El periodismo hoy en día, aunque también en el pasado, tiene una gran influencia social. Tristemente esta influencia no ha sido para bien, porque este periodismo de hoy, periodismo corporativo que es alimentado y pagado por los intereses económicos de las grandes corporaciones, no está cumpliendo con la misión que debe realizar todo periodista: esta debía ser informarse e informar. Seríamos demasiado ingenuos si pensásemos que estos son los principios que mueven al periodismo citado. La realidad, atestiguada por los contundentes hechos, a los que deberemos atender, es en sentido contrario: se procede no a la información, sino a la desinformación deliberada, con el fin de condicionar, asustar y engañar a los muchos incautos que caen en sus redes. No es difícil caer, porque hay un monopolio, el poder económico controla el espectro "informativo", y quienes quieran algo de información fiable se la tendrán que trabajar.
¿Se extrañan de que la gente sea engañada, de que sea conducida una y otra vez como peleles de aquí para allá, de que se les haga caer en las mismas trampas y engaños con insistente repetición, todo con el fin de sacar provecho económico de ello?
Esta es uno de las grandes quiebras y fallas de nuestra sociedad, que la está conduciendo al abismo que vemos hoy en día: desigualdad, injusticia, extensión de la pobreza, de la marginación y pérdida de esperanza. Este periodismo corporativo influye de forma decisiva en ello, al hacer que la gente no sea capaz de ver lo que realmente sucede en el mundo donde vive, al no ser capaz de analizar las verdaderas y reales causas de sus problemas, y, en consecuencia, a no saber dar una solución frente a estos, continuando y contribuyendo a su propia marginación y destrucción.
No es un panorama halagüeño, especialmente porque es la propia gente la que ha contribuido, aunque de un modo inconsciente, a su propia situación actual de falta de expectativas y medios. Sin embargo, hay una solución, no es difícil, aunque exige esfuerzo: no ser pasivos, ser seres racionales que analizan a las cosas y a las personas no por razones de autoridad, no por su fama, no por miedo, no por lo que diga la mayoría, sino por lo que digan los hechos. Es una tarea fascinante, como la del hombre de ciencia que quiere conocer y descubrir en el mundo en el que vive. Está en sus manos si quieren. Si no quieren ya saben, o debían saber, lo que les espera, lo pueden ver en muchos barrios de sus ciudades y pueblos: desesperación, alcoholismo, drogas, prostitución..., en fin, un largo etcétera de caminos errados y autodestructivos.
El elegir actuar de un modo racional y sensato lleva en primer lugar a buscar fuentes fiables de información, imprescindible para tomar cualquier decisión acertada y adecuada. Esto no lo encontrarán nunca en los medios corporativos.
CÓMO LOS MEDIOS MODELAN NUESTRA OPINIÓN
UNA REFLEXIÓN SOBRE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
LA OBJETIVIDAD EN EL PERIODISMO
EL LECTOR Y EL PERIODISTA ANTE EL OCÉANO DE CORRUPCIÓN
NO DEJEMOS QUE EL PERIODISMO SEA UNA CAUSA PERDIDA EN EL MAR DE LOS INTERESES ECONÓMICOS
EL PERIODISTA COMO PROSTITUTA INTELECTUAL
SI QUIEREN UN MUNDO MEJOR ABANDONEN LOS DEMENCIALES MEDIOS DE COMUNICACIÓN CORPORATIVOS
EL FALSO HUMANITARISMO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
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POR UN PUÑADO DE DÓLARES
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LOS HÉROES DE LA GUERRA
EL PERIODISMO ESPAÑOL EN LA GUERRA DE YUGOSLAVIA: PARTE I.
EL PERIODISMO ESPAÑOL EN LA GUERRA DE YUGOSLAVIA. PARTE II.
LA MANIPULACIÓN EMOCIONAL DE LA PRENSA: EL GENOCIDIO DE UCRANIA
JUSTIFICANDO LA BARBARIE CONTRA LIBIA
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA GUERRA CONTRA SIRIA
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA GUERRA EN LIBIA
LA MATANZA DE ADRA Y EL SILENCIO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: SU FUNCIÓN Y SU INFLUENCIA EN LA GENTE
LAS MENTIRAS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA GUERRA
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN CORPORATIVOS: ¿MANCHADOS DE SANGRE HASTA EL CUELLO?
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: LA VOZ DE LAS TRANSNACIONALES
RACISMO Y BARBARIE EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESPAÑOLES
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