domingo, 30 de abril de 2017

Los medios de comunicación como dictadores y enemigos de la gente




Les he comentado en abundantes ocasiones como los medios de comunicación no muestran lo que realmente ocurre en el mundo, que su fin es otro: el de imponer los intereses de sus poderosos dueños al resto de la sociedad. Para este propósito recurren desde el engaño a la coacción; desde el desprecio a la separación de poderes, queriendo ejercer de fiscales, jueces y ejecutores, a no soportar la discrepancia. Actúan como verdaderos dictadores que muestran su ira contra los gobiernos populares, contra quienes con sólidos argumentos desmontan con facilidad su entramado de falsificaciones, contra los que con justicia y criterio piensan y elaboran leyes para evitar la impunidad de sus graves delitos y de sus monopolios tan descarados.
Voy a traerles debido a esta situación tan generalizada, como he hecho otras veces, otro artículo relativo al tema tan soberbio y certero como es costumbre que lo sean los de Luis Britto García, escrito ya en marzo de 2012, y siendo tan actual hoy como entonces.



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 Alguna vez sostuve que ciertos medios de comunicación ejercen una dictadura mediática, porque aspiran a desempeñar por sí solos los tres poderes clásicos del Estado. En efecto, quieren decidir qué leyes valen y cuáles no; inventan decisiones del gobierno o niegan las que éste toma; condenan sin defensa ni apelación. Y encima pretenden ejercer estos poderes absolutos sin consulta democrática ni responsabilidad. 


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Ejemplo: contra el presidente Rafael Correa las fuerzas antidemocráticas y reaccionarias intentan un golpe de Estado el 30 de septiembre de 2010, con saldo de cinco muertos y trescientos heridos, entre ellos el propio presidente. El diario de Guayaquil El Universal alucina que no ha habido golpe de Estado, llama al presidente electo “dictador”, inventa que ha ordenado disparar contra el pueblo; lo condena sin derecho a defensa y en forma inapelable como responsable de crímenes de lesa humanidad; declara que las leyes que sancionan los delitos de difamación, injuria, calumnia y vilipendio no existen, que en todo caso no le son aplicables a los comunicadores sociales, y se niega a rectificar. Pero, ¿Qué son en realidad estos medios? Oigamos al presidente Rafael Correa en su conferencia “Sociedades vulnerables”, pronunciada en la Universidad de Columbia el 23 de septiembre de 2011: “En Ecuador, los medios de comunicación escritos, televisivos y radiales a nivel nacional son propiedad de media docena de familias. El mayor diario nacional, El Universo, pertenece a empresas fantasmas en Islas Caimán, un paraíso fiscal, donde no se va precisamente para pagar impuestos o transparentar finanzas. Cuando llegamos al gobierno en el 2007, cinco de los siete canales de televisión nacionales eran propiedad de banqueros. Ustedes pueden imaginar lo que sucedía cuando se quería tomar alguna medida de regulación bancaria. En general, la práctica común fue siempre crear un grupo económico y usar los medios, no para informar, sino para defender los intereses de ese grupo económico”. Los dictadores, como los medios, pretenden monopolizar la totalidad de los poderes; los medios, como los dictadores, aspiran a ejercerlos sin asumir las consecuencias.



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Para mejor comprender la situación, bajémonos de la nube que nos sitúa entre poderes del Estado y mandatarios. No se debe injuriar, vilipendiar, difamar ni calumniar a un Presidente por lo mismo que no se debe hacerlo con el más ínfimo ciudadano. Si yo afirmo falsamente y sin pruebas que el más pobre recogelatas es paidófilo, narcotraficante, ladrón y asesino, lo daño atrozmente porque le arrebato su honra y reputación, que es lo único que tiene en este mundo. Si además lo hago utilizando un medio de comunicación, multiplico la ofensa tantas veces como lectores o auditores tiene éste.


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¿Fantaseo? ¿Invento cosas por molestar a los comunicadores, de los cuales pretendo ser uno? Pues no. El artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sancionada por la ONU, declara que “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”. ¿Demasiado universal para el gusto de los monopolios regionales? Pues el artículo 11 de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos dispone: “1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. 2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. 3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques”. Todas las legislaciones de América Latina y el Caribe comprenden normas que protegen la honra, la dignidad, la reputación y la vida privada de los ciudadanos. No aburriré a la audiencia citándole las que puede encontrar en el Código Penal de Ecuador o de Venezuela. Cualquier ciudadano que las viole es sancionado. Sólo algunos comunicadores pretenden ser inmunes a ellas.


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Nadie concibe un ingeniero que pretenda no ser responsable si se le caen las casas, un chofer que anhele atropellar peatones impunemente, un médico que aspire a no ser sancionado si envenena al paciente. Pero muchos comunicadores sostienen que nadie puede reclamarles los daños que causen con el ejercicio de su profesión, e incluso, que ninguna norma debe regular su profesión. En febrero de 2003 la oposición venezolana recoge firmas para una reforma constitucional, y los dirigentes de los medios hacen incluir en el petitorio la derogación del artículo 58 de la Constitución Bolivariana, el cual consagra el derecho “a la información oportuna, veraz e imparcial sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como a la réplica o rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes”. El documento requería firmas para derogar asimismo el artículo 60, según el cual “toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación”. Los medios quedarían así despojados de todo deber frente a la sociedad; los ciudadanos, de todo derecho ante ellos.


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Con su delirante ataque, El Universal quizá quería provocar alguna medida gubernamental del Presidente para luego acusarlo de abuso de poder. Como simple ciudadano, acudió Correa ante un tribunal para pedir la rectificación de esa “mentira disfrazada de opinión”; logró la condena del periódico por 40 millones de dólares, y la de varios de sus directivos a tres años de prisión, y una confirmatoria en la cual el juzgado quinto de lo civil el 6 de febrero de 2012 sentencia que el fallo busca reparar "la afrenta irrogada, por el hecho de habérsele perjudicado, en su honra, dignidad, buen nombre, prestigio profesional dentro del país y fuera de él". Según testimonia Correa en su conferencia “Sociedades vulnerables”: “Pues bien, al día siguiente de dicha ratificación, muchos medios ‘condenaban’ –con estas palabras- la sentencia. ¿Medios de comunicación condenando las sentencias de las cortes? ¿Acaso son, como la Corte Suprema de Estados Unidos, the highest court in the land?” Mucho peor: ejercían la dictadura mediática, actuando a la vez como legisladores, ejecutores y jueces. La inefable Comisión Interamericana de Derechos Humanos de Washington, que nada hizo ante el golpe de Estado contra Correa, así como nada hizo cuando fue secuestrado el presidente legítimo Chávez, instó al mandatario a suspender temporalmente la aplicación de la condena. Un gremio de propietarios de medios sentenció a Correa en forma inapelable y sin derecho a defensa como “el Enemigo Número Uno de los Medios”. En ningún momento los comunicadores de El Universal rectificaron ni se excusaron. El Presidente Correa, en cambio, los perdonó. En Venezuela esta lenidad ha logrado pocos efectos, desde los tiempos de la primera República, cuando se lamentaba Simón Bolívar de que “a cada conspiración seguía un perdón, y a cada perdón una nueva conspiración”. Perdonó Chávez a los culpables mediáticos y políticos del golpe de abril de 2002: ya en diciembre intentaron precipitar otro golpe mediante una mezcla de sabotaje petrolero, lock-out patronal y campaña mediática de más de dos meses instando a la deposición del mandatario democrático. Los presidentes perdonan, pero los medios no.


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Una inextinguible quejumbre elevan en Venezuela los funcionarios del gobierno bolivariano contra las agresiones que en su contra perpetran los medios. Otra sería la conducta de éstos si los agraviados acudieran a los tribunales y exigieran la aplicación de la Ley. Fue lo que hizo en 2003 Alí Rodríguez Araque, para entonces presidente de PDVSA, cuando la periodista Ibeyise Pacheco acusó de trabajar en dicho ente y de practicar la corrupción a un hijo del funcionario que en realidad había fallecido quince años antes, a la temprana edad de trece. La demanda exigía una reparación simbólica y concluyó con un triunfo moral. Es honroso ser declarado Enemigo Número Uno de unos Medios que a su vez son el Enemigo Número Uno del Público. 



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Ahora la extrema derecha de las transnacionales y los medios se junta con algunos movimientos étnicos y marcha hacia Quito. Ya la Confederación de Naciones Indígenas de Ecuador (CONAIE) había exigido a Correa que le entregara la decisión sobre las concesiones de recursos naturales de Ecuador. Correa lo rechazó, fueron a elecciones, sacaron un solo diputado al Poder Legislativo y luego apoyaron el golpe, acusando al gobierno de Correa de “dictadura democrática”. Lo que está en juego son los recursos naturales de América Latina. Por ejemplo, indígenas de la etnia Munducurú cedieron sus derechos sobre 23.000 kilómetros cuadrados de la Amazonia brasileña en el estado de Pará a la transnacional irlandesa Celestial Green Ventures por 120 millones de dólares. Según el diario O Estado de Sao Paulo, el contrato impide por 30 años a los indígenas los cultivos agrícolas y la extracción legal de madera, asegura a la transnacional el libre acceso a la zona, que está prohibido a las autoridades legítimas brasileñas, y no habría contado con el aval de toda la comunidad. Celestial Green Ventures gerencia 16 proyectos iguales en la Amazonia Brasileña, que afectan 200.000 kilómetros cuadrados, el doble de toda la superficie de Portugal. La Fundación Nacional del Indígena (FUNAI) ha registrado una treintena de contratos de índole similar entre dirigentes indígenas y multinacionales de Europa (Tablet terra com.co, 11-3-2011. Pero los recursos naturales de América Latina no serán de las transnacionales. La mayoría se decidirá una vez más por el Buen Vivir.

domingo, 23 de abril de 2017

Marine Le Pen: Llamamiento a los franceses para vencer al terrorismo


El día 21 de abril la popular candidata del Frente Nacional francés daba una rueda de prensa para  apelar a la unidad de su nación y exponer las medidas que cree necesarias con el fin de combatir al ya tan cotidiano como terrible terrorismo islamista. 1 Y esto tras los atentados en Estocolmo, San Petesburgo, Londres o en el mismo París. 
Y es que hay motivo para la alarma social en este y en otros países occidentales, fanáticos se hacen estallar allí donde hay multitudes provocando matanzas que desgarran las vidas de tantas y tantas personas. Recordemos que en Francia 238 personas han sido asesinadas por atentados de este tipo desde el año 2015, demasiadas para no entender que puede haber como consecuencia de tales desmanes una reacción política.
En esta comparecencia pública Marine Le Pen expresaba, a raíz del asesinato de un policía en el ataque de París del jueves 20, como estos son objetivo al ser símbolos de Francia y lo que esta representa. Es una loa nacional con cierto grado de razón, pero en todo caso y finalmente son atacados por ser protectores públicos, al ser el propósito final el causar el mayor daño posible a la mayor gente posible. 
Se trata según dice de una guerra asimétrica, sin retaguardia, que afecta a todas las personas y a toda la nación, una guerra de sumisión a una ideología mortífera. Una guerra sin piedad y sin respiro en la que nos hemos visto envueltos, y que no se puede perder. 
Es cierto, es una guerra extraña, no convencional, cruel, llevada a cabo contra civiles; pero, y aquí está el pero, no es en el fondo, aunque sí en apariencia, una de agresión externa. Es algo más complejo y no es nada nuevo. Quien conoce la historia reciente de Europa y en concreto su historia  criminal lo entenderá. Basta que recordemos a Gladio y ver lo que hizo en países como Italia o en la vecina Bélgica, para comprender lo que ocurre hoy. Una nueva versión utilizando mercenarios islamistas para causar el terror en estados a dominar e imponer sicariatos y al mismo tiempo asustar mediante las masacres indiscriminadas que hemos visto al comienzo a la población local. Sobre como funciona esta máquina de terror aquí, les dejo este enlace: Terrorismo islamista. 
Lo que les he comentado es algo real que ocurrió y sigue ocurriendo, pero no es de dominio público. Es un tema tabú de las sociedades humanas, que aun por presente que esté pocos se aventurarán a airearlo, pues afecta y compromete a las estructuras que dominan y controlan nuestra sociedad. De ahí que prácticamente ningún político lo mencione, de ahí que se busquen enemigos externos donde trasladarlo y de ahí que se apele a la unidad nacional para combatirlo, aunque sus raíces estén en los dirigentes propios (no solo los políticos, especialmente también los económicos) que tan a menudo piden tanto unidad como solidaridad.
Podemos ver como Francia armaba y apoyaba en todos los sentidos  a estos mismos mercenarios que asolan el país galo en Libia o después en Siria, y que sigue haciéndolo, para entender no solamente la hipocresía sino la profunda maldad que albergan algunas mentes.

Francia apoyando el terrorismo en Libia

Y en Siria


Le Pen dice que en 10 años los gobiernos de izquierda y de derecha no han hecho otra cosa sino aquello que llevará a perder esa guerra. Como hemos visto, esto no es muy cierto, ya que hay en realidad una guerra interna, de una clase dirigente contra las otras, que están ganando de una forma tan deleznable como cruel.
Le Pen llama a la unidad nacional, que está bien mientras no sea exagerada; también a reforzar las fuerzas de seguridad, aumentando su número, "solución" esta que no suele ser tal y más bien tiende a conseguir un propósito una vez creado el miedo generalizado, la reducción de las libertades por un supuesto y no real  aumento de la seguridad.
Como punto a favor de Marine y a diferencia de otros candidatos, está su apoyo a gobiernos que sí combaten el terrorismo, como lo es el sirio liderado por Bashar al Assad. Además, y es importante el asunto, la cuestión de relaciones y condena de naciones claramente promotoras del terrorismo islamista, como son Arabia Saudí o Catar. 
Aquí podemos ver al representante de la "izquierda radical" Jean-Luc Mélenchon acusar de forma completamente injusta y falsa al presidente sirio, que encabeza un gobierno legítimo


Mélenchon es apodado por gentes demasiado desconocedoras de la política y de la realidad internacional como el Hugo Chávez francés, cuando lo cierto es que está a años luz del bagaje político y ético del presidente venezolano, aquí pueden ver por qué: Hugo Chávez y el respeto a la soberanía de Siria.
Como aspectos a cuestionar además en la política antiterrorista de Le Pen tenemos las posibles expulsiones inmediatas de personas fichadas como S, que suponen según esto una amenaza para la seguridad nacional. El problema estriba que podría utilizarse contra cualquier disidente político y no solo contra estos matones a sueldo.
En sentido contrario, otro punto a favor de su discurso es el combatir ideologías promotoras de la violencia y del colonialismo. Así ocurre con la salafista o la wahabí y sus productos: los Hermanos Musulmanes o Al Qaeda.
No es un tema fácil, es complicado y muy peligroso. 
¿Podemos esperar algo positivo de los partidos tradicionales cuando ellos han sido los que han creado, junto con el poder corporativo, el problema? Imposible.
¿Podemos esperarlo de estos partidos que se muestran como nacionalistas o ultranacionalistas? Complicado. Lo fácil, y también lo cobarde, es traicionar todo y seguir el camino de Trump. Utilizando los sentimientos nacionales y tan chovinistas que hay en Francia.
Los hechos volverán a mostrarnos las realidades, postergando a las siempre más fáciles palabras.

Referencias-Notas:
1. Appel aux Français pour vaincre le terrorisme.  www.frontnational.com. 21.04.2017.
2. Policeman and suspected gunman shot dead in Paris 'terror atack'. BBC. 21.04.2017.

viernes, 21 de abril de 2017

Delirios y delitos de la Administración Trump en una rueda de prensa


Nos viene diciendo  el Secretario de Estado Tillerson que el gobierno de Maduro viola su propia constitución. Vaya modales de diplomático y vaya toma de poderes que ejerce. Se debe creer que es el Tribunal Supremo venezolano o una Corte Suprema mundial. Aunque en realidad ejerce además de fiscal y si puede de ejecutor  en el país sudamericano. Y dice que está actuando a través de la OEA ante tal ficticio hecho. Ya sabemos que Estados Unidos utiliza a esta organización a su antojo para atacar a otros países, aunque ellos, claro, no estén dispuestos a someterse a ella. Tienen una larga tradición haciéndolo, pueden verlo aquí: La OEA no es amiga de Venezuela.
Cómo no, comienza tal comparecencia arremetiendo contra una nación a la que le tenían y le tienen ganas, Irán, que está condenada de antemano, y por eso la criminalizan y demonizan sin tapujos.
Habla, por hablar, de las alarmantes provocaciones en marcha que supuestamente están llevando a cabo. Cualquiera diría que piensan invadir Texas la próxima semana. Cualquiera diría que la realidad es la opuesta y quien piensa en la invasión y destrucción de la nación persa sea el mundo corporativo anglosajón.  Se columpia demasiado sin mirarse por supuesto a sí mismo al calificar a Irán como el principal estado espónsor de terrorismo del mundo. Estados Unidos no entra en esa lista porque empequeñecería al resto y no es cuestión de que salga un gráfico tan desigual.
Vuelve a tocar puntos demasiado débiles y dolorosos de su administración y las previas al hablar de que Teherán apoya a Siria. A la que apodan con el término descalificativo inventado por los neocons del "régimen" y el "dictador brutal" , tan propalados por la izquierda occidental. Difícil de entender para los sirios, que no ven en su presidente y en su gobierno sino algo legítimo y democrático elegido por ellos. La realidad, más puntiaguda y dolorosa, es que las administraciones estadounidenses han promovido el terror en Siria fomentando organizaciones mercenarias, escuadrones de la muerte. No existiendo en ningún momento ninguna revuelta popular o pacífica, sino una insurrección islamista disfrazada. Acto degradable al que se prestaron y prestan los medios de comunicación y los partidos parlamentarios denominados de izquierda.
Menciona, el Secretario de Estado, con poca vergüenza también el caso de Yemen y de como, de nuevo Irán, apoya al gobierno popular. Y calla ante las matanzas provocadas por ellos y su socio, criminal donde los haya, Arabia Saudí. Demasiado callar y demasiada cara la del tal Tillerson y de la era Trump, que hacen, como es habitual, lo opuesto a lo que dijeron. 
Creo que no habrá mal que por bien no venga y si quieres cambiar la situación y tú situación, deberás hacerlo tú mismo, en colaboración con otros iguales a ti y no con oligarcas tan venales como vacíos y llenos de cobardía.


Referencias-Notas:
1. Secretary of State Rex Tillerson Press Availability. U.S. Department of State. 19.4.2017.


domingo, 16 de abril de 2017

El Diario.es retratado como lo que es tras los atentados terroristas contra civiles en Alepo


Ya que los medios de comunicación no solo no están por la labor de infornar sino que además encubren los horrendos crímenes cometidos por los terroristas mercenarios pagados por los estados y las corporaciones occidentales   para que destruyan a aquellos que no se dejan someter, tenemos que el público, la gente de a pie, está tomando, dado la gravedad de la situación, la responsabilidad de informarse por su cuenta e informar.
Así, por ejemplo, tenemos a Esperanza a través de Twitter que nos muestra lo acacecido al oeste de Alepo con meridiana claridad, donde los civiles que eran evacuados hacia zonas del Gobierno han sido masacrados por medio de bombas que han causado más de un centenar de muertos. Los autores de la matanza no hay que buscarlos en las filas gubernamentales, sino donde siempre han estado, en el lado de Al Qaeda o del nombre que se le quiera dar a esta siniestra estructura mercenaria  para enmascararla. Del mismo modo , la no condena rotunda de estas organizaciones terroristas, en claro contraste con la rotundidad que sí aparece cuando se acusa al Gobierno sirio, al apodado con intenciones descalificatorias como "régimen", de hechos que no solo no se demuestran afirmativamente sino que se hacen negativamente, muestra el doble rasero y la falta de moral y objetividad en tales plataformas de la comunicación. Aunque más certeramente lo son de la propaganda, el adoctrinamiento y  la confusión.

Esperanza dando lecciones de periodismo y ética al no periodismo de las corporaciones 

Si vamos a falsos "medios alternativos", como el Diario.es, cuya dirección y "periodistas" repiten las mismas falsedades que otros como ellos pertenecientes y al servicio del poder financiero e industrial, tenemos que ir a buscar la opinión de los lectores para encontrar algo de ética o de intención de hacer periodismo. Veamos  como responden a la ocultación de información, estrategia del despiste y sesgo en que descaradamente incurre este medio respecto a este terrible atentado que tantas vidas humanas ha costado y como sin contemplaciones es desmontado y puesto en cristalina evidencia por quienes se molestaron en leer tan execrable artículo de eldiario.es. 1
No se le da la relevancia ni el tinte acusatorio a la noticia que debiera porque claramente apunta, como no podía ser de otra forma, a los mercenarios apoyados por occidente.


Aunque los mercenarios cometan atrocidades incluso bastante superiores a las que cometen con la gente en Europa, no se les denominará cuando están en Siria como lo que son: criminales a sueldo, terroristas bajo pago.


La doble vara de medir de los medios expuesta. Sin importar las pruebas y aunque se incurran en las mayores de las incongruencias. También se demuestra la falta de empatía y sensibilidad humana hacia las víctimas, que son vistas como arma arrojadiza militar y política.



La mala fe con la que se enfoca el artículo es notoria, deja entrever sin duda claras malas intenciones en su mensaje. Sin embargo, quien hoy en día es engañado es porque quiere ser engañado y se convierte en cómplice de las fechorías y crímenes tergiversados, ocultados o higienizados



Sobre el atentado de los terroristas  ("rebeldes moderados") contra civiles: Los rebeldes prometieron matar a los civiles.

Referencias-Notas:
1. Aumentan a 112 los muertos en el atentado contra un convoy de evacuación de civiles en Siria. el.diario.es. 16.04.2017.



La codicia estadounidense y su justificación: la guerra contra México

Campamento del general Taylor, junto al río Nueces, Texas.

Texas había declarado su independencia en abril de 1836 tras derrotar al ejército de la República de México dirigido por Santa Ana. Impusieron la frontera en río Grande, quitándole una gran extensión de territorio a lo que antes fue México. Los mexicanos no aceptaron estos tratados. Estados Unidos aparentemente se mantenía al margen, sin reconocer a Texas. Pero terminarían reconociéndola en marzo de 1837, lo que originó numerosas protestas dentro del país, porque Texas había sido un lugar donde se había permitido instalarse a los norteamericanos y porque lo veían como el reconocimiento a una invasión y el apoyo a un nuevo estado que aprobaba la esclavitud. Destaca por su visión de futuro y perspicacia la carta enviada por William Ellery, un líder unitario pacifista, al político y abogado Henry Clay:
Habiendo expuesto el  argumento contra la anexión de Texas por el grado de criminalidad de la revuelta, procedo a una segunda y muy solemne consideración, a saber, que por este acto nuestro país entrará en una carrera de invasión, guerra, y crimen, y merecerá y contraerá el castigo y pesar de la maldad agravada.La toma de Texas no se quedará sola. Oscurecerá nuestra historia futura… … de todos los hechos precipitados y criminales, aquellos perpetrados por las naciones son los más llenos de miseria.…ha llegado el tiempo que deberíamos poner sobre nosotros una seria y decidida restricción. Poseedores de un dominio, suficientemente vasto para el desarrollo de  siglos, es tiempo para nosotros de  poner fin a la carrera de adquisición y conquista.…Nuestra águila no satisfará su apetito sobre su primera víctima; y lo buscará con una pieza más tentadora, con más sangre atrayente, en cada nueva región que se abra hacia el sur (Kelley, 1975).
Y así fue, el águila no satisfizo su apetito con su primera víctima e iría a por más presas. Esta reflexión de Henry Clay, tan profunda y acertada, debería ser recordada y enseñada, porque ha determinado la historia de nuestro mundo hasta el tiempo presente.
Pero a nadie se le escapaba que tanto Texas como el propio país norteamericano estaban pensando en una posible incorporación. Se adujo para posibilitar su anexión un posible temor a que Gran Bretaña pudiese interferir en la zona, tal vez fortaleciendo a Texas para debilitar a EE.UU. Como México no aceptaba el perder este territorio con su frontera en río Grande y también rechazó los sobornos ofrecidos, el gobierno estadounidense decidió que la forma de resolverlo era mediante una guerra. Y para ello envió al general Taylor a territorio de México con un contingente de soldados, alrededor de 3.500, no con el propósito de lanzar un ataque como agresor, sino con la idea de provocar a los mexicanos para que estos respondiesen a esta maniobra deliberadamente realizada. De este modo se presentaría la respuesta mexicana como una agresión y así se publicaría tal hecho en la prensa y otros medios de comunicación, exaltando las posibles muertes norteamericanas que se producirían e indicando que se hacía en territorio estadounidense, algo completamente discutible.
El 8 de mayo de 1846, Polk se reunió con  su Gabinete en la Casa Blanca y les dijo que si el ejército de México  a las fuerzas de EE.UU., él iba a enviar un mensaje al Congreso pidiendo una declaración de  guerra (White House Historical Association). Cuando las noticias de las escaramuzas esperadas llegaron, el presidente Polk emitió el comunicado, que ya tenía redactado, al Congreso el 11 de mayo.
México ha vulnerado las fronteras de Estados Unidos, ha invadido nuestro territorio y ha derramado sangre americana en territorio americano… (Powers).
La prensa en  general, como de costumbre, azuzó a la guerra con titulares que clamaban por la indignación nacional y  ensalzaban la nobleza de la misión, exaltando el Destino Manifiesto. En el Congresman Globe se decía:
Debemos marchar de Texas, directos hacia el Océano Pacífico, y sólo tener sus terribles olas como frontera… Es el destino de la raza blanca, es el destino de la raza anglosajona… (Zinn, 1997, p. 141).
En el New York Herald:
Estamos a punto de vastos y desconocidos cambios en el destino de las naciones (Reilly, 2010).
Incluso quienes ponían reparos a la guerra o a la esclavitud, mostraban alguna justificación a esta ocupación. El reverendo Theodore Parker, ministro unitario en Boston, a la vez que criticaba a la guerra daba sustento al sometimiento de México y a la expansión estadounidense bajo un tinte claramente racista:
El avance irreprimible de una raza superior, con ideas superiores y una civilización mejor… (Zinn, p.142)
No obstante, también hubo un amplio sector social que habló claramente contra la guerra, sin buscar otras posibles justificaciones. Ejemplo son: el escritor y defensor de la desobediencia civil Henry David Thoreau, organizaciones abolicionistas y un largo etcétera que veían en la guerra el camino al crimen, al robo y a la barbarie. Frederick Douglas, escritor, orador y antiguo esclavo, la definía en 1848 como:
La guerra actual –desgraciada, cruel e inicua- contra nuestra república hermana. México parece una víctima propiciatoria de la codicia anglosajona y del amor al dominio (Zinn, p.143).
Y así fue, Estados Unidos se lanzó sobre Texas, Nuevo México y California, para luego adentrarse en el interior de la República de México. En su avance destruyó poblaciones, bombardeó Veracruz y tomó la Ciudad de México en septiembre de 1847.

De mi obra Justificando la guerra.

Referencias-Notas:
1. Robert Kelley. The Shaping of the American Past. Englewood Cliffs New Jersey: Prentice Hall, 5th edition, 1975
2. Howard Zinn.  A People History of the United States. New York: Harper Collins Publication, 2003.
3. Tom Reilly. War with Mexico!: America´s Reporters Cover the Battlefront. University Press of Kansas, November, 2010.

martes, 11 de abril de 2017

El peligro de llevarse por la indignación y la histeria colectiva

MÉDICOS DEL MUNDO Y SU PROPAGANDA DE GUERRA EN YUGOSLAVIA: Purificación étnica quiere decir: campos, violaciones, asesinatos, ejecuciones y deportaciones en masa de las poblaciones no serbias de Bosnia-Herzegovina y de Sarajevo. Los Nacionalistas serbios llegarán hasta el final de su ideología mortífera. Médicos del Mundo ha decidido continuar sus misiones médicas y su ayuda de urgencias, pero no se va a callar.
ALTO A LOS CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD DE LOS NACIONALISTAS SERBIOS.  1

En estos tiempos que vivimos, donde de nuevo azotan los vientos de las mentiras cargadas  de veneno para avivar los ánimos y exhortar a la locura generalizada, que vemos ahora en Siria contra su gobierno legítimo y su soberanía nacional, y a favor de los terroristas que por un puñado de dólares derraman sangre, es necesario recapitular y recordar como esta barbarie ha sido promovida una y otra vez en cada conflicto y país afectado. Recordar, sí, no olvidar y no volver a cometer las atrocidades y horrores pasados. Que si no se está atento se vuelven presentes.
Las emociones y la indignación son fomentadas para evitar y anular la pasividad, y se hace habitualmente mostrando las atrocidades realizadas por el supuesto enemigo; especialmente con casos que desaten enojo, como ocurre con la violencia contra personas indefensas, principalmente niños y también mujeres. Teniendo en cuenta, y sabiendo, que todos los seres humanos tenemos un sentido protector y de justicia y que ante semejantes abusos expuestos así no habrá indiferencia. Por este motivo es necesario recordar que cuando recibimos una supuesta información, debemos tener medios y forma de comprobarla, porque algo tan grave y con unas consecuencias tan peligrosas requiere de unas evidencias concluyentes. También hay que tener presente que la experiencia pasada, la historia, nos enseña que casi todas estas supuestas atrocidades y crímenes  que se mostraron en el pasado para justificar no importa qué guerra o qué conflicto, y que se dijeron y expusieron con pasión, con súplica e incluso con ira y denuncia, fueron de forma casi generalizada inventadas o fabuladas. O cuando existieron estas, simplemente fueron exageradas en grado extremo o  mostrando una visión parcial y sesgada de los sucesos, contando aquellos crímenes realizados o no por el considerado como enemigo y callando ante los propios o los de los aliados, que muchas veces eran peores que los perpetrados por el contrario. Ejemplo de este último caso es lo sucedido en Yugoslavia en los años 90 del siglo XX, conflicto provocado desde el exterior en el que los serbios sufrieron incluso mayor daño que ninguna otra comunidad, pero fueron expuestos como los principales causantes de las atrocidades. También lo vemos en los sucesos en Ruanda y en la R.D. del Congo, a mediados de los 90, donde se  recuerda la matanza de Tutsis por los Hutus, pero no las mucho mayores de Hutus por el Frente Patriótico Ruandés de Paul Kagame, menos de medio millón de personas asesinadas en un caso, frente a más de seis millones en el otro; este suceso estuvo amparado principalmente por Estados Unidos, la potencia mundial actual; por esta circunstancia tan capital los medios de comunicación se han encargado principalmente de ocultarlo (Edward S. Hermann & David Peterson, 2011). 2
Para fomentar el odio es necesario crear un enemigo y presentarlo como una especie de ser malvado, un demonio ante el que no cabe otra solución que eliminarlo. La lista de enemigos oficiales y de demonizados es larga. Como también es larga la coincidencia de la existencia paralela de esos enemigos con grandes intereses económicos y políticos, y que para conseguirlos la persona presentada como el monstruo suponía o supone un serio obstáculo. En esta lista oficial de enemigos para el poder actual encabezado por EE.UU. estaban o están personas como: Hugo Chávez, Rafael Correa, Fidel Castro, Muamar al Gadafi o Bashar al Assad. Pero en ella puede entrar cualquiera y además de  una forma rápida; incluso antiguos amigos que fueron tratados con exquisito cuidado y privilegio en el pasado, se convierten repentinamente en seres a despreciar y destruir por algo tan sencillo como cometer el grave delito de la desobediencia a los jerarcas dominantes. Sadam Hussein, Noriega o los Talibán serían algunos de estos casos. Todo este mundo en blanco y negro,  de salvadores y tiranos, de amigos benévolos que se convierten de repente en demonios, es un gran embuste; y esto funciona principalmente porque la gente  desconoce lo que está pasando realmente. Los medios de comunicación tienen mucho que ver en ello, también en la inculcación del odio hacia otras personas, países y culturas. Porque, no se debe olvidar, que la mayor parte de las personas no está dispuesta a llevar a cabo una guerra, a matar a otras personas o a utilizar la violencia. Eso sería más propio de locos, por eso la mayoría lo rechaza. Pero la presión e insistencia de la propaganda, llevada fundamentalmente a cabo a través de los denominados medios de comunicación, controlados por el poder económico, es capaz de cambiar los sentimientos pacifistas y contrarios hacia la guerra de la población por una histeria colectiva a favor de ella. Utilizándose en último caso, si es necesaria, la violencia y el castigo contra los reticentes o los que no se dejan someter o engañar, y anulando la libertad de expresión para que no se denuncien las falsedades y no se pueda exponer la  realidad sobre los sucesos. El caso de la sociedad estadounidense ante la entrada en la Primera Guerra Mundial es aleccionador:
Cómo una nación con prácticamente un tercio de inmigrantes europeos, con sentimientos en las dos alianzas, de los que había ocho millones de origen alemán, y con el resto de la población contraria a ir a una guerra a Europa, pudo caer en un grado de histeria tal que cambió en buena medida de posición, tiene su explicación en la intensa campaña de propaganda y en la anulación y castigo de la libertad de expresión (Mikel Itulain, 2012). 3
Aunque se han publicado grandes obras sobre la Propaganda de Guerra, con un análisis profundo de sus causas, modos y consecuencias,  no han tenido un impacto significativo en la población o al menos este no ha perdurado. Debido principalmente a que no han sido enseñadas, a que no han sido publicitadas, a que permanecen ocultas al conocimiento del gran público. En un mundo realmente civilizado y humano estos trabajos tan fundamentales serían obras de referencia en las propias escuelas, educando a los niños y niñas en la no violencia, en el respeto y en el rechazo al enfrentamiento  y en el apoyo siempre a la tolerancia, al diálogo y al entendimiento. Buen ejemplo de estos estudios que deberían ser de conocimiento de todos es el llevado a cabo por Arthur Ponsonby, Falsehood in War Time (Falsedad en tiempo de guerra), donde describe muy bien el modo en que se conduce a una población a la guerra, basándose en la experiencia de la Primera Guerra Mundial, y las nulas lecciones que se suelen aprender, haciendo  que la tragedia se vuelva a repetir una y otra vez:
La gente ignorante e inocente de cada país no es consciente en el momento de que están siendo engañados, y cuando todo ya ha pasado, sólo aquí o allí se descubren las falsedades y son mostradas. Como todo es ya historia pasada y los efectos deseados ya se han producido, nadie se preocupa por investigar los hechos y mostrar la verdad (Arthur Ponsonby, 1928). 4
La difusión de falsedades, para embaucar a la gente, puede hacerse de diversas formas, por ello a la propaganda se la puede clasificar según diferentes criterios. Atendiendo al grado en que su patrocinador se deja ver, se oculta o echa la culpa a otros, podría clasificarse como: blanca, gris o negra. 
En la blanca quien la emite no se oculta, ya que no tiene miedo de que mostrándose pierda adeptos, sino al contrario, que dado su prestigio gane opiniones a su favor. 
En la gris sí se oculta al que la realiza, por temor a que exponiendp quién es su autor la opinión pública la rechace. Es lo que ocurre actualmente de algunas actuaciones de EE.UU. en el mundo, que se realizan principalmente a través de los servicios de inteligencia, pero que se ocultan a través de ONGs u otro tipo de organizaciones que dicen que luchan por la democracia y los derechos humanos, haciéndose pasar por locales; ejemplo es lo que hace la NED (Fundación Nacional por la Democracia-National Endowment for Democracy). En verdad son caballos de Troya que tratan de introducirse en las decisiones de otros países ocultando su verdadero rostro y las verdaderas intenciones por las que se mueven, como pueden ser el derrocamiento de gobiernos no sumisos e instauración de otros favorables para los intereses económicos de las corporaciones o las administraciones que las patrocinan y pagan. 
Por último, estaría la propaganda negra, que como en la gris oculta su autor, pero va más allá, utilizando y atribuyendo hechos o palabras a otros con el propósito de desprestigiarlos de una forma directa  y de tener así una justificación para poder actuar directamente contra ellos. La guerra emprendida por EE.UU. contra Yugoslavia o Libia, o la que se está llevando a cabo ahora contra Siria, o se prepara contra Irán, son situaciones donde se ha empleado la propaganda negra. Las organizaciones “humanitarias” o “que luchan por la democracia” se usan también frecuentemente en este tipo de actuaciones, para crear excusas, basándose en informaciones falsas, y predisponer al público  para posteriormente lanzar un ataque militar. Estas organizaciones se encargan de propagar que tal país o gobierno está cometiendo atrocidades, como lo vimos en las acusaciones contra Gadafi, que luego resultaron no ser ciertas, para dar validez a la guerra que ya se había preparado de antemano, precisamente por el que promueve la denuncia y es el agresor real. Esto constituye hoy en día uno de  los problemas más graves que tiene nuestra sociedad y que en principio no parece haber un conocimiento y consciencia generalizada sobre él. Agrupaciones supuestamente benefactoras, como las apodadas humanitarias, están llevando a cabo funciones de relaciones públicas en beneficio de la guerra, en provecho de las grandes corporaciones o empresas que se benefician con ella.
Deberemos hablar sobre estas falsedades, pese a que ahora se prefiera olvidarlas. Porque debemos tener presente que el olvido de ellas volverá a provocar  su  repetición, repetición y sus consecuencias  que pueden recaer sobre nosotros mismos.
El ser humano no debería seguir siendo alguien que continúe cometiendo los mismos actos despiadados del pasado contra sus semejantes, una y otra vez, generación tras generación. Debe demostrar que puede ser mejor, que puede aprender alguna lección, de otro modo el futuro resulta demasiado incierto y demasiado desalentador. 
¿Continuamos siendo un mundo de ciegos dirigidos no siquiera ya por tuertos, sino por locos enamorados de la muerte?
En Rey Lear, Shakespeare había escrito que en este mundo los locos conducen a los ciegos, y cuatro siglos después los amos del mundo son locos enamorados de  la muerte… (Eduardo Galeano, 2009). 5

Referencias-Notas:
1.  Michel Collon. El juego de la mentira. Hiru, 1999.
2. Edward  S. Hermann & David Peterson. Paul Kagame: “Our Kind of Guy”. Red Voltaire. Chicago. 18 de mayo 2011.
3. Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Abril 2012, p. 79. 
4. Arthur Augustus William Harry Ponsonby.  Falsehood in Wartime: Propaganda Lies of the First World War. George Allen and Unwin, 1928. 
5.  Eduardo Galeano. Adhesión a la marcha por la paz y la no violencia  2009. 2009.

lunes, 3 de abril de 2017

La OEA no es amiga de Venezuela


Nos dice, con conocimiento y criterio,  el más brillante de los intelectuales venezolanos, Luiis Britto García, que insiste el Ministerio de Colonias de Estados Unidos (la OEA -la denominada Organización de Estados Americanos-) en sus arremetidas contra Venezuela. En verdad, lo ha hecho siempre que el poder financiero e industrial exterior e interior lo ha necesitado. Lo ha hecho sin descanso y con soborno desde que por primera vez en décadas llegase a Venezuela en 1999 un presidente preocupado más por su gente que por su bolsillo.
Es notoria y no sé si tan recordada su participación en el golpe de Estado del año 2002. Así, su Comisión Interamericana de Derechos Humanos hacía lo siguiente:
..durante el golpe de Estado de 2002, la CIDH [Corte Interamericana de Derechos Humanos] , como Estados Unidos, reconoció abiertamente a la dictadura de Pedro Carmona en una carta que Santiago Antón, entonces secretario de la CIDH, dirigió a ése. Maduro no dejó de recordar este episodio que arroja una sombra sobre la credibilidad y la fama de la entidad interamericana: “La Comisión reconoció a los golpistas y negó el apoyo al presidente Hugo Chávez”. 2
Y como decíamos, se mostraron especialmente virulentos con los populares gobiernos de Chávez, aunque antes, en el periodo del dominio absoluto de la oligarquía y del olvido total del pueblo, estuviesen excesivamente callados. Mostrando a quiénes sirve tal organización y las entidades y comisiones que la componen.
...desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la CIDH multiplicó las decisiones e informes desfavorables a Venezuela, en proporciones ampliamente superiores al resto de América Latina. Así, desde su creación en 1959 y hasta la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la CIDH sólo emitió cinco decisiones condenando las violaciones de los derechos humanos en Venezuela. En cambio, entre 2000 y 2012, la CIDH condenó a Caracas 36 veces. Así, en el espacio de 12 años, la CIDH condenó a Venezuela 7 veces más que durante los 40 años anteriores, marcados por exacciones de todo tipo y particularmente el Caracazo del 27 y 28 de febrero de 1989, sublevación popular contra la vida cara, que el ejército y la policía reprimieron en sangre, dejando un saldo de 3.000 civiles asesinados. 2
Que casi el 70 % del presupuesto de la OEA provenga de un enemigo acérrimo de la independencia política y económica de Venezuela, como son los dirigentes de los Estados Unidos de América, sigue en consonancia con los hechos.
Que los mencionados Estados Unidos y Canadá no se sometan a lo que diga la OEA y que quieran que otros, como Venezuela, lo hagan, habla también bien claro hasta para el más ciego entre los ciegos.
Venezuela, si quiere existir como país independiente sirviendo en primer lugar a quienes debe servir, a l@s  venezolan@s de a pie, no puede perder su independencia política, tampoco la jurídica y por supuesto no la económica. Son cosas que sabemos bien y no debemos perder de vista. Quien las pierde, pierde todo, empezando por la libertad y la dignidad. No cometamos, no cometan, los mismos errores del pasado. 

Referencias-Notas:
1. Luis Britto García. Carta injerencista de la OEA. 1.04.2017.
http://luisbrittogarcia.blogspot.com.es
2. Salim Lamrani. Por qué Venezuela se retira de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 22.8.2012.