden hacer con total impunidad.
Tampoco podemos estar apoyando esas "guerras humanitarias" que lo que en el fondo buscan es extender el poder de estas grandes corporaciones sobre otros países. Su objetivo es tener un mundo homogéneo bajo sus pies, y esto supondría la pobreza para muchísima gente.
La globalización es principalmente una globalización de la pobreza y una concentración de la riqueza.


Recomiendo la lectura de este enlace que pongo sobre una de esas grandes compañías, Walmart, y su papel en El Salvador:
http://www.revistapueblos.org/spip.php?article2429

miércoles, 6 de junio de 2012

La esclavitud y la discriminación racial en Estados Unidos


El racismo no ha dejado de estar muy presente en los EE.UU. hasta hoy en día, y ya desde su origen.
El astrónomo estadounidense Carl Sagan comentaba la trágica desaparición de la cultura y del saber científico antiguos  en su fascinante serie de divulgación científica y humana Cosmos. Al  hablar sobre  la destrucción de esa cultura clásica y de uno de sus símbolos y pilares más importantes, la biblioteca  de Alejandría, recapacitaba sobre por qué pudo ocurrir aquello.Y lanzaba un mensaje profundamente estremecedor, sincero y valiente:

La permanencia de las estrellas fue cuestionada, la justicia de la  esclavitud no.

Con los Padres Fundadores, puestos como ejemplo del librepensamiento, tenemos un caso semejante.
Así, Tomas Jefferson decía:

 El Dios que nos dio la vida nos dio la libertad al mismo tiempo.



Pero no por ello dejaba de tener en su plantación de Monticello más de seiscientos esclavos.
Como vemos, lo ocurrido miles de años atrás volvía a suceder ya en los comienzos de los Estados Unidos.
El conocido lingüista y analista político  Noam Chomsky señala:

Benjamin Franklin, por ejemplo, quizá el más civilizado de los Padres Fundadores, especulaba acerca de si los alemanes y los suecos debían ser autorizados a entrar, habida cuenta de que no son lo suficientemente blancos.
Jefferson, así como muchas otras personalidades, estaba encantado por los mitos del origen anglosajón y la necesidad de preservar la pureza de la raza totalmente mítica

Tradicionalmente, en los textos de historia se indica que la esclavitud existía ya por lo menos un siglo antes de la fundación de EE.UU, en 1776, y duró hasta la introducción de la decimotercera enmienda, en 1865. Pero se suele comentar poco que esto era a nivel teórico y no a nivel real, donde la discriminación y la eliminación de derechos de los hombres de piel negra continuaron durante más de un siglo. Hasta 1965 no tuvieron derecho al voto en los Estados del sur y la marginación y desprecio hacia ellos eran algo cotidiano, no podían estar en los lugares donde los blancos disfrutaban de un mayor lujo o confort, bien en transportes públicos, restaurantes, o allí donde lo indicasen las autoridades blancas.
Hoy sigue habiendo esta discriminación, principalmente económica, que hace que  el porcentaje de reclusos  de “raza negra” en relación al de la población blanca sea mucho más elevado. Por cierto, la tasa carcelaria actual de Estados Unidos es la mayor del mundo, con 716 presos por cada 100.000 habitantes, (datos de: www.prisonstudies.org ), casi uno de cada 100 habitantes está privado de libertad. Como ejemplo comparativo, Suecia tiene una tasa carcelaria de setenta.
No obstante, siguiendo con el tema de la esclavitud, el rechazo a esta también se dio en grupos de colonos, que lo veían como algo aberrante. Tenemos el caso de los escoceses de las tierras altas situados en Georgia, los cuales elaboraron un argumento moral contra la esclavitud en 1739, llamado “Petición de los habitantes de New Inverness a su excelencia el general Oglethorpe”, que indicaba en su punto quinto:

Es escandaloso a la naturaleza humana que cualquier raza de la humanidad y sus descendientes fuesen sentenciados a una perpetua esclavitud…

Pero en 1750 Georgia autorizaba la esclavitud.
El tráfico de esclavos se iba  desarrollando según las necesidades agrícolas, desplazándose hacia zonas del oeste y el sur conforme se iban implantando los nuevos cultivos. Los comerciantes de esclavos no tenían respeto por mantener unidos a los grupos familiares, vendiendo y comprando aquello que les era útil.
Nueva Orleáns se convirtió ya en 1840 en el mayor mercado de esclavos del país, lo que la convirtió en la ciudad más rica y la cuarta en tamaño de la nación.
El trato dado a los esclavos era brutal y salvaje en extremo, estando amparado por el propio Estado. El historiador David Brion Davis comentaba lo siguiente respecto a este trato:

Sin embargo, no debemos olvidar que esas plantaciones “de bienestar capitalista” estaban regidas por el terror.

Los útiles para infringir los castigos eran variados: desde el látigo, a los grilletes, cuchillos, hachas, pistolas, hierros al  rojo, etc., siendo normalmente el primero el más extendido por lo ejemplar que podía servir para intimidar a otros. Si había resistencia por parte del esclavo, simplemente lo mataban, como señala el historiador Howard Zinn en Una Historia de la gente de los Estados Unidos sobre la actitud de los propietarios de esclavos:

Algunos negros no permiten que un blanco les azote y se resisten si lo intentas, en este caso, por supuesto, tienes que matarlos.

Para evitar las infecciones de las heridas producidas en los castigos, y no perder la valiosa mano de obra, se procedía a la abertura de ellas y a la aplicación de antisépticos como trementina, pimienta u otros elaborados.
A los castigados se les recordaba su “delito” con más castigos, como llevar pesados collares, incluso con púas, cadenas u otro tipo de cargas que les hiciese el día a día un vivir penoso, y en el que pudiesen ver otros que les ocurriría si desobedecían la voluntad de los amos.
Las leyes llegaban a tal punto que un propietario que no castigase a un esclavo fugado podía ser multado.
Incluso después de la supuesta abolición, tras la guerra civil, operaban leyes paralelas -no legales en teoría-, conocidas como los Códigos negros -Black Codex-. Con estos podían controlar tanto a esclavos como a negros libres, no permitiéndoles asistir allí donde iban los blancos. La violación de tales reglas podía costarles a quienes lo hacían la mutilación o incluso la muerte por parte de los vigilantes encargados para ello.
Como los esclavos eran propiedad legal, tampoco era infrecuente el abuso sobre las mujeres, sufriendo violaciones; los hijos que nacían de ellas también se convertían en esclavos. Con el tiempo el resultado de estas relaciones daba lugar a esclavos cada vez más blancos.
Para regular los derechos de los amos sobre los esclavos negros se crearon los Slave Codex.
En el Estado de  Carolina del Sur se establecía la pena de muerte para aquellos que ayudasen a escapar algún esclavo, o a apartarlo de su dueño. El objetivo de la elaboración de estas leyes paralelas en los estados del sur era mantener el status quo social, con el fin de tener dominadas y controladas a las personas  de “raza negra”, de modo que no pudiese haber ninguna igualdad y se pudiese continuar la provechosa utilización de la esclavitud. Por ejemplo, en Texas se establecieron en 1866 en la undécima legislatura y en otros estados nada más  introducir la decimotercera enmienda en la Constitución americana.
Estos códigos no permitían  a los negros entre otras cosas: testificar contra los blancos, formar parte de los jurados o de las milicias, o votar. Y para que se viese a quien servían, todos aquellos que no trabajasen para alguno de los terratenientes serían arrestados y obligados a hacerlo. Algunos estados también impedían que accediesen a la propiedad y posibilitaban que los jueces pudiesen ordenar a los niños de los  que fueron esclavos a trabajar para los antiguos amos sin el consentimiento de los padres. Se les imponían multas por no cumplir con lo que pedían las nuevas leyes y si no pagaban podían ser alquilados al mejor postor, los vagabundos sufrían la misma suerte. Así, empresas como US Steel corp., y otras, se aprovecharon de estos abusos para hacer un provechoso negocio.

De: ESTADOS UNIDOS Y EL RESPETO A OTRAS CULTURAS Y PAÍSES: Capit. 2: Los esclavos negros de África.

Este texto estaba centrado en los esclavos de raza negra, pero está claro que no fueron ni son los únicos esclavos que hubo y hay en Estados Unidos. Recordemos un poco de su historia de mano de Domenico Losurdo:


A partir de la revolución norteamericana, el siervo por contrato o el esclavo blanco temporal es totalmente sustituido por el esclavo negro y este, a su vez, tras el final de la guerra de Secesión, cede el puesto al "coolie" proveniente de China o de la India, otro esclavo temporal, aunque esta vez el color de la piel es amarillo.

Domenico Losurdo. Contrahistoria del neoliberalismo. El Viejo Topo, 2007.

Aunque hay que precisar al comentario de Losurdo que no hubo en realidad sustituciones totales, la esclavitud y los siervos continuaron en todas las "razas", incluida la inmigración latinoamericana.