miércoles, 20 de marzo de 2013

La guerra contra Yugoslavia: otro borrón más de Amnistía Internacional

La Secretaria General de Amnistía Internacional, Irene Khan, y el jefe de política exterior de la UE, Javier Solana, el año 2008, que fue además Secretario General de la OTAN durante la guerra de Yugoslavia.
Entre secretarios anda el juego.


Otro suceso realmente triste protagonizado por Amnistía Internacional fue su actuación en el ataque a Yugoslavia. En Kosovo, por ejemplo, no expuso lo que estaba sucediendo realmente, donde el KLA (UCK), el ejército apoyado por occidente que se originó del crimen organizado y continuó con él,(0) atacaba con brutalidad tanto a los serbios como a los gitanos, judíos o albanokosovares que no les obedecían. El KLA fue responsable de alrededor de mil quinientas víctimas de las dos mil estimadas antes de iniciarse el ataque de la OTAN.(1)
Harold Koch, el adjunto de la secretaría de Estado para la Democracia de EE.UU., llamó a las “organizaciones humanitarias” de su confianza a una reunión, donde les pidió apoyo para la campaña de bombardeo sobre lo que quedaba de Yugoslavia. Amnistía, el 29 de marzo de 1999, pidió aumentar las operaciones de inteligencia militar sobre el suelo en Kosovo; Human Rights Watch (HRW) le siguió también en esto, apoyando la actuación militar, (2) pese a que precisamente esta fue la que disparó las muertes de civiles y el desplazamiento de refugiados. Aquí vemos a dos supuestas organizaciones humanitarias ayudando a llevar a cabo un ataque militar.
La OTAN, ante tal cobertura de impunidad y apoyo, estaba perpetrando verdaderos crímenes de guerra y lo hacía saltándose todas las leyes internacionales y  también las nacionales de EE.UU., incluso las normas de la OTAN. No se  cumplió con la carta de las Naciones Unidas, tampoco el Congreso estadounidense aprobó la declaración de guerra y no solicitaron el permiso obligatorio cuando se extendió  el conflicto (el bombardeo) durante más de sesenta días, ni tuvieron en cuenta que la OTAN solo debe actuar en caso de ataque a alguno de sus miembros. Con estos “avales” y sin haber negociado realmente nada con Serbia, ya que las condiciones de Rambouillet, ya comentadas en el capítulo sobre la guerra en Europa,(3)  fueron impuestas y eran inaceptables para cualquier nación o ciudadano, porque se vulneraba la soberanía de la nación y la libertad y los derechos de las personas, se comenzó un bombardeo masivo de ciudades, fábricas, hospitales e infraestructuras. Amnistía Internacional no acusó de crímenes contra la humanidad a la OTAN, sino que parecía dar consejos para los bombardeos, como si estos no fuesen ya criminales en sí:

En relación con el ataque del 7 de mayo —que aparentemente estaba dirigido al aeropuerto de Niš, pero que alcanzó el mercado del centro de la ciudad y un hospital civil cercano y, según informes, causó la muerte de 15 personas—, amnistía internacional siente preocupación ante la posibilidad de que la planificación del ataque por la Otan no haya tenido lo suficientemente en cuenta la proximidad de civiles.

...el número de bajas mortales civiles se podría haber reducido significativamente si las fuerzas de la Otan hubieran cumplido estrictamente las normas del derecho de los conflictos armados durante la operación fuerza aliada. (4)

George Kenney, un antiguo oficial del Departamento de Estado de EE.UU., decía lo siguiente de forma clara, poniendo en evidencia el modo de actuar de Amnistía:

Dejando caer bombas de racimo en áreas urbanas muy pobladas no causa bajas accidentales, es un bombardeo de terror a propósito.(5)

Cuando le preguntaron al portavoz de la OTAN, Jamie Shea, si ellos consideraban la ley internacional tan importante, por qué argumentaban que ni la Corte Internacional de Justicia ni el Tribunal Penal Internacional tenían jurisdicción para actuar contra la propia OTAN, respondió que fueron los países que la componen los que lo establecieron y son los que aportan la mayor parte de la financiación. Cuando vio que los cargos contra genocidio o por crímenes de guerra eran aplicables a lo que había hecho la OTAN lo zanjó diciendo:

Esa convención [de genocidio] no se aplica a los países de la OTAN. A quienes sí se aplica, yo creo que sabemos la respuesta ahí.(5)

La posición de Shea, comenta Michael Parenti, fue clara: si la OTAN mata inocentes está más allá de la jurisdicción de las cortes y tribunales internacionales; si Serbia mata a  inocentes es un crimen de guerra, y sí no los mata también, porque se le culpa de ello, como se vio en las masacres de la panadería o del mercado de Sarajevo.(6) Amnistía Internacional y HRW seguían también esta falta de principios. Así, iban contra Milosevic, pero sin pruebas, por cierto.

Una justicia que se retrasa es una justicia que se niega y es esencial que nada se interponga en el camino de Milosevic hacia el banquillo de los acusados en La Haya.

Amnistía Internacional ha instado hoy a que la detención del ex presidente Slobodan Milosevic, practicada el 1 de abril de 2001, sea seguida de su inmediato traslado al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.”

«Pedimos que el gobierno yugoslavo lo ponga a disposición del Tribunal Internacional, que lo ha acusado formalmente, en virtud del derecho internacional, de crímenes contra la humanidad cometidos en Kosovo.
(4)

En cambio, Amnistía no dijo que era esencial que nada se interpusiese en el camino de los dirigentes de la OTAN, de la Unión Europea o de Estados Unidos hacia el banquillo de los acusados. Tampoco exigió su inmediato traslado al Tribunal Penal Internacional. Curioso, cuando menos, en vista de los enormes crímenes que cometieron, solo algunos  de los cuales exponemos.
Los ataques aéreos de la OTAN estaban causando una verdadera matanza entre los civiles, además de la destrucción de las infraestructuras, de las propiedades y de la riqueza del país, al que querían hundir en todos los sentidos. Las escuelas, los hospitales, los autobuses, los trenes, los puentes, las iglesias, las casas, los pisos, las bibliotecas, los medios de comunicación, las fábricas, los almacenes, las instalaciones agrícolas y un largo etcétera fueron bombardeados durante setenta y ocho días sin parar. Tal era la barbarie, que incluso quienes tenían que llevar a cabo esos bombardeos, como el capitán español Martín de la Hoz, denunciaron estas atrocidades:

Están destruyendo el país, bombardeándolo con nuevas armas, gases nerviosos tóxicos, minas de superficie lanzadas con paracaídas, bombas con uranio, napalm negro, productos químicos para esterilizar, productos para envenenar los cultivos y armas de las cuales incluso nosotros todavía no sabemos nada. Los norteamericanos están cometiendo allí una de las mayores barbaridades que pueden ser cometidas contra la humanidad.(5)

La entereza y valor de este capitán es digna de admiración. Muy en contraste con la actitud de Amnistía Internacional.
Otra de las atroces y criminales técnicas que utilizó la OTAN, según comenta el historiador Michael Parenti, fue la de lanzar ataques con bombas y volver a repetirlo sobre el mismo lugar de quince a treinta minutos después, de modo que provocaba una verdadera masacre entre las personas que habían ido allí con las ambulancias y equipos de rescate a atender a los heridos o muertos. No hay palabras para describir semejante aberración.
El general Wesley Clark, el Comandante Supremo de la OTAN, alardeaba de que el objetivo del ataque aéreo era “demoler, destruir, devastar, degradar y finalmente eliminar la infraestructura esencial” de Yugoslavia.(5)
¿Por qué Amnistía Internacional no actuó contra la OTAN por estos gravísimos crímenes de guerra y contra la humanidad? Que fueron mucho mayores que cualquiera que pudo cometer el gobierno de Serbia, contra cuyo presidente, Slobodan Milosevic, nada pudieron probar finalmente, y al que persiguieron hasta llevarlo a un tribunal donde se le dejó morir al no obtener los resultados deseados. La respuesta a tal pregunta aquí tampoco es difícil de encontrar. Así como el Tribunal Penal Internacional para  Yugoslavia es tremendamente parcial y no admitió que se pudiese juzgar a la OTAN tras las contundentes y abundantes evidencias llevadas ante él por los abogados canadienses David Jacobs y Michael Mandel, con Amnistía pasa lo mismo:

Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios [Justicia y derechos humanos] y a las riquezas.
        Mateo 6:24. Nueva versión internacional.  

Tampoco no extraña que después de semejante desvergüenza, la propia Amnistía Internacional eligiese a Suzanne Nossel como directora ejecutiva de la organización en Estados Unidos. Esta mujer era asistente de Hillary Clinton y ex asistente de Richard Holbrooke, famoso este también por sus falsedades en la guerra en Yugoslavia. Se entiende todo, ¿verdad? También la función y el papel de Amnistía. Sobre la Sra. Nossel la Red Voltaire comenta lo siguiente:

El consejo de administración de Amnesty International USA estimó que el trabajo de Suzanne Nossel en las administraciones de los presidentes Bill Clinton y Barack Obama constituye una garantía de su competencia, obviando sin embargo los crímenes que ambas administraciones cometieron en Yugoslavia, Afganistán, Irak y Líbano, entre otros países.
La señora Nossel dio inicio a diversas campañas contra Irán, Libia y Siria. En los últimos meses se destacó en la campaña de mentiras destinada a intoxicar el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, para lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara una resolución que autorizara la guerra contra Libia. Finalmente las acusaciones de la señora Nossel quedaron desmentidas.(7)

Pero esto no es todo, la propia Nossel,  a la cabeza de  Amnistía Internacional USA, invitó a Madeleine Albright, la que dijo que las sanciones que provocaron la  muerte en Irak, por las sanciones económicas, de posiblemente más de un millón de civiles, la mayoría niños, valían la pena, que era un precio que valía la pena pagar;(8) y a otros oficiales del Departamento de Estado para hablar en su  fórum de mujeres de la OTAN.(9)

http://miguel-esposiblelapaz.blogspot.com.es/

Notas:
(0) Michel Chosudovsky. Kosovo´s mafia state: from Madeleine to Hillary. Global Research. 6.4.2012.
(1) David Edwards, David Cromwell. Los guardianes del poder. Txalaparta. 2011.pp.159-170.
(2)Alaxender Cockburn. How the US State Dept. Recruited Human Rights Groups to cheer on the bombing raids: Those incubators babies, once more? Counter Punch, April 1-15, 1999.
(3) Mikel Itulain. Justificando la guerra. 2012. 
(4) Jesús Legasa. Amnistía Internacional: la jauría humanitaria de occidente. Parte II. Kaos en la red. 20.4.2011. 
(5)Michael Parenti. To kill a nation: The attack on Yugoslavia. pp. 115-129.
(6) Mikel Itulain. Las masacres del mercado de Sarajevo: ¿quién y por qué se cometieron? Enlace
(7)Voltaire Network. Hillary Clinton aide at the helm of Amnesty International USA. Land Destroyer Report, 4.1.2012.
(8) Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Libertarias. 2012. 
(9) Mikel Itulain. La OTAN no trae el progreso al mundo, aunque Amnistía Internacional haga campaña por elloEnlace
 
Para más información sobre los motivos de la guerra contra Yugoslavia:
Mikel Itulain. El origen de la guerra en Yugoslavia. Enlace

Sobre otros precedentes de Amnistía Internacional:
Mikel Itulain. La manipulación emocional de las personas: el testimonio de la niña Nayirah. Enlace


1 comentario:

  1. Y los pseudo-debunkers hablando de Amnistía como quien habla de la prueba definitiva...

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