viernes, 26 de julio de 2019

BACHELET: CON LA VARA QUE MIDAS


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Con la vara que midas, serás medido, dice el Evangelio. Prevalece en ciertos comunicadores y  supuestos defensores de Derechos Humanos la idea de que pueden hacer lo que se les antoje.  Quienes exigen de otros el cumplimiento de normas deben ajustarse a las que rigen su propio desempeño.  Naciones Unidas aprobó en su primera sesión de 18 de junio de 2007 un “Código de Conducta para los titulares de mandatos de los procedimientos especiales de Derechos Humanos”. Por ser obligatorio para éstos, con mayor razón debe serlo para el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).

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Dispone el artículo 13 de dicho Código que “Los titulares de mandatos deberán: a)Tener presente la necesidad de que sus opiniones políticas personales no vayan en desmedro del cumplimiento de su misión y basar sus conclusiones y recomendaciones en evaluaciones objetivas de la situación de los derechos humanos”.  Pero ya  en el aparte 12 de un informe de 82, antes de exponer los hechos la ACNUDH expide su veredicto:  “El desvío de recursos, la corrupción y la falta de mantenimiento en la infraestructura pública, así como la subinversión, han tenido como resultado violaciones al derecho a un  nivel adecuado de vida, entre otros, debido al deterioro de servicios básicos como el transporte público y el acceso a electricidad, agua y gas natural”. Igualmente sentencia en el aparte 15: “Además de la hiperinflación y la contracción de la economía, las políticas económicas  y sociales adoptadas durante la última década han debilitado los sistemas de producción y  distribución de alimentos, aumentando la cantidad de personas que dependen de programas de asistencia alimentaria”. Según ACNUDH, todos y cada uno de  los problemas del país serían imputables al gobierno: ninguno a acciones de  poderes imperiales, de sus cómplices, de empresarios o de la oposición. Para nada se tiene en cuenta la advertencia del aparte 44 del previo Informe de Alfredo de Zayas: “Resulta fundamental estudiar las causas de la crisis, incluyendo los factores  que no han sido tenidos en cuenta, a saber, las sanciones, el sabotaje, el acaparamiento, las  actividades del mercado negro, la inflación inducida, el contrabando de alimentos y   medicinas.” Primero la sentencia, luego el juicio, dice la Reina de Corazones en Alicia en el país de las Maravillas
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Afirma ACNUDH en la sección 14 que “Las personas entrevistadasconstantemente refirieron una falta de acceso a alimentos, debido tanto a la escasez como a los precios inasequibles. La disponibilidad de suficiente comida de calidad es deficiente, y los entrevistados dijeron que comían una vez, o como  mucho dos veces, al día y que consumían pocas proteínas o vitaminas”.  No se acompañan pruebas ni fuentes. Si tenemos en cuenta que  82 % de las alegadas entrevistas fueron realizadas en el exterior, de ser veraces se estarían refiriendo a otros países. La afirmación de que  las mujeres deben dedicar “un promedio de  10 horas al día a hacer filas para obtener comida” carece de lógica, ya que de ocupar tanto tiempo en ello, ni encargadas ni jefas de familia podrían trabajar ni dedicarse al cuidado del hogar.  Comentario aparte merecen las “fuentes locales” –como siempre, no identificadas ni cuantificadas- que habrían reportado “casos” de mujeres “forzadas a intercambiar comida por sexo”. Con la misma ausencia de pruebas  se podría afirmar que los proveedores de estas noticias sensacionalistas las intercambiaban por sexo. 

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Según Mark Twain, el Diablo puede leer la Biblia, Bachelet también puede mentir con estadísticas citando en su aparte 15, que la FAO registra 3,7 millones de venezolanos desnutridos para 2015-2018. Pero omite citar que,  según la misma fuente, para 2000-2002, en un país que apenas salía del bipartidismo y de unos 20 millones de habitantes, la cifra era de 4,1 millones de personas desnutridas, y que para 2010-2011,  descendió a 1,1 millones: vale decir, en una década, el gobierno bolivariano  redujo en  tres cuartas partes la cantidad de desnutridos. Menos cita  Bachelet que entre 2013 y 2015, años en que se desata la ofensiva contra Venezuela, la cifra aumenta hasta 2,4, y que acompañando la intensidad de la agresión, se llega sólo en 2018 a la citada  cifra de 3,7 millones de desnutridos.  Y ya que Bachelet cita estadísticas de la FAO, extraña que pase por alto  el Índice de Inseguridad Alimentaria Grave que la misma fuente arroja para Chile: de 3,9 para 2014-2016, y Pergamino horizontal: 1de 4,4 para 2017, durante su segunda presidencia en ese país. No se explica cómo una defensora de los Derechos Humanos  denuncia a otros países por supuesto incumplimiento de lo que ella no hizo cumplir cuando gobernaba en el suyo. Según dice el Evangelio, cuando el fariseo denuncia la paja en el ojo ajeno, es porque no ve la viga en el propio.  

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Ochenta y dos artículos como el presente requeriría comentar los 82 apartes del informe de Bachelet. Una consideración final. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos vino invitada por nuestras autoridades. Ninguna norma de la ONU la facultaba para visitar por decisión propia a nuestro país, ni nos obligaba a recibirla. Fuimos nosotros quienes, conociendo que representa a un organismo internacional fuertemente influido por  potencias enemigas de Venezuela, y teniendo en cuenta su carrera política conservadora, la convocamos a pesar de la alta probabilidad de que presentaría un informe negativo. Una vez más se  manifiesta la nefasta tendencia de algunos funcionarios a ignorar sin necesidad la soberanía de nuestro país y someterla a organismos extranjeros para que nos acusen, juzguen y  condenen. Por otra parte, proyecta la ACNUDH dejarnos instalada una Oficina Permanente, a cargo de persona vinculada a Diego Arria y contumaz  redactora de Informes denigratorios contra Venezuela.   Mientras sigamos entregándonos a poderes foráneos, seguirán destruyéndonos.

Por Luis Britto García 
http://luisbrittogarcia.blogspot.com/2019/07/bachelet-con-la-vara-que-midas.html

sábado, 6 de julio de 2019

El preparado "informe" de Bachelet para justificar la agresión a Venezuela

Otra campaña de instigación contra el Gobierno de Venezuela 

Qué se podía esperar de una persona que olvidó a los más desfavorecidos en su propio país, Chile, que son además el grueso de la población, condenándolos a la más profunda miseria y lo que ello significa: elevada mortalidad infantil y también a prematura edad, creación de ambientes de violencia que la pobreza inevitablemente genera, hambre, prostitución, frustración, embrutecimiento, decadencia, abuso de la precariedad....
Sí, es Michelle Bachelet, la que fuera la presidenta de Chile que heredó y mantuvo la constitución y el legado y las políticas neoliberales de la dictadura de Pinochet y de las multinacionales. 
Traicionera de su país, del socialismo de Allende y del ejemplo de su propio padre.
Era y es el adecuado caballo de troya con el que demonizando y calumniando al Gobierno bolivariano de Venezuela se busca crear la indignación occidental necesaria para poder llevar a cabo el golpe militar y económico definitivo que acabe con los insólitos años en que en ese lugar se apartó a la oligarquía del poder, para que los que no tenían voz, otra vez más la mayoría social, pudieran tenerla. Como hicieron, para su vergüenza, en su nación, Chile.
El "informe" que la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, tan rimbombante como espúreo nombre, difunde en propaganda acusatoria y demonizadora, es tan falso como parcial. Inventa, tergiversa, no aporta evidencias contrastadas, da por hechos las opiniones interesadas, no presta atención a la meridiana verdad que uno puede extraer si llega a Venezuela y se molesta por conocerla. Cómo no, oculta las contundentes verdades de una violencia generada principal y fundamentalmente por una oposición que no quiere entender de diálogo y de democracia. Silencia a las víctimas, para que los desconocedores espectadores occidentales no sean conscientes de la realidad cotidiana de los luctuosos hechos que no aparecen en sus telediarios.
Así, el Comité de Víctimas de la Guarimba no puede mas que expresar su indignación:


La Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social tampoco pudo callar ante tal atropello.


Recordemos que el daño y la muerte a la población venezolana viene a través de los dirigentes políticos y económicos de América del Norte y de sus cómplices locales. El robo de bienes de Venezuela y el chantaje económico, como también hicieron en Yugoslavia, Afganistán, Nicaragua, Irak, Libia o Siria, genera miles de víctimas, principalmente niñ@s.
Incluso más severas y destructivas que las amplias sanciones económicas de agosto de 2017, fueron las sanciones impuestas por la orden ejecutiva el 28 de enero de 2019 y las subsecuentes órdenes de este año, y el reconocimiento de un gobierno paralelo, el que como se muestra abajo, creó un nuevo conjunto de sanciones financieras y comerciales que son incluso más restrictivas que las mismas órdenes ejecutivas.
Encontramos que las sanciones han infligido, y crecientemente infligen, perjuicio muy serio a la vida y la salud humana, incluyendo una estimación de más de 40.000 muertes de 2017 a 2018; y que esas sanciones cumplirían con la definición de castigo colectivo de la población civil como se describe tanto en las convenciones internacionales de Ginebra y de La Haya, de las cuales EE.UU. es firmante. Son además ilegales bajo la ley internacional y tratados que los EE.UU. han firmado, y violarían la ley estadounidense también. 1
Con datos y hechos corroborados no es difícil saber quienes son los responsables del sufrimiento que se crea sobre el pueblo de Venezuela.
Los que ya lo provocaban durante décadas antes de la llegada de Chávez. La imagen de una luminosa y próspera nación entonces, es otro apaño publicitario. El derroche de unos pocos contrastaba con la verdadera miseria de una población olvidada.
Hoy,  los problemas de la economía no derivan de la repetida acusatoria contra el actual ejecutivo, sino del chantaje y la mala fe de los que desean solo el bien propio y el mal ajeno.
Que no les vengan con milongas y no les permitan otra guerra ni otro golpe se Estado, en este caso contra Venezuela y su gente.
Difamar y difamar es su metódica, para crear tal aversión hacia quienes priman los derechos de las personas sobre los de las corporaciones, que nadie se pueda atrever a defenderlos. Aquí en Europa ya se perdió la batalla y seguramente la guerra. Que no ocurra allí, donde todavía hay solidaridad, esperanza e ilusión.


Referencias-Notas:
1. Mark Weisbrot & Jeffrey Sachs. Economic Sanctions as Collective Punishment: The Case of Venezuela. Center for Economic and Policy Research. April 2019.

PS:
Sobre la parcialidad de organizaciones y personas de este tipo, que utilizan torticéramente los derechos humanos con fines políticos y económicos:

Bachelet: Derechos humanos como fake news  .

El informe de Bachelet como instrumento .

Las organizaciones " humanitarias".