domingo, 14 de marzo de 2021

Daraa, el origen censurado de la guerra terrorista contra Siria



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La lista de mentiras y manipulaciones que se han lanzado desde los medios corporativos contra el legítimo gobierno sirio desde 2011 sería inabarcable en un sólo artículo. Doy por hecho que la mayoría de los lectores conocen esta realidad. Pero todo este relato falsificado sobre Siria que ahora parece desplomarse tras la derrota de la OTAN sobre el terreno, hunde sus raíces en el carácter supuestamente “interno”, “popular”, “revolucionario”, “pacífico” y “democratizador” de la guerra en Siria. Es decir, que toda la estrategia propagandística de Occidente sobre Siria está basada en el falso hecho de que están apoyando una “revolución popular” y “pacífica” en Siria que se inició en 2011, que posteriormente fue “reprimida por el régimen de Al Assad” hasta el punto de llevar al país a una “guerra civil”. Esta situación de desventaja en la que se encuentra “el pueblo sirio oprimido por un tirano”, justifica ante los ciudadanos occidentales que EE.UU. y la OTAN junto con las dictaduras del Golfo estén armando, financiando y apoyando a los “rebeldes sirios”, que supuestamente representan al pueblo sirio (a pesar de que en realidad esos “rebeldes” son mercenarios llegados de otros muchos países extranjeros y de que el presidente Bashar Al Assad cuenta con el apoyo mayoritario de los sirios). Al seguir sosteniendo este relato heroico que nos habla del inicio de una “primavera árabe” en Siria, todo lo demás está justificado. No importa lo que hagan los “rebeldes” y la OTAN, porque “están defendiendo la democracia, la libertad y los Derechos Humanos”. Sus crímenes se ocultan, se perdonan, no se investigan ni se tienen en cuenta porque “están de nuestro lado” defendiendo “nuestros valores occidentales”.
Frente a esta interpretación idílica de los hechos poco importan los datos, las pruebas, el derecho internacional o la ética periodística. No importa lo que haga realmente Rusia y el resto de sus aliados en Siria, porque visto desde las élites políticas y mediáticas occidentales todos ellos “están apoyando a una dictadura que asesina a su propio pueblo”. El foco se coloca única y exclusivamente sobre ellos, sobre las bajas que ocasionan sus ataques, no importa si esos ataques y bombardeos son reales o tienen que inventarlos, no importa si los muertos son realmente civiles o si son terroristas yihadistas a sueldo. Ante los ojos de Occidente no existen “terroristas” en Siria luchando contra un legítimo gobierno, todos esos mercenarios forman parte del “pueblo sirio”, todos son “heroicos defensores de la democracia”, son la “oposición moderada”, “rebeldes”, “insurgentes”, o incluso “milicianos”. Se ocultan sus orígenes extremistas (cuya matriz es Al Qaeda), su ideología wahabí, quiénes les financian, cómo y porqué llegaron a Siria, cómo arrasan y saquean las ciudades y pueblos sirios, cómo degüellan y ejecutan públicamente a aquellos sirios que no se unen a ellos sea cual sea su religión y su raza, se oculta cómo bombardean con morteros a la población civil, cómo utilizan armas químicas, cómo fueron entrenados por la OTAN y sus aliados en Oriente Medio… Sus conclusiones siempre son las mismas: el gobierno de Siria, Rusia, Irán, Hezbolá, las milicias iraquís o palestinas “asesinan a la población civil siria de forma premeditada”, masiva, sin compasión, sin motivos racionales, sólo por puro fanatismo político-religioso. No luchan contra el terrorismo sino que lo promocionan con su violencia, y en el caso de Rusia, además, pretende extender esa violencia por Europa a través de la “invasión de Ucrania”. Son el eje del mal, los populistas, los dictadores, los enemigos de la libertad y la civilización occidental.
Esta es la dicotomía a la que se enfrentan los ciudadanos occidentales diariamente cuando ven, leen o escuchan los informativos. El mejor antídoto contra tanta manipulación de la realidad y tanta propaganda de guerra, sería volver la vista atrás y analizar el verdadero origen de la guerra contra Siria y recordar algunos de los hechos ocurridos antes y después de marzo de 2011, y así tratar de cortar de raíz ese cordón umbilical que mantiene con vida el relato falsificado de Occidente, aún cuando éste relato se está muriendo golpeado por la realidad.
Las manifestaciones que se iniciaron el 17 de marzo de 2011 en la ciudad sureña de Daraa, cerca de la frontera con Jordania, que todos señalan como la fecha en la que se inició la mal llamada “revolución popular” o “primavera” en Siria, no fueron unas “manifestaciones  pacíficas” duramente “reprimidas por el régimen de Al Assad”, que pretendía eliminar a sus “democráticos” opositores, sin más. Tampoco la supuesta detención y represión contra unos jóvenes y sus familiares por pintar unos grafitis pidiendo que “Al Assad se marchara” fue un hecho relevante que por si mismo desencadenara la “revolución” posterior. Más bien fue un hecho aislado pero que manipulado y magnificado adecuadamente sirvió como argumento inicial para construir todo el relato posterior difundido desde Occidente. No obstante en aquellos momentos el gobierno sirio destituyó al Gobernador de Daraa (también a los de Homs y Hama posteriormente) por este hecho y su gestión durante las primeras revueltas. No sirvió de nada, como tampoco sirvieron las reformas políticas emprendidas más tarde por el gobierno, porque la agenda de los “opositores” era otra bien distinta a la que se quería aparentar de cara al exterior, y que nada tenía que ver con la “democracia”.
Tampoco fue un movimiento genuinamente sirio, protagonizado por demócratas sirios que pedían “libertad” y “Derechos Humanos”, y que finalmente fue “secuestrado” por grupos terroristas que “aprovecharon la situación de inestabilidad para entrar en Siria”, tal y como nos relatan desde Occidente para tratar de explicar la presencia de grupos como el “Estado Islámico” en Siria o Irak. Hasta al menos el año 2013 la inmensa mayoría de los periodistas, activistas “humanitarios” y gobiernos occidentales ni siquiera reconocían que Al Qaeda y otros grupos afines estaban luchando en Siria contra el gobierno de Al Assad. Si no eran capaces de reconocer este hecho tan evidente, mucho menos iban a reconocer que a esos grupos los financia y dirige la OTAN y sus criminales aliados del Golfo. Todavía hoy en día siguen sin reconocerlo; y los que lo hacen culpan al “régimen de Al Assad” de su presencia en Siria. Su forma de tergiversar la realidad no conoce límites.
La realidad en Daraa y el resto de Siria fue otra bien distinta a la relatada desde Occidente y fue sistemáticamente ocultada por los grandes medios corporativos que seguían el guion preestablecido de los gobiernos de la OTAN y sus aliados. Estos grupos terroristas takfirís no surgieron como una consecuencia de la “inestabilidad” o de la “guerra civil” en Siria, sino que fueron la causa de esa “inestabilidad” en Siria. Fueron introducidos para crear la guerra, y no al revés.
Desde el inicio de estas manifestaciones en Daraa, estos grupos armados bien organizados   encabezaron estas violentas revueltas y dispararon contra la Policía que en muchos casos se encontraba desarmada. Algunos francotiradores dispararon también contra los propios manifestantes y las fuerzas de seguridad, tratando de crear caos, confusión, un incremento de la violencia y provocar el endurecimiento de la respuesta por parte del gobierno. Además se incendiaron las sedes del partido Baas, el Palacio de la Justicia y varios edificios públicos más en esa localidad. Días antes del inicio de estas manifestaciones y revueltas del 17 y 18 de marzo, el gobierno y las fuerzas sirias habían interceptado varios camiones procedentes de Irak cargados con armas, fusiles, granadas y explosivos con destino a Siria a través de Jordania. Hablamos de días y semanas antes de producirse estas manifestaciones que supuestamente fueron espontáneas. Por ejemplo, el 11 de marzo de 2011, uno de estos transportistas que fue interceptado en el cruce del sur de Tanaf, cerca de la frontera siria con Jordania, declaró que las armas que trasportaba procedían de Bagdad y que había recibido 5.000 dólares para trasladarlas a Siria [1]. En 2012 el ex militar saudí y presidente del Centro de Estudios Estratégicos de Jeddah, Anwar Al-Eshki, reconoció ante la BBC que Arabia Saudí había enviado armas a sus correligionarios de la mezquita de Al Omari en Daraa para que iniciasen una insurrección armada contra el gobierno [2]. Algo similar hizo el ex-primer ministro catarí, Sheikh Hamad Bin-Jaber al-Thani, durante una entrevista para el Financial Times [3] donde reconocía la intervención de países como Catar y Arabia Saudita en las “primaveras árabes” de Libia y Siria, financiando y armando a los grupos terroristas desde su inicio en 2011.
EE.UU. también envió armas con destino a Daraa (y el resto de Siria) desde los muelles que controlaban en Bengasi, en Libia, antes de iniciarse la falsa “revolución” ese triste 17 de marzo de 2011. Primero llegaron las armas, que se almacenaron en la mezquita de Al Omari (Daraa) que sirvió a su vez como centro de operaciones para la Hermandad Musulmana local y el Partido de la Liberación (Hizb ut-Tahrir) [4]. Y más tarde llegaron los terroristas, en un primer momento también procedentes de Libia donde un mes antes se había iniciado otra guerra de invasión – llamada en occidente “primavera árabe” – organizada por la OTAN para destruir el país y eliminar a Gadafi y su proyecto panafricano. Estos grupos terroristas procedentes de Libia, principalmente miembros del Grupo Combatiente Islámico Libio (LIFG) que más tarde formarían junto a otros yihadistas el Ejército Sirio Libre (los “rebeldes moderados”, según la OTAN), fueron introducidos por la CIA en el sur de Siria a través de su sede en Jordania (después de cruzar Egipto e Israel), y en el norte a través de Turquía. También a través de Jordania, el príncipe saudita Bandar ben Sultan [5], introdujo a decenas de grupos terroristas que reclutó previamente en diferentes países de Oriente Medio, norte de África, Asia Central, etc. Desde los Emiratos Árabes Unidos (EAU) también se exportaron terroristas. En el año 2010, meses antes de que se iniciaran las famosas “primaveras árabes”, el régimen de Abu Dhabi firmó un contrato con la empresa de seguridad privada estadounidense Xe Services, antes conocida como Blackwater, para la creación de un “ejército secreto” de mercenarios [6] que sería utilizado para, por un lado, reprimir las luchas populares que se iniciaran contra las propias dictaduras del Golfo, como ocurrió por ejemplo en Bahrein, y por otro lado, “para romper los movimientos populares y asegurar que el poder permanezca en manos de gobiernos que apoyan los intereses de EE.UU. y de las principales potencias Europas”, como por ejemplo en Egipto y Túnez. El encargado de la financiación era el jeque Mohamed bin Zayed al Nahyan, el entrenamiento por su parte corrió a cargo de militares de EE.UU., Reino Unido, Francia y Alemania. ¿Qué tiene que ver todo esto con unas “revoluciones populares” en favor de la “democracia” en Oriente Medio? Absolutamente nada. Es una operación militar y de inteligencia de la OTAN financiada con petrodólares del Golfo.
Volviendo a las “revueltas” iniciales, en cuestión de días la invasión terrorista que comenzó en Daraa se extendió al pueblo de Jisr al-Shughour, en la provincia de Idlib al noroeste de Siria, a escasos 10 kilómetros de la frontera con Turquía. Allí ni siquiera se reportaron manifestaciones en contra del “régimen”. Con el apoyo de Turquía los terroristas salafistas – patrocinados por la OTAN (incluido Israel, por supuesto) y el Consejo de Cooperación del Golfo – atacaron a las fuerzas sirias y a la población civil que quedó atrapada en medio del fuego cruzado [7]. Desde el inicio de las “revueltas” los medios corporativos y gobiernos occidentales culparon unilateralmente al “régimen sirio” por la muerte de civiles. Pero aquí, ante los hechos que ya conocemos, debemos preguntarnos: ¿Quién es el responsable de estas muertes de civiles, el gobierno y el ejército sirio que está defendiendo su soberanía nacional y territorial, o los terroristas y mercenarios extranjeros que invaden el país y asesinan a su población? Cuando unas semanas más tarde de iniciarse las “pacíficas revueltas” en Jisr al-Shughour (Idlib) el ejército sirio se hizo con el control de esta zona, fue descubierta una fosa común donde aparecieron los cuerpos de al menos 120 policías de esa localidad, muchos de ellos mutilados y degollados [8]. Parece ser que estos policías, como los de Daraa, fueron asesinados “pacíficamente” por los “demócratas”.
Obviamente no es ninguna casualidad que la mal llamada “revolución siria” comience en estas dos pequeñas localidades limítrofes con Jordania y Turquía (y cercanas estratégicamente a Israel y Líbano), dos países que apoyaron de manera fundamental el proyecto de “cambio de régimen” en Siria planificado por Washington y apoyaron a los terroristas desde el primer momento, no sólo permitiendo el paso de armas y terroristas a través de sus fronteras sino albergando en su territorio campos de entrenamiento de terroristas wahabís (como el de la ciudad jordana de Safawi o el existente en las proximidades de la base militar de Incirlik, en Turquía [9]) que son dirigidos por los servicios secretos estadounidenses, principalmente, aunque también israelís, británicos, franceses y saudís. La frontera siria con Turquía, Jordania o Irak era un coladero de terroristas y fundamentalistas, no sólo desde el inicio de las “revueltas” sino desde al menos la invasión de Irak en el año 2003. Algunas zonas dentro de Siria, como la propia Daraa, estaban controladas o bajo la fuerte influencia de sectores extremistas sunís que dieron apoyo a “paramilitares y escuadrones de la muerte” que participaron en la invasión y destrucción de Irak dirigidos por EE.UU. y sus aliados. En aquel entonces en Siria “se estaba creando un nido de víboras que luego se extendería y aplicarían su veneno a la propia Siria”, tal y como lo define brillantemente en uno de sus artículos el escritor y analista Mikel Itulain: Las revueltas en Siria no son ni fueron una rebelión popular ni pacífica. Desde estas poblaciones o regiones sirias donde existía desde hace años una fuerte presencia y actividad fundamentalista-yihadista, y que son cercanas geográfica y geoestratégicamente a países como Turquía, Jordania, Irak, Israel, Líbano, o Egipto (como Daraa, Idlib, Homs o Deir Ezzor) surgieron “espontáneamente” las revueltas en Siria. ¿No es este un dato fundamental, otro más entre tantos, que debería tenerse en cuenta a la hora de analizar y relatar cómo y porqué se iniciaron las revueltas en Siria? Obviamente si, como todos los demás, por eso lo censuran desde los medios corporativos.
En informes académicos emitidos por el West Point Combating Terrorism Center del ejército de los Estados Unidos se realizaron estudios donde se mostraba de dónde procedía el flujo principal de miembros de Al Qaeda que llegaban a Irak. (…). Las rutas que usaban los terroristas para llegar a Irak eran las mismas que ahora se usan para invadir Siria. Todo ello con la complicidad y apoyo de occidente y sus socios en la región: Egipto, Israel, Jordania, Turquía, Arabia Saudí y Catar. En estos estudios e informes del West Point Combating Terrorism Center también se vio cuáles eran los principales centros de Siria donde se acumulaban terroristas de Al Qaeda durante la guerra contra Irak. En el gráfico siguiente se puede ver que eran lugares como Dayr Al-Zawr [Deir Ezzor], en el sureste cerca de la frontera iraquí, Idlib, cerca de Alepo, y en Daraa, donde se originaron las revueltas. Bien, esos sitios son precisamente los epicentros de estas revueltas en Siria, y no por casualidad. [10]
Al mismo tiempo que la “primavera” terrorista se extendía por varias localidades sirias, decenas de miles de sirios se manifestaban en apoyo del gobierno sirio en las grandes ciudades como Damasco o Alepo. Sin embargo, en un ejercicio de descarada manipulación informativa, estas masivas manifestaciones a favor del gobierno eran presentadas por los medios corporativos occidentales como “manifestaciones en contra del régimen de Al Assad”, cuando fácilmente podía comprobarse que ocurría todo lo contrario [11]. Por cada manifestación que supuestamente se organizaba en contra del gobierno sirio en pequeñas localidades, todas ellas muy minoritarias y violentas aunque masivamente cubiertas por los grandes medios occidentales, era convocaba otra mucho más multitudinaria a favor del gobierno en las grandes ciudades y localidades más importantes, y que esos mismos medios corporativos occidentales se encargaban de censurar. En esas minoritarias y violentas “manifestaciones en contra del régimen”, los “pacíficos” y “democráticos” participantes coreaban consignas pidiendo el exterminio de los alauitas y la expulsión de los cristianos: “Cristianos a Beirut, alauitas a la tumba”, gritaban. Al mismo tiempo estos grupos extremistas juraban lealtad al clérigo sirio Adnan al-Aroor, patrocinado por Arabia Saudí, y al miembro de la Hermandad Musulmana Jusuf al-Qaradawi, patrocinado por Catar. Estos eran y siguen siendo algunos de los referentes “políticos” de la “oposición moderada” que inició la “revolución popular” en Siria pidiendo “democracia”. Por cierto, el diario El País con sede en Madrid, publicó un artículo el 26 de marzo del año 2012 en el que definía al jeque Yusuf al-Qaradawi – líder de la criminal Hermandad Musulmana y que, entre otras cosas, presenta un programa religioso en la televisión catarí Al Yazzera  –  como un “predicador controvertido”, uno de los “teólogos más influyentes”, o un “intelectual” a la altura de “Noam Chomsky, Mario Vargas Llosa o Umberto Eco”, nada más y nada menos. El “intelectual” Yusuf al-Qaradawi exhorta desde sus tribunas publicas a todos los musulmanes sunís del mundo a iniciar una “yihad” contra Siria, Irán, Hezbolá y contra los chiís que no apoyan su causa fundamentalista [12]. En realidad tampoco debe extrañarnos este comportamiento de los grandes medios de comunicación occidentales. Este tipo de medios corporativos, que son propiedad de las grandes corporaciones y del capital financiero internacional, son los mismos que en su momento llamaban “guerrero antisoviético” que “lucha por la paz” a Osama Ben Laden, como hizo Robert Fisk en The Independent en 1993 [13].
En resumen, volviendo a las “pacíficas manifestaciones” de estos “guerreros por la libertad”, aún en el hipotético caso de que fueran reales todas esas pequeñas concentraciones que se organizaban “en contra del régimen”, el apoyo mayoritario de los sirios hacia su gobierno así como su oposición frente al terrorismo takfirí que invadía el país desde marzo de 2011 era más que evidente, como atestiguan tanto las imágenes como los testimonios de diferentes activistas que trabajaban en Siria en esos momentos. Incluso algunas encuestas publicadas desde lugares como Catar o el testimonio directo de los “rebeldes moderados” apoyados por Occidente, es decir, el testimonio de sus enemigos directos que luchaban contra el gobierno sirio sobre el terreno, evidenciaban el claro apoyo que Bashar Al Assad tenía por parte del pueblo sirio desde el inicio de la “revolución”, ese pueblo al que supuestamente estaba “asesinando”.
Islamistas armados fueron más lejos. En 2012 Reuters, el Guardian y el Times Magazine reportaron a tres líderes del ‘Ejército Libre Sirio’ (ELS) en Aleppo diciendo que el Presidente de Siria tenía un ’70 %’ de apoyo; o que la población local ‘son todos leales al criminal Bashar, y nos delatan’; o que son ‘todos informantes… nos odian. Nos culpan de la destrucción’. La impopularidad, claro, es fatal en una revolución; aunque para un fanático religioso es sólo un inconveniente. Estos tres grupos del ELS mantenían buenas relaciones con al Qaeda. [14]
Todo este apoyo popular al gobierno sirio se pudo confirmar el 3 junio de 2014 cuando Al Assad ganó las elecciones presidenciales con un 88,7% de los votos, tras una participación del 73,42%, muy alta a pesar de estar en plena guerra de invasión terrorista y de todos los impedimentos que pusieron los países occidentales y sus vasallos para que los sirios en el extranjero pudieran votar en esas elecciones [15]. De estos resultados electorales hay que destacar que los “refugiados sirios” que se encontraban en países como Líbano y Jordania y que pudieron participar en aquellas elecciones votaron mayoritariamente a favor del gobierno de Bashar Al Assad, lo cual, una vez más, desmonta toda la narrativa difundida desde Occidente por parte de los gobiernos, las grandes ONGs, la yihad mediática y la izquierda corporativa. No huyen del gobierno, huyen de los terroristas de la OTAN-CCG que iniciaron la guerra contra Siria sin importarles la vida de los sirios.
Nadie en Siria antes del 17 de marzo de 2011 se podía imaginar que esta falsa “revolución popular” se iba a producir, puesto que no había ese descontento y esa desesperación fruto de la “represión” de la que nos hablan desde Occidente. Siria, que como cualquier país del mundo tenía problemas y asuntos que mejorar o cambiar, era un país estable, seguro y con un buen nivel de vida dentro del contexto regional. De hecho los días 4 y 5 de febrero de 2011, así como los días 4 y 5 de marzo de ese año, la “oposición siria” (es decir, los yihadistas encabezados por la Hermandad Musulmana) apoyada desde el exterior convocó manifestaciones de protesta en contra del gobierno sirio que resultaron ser un fracaso absoluto, como reconocieron en aquel momento algunos medios occidentales como la revista estadounidense Time. Afirmar que apenas unos días después, de forma inexplicable “el pueblo sirio” harto de la “represión” despertó en todo el país y se  levantó “en contra de un tirano”, era y es sencillamente manipular la realidad de forma grotesca.
La corresponsal de Time, Rania Abouzeid, atribuyó el fracaso de que los organizadores de la protesta no obtuvieran un apoyo significativo al hecho de que la mayoría de los sirios no se oponían a su gobierno. Assad tenía una reputación favorable, especialmente entre las dos terceras partes de la población por debajo de los 30 años de edad; y las políticas de su gobierno eran apoyadas extensamente. “Incluso los críticos reconocen que Assad es popular y es considerado cercano a la enorme cohorte juvenil del país, tanto emocionalmente, como ideológicamente y, por supuesto, cronológicamente”, dijo Abouzeid, añadiendo que a diferencia de “los derrocados líderes proamericanos de Túnez y Egipto, la política exterior hacia Israel, el fuerte apoyo a los palestinos y a los grupos militantes de Hamas y Hezbollah están en línea con el sentimiento popular sirio”. Assad, en otras palabras, tenía legitimidad. El corresponsal de Time añadió que “conducir por su cuenta a la Mezquita Umayyad en febrero para participar en oraciones para celebrar el cumpleaños del Profeta Muhammad y pasear por el concurrido mercado del Souq Al-Hamidiyah con un bajo perfil de seguridad” lo ha “ayudado a hacerse querer, personalmente, por el pueblo”. (…) Un joven sirio dijo a Time: “Hay mucha ayuda del gobierno para los jóvenes, nos dan libros gratis, escuelas gratis, universidades gratis”. (…) “¿Por qué habría una revolución?, tal vez haya un uno por ciento de posibilidades”. [16]
Desde el inicio de esas primeras revueltas violentas de Daraa, los grandes medios de masas occidentales se encargaron de reportar puntualmente las muertes de manifestantes supuestamente “a manos del régimen”, pero ocultaban que  esos  “pacíficos manifestantes” estaban armados y disparaban  contra la policía matando a decenas de ellos durante esos primeros días de revueltas. La Policía, así como el ejército que tuvo que intervenir posteriormente ante la muerte de decenas de estos policías y de manifestantes a manos de francotiradores, no estaban reprimiendo a un movimiento democrático y pacífico de protesta sino respondiendo  a una  insurrección armada muy violenta organizada desde el exterior. Algunos de estos soldados sirios que fueron enviados a Daraa tras iniciarse las primeras revueltas, ofrecen una visión muy distinta a la difundida por los gobiernos, grandes medios corporativos y ONGs occidentales sobre aquellos hechos iniciales. Estos soldados que fueron enviados desde Damasco a Daraa se encontraron con una situación muy distinta a la que se esperaban. Según su propio relato [17], en esos primeros momentos estos soldados y policías no portaban armas de fuego, sólo material antidisturbios. Sin embargo nada más llegar a Daraa fueron recibidos por una multitud armada, muy bien organizada, que disparó contra ellos utilizando fusiles, pistolas y ametralladoras sin darles ninguna posibilidad de defenderse. Algunos pudieron huir y refugiarse en un cuartel general en el que permanecieron atrincherados durante varias semanas. Durante ese tiempo, según relata uno de estos soldados, no recibieron armas del gobierno sirio para poder defenderse, lo que choca frontalmente con la versión occidental. Quizás ése sea el reproche más grande que haya que hacerle a gobierno de Bashar al-Assad durante esos primeros momentos. Aquellos soldados y policías fueron enviados a una muerte segura en Daraa (también, posteriormente, en lugares como Latakia).
La propia ONU en marzo de 2012, a pesar de apoyarse en fuentes que manipulaban las cifras y los muertos (como el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos creado por el gobierno del Reino Unido, por ejemplo), reconoció en sus informes que en el primer año de “conflicto” en Siria se habían reportado unas 5.000 muertes, de las cuales 2.569 eran policías, militares y funcionarios del gobierno sirio [18]. Es decir, que las propias cifras que aportaban algunos organismos pro-occidentales, que como digo sus cifras estaban manipuladas en contra del gobierno de Al Assad, desmontan algunos de los pilares sobre los que se asienta la narrativa mediática occidental sobre Siria desde entonces. Al contrario de lo relatado desde hace más de 5 años, las manifestaciones no eran pacíficas y la oposición estaba encabezada por yihadistas fuertemente armados desde un principio [19]. El gobierno sirio no atacaba “a su propio pueblo” sino que defendía a su país y a su población de un ataque armado provocado por mercenarios extranjeros.
Desde el punto de vista ideológico y político, esa “primavera siria” tampoco estaba encabezada por moderados opositores políticos que luchaban por la democracia y la libertad, sino que estaba liderada por los Hermanos Musulmanes de Siria y el grupo Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación) – ambos apoyados, entre otros países, por Reino Unido donde residen sus dirigentes exiliados – a los que se unieron otros grupos salafistas posteriormente, como Jabhat al-Nusra y Ahrar al-Sham. Tres meses antes del inicio de las revueltas en Daraa los líderes de la Hermandad Musulmana ya habían expresado “su esperanza de una revuelta civil en Siria”, apoyada y organizada desde Washington. El 28 de marzo de 2011 el jefe de esta Hermandad Musulmana siria, Muhammad Riyad Al-Shaqfa, emitió un comunicado señalando el carácter “sectario” e “islamista” de las revueltas y reivindicando su papel protagónico en ellas [20]. Estos son los mismos Hermanos Musulmanes que en febrero de 1982 ya ejecutaron otra “revolución popular” iniciada en Hama para intentar derrocar al gobierno de Hafez al Assad siguiendo un patrón muy similar al actual. Este papel protagónico de los Hermanos Musulmanes y del fundamentalismo islámico en el inicio de la “primavera árabe” de 2011 en Siria fue reconocido incluso por la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa de EE.UU. (DIA), quien en agosto de 2012 señalaba en un informe que “los salafistas, la Hermandad Musulmana y Al Qaeda en Irak eran las principales fuerzas que impulsaban la insurrección en Siria”, también ideológica y mediáticamente [21].
Es decir, que de nuevo, con los hechos en la mano, ese relato épico y romántico que nos han contado sobre una “primavera árabe” y una “revolución popular” en Siria se cae por su propio peso. Tanto los organizadores de esta “revolución”, como los ejecutores y todos sus patrocinadores eran fuerzas extranjeras (OTAN-CCG) que pretendían lograr no sólo un “cambio de régimen” en Siria, sino destruir ese Estado secular siguiendo el mismo patrón empleado en Libia, y así convertir un país soberano, miembro del Eje de la Resistencia, en un “califato” títere de Occidente. Gracias a la información de la que disponemos, como la aportada por los cables presentados por WikiLeaks, sabemos que desde al menos el año 2006 Washington tenía planes para derrocar a Al Assad y reconfigurar el mapa de Oriente Medio y norte de África [22]. Algunos de los motivos económicos y geopolíticos por los que Siria y su legítimo presidente estaban en el punto de mira de la OTAN y las dictaduras del Golfo los expuse en otro artículo anterior: No son los Derechos Humanos, ¡es el petróleo , estúpido!
Ya en el año 2007 el premiado periodista Seymour Hersh escribió un famoso artículo publicado en The New Yorker titulado La Redirección  donde adelantaba entonces cómo EE.UU. se disponía a financiar a grupos opositores o incluso a utilizar el terrorismo yihadista para desestabilizar a aquellos países y derrocar a aquellos gobiernos que suponían un obstáculo para ejecutar sus proyectos económicos y geopolíticos en la región. Unos años más tarde incluso el propio George W. Bush reconoció en su libro de memorias que entre los planes de su gobierno y del Pentágono estaba atacar a Siria como paso previo para un ataque mayor contra Irán [23]. Si no lo hicieron, reconoce él mismo, fue porque resultaba demasiado arriesgado para su ejército, como pudieron comprobar años atrás en Irak. Esto explica porqué EE.UU. decidió utilizar a grupos terroristas salafistas como los soldados de infantería de la OTAN en Libia y Siria, ya con Obama en la presidencia.
Las “revoluciones” y “primaveras árabes” que aparecieron después son el fruto de ese proyecto imperialista occidental largamente estudiado. No eran por lo tanto “revoluciones populares” y “espontáneas” sino un proyecto político-económico bien planificado. Unos años más tarde (2015) otro reconocido analista internacional, Thierry Meyssan, concretaba un poco más ese proyecto de EE.UU. para reconfigurar un nuevo Medio Oriente Ampliado, proyecto al que se unieron Reino Unido y Francia como actores principales de la tragedia. Su estrategia imperialista se plasmó en los llamados Acuerdos de Lancaster House.
En 2009 y 2010, después de haber invitado en 2008 a su homólogo sirio Bachar al-Assad a participar en las ceremonias conmemorativas del aniversario de la Revolución Francesa y de haber incluso elogiado los pasos de Assad a favor de la democracia, el entonces presidente de Francia Nicolás Sarkozy negocia con Estados Unidos y con el Reino Unido el rediseño del «Medio Oriente ampliado». La secretaria de Estado Hillary Clinton convence a Sarkozy para que reactive el proyecto colonial franco-británico, bajo tutela estadounidense. En eso consiste la teoría del «liderazgo desde atrás». El 2 de noviembre de 2010 –o sea, antes de la «primavera árabe»–, Francia y el Reino Unido firman una serie de documentos conocidos como los Acuerdos de Lancaster House. La parte pública de esos acuerdos anuncia que Francia y el Reino Unido pondrán en común sus fuerzas de proyección –o sea, sus tropas coloniales–, la parte secreta prevé atacar Libia y Siria el 21 de marzo de 2011. [24]
Casi 6 años después de que la OTAN-CCG iniciaran una guerra de invasión terrorista contra la República Árabe Siria, hemos podido escuchar gracias a un audio revelado por WikiLeaks y publicado en diversos medios de comunicación [25], cómo en septiembre del año pasado John Kerry reconocía durante una reunión mantenida a puerta cerrada con “opositores sirios”, que EE.UU. permitió el crecimiento y la actividad criminal de Daesh (o Estado Islámico) en Siria con el fin de “derrocar a Al Assad”. Es decir, que EE.UU. jamás tuvo la intención de “luchar contra el terrorismo” en Siria, sino colaborar con los terroristas para destruir el Estado secular sirio como antes hicieron con Libia. Al mismo tiempo el ex-secretario de Estado también reconocía en esa reunión que Rusia intervino en Siria a petición del gobierno para combatir al Estado Islámico e impedir que instalara allí un “Sunistán”.
Seguir sosteniendo hoy en día que la guerra en Siria (contra Siria) se inició a raíz de unas “pacíficas”, “populares”, “espontáneas” y “masivas” manifestaciones que fueron “brutalmente reprimidas por el régimen sirio” dando origen a una “guerra civil”, tal y como sostienen no sólo la derecha política y económica y su yihad mediática sino la “izquierda progresista” y el “activismo humanitario” en su conjunto, es persistir en el engaño y la mentira de una manera tan irracional como repugnante. ¿Qué más pruebas necesitan para reconocer la realidad?
El macabro guion aplicado en Libia se exportó inmediatamente a Siria a través de Daraa. Por suerte a día de hoy, al contrario de lo que ocurrió en Libia, podemos decir que Siria y sus aliados – principalmente Rusia y el Eje de la Resistencia – están derrotando a los terroristas y a las potencias occidentales y las dictaduras del Golfo Pérsico que los patrocinan, sobretodo a raíz del punto de inflexión que supuso la liberación de Alepo. Aunque, por desgracia, la guerra terrorista contra Siria continúa.
REFERENCIAS – NOTAS
[1] Daraa 2011: Syria’s Islamist Insurrection in Disguise,- artículo de Tim Anderson, profesor titular de Economía Política en la Universidad de Sydney   (Global Research, 16/3/2016).
[2] Syria – Daraa Revolution was Armed to the Teeth from the Very Beginning,- vídeo de las declaraciones del saudí Anwar Al-Eshki a la BBC (YouTube, 7/11/2013).
[3] Lunch with the FT: Sheikh Hamad Bin-Jaber al-Thani,- entrevista con el ex primer ministro de Catar (Financial Times, 15/4/2016).
[4] The day before Deraa: How the war broke out in Syria,- artículo de Steven Sahiounie (American Herald Tribune, 10/8/2016). Este artículo puede leerse en español traducido por el equipo de SOTT: El día antes de Deraa: cómo Occidente llevó a Siria a la guerra civil
[5] Dimisión del príncipe saudita Bandar ben Sultan,- Red Voltaire (17/4/2014). Leer también: La contrarrevolución en Medio Oriente,- un artículo extenso y detallado de Thierry Meyssan sobre el papel desestabilizar de Arabia Saudí en la región, en complicidad con EE.UU. e Israel (Red Voltaire, 15/5/2011).
[6] A Secret Army of Mercenaries for the Middle East and North Africa,- artículo del geógrafo y analista geopolítico Manlio Dinucci (Global Research, 24/5/2011).
[7] The Destabilization of Syria and the Broader Middle East War,- artículo del profesor Michel Chossudovsky (Global Research, 17/6/2011).
[8] Encuentran fosa común en Siria,- información aportada por Hispan TV y recogida por Red Voltaire el 12 de junio de 2011.
[9] EE.UU. entrenó a grupo terrorista ISIS en base secreta de Jordania,- reporte publicado en el Correo del Orinoco (18/6/2014) que cita varias fuentes, entre ellas un informe publicado en febrero de 2012 por el medio estadounidense World Net Daily (WND).
[10] Las revueltas en Siria  no son ni fueron una rebelión popular ni pacífica,- artículo del analista y escritor Mikel Itulain (¿Es Posible la Paz? 1/5/2013)
[11] Los medios de comunicación  corporativos y la guerra contra Siria,- artículo bien documentado de Mikel Itulain en su blog ¿Es Posible la Paz? (6/9/2012)
[12] Meet the “Friends of Yihad”,- artículo del analista geopolítico Pepe Escobar (Asia Times Online, 5/6/2013). Traducido al español por Germán Leyens  para Red Voltaire: Los “Amigos de la Yihad” (9/6/2013)
[13] La prensa británica tachaba en 1993 a Bin Laden de “guerrero antisoviético de paz”,- un reporte de Russia Today recordando los elogios a Bin Laden (7/12/2013)
[14] Por qué los sirios apoyan a Bashar al Assad,- artículo del profesor Tim Anderson (puede leerse en español en el Diario Sirio-Libanés (DSL) publicado el 28/10/2014)
[15] El Pueblo de Siria ha hablado,- un detallado artículo del periodista, analista e intelectual francés Thierry Meyssan (Red Voltaire, 6/6/2014)
[16] The Revolutionary Distemper in Syria That Wasn’t,- un amplio artículo lleno de referencias y de información publicado por el escritor y analista canadiense Stephen Gowans (What´s Left, 22/10/2016). Este artículo fue traducido por el equipo de SOTT: Descontento fabricado: el pueblo de Siria nunca deseó la revolución
[17] Syria’s ‘Peaceful’ Protests and “Freedom Bullets,” Testimony from the REAL Syria Civil Defence,- un completo informe publicado por la activista Vanessa Beeley (21st Century Wire, 6/11/2016)
[18]  How narratives killed the Syrian people,- artículo de la investigadora y experta en Oriente Medio Sharmine Narwani (RT, 23/3/2016). Este artículo fue traducido al español por Diego Sequera para la página Misión Verdad: De cómo las narrativas mataron al pueblo sirio (23/3/2016)
[19] Five Years Ago: The US-NATO-Israel Sponsored Al Qaeda Insurgency in Syria. Who Was Behind The 2011 “Protest Movement”?,- informe del profesor canadiense Michel Chossudovsky (Global Research, 16/3/2016)
[20] Muslim Brotherhood Statement about the so-called “Syrian Revolution”,- comunicado de la Hermandad Musulmana sobre la “revolución siria” (The truth about Syria, 12/2/2012)
[21] 2012 Defense Intelligence Agency document: West will facilitate rise of Islamic State “in order to isolate the Syrian regime”,- informe de la DIA publicado por Levant Report (19/5/2015)
[22] WikiLeaks Reveals How the US Aggressively Pursued Regime Change in Syria, Igniting a Bloodbath,- artículo publicada por Robert Naiman (Truthout, 9/10/2015)
[23] George Bush’s memoirs reveal how he considered attacks on Iran and Syria,- publicado por The Guardian, 8/11/2010
[24] ¿Por qué Francia quiere derrocar la República Árabe Siria?,- artículo del analista Thierry Meyssan (Red Voltaire, 12/10/2015)
[25] Kerry admite: EEUU intentó usar a Daesh para derrocar a Al-Asad,- Hispan TV (6/1/2017)

Fuente:
https://adolfoferrera.wordpress.com/2017/01/14/daraa-el-origen-censurado-de-la-guerra-terrorista-contra-siria/

lunes, 8 de marzo de 2021

El 8 de marzo debería ser el día de la dignidad de todas las mujeres

 

Mujeres del Ejército sirio defendiendo la dignidad de las mujeres y a su estado secular


Hoy 8 de marzo de 2021 debería celebrarse el día de la dignidad de la mujer, no solo el día de la equidad con el hombre, pues si consideramos un logro que una mujer pueda tener la capacidad que tenían y tienen algunos hombres para hacer mal a sus semejantes, mal vamos.

Hoy, por ser este día, deberíamos recordar que esta dignidad deben tenerla también otras mujeres de otros lugares que antes la tenían y que tras la invasión de la OTAN de Libia junto a las hordas de Al Qaeda, la perdieron, como así sucedió en Afganistán  y comenzó a pasar  en Siria. Y todo ello con el apoyo del autoproclamado mundo "progresista"

Así, para hacer memoria, les traigo un necesario documento que escribí en marzo de 2013.


La guerra en Libia y los derechos de las mujeres


La ministra del PSOE  Trinidad Jiménez dando legitimidad a los títeres coloniales (como Abdul Jalil) que proclamaron la imposición de la ley islámica en Libia (Reuters. 8.06.2011). Ver PS.

Libia era un lugar particular en África por el gran nivel de vida de sus habitantes y la libertad de sus mujeres. Estas podían ir libremente donde quisiesen, no se tenían que quedar obligatoriamente cerradas en casa o ir siempre acompañadas por alguien de su familia. No tenían tampoco por qué estar completamente cubiertas. El hecho de que en Libia hombres y mujeres se tapasen a veces la cara o el cuerpo, se debía a una mera y necesaria protección frente al clima y al sol ardiente. Esto comentaba Leonor Massanet, una mallorquina que fue a realizar una tesis doctoral a Libia:
Es verdad que un gran número de mujeres llevan la cabeza cubierta, también es verdad que un gran número de hombres llevan la cabeza cubierta, es algo cultural y muy relacionado con el clima tan seco y árido, incluso es verdad que yo también me tapo la cabeza y en ocasiones la cara porque se me queda como un pergamino en el Sahara debido a la sequedad del aire. 1
Comentaba esto Leonor Massenet porque los medios de comunicación españoles trataban de falsificar, otra vez más, la realidad libia.
Si los medios hicieran un trabajo serio de investigación hubieran descubierto que en Libia los hombres y las mujeres gozaban de los mismos derechos, sin embargo las diferencias culturales han sido utilizadas perversamente para dar la impresión contraria. 1
Las mujeres, así mismo, podían ir a la universidad, tener el mismo sueldo que los hombres y, por supuesto, conducir vehículos. Esto no es lo normal en cualquier país árabe, tanto por no tener medios como, especialmente, por serles vetado por motivos religiosos. Esta libertad que existía les permitía decidir con quién querían casarse y con quién no.
...desde los primeros días de su gobierno, Gadafi dijo que  ni hablar de los matrimonios forzados. Las mujeres libias tienen el derecho a elegir a sus propios maridos. Ellas son animadas a buscar matrimonios por amor. Bajo la ley libia, ninguna persona, sin excepción, puede forzar a una mujer libia a casarse con ningún hombre por ninguna razón. 2
Esto tampoco era, ni es, habitual en otros países árabes, donde los matrimonios pactados, normalmente entre personas mayores y niñas, son lo habitual. Jordania, Yemen, Arabia..., la lista es extensa. En Libia había imanes progresistas que defendían estos derechos de las mujeres, como Sheich Khaled Tentoush; que sobrevivió a dos intentos de asesinato, uno de ellos un ataque deliberado de la OTAN contra un grupo de imanes que iban hacia Bengasi para negociar un final pacífico al ataque a Libia.
Tentoush dijo que él y otros doce imanes progresistas estaban viajando a Bengasi para discutir un final pacífico al conflicto. Pararon a tomar un te en Brega y la OTAN lanzó una bomba justo sobre ellos, matando once de los trece imanes, que habían apoyado reformas islámicas que daban autoridad y poder a  los derechos de las mujeres y al progresismo. 2
El matrimonio resulta habitualmente una cárcel peligrosa en estos países donde impera la ley islámica. Así, una mujer puede ser golpeada, denigrada e incluso violada, y no tener prácticamente posibilidad de dejar o denunciar a su marido. No ocurría esto en Libia, donde la mujer podía decidir de forma libre divorciarse y mantener sus bienes.
La mujer libia podía también realizar los estudios y carreras que eligiese, de este modo podía verse personal femenino en cualquier sector: abogadas, ingenieras, doctoras, agricultoras, periodistas, etc. Tenían acceso de igual forma a las becas pagadas con todos los gastos, incluidos el de un acompañante, para ir también al extranjero. 
Estos y otros derechos en igualdad de condiciones tenían las mujeres antes en Libia. Tras el brutal ataque de la OTAN, que ha destruido las infraestructuras del país y ha matado a miles de civiles, y que ha sido  acompañada de mercenarios con fuertes vínculos a Al Qaeda que han violentado y arrasado Libia, la situación es bastante diferente. Las violaciones y asesinatos múltiples de jóvenes y no tan jóvenes han sido y son frecuentes. Los vídeos de estos hechos horribles han ido llegando y también están siendo censurados, además de en las televisiones, en canales como You Tube. Ya en septiembre de 2011 el líder del Consejo Nacional de Transición (los peones de las transnacionales occidentales en Libia), Mustafá Abdel Jalil, decía que: "Libia se convertirá en un Estado regido por la ley islámica". 3
Mal futuro para los libios, e incluso peor para las mujeres libias. No olvidemos que a este presente y a este futuro sin futuro han contribuido de forma muy importante organizaciones "humanitarias", medios de comunicación corporativos y también mujeres que tratan de representar las ideas "progresistas" en occidente. De esta forma, en el bastión de los extremistas islámicos, incluido el CNT, en Bengasi recibían en el hotel Tibesty a sus padrinos occidentales en esta nueva guerra colonial.
[El hotel Tibesty] se ha convertido en sede de los representantes de la Unión Europea, de las televisiones internacionales y de las organizaciones humanitarias que trabajan en el principal bastión de los rebeldes libios. 4
La propia Trinidad Jiménez, Ministra de Exteriores del Gobierno español y perteneciente al Partido Socialista Obrero Español, decía de Mustafá Abdel Jalí, el que indicaría días después que Libia sería un estado regido por la ley islámica: "Es el legítimo representante del pueblo libio". 4 Eso sin que nadie en Libia hubiese aprobado o legitimado a este títere colonial. Las masivas manifestaciones en apoyo del gobierno de Gadafi se ignoraban, 5 y la "legitimidad" del nuevo desgobierno colonial se impuso mediante las bombas, el terror y la persecución de los disidentes y de las mujeres, con la ayuda de Al Qaeda.
Para colmo el PSOE en el Gobierno español daba ayuda a estos mercenarios fanáticos coloniales y bombardeaba al pueblo de Libia.
Al Isaui [representante de exteriores del CNT] agradeció el apoyo brindado por el Gobierno español desde el primer momento. "España ha ayudado a los libios", sentenció con contundencia, refiriéndose a la contribución financiera en ayuda humanitaria y al reconocimiento del Consejo como "único interlocutor legítimo del pueblo". 4
Toda la ayuda que no da el Gobierno español a los españoles, que bien la necesitan, para un gobierno títere de terroristas fanáticos.
Esto hizo la Ministra de Asuntos Exteriores socialista, y la de Interior, Carmen Chacón, también de ese partido, se dedicó al bombardeo y a la colonización, y no solo de Libia. Ahora, esta, quiere ser la "regeneración" del PSOE. 6
No solo tuvieron un papel realmente penoso las representantes de España y de otros gobiernos, junto a las organizaciones humanitarias y los medios de comunicación, hubo activistas "pro-derechos humanos" de las mujeres que apoyaron a estos llamados rebeldes, es decir, a los mercenarios islamistas, buena parte de los cuales eran de la propia Al Qaeda. ¿Les parece incongruente? En Europa, con la enorme desinformación que hay, cualquier cosa se puede hacer, hasta esto. Tenemos así el caso de Magdulien Abaida, que llevó a cabo una campaña en Europa en favor de esos fanáticos y que viajó a París y a El Cairo para hablar contra el Gobierno de Gadafi y buscar ayuda para los islamistas. Cuando cayó el Gobierno libio fue a este país a celebrarlo. En el verano de 2012 quiso realizar una cumbre sobre las mujeres, financiada con dinero del Gobierno británico, en Bengasi. Allí mismo vio lo que ella y su gobierno habían creado, fue insultada y amenazada de muerte de forma bien explícita:

Te mataré y te enterraré y nadie lo sabrá. 7

Esto les pasó a muchas mujeres en Libia por culpa de gente tan falsa y deshonesta como Magdulien Abaida, y de organizaciones y gobiernos que con sus mentiras humanitarias engañaron a la población europea para que la guerra de invasión colonial fuese posible. Amnistía Internacional apoyó la solicitud de asilo de este mujer en Gran Bretaña, tal para cual. Luego, cuando esto se empiece a olvidar, dirán cómo defendieron los derechos de las mujeres. Desde luego no se puede ser más hipócrita.
¿Qué dirían las mujeres libias asesinadas y ultrajadas de todo esto?
Ahora, después  de la barbarie, ha llegado el silencio respecto a Libia en los medios de comunicación, encabezados por TVE que tanto exaltaba a los "rebeldes". Ahora están haciendo la misma barbaridad en Siria. 8, 9 Y Siria lleva el mismo camino de triunfo de la intolerancia si es derrotada por los mercenarios financiados y armados por Estados Unidos y sus socios de la OTAN con las dictaduras islámicas de Catar y Arabia Saudí, en colaboración con Israel, Turquía y Jordania. 10
¿Hasta cuándo vamos a permitir este mundo de demasiada maldad,  hipocresía y falsedad?
¿Hasta cuándo va a continuar esta farsa humanitaria y de medios de comunicación?
¿Hasta cuándo este falso "progresismo" que no defiende realmente a las mujeres ni sus derechos?
¿Hasta cuándo toda esta gran mentira promovida por intereses económicos?
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Para ver el papel de los medios de comunicación y de las organizaciones humanitarias en el ataque colonial a Libia ver este articulo: Mikel Itulain. Los medios de comunicación y la guerra en Libia.

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PS: Abdul Jalil reconocería después que Gadafi no disparó contra los manifestantes, sino que fueron mercenarios contratados por sus opositores los que lo hicieron, para crear la tan conocida como falsa justificación:

Notas:
(1) Leonor Massenet. Derechos de la mujer en Libia: los medios tegiversan la realidad. www.leonorenlibia.com. 27.11.2012.
(2) Susan Lindauer. Libya’s War for “The Abaya”: Women’s Rights and NATO’s Support of Pro-Islamist Rebels. Global Research, 27.7.2011.
(4) Jiménez legitimiza a los rebeldes libios en BengasiPúblico. 8.6.2011.
(5) Million libians march in support of Gadafi. Press TV. 6.7.2011. Enlace
(6) Mikel Itulain. El nuevo PSOE, ni una alternativa seria ni decenteEnlace
(7) Libya rebel flees to UK as revolution sours for women. BBC Newsnight, 4.12.2012.
(8) Mikel Itulain. Los medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria. Enlace
(10) Syria: Women’s Rights and Islamist Education in a “Liberated” Area of Aleppo. Global Research. 27.3.2013. Enlace

jueves, 4 de marzo de 2021

Respaldado por EE.UU., el candidato ‘ecosocialista’ de Ecuador, Yaku Pérez, apoya golpes de estado y ayuda a la derecha



 

El candidato presidencial ecuatoriano Yaku Pérez ha apoyado golpes en Bolivia, Brasil, Venezuela y Nicaragua. La campaña de su partido Pachakutik, respaldado por Estados Unidos y supuestamente de “izquierda” ambientalista, es promovida por lobistas corporativos de la derecha.

Por Benjamín Norton

Traducido por Diego Sequera

(You can read this article in English here.)


QUITO, ECUADOR – La elección presidencial del Ecuador del 7 de febreroconcluyó con una sorpresa: el conteo rápido publicado por el Consejo Nacional Electoral del país pareció enseñar a un candidato poco conocido, llamado Yaku Pérez Guartambel, en segundo lugar, asegurando una victoria estrecha sobre el candidato de derecha Guillermo Lasso, un banquero con una influencia importante en el país.

La mayoría de las encuestas habían predicho una carrera presidencial que se reduciría a dos candidatos, que difícilmente podían ser más diferentes: por un lado el banquero conservador Lasso, quien tenía el apoyo de las élites ecuatorianas y los Estados Unidos, que ya se había lanzado, sin éxito, a la presidencia dos veces previas a esta; mientras que en el otro estaba un joven economista de izquierda, Andrés Arauz, quien sigue los pasos del ex presidente socialista Rafael Correa y quiere traer de vuelta a su Revolución Ciudadana.

Pero mientras las encuestas consistentemente lo tenían llegando en tercer lugar, Yaku Pérez se mantuvo en la carrera hasta el final. Y, a diferencia de Lasso, Pérez nunca le demostró lealtad a la derecha; se lanzaba como candidato con lo que había sido mercadeado como una campaña progresista y ambientalista.

Pérez, un líder indígena del partido Pachakutik, pretendiendo ser la verdadera opción de la izquierda en las elecciones, critica a Arrauz y al movimiento correista que representa de no ser lo suficientemente puros. Pero la trayectoria política de Pérez sugiere que es un Caballo de Troya de los enemigos más implacables de la izquierda.

El apoyo que Pérez aparentemente tiene de la embajada de EEUU refleja su papel sospechoso. Inmediatamente después de la elección, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador aún no había publicado los resultados determinando quien participaría en la segunda vuelta en abril, Pérez dijo que la embajada estadounidense lo llamó y le aseguró que sería el candidato en segundo lugar.

Pérez atacó de forma virulenta a otros movimientos en América Latina, apoyando los golpes patrocinados por Estados Unidos contra Bolivia, Brasil, Venezuela y Nicaragua, mientras acusaba a esos gobiernos de “racistas”.

Su visión política fusiona críticas de ultraizquierda, anarquistas, a los gobiernos de izquierda realmente existentes con una agenda política objetivamente de derecha. Y su oposición al poder del estado es profundamente oportunista. Mientras Pérez critica severamente a China, simultáneamente ha dicho que “no pensaré dos veces” en firmar un acuerdo comercial con los Estados Unidos.

La ideología aparentemente progresista de Pérez está llena de contradicciones. Mientras que Arauz, el candidato correista, ha propuesto dar cheques de mil dólares a un millón de familias de clase obrera, Pérez ha atacado este plan alegando que los ciudadanos pobres gastarían todo el dinero en cerveza el mismo día.

Y mientras Pérez ha criticado al actual gobierno y ha protestado en contra de su presidente Lenín Moreno -quien tiene un índice de aprobación de apenas 8 por ciento, y es por lo tanto políticamente venenoso para todos los candidatos electorales- Pérez previamente había calificado al líder corrupto y autoritario de ser “un buen hombre”.

Otro líder indígena en Ecuador, Leonidas Iza, alertó públicamente que activistas de derecha y miembros del partido CREO del banquero conservador Guillermo Lasso forman parte del círculo cerrado de Pérez y lo están asesorando.

Pachaktik, el partido de Pérez, se identifica como “ecosocialista” y alega representar a las comunidades indígenas del Ecuador. Pero como el candidato que lo lidera, emplea retórica de izquierda tapizada de metas regresivas.

Pachakutik está estrechamente vinculado a ONGs financiadas por Washington y estados miembros de la Unión Europea (UE). Los líderes del partido han sido adiestrados por el Instituto Nacional Demócrata (NDI, por sus siglas en inglés), una subsidiaria de la CIA que opera bajo los auspicios de la NED.

La NED públicamente cuenta más de 5 millones de dólares en subvenciones para ONGs en Ecuador justo entre los años 2016 a 2019. Mucho de este dinero ha financiado los grupos de oposición anti-Correa como Pachakutik y sus aliados.

Pachakutik es el brazo político del grupo indígena CONAIE, que colaboró al frente de las protestas contra el ex presidente Correa, formando una alianza no declarada con la derecha oligárquica del país en un intento por desestabilizar y derrocar al presidente socialista.

De hecho, Pachakutik y la CONAIE desempeñaron un papel importante en el intento de golpe de 2010 (con apoyo estadounidense), que estuvo cerca de remover a Correa del poder de forma violenta y antidemocrática.

Ecuador Yaku Perez US ambassador Michael Fitzpatrick
El candidato a la presidencia del Ecuador, Yaku Pérez, con el embajador de EEUU, Michael J. Fitzpatrick

En 2012, el ex-dirigente de la CONAIE y co-fundador de Pachakutik, Auki Tituaña, llegó a formar una alianza abierta con el candidato presidencial de la derecha Guillermo Lasso, anunciando que se lanzaría como videpresidente del banquero. En respuesta a eso, la CONAIE lo expulsó.

La CONAIE tiene divisiones internas, algunas más conservadoras y algunas más progresistas. Los dirigentes de la CONAIE Leonidas Iza and Jaime Vargas fueron líderes de las protestas en octubre del 2019 contra las reformas neoliberales impuestas por el presidente actual Lenín Moreno. Pérez notablemente no fue líder de estas manifestaciones anti-neoliberales. Pero en general la CONAIE ha sido una voz de oposición significativa en contra del correismo.

El principal candidato de la derecha en la elección de 2021, el adinerado banquero Lasso, no se sentía amenazado por la retórica “ecosocialista” de Peŕez y Pachakutik. Parece estar muy conciente de que la etiqueta es sólo una estrategia de marketing. Lasso declaró públicamente que si Pérez de alguna manera llegaba a la segunda roda, con todo gusto lo apoyaría para derrotar a los correistas.

El apoyo del banquero no sorprendió a nadie cuando se considera que, en 2017, antes de cambiar su nombre de Carlos a Yaku, el propio Pérez apoyó la candidatura de Lasso.

carlos yaku perez 2017
Carlos Pérez Guartambel, antés de cambiar su nombre a Yaku en agosto del 2017

Son profusos los vínculos de Pachakutik con Washington. Uno de sus ex integrantes más prominentes es Fernando Villavicencio, un periodista que apuntaló una campaña de desinformación contra el periodista Julian Assange, diseminando acusaciones desacreditadas pero profundamente dañinas sobre el editor de Wikileaks a través del diario británico The Guardian.

El activismo anti-Correa de Villavicencio también parece haber sido financiado por la NED.

Villavicencio se desempeñó como asesor de Cléver Jiménez, diputado por Pachakutik a la Asamblea Nacional, quien ayudó a dirigir el intento de golpe de 2010.

Yakú Pérez realizó manifestaciones en apoyo de Villavicencio y Jiménez cuando Correa los acusó por difamanción al haber difundido noticias falsas sobre él.

Pachakutik tiene vínculos también con el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, que maneja las elecciones, y que fue politizado por el gobierno de Moreno, respaldado por EEUU. Después de purgar a funcionarios pro-correista del CNE, Moreno designó a un ex miembro de la Asamblea Nacional de Pachakutik, Diana Atamaint, como presidenta del consejo electoral.

Bajo el liderazgo de Atamaint, el CNE levantó muchos obstáculos para prevenir que el movimiento correista pudiera participar libremente en la elección, bloqueando la candidatura a la vice-presidencia de Correa e incluso prohibiendo el partido político del candidato de la izquierda, Andrés Arauz.

Antes de unirse a Pachakutik y ser nombrada como jefa del órgano electoral de Ecuador, Atamaint trabajó con el Banco Mundial, una institución infame, respaldada por el gobierno estadounidense, que ha impuesto terapia de choque neoliberal y devastadora a través de América Latina. Atamaint fue coordinadora de los iniciativos del Banco Mundial en su país, incluyendo su llamado “Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Negros del Ecuador”.

Las tácticas de Pachakutik se hacen eco de aquellas del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) en Nicaragua, otro partido periférico apoyado por Estados Unidos que jugó un rol importante en el intento de golpe violento de 2018 contra el gobierno sandinista democráticamente electo. Como Pachakutik, recibe apoyo de Washington, que también trabaja de forma estrecha con las ONGs. Ambos grupos actúan como si fueran movimientos principistas de la izquierda críticos de los movimientos populares, cuando en realidad forman alianzas políticas de facto con oligarcas de la derecha.

Luego está Manuela Picq, la esposa de Pérez, una académica franco-brasileña, ella misma prominente activista anti-Correa y opositora de los gobiernos de izquierda en América Latina que fue deportada por el gobierno de Correa en 2015. Su trabajo de oposición en el país había sido auspiciado por ONGs pagadas por gobiernos occidentales.

Aunque hoy en día es una especialista liberal en sexualidad y estudios de género, Picq había trabajado previamente con el gobierno republicano del estado de la Florida, y estuvo involucrada en negociaciones sin éxito por un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y América Latina, que los líderes de izquierda para ese entonces condenaron de “colonial”.

poll perfiles de opinion Ecuador Arauz Lasso
Una encuesta de enero con los candidatos a la presidencia del Ecuador: Andrés Arauz con 43.22%, Guillermo Lasso con 25.54%, and Yaku Pérez con 19.87%

Las tácticas de Pérez, su pareja Picq, y su partido Pachakutik reflejan otras campañas en América del Sur que han explotado fuerzas aparentemente de izquierda a nombre de metas de la derecha.

Durante el proceso que condujo al golpe contra el gobierno democráticamente electo de Bolivia en 2019, las ONGs que decían apoyar causas ambientalistas participaron en una operación de desinformación para satanizar al para entonces presidente Evo Morales, el primer presidente indígena de la historia de Bolivia, él mismo un poderoso promotor de protecciones ambientales.

Activistas del cambio de régimen pertenecientes a organizaciones financiadas por Estados Unidos y gobiernos europeos culparon a la administración de Morales de estimular los incendios en la selva amazónica, que principalmente estaban concentrados en Brasil, donde Jair Bolsonaro, el presidente de extrema derecha, orgullosamente se autodenominó el “capitán motosierra”.

Yakú Pérez y Pachakutik juegan un papel similar en el Ecuador, atacando a las fuerzas populares izquierdistas desde la propia izquierda, de este modo abriendo un espacio para que la derecha avance. Simpatizantes del movimiento socialista de Correa acusaron a Pérez y a Pachakutik de dividir el voto para evitar una victoria de ese campo el 7 de febrero.

Como en Bolivia, donde los grupos ecologistas como Extincion Rebellion colaboraron apoyando el golpe de 2019 sobre la base de preocupaciones verdes, autodeclarados anarquistas de la aparente organización progresista están apilando halagos a favor de Pérez.

A Extinction Rebellion se le ha unido en la alabanza por la figura marginal de seudo izquierda grupos de cabildeo corporativo como el Consejo para las Américas (American Society and Council of the Americas, AS/COA por sus siglas en inglés), financiado por corporaciones de combustible fósil, fabricantes de armas y bancos, destructoras del planeta, con intereses particulares en el intento por detener el retorno al poder de los correistas.

El apoyo “de izquierda” a los golpes de la derecha en América Latina

Yaku Pérez Guartambel dice que quiere que ecuatorianas y ecuatorianos usen menos automóviles y planten más árboles. Ha propuesto ponerle fin a la minería en el país y una restricción a la extracción petrolera. Pérez critica al movimiento correista por su dependencia a la extracción. Con fotografías de campaña por lo general exhibiéndolo llegándose a los mítines en bicicleta, la imagen de Pérez parece diseñada a la medida para apelar a la sensibilidad de los activistas verdes occidentales.

Ecuador es un país antiguamente colonizado y en desarrollo, y por lo tanto relativamente pobre comparado con las naciones imperialistas del Norte Global. Pero tiene una ventaja: grandes reservas petrolíferas y minerales. Estos recursos han sido clave para los programas político y económico de Correa y sus seguidores, quienes los han empleado para ponerle el turbo al desarrollo del país, financiar programas sociales, e invertir miles de millones de dólares en acceso universal a la salud, educación de alta calidad e infraestructura avanzada.

Con todo y eso, la supuesta apariencia progresista del programa político de Pérez termina con sus políticas ambientales. Cuando se trata de política internacional, ha demostrado ser profundamente de derecha.

Y mientras Pérez usa su herencia Kañari para asumir que representa a las comunidades nativas de Ecuador, muchos en efecto están en contra de él y de su partido.

La indignación indígena contra Pérez en especial creció cuando apoyó el golpe en Bolivia en noviembre de 2019.

En octubre del 2020, la mayoría indígena del partido Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales barrió en las elecciones. Varios líderes indígenas ecuatorianos fueron invitados a la inauguración del presidente Luis Arce, pero Pérez no era uno de ellos. Cuando le preguntaron por qué, se dejó claro que Pérez no fue invitado porque había apoyado el golpe.

Incluso antes de la operación violenta de cambio de régimen, Pérez fue un crítico severo de Morales, acusándolo a él y a Correa de “autoritarismo, machismo, extractivismo y populismo”. Pérez rechazó de plano reconocer la legitimidad del gobierno de Evo.

En 2017, Pérez había atacado a Evo una vez más tuiteando: “Enciclopédica su ignorancia Evo (sic) biológicamente es indígena, identitariamente se blanco colonizó no siente ni comprende la cosmovivencia runa”.

Luego de apoyar el golpe, Pérez se mantuvo en silencio respecto a Bolivia, sin decir una palabra sobre la junta, dirigida por extremistas cristianos racistas que masacraron a manifestantes indígenas.

Pero el golpe en Bolivia no es la única campaña de cambio de régimen en América Latina, asistida por Estados Unidos, que Yaku apoyó.

En noviembre de 2016, Pérez elogió el golpe suave que sacó del poder al gobierno del Partido de los Trabajadores en Brasil, mientras se ponía del lado de una campaña de lawfare de la derecha que atacaba a la presidenta progresista de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Pérez también hizo llamados al derrocamiento de Correa y el presidente socialista de Venezuela, Nicolás Maduro.

“La corrupción acabó al gobierno de Dilma Rousseff y Cristina”, tuiteó Pérez con tono aprobatorio. “Ahora sólo falta que caigan Correa y Maduro. Sólo es cuestión de tiempo”.

Un mes después, en diciembre de 2016, Pérez condenó de “colonial, etnocida y racista” a los gobiernos de Correa y Maduro.

Pérez recurrió al tipo de retórica superficial anti-Venezuela favorecida por la derecha en la región una vez más el día de las elecciones, el 7 de febrero. En una entrevista amistosa con un medio conservador, Pérez denunció al candidato de izquierda, ganador de la primera vuelta, diciendo que “Rafael Correa, tal como hizo Chávez dándole el poder a Maduro, hoy está intentando darle poder a Andrés Arauz. Arauz es el Maduro del Ecuador.”

En 2017, cuando Brasil era gobernada por el neoliberal y golpista Michel Tremer, Pérez expresó públicamente sus esperanzas para que fueran arrestados los ex presidentes Lula da Silva y Dilma Rousseff, junto a Correa y el ex vicepresidente Jorge Glas. (El gobierno de Lenín Moreno efectivamente arrestó a Glas y lo lanzó a la cárcel bajo acusaciones falsas, como parte de una embestida contra los políticos correistas).

En la misma veta, Pérez apoyó el brutal intento de golpe de estado en Nicaragua en 2008, también apoyado por los Estados Unidos.

Luego de que extremistas de derecha, con apoyo de Washington, pasaran meses asesinando, torturando y aterrorizando a simpatizantes del socialista Frente Sandinista, Pérez respondió culpando al gobierno electo de toda la violencia en Nicaragua.

“Quién pensaría que los sandinistas que antes luchaban contra la dictadura ahora estos disparan a su pueblo”, escribió en octubre de 2018.

Todo lo que Pérez ha dicho sobre los vecinos del Ecuador demuestran que, de llegar al poder, ayudaría a Washington y los oligarcas de la región a librar una guerra contra los países del cambio de época, la ola de gobiernos de izquierda que ganaron el poder en América Latina a comienzos de los años 2000.


Vínculos amistosos con el gobierno estadounidense

Mientras que Yaku Pérez Guartambel no tiene problema alguno satanizando a gobiernos revolucionarios de izquierda en América Latina como “coloniales, etnocidas y racistas”, permanece curiosamente callado sobre la violación de derechos humanos masiva de los gobiernos de los Estados Unidos.

Esto es porque Pérez ha albergado vínculos amistosos con Washington, mientras avanza su agenda de este último en su país.

Antes de lanzarse a la presidencia, Pérez fue prefecto de la provincia de Azuay, cuya capital, Cuenca, se ha convertido en un centro importante para expatriados estadounidenses.

En Cuenca hay comunidades enteras de norteamericanos, donde sólo hablan inglés y todo lo pagan en dólares (que ha sido la moneda oficial del Ecuador desde la dolarización del 2000, luego de una crisis económica supervisada por el antiguo ministro de economía Guillermo Lasso, ahora el principal candidato de la derecha en la elección del 2021).

En junio de 2019, justo mientras Michael J. Fitzpatrick entregaba sus credenciales como el nuevo representante de la administración Trump en Ecuador, Pérez publicitó su encuentro con el embajador estadounidense en Cuenca.

Yaku Perez US ambassador Mike Fitzpatrick
Yaku Pérez con el embajador de EEUU, Michael J. Fitzpatrick, en 2019

Un mes después, Pérez asistió a la celebración para conmemorar el Día de la Independencia de los Estados Unidos, dándole la bienvenida al nuevo embajador. Figuró en una foto sonriendo en frente de una bandera de los Estados Unidos iluminada.

Yaku Perez US embassy flag Cuenca Ecuador

Durante su campaña presidencial, a pesar de reunir poco apoyo del público, Pérez encontró en los embajadores de Francia y Alemania una audiencia entusiasta.

Los “ecosocialistas” se alían con la derecha en intento de golpe contra Rafael Correa

El despliegue de convencionalismos aparentemente progresistas y “ambientalistas” para desestabilizar a los gobiernos de izquierda en Bolivia, Venezuela, México y más allá, fue desarrollado en poco más de una década atrás, para debilitar al gobierno democráticamente electo de Ecuador, el ex presidente socialista Rafael Correa.

Para socavar a Correa, Estados Unidos y otros gobiernos occidentales financiaron grupos de la sociedad civil que afirmaban apoyar las causas ambientalistas y los derechos indígenas que al final sirven como tentáculos de la oposición de derecha.

A lo largo de sus períodos en el gobierno, Correa y Morales se enfrentaron con una fuerte oposición a sus ambiciosas iniciativas de infraestructura. Grupos indígenas y ecologistas, muchos apoyados por Estados Unidos, iniciaron protestas extendidas en 2011 para intentar frenar la construcción de una gran autopista en Bolivia, con manifestaciones similares para obstruir los proyectos mineros en Ecuador, en 2012.

Cables de la firma de inteligencia Stratfor, conocida como la “CIA privada” que fueron publicados por Wikileaks demuestran que la contratista del gobierno norteamericano estaba monitoreando con cuidado las protestas anticorrea, y específicamente nombran a Pérez Guartambel, para ese momento conocido como Carlos Pérez, en 2011.

En septiembre de 2010, grupos de oposición buscaron derrocar al presidente Correa en un intento de golpe de estado. Con el apoyo de desertores de la policía que ocuparon el parlamento, bloquearon avenidas principales y tomaron instituciones del Estado, la oposición ecuatoriana por poco sacaba al presidente del poder.

Una de las principales organizaciones involucradas en la asonada fue la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). La CONAIE es una organización indígena que dice promover políticas de izquierda pero que mira con sospecha al estado y el desarrollo industrial, incluso si ese gobierno es dirigido por un socialista democráticamente electo.

CONAIE asumió una línea dura contra Correa, atacándolo constantemente y exigiendo su renuncia. Esto socavó el apoyo de izquierdistas fuera del país y condujo a críticas a su movimiento, la Revolución Ciudadana.

Lo que la CONAIE no reconoció en sus constantes ataques a Correa era que su ala política es pesadamente apoyada por el gobierno de los Estados Unidos.

Efectivamente, la CONAIE es el brazo político de facto del partido Pachakutik, cuyo candidato presidencial es Yaku Pérez.

Durante la asonada golpista de septiembre de 2010, Pachakutik realizó un llamado público para derrocar a Correa, expresando su apoyo por los desertores del ejército y la policía. Pachakutik envió una nota de prensa acusando a correa de “actitudes dictatoriales”, y Cléver Jiménez, dirigente de Pachakutik y diputado para la Asamblea Nacional, convocó a los “movimientos indígenas, a los movimientos sociales y a las organizaciones políticas democráticas a formar un solo frente nacional para exigir la salida del presidente Correa”.

El comunicado de Pachakutik en la prensa insistía en que “Jiménez apoya la lucha por los funcionarios públicos, incluyendo a los agentes policiales que se han movilizado contra las políticas autoritarias del régimen”.

La periodista Eva Golinger luego demostró cómo Pachakutik había sido apoyado por el Instituto Nacional Demócrata (NDI), la subsidiaria del paraguas de cambio de régimen de la NED en líneas generales afiliado al Partido Demócrata y que actúa como un intermediario de la CIA.

Un documento del NDI de 2007 reseñaba que Pachakutik había sido directamente entrenado por la entidad del gobierno estadounidense, junto a activistas de partidos de la oposición antichavista venezolana Acción Democrática y Primero Justicia, así como el mexicano Partido de Acción Nacional (PAN).

US NED NDI Pachakutik Ecuador coup Correa
Un documento de 2007 que muestra que el National Democratic Institute (NDI) del gobierno estadounidense entrenó a lideres del partido ecuatoriano Pachakutik

La CONAIE y Pachakutik no representan a todas las comunidades indígenas del Ecuador. Existen divisiones políticas significativas, y algunas organizaciones comunales y dirigentes apoyan al correismo.

Estados Unidos tiene una larga historia apoyando a organizaciones indígenas en específico, para poder dividir a las comunidades nativas. Esta estrategia dista de ser novedosa. Durante la guerra terrorista de Washington en la Nicaragua de los 80, por ejemplo, la CIA apoyó a los líderes de la comunidad Miskito para socavar al gobierno sandinista.

El New York Times reportó en 1986 que “algunos de los líderes indígenas dicen que temen que su pueblo se pudiera convertir en lo que convirtieron a miembros de los Hmong o los Meo en Asia: un pueblo indígena reclutado por la CIA para la guerra, y después abandonados”.

Hoy en día los Miskitos permanecen políticamente divididos, pero existen organizaciones y líderes que apoyan al sandinismo, así como hay grupos indígenas que apoyan al correismo.

En un reportaje de 2019, el escritor ecuatoriano-canadiense Joe Emersberger expuso el papel de la CONAIE como Caballo de Troya de la derecha.

Virgilio Hernández, dirigente del movimiento correista que se vio forzado a asilarse en la embajada de México tras la brutal embestida del gobierno de Lenín Moreno, le explicó a Emersberger:

Desde alrededor de los finales de los 90 y principios de este siglo ya se podía decir lo que es evidente en la CONAIE, una corriente que se hizo dominante que llamamos ‘indigenismo conservador’. Corriente que ha puesto todo a favor de lo que llaman ‘la causa étnica’ y dejaron de lado las causas de los movimientos sociales y la izquierda en el país. Esto explica … que en la última campaña presidencial hayan apoyado abiertamente a Guillermo Lasso, el candidato de la oligarquía y los bancos. Queda muy claro que por casi dos décadas perdieron la dirección y han sido útiles para los grupos oligárquicos que siempre se han opuesto rabiosamente a Rafael Correa y la Revolución Ciudadana.

El activista anti-Correa no-indígena (integrante de partido indígena) que difunde desinformación en contra de Julian Assange

Fernando Villavicencio, uno de los co-fundadores de Pachakutik, un criollo, jugó un rol importante pero poco reconocido en la conspiración del Russiagate que consumió al Washington oficial durante la era Trump.

Villavicencio es un activista opositor y periodista ecuatoriano que dedicó años de su vida a destruir a Rafael Correa. Aparte de su trabajo con Pachakutik, Villavicencio estableció un medio anti-correista para difundir desinformación contra el presidente.

Villavicencio odiaba a tanto a Correa que públicamente hizo llamados para que Estados Unidos impusiera sanciones al Ecuador para castigar su gobierno, y dijo que haría lobby en el Senado estadounidense para lograrlo. (Esto condujo a que Correa tildara de “vendepatria” a Villavicencio.)

En 2018, Villavicencio pasó a ser coautor de un reportaje altamente dudoso del periódico de alta circulación The Guardian, junto a reporteros promotores del Russiagate como Luke Harding y Dan Collyns, acusando al editor de Wikileaks, Julian Assange, de haber tenido reuniones secretas con el antiguo jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort.

Wikileaks negó categóricamente este reportaje, calificándolo de una fabricación absoluta y lanzando un fondo para denunciar a The Guardian por la nota.

The Guardian retiró la firma de Villavicencio del artículo, incluso cuando el activista ecuatoriano se jactó en Twitter de haber sido el co-autor y la fuente aparente de los alegatos dudosos.

Villavicencio también lleva un portal en el que constantemente publica material cuestionable satanizando a Correa y a Wikileaks. Lo llama La Fuente – Periodismo de Investigación.

Esta publicación parece ser financiada por la NED, un frente de la CIA fundado por el gobierno de Ronald Reagan para promover cambios de régimen en países socialistas.

En su base de datos, la NED ha publicado un subsidio anual de 65 mil dólares para un medio en el Ecuador que está “promoviendo el periodismo de investigación”, usando una descripción que es casi idéntica al “quien somos” del portal de Villavicencio, La Fuente.

Villavicencio con frecuencia enfrentó problemas legales cuando Correa era presidente. Tanto él como Cléver Jiménez, el diputado de Pachakutik, para quien el primero trabajaba como asesor, fue acusado de colaborar en el hackeo de los correos electrónicos de Correa y de luego publicarlos para hacerle daño al presidente, cargos que negó.

Correa llevó el caso a tribunales denunciando a Villavicencio y a Jiménez de difundir acusaciones falsas y difamatorias y por acusar al presidente de “genocidio” y de “crímenes de lesa humanidad” por reprimir el intento de golpe de 2010.

Yaku Pérez ayudó a organizar las manifestaciones en apoyo a Villavicencio y Jiménez. A propósito del caso, Pérez acusó a Correa de ser “un caudillo”, y en 2017 protestó en las afueras del tribunal, al que llamó “corte de injusticia”.

Villavicencio terminó abandonando a Pachakutik en 2017. En las elecciones de 2021, fue candidato a diputado por el Partido Socialista del Ecuador, otro grupo anti-Correa al margen que oficialmente se separó del marxismo, definiéndose socialdemócratas, y con frecuencia se ha encontrado en alianza con la derecha.

Esposo de Manuela Picq, académica vinculada a ONGs anti-Correa con apoyo de gobiernos occidentales

La pareja de Yaku Pérez también es una prominente opositora al correismo que previamente ha trabajado con el gobierno de Estados Unidos, y cuyo activismo ha sido financiado por ONGs con dinero de gobiernos occidentales.

En 2013, Pérez se casó con Manuela Picq, una académica franco-brasileña que se especializa en temas indígenas, sexualidad y estudios de género, y quien, como su esposo, es una crítica acérrima a los gobiernos de izquierda en América Latina, apoyando también el golpe en Bolivia en 2019.

Picq también trabaja de forma cercana con ONGs que hacen lobby para el cambio de régimen, y es tristemente famosa por su activismo anti-Correa en Ecuador.

Yaku Perez Manuela Picq Ecuador Correa
Yaku Pérez con su esposa, la activista anti-Correa Manuel Picq, en 2015

Picq jugó un papel de peso en las protestas contra el presidente Correa en 2015, que con frecuencia se tornaban violentas. Fue arrestada en una manifestación en agosto, su visa fue cancelada y ella deportada del Ecuador.

Con apoyo de la Unión Europea (UE) y de ONGs mil millonarias, Picq convirtió su caso de deportación en un escándalo, retratándose como la víctima y usándolo para atacar a Correa y criminalizar su gobierno como un violador crónico de derechos humanos.

A Picq se le permitió regresar a Ecuador en 2018, en el gobierno de Lenín Moreno.

Y mientras que Yaku Pérez y Picq alegan ser críticos de Moreno, luego de llegar al poder, en una video entrevista se demuestra que Picq llamó a los ecuatorianos a votar por el referendo que le daba a Moreno el poder absoluto.

Antes de emprender la carrera académica, Manuela Picq trabajó con instituciones del gobierno de los Estados Unidos. De acuerdo a su CV profesional, en 2003 Picq prestó servicios como “especialista en asuntos internacionales” para la Oficina de Relaciones Internacionales del para entonces gobernador del estado de Florida, Jeb Bush.

Ese mismo año, Picq se desempeñó como la “co-coordinadora de participación de organizaciones de la sociedad civil” para la reunión ministerial de comercio para el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un acuerdo neoliberal que el gobierno de los Estados Unidos quiso imponer agresivamente. .

Los gobiernos de izquierda en Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia se opusieron al ALCA. El presidente venezolano Hugo Chávez lo calificó de “instrumento del imperialismo” que ayudaría a Washington a explotar y dominar aún más la región.

De hecho fue su rechazo al ALCA por el que Venezuela y Cuba fundaron la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) para integrar a las economías de Latinoamérica, excluyendo a Estados Unidos y fortaleciendo sus soberanías.

Ecuador se unió al ALBA en 2009, en el gobierno del presidente Correa. Su afiliación a la organización fue una de las razones del golpe en su contra en 2010. El gobierno de Moreno se retiró del ALBA en 2018.

Manuela Picq CV Florida governor free trade
El CV de Manuela Picq, que muestra su trabajo con el gobierno de Florida y and el ALCA

De acuerdo con su hoja curricular, Picq trabajó desde 2015 con Front Line Defenders (defensores de primera línea), una ONG financiada por la Unión Europea, numerosos gobiernos de Europa Occidental, Taiwán, la Open Society Foundations del multimillonario anticomunista George Soros, y el frente de la CIA, la Fundación Ford.

En 2016, Picq fue premiada por su activismo anticorreista en Ecuador con una beca como “defensora de derechos humanos” de ProtecDefenders.eu, un instrumento de soft-power con presupuesto de la UE que emplea como arma los derechos humanos para forzar el cambio de régimen en naciones extranjeras y promover los intereses económicos de la UE.

En 2018, la publicación Global Americans designó a Manuela Picq como parte de los “20 nuevos intelectuales públicos en las Américas”. Tal como lo ha reportado The Grayzone, Global Americans es auspiciado por la NED, un brazo de cambio de régimen de los Estados Unidos que actúa como otro frente de la CIA, donde su portal web se jacta de su papel en “sentar las bases para la insurrección” durante el cruento intento de golpe de Estado en Nicaragua, en 2018.

Hoy Picq es profesora de estudios latinoamericanos en la Amherst Collegeen Estados Unidos. Es autora de libros con títulos como Queering Narratives of Modernity (“narrativas queerizadoras de la modernidad”), Sexualities in World Politics (“sexualidades en la política mundial”) y Sex and Tongue in International Politics (“sexo y lengua en política internacional”).

Por años, Picq también ha dado clases en la Universidad San Francisco de Quito, una de las más elitistas de Ecuador.

Antes de establecer su carrera profesional académica, Picq comenzó como fellow postdoctoral en el “Estudio de la democracia en América Latina” en el Woodrow Wilson Center, un think tank pagado por el gobierno estadounidense que tiene su puerta giratoria con el Departamento de Estado y las agencias de inteligencia, y que está físicamente ubicada en el Edificio (del gobierno) Ronald Reagan.

Desde los Estados Unidos, Picq continúa escribiendo artículos anti-correistas para medios liberales y para la ONG de lobby para el cambio de régimenNACLA.

Y como su pareja Yaku Pérez, ha atacado agresivamente a otros gobiernos de izquierda en América Latina mientras que también ha apoyado los intentos golpistas. (En 2019, también llamó a que los gobiernos occidentales crearan una “zona de exclusión aérea” en el noreste de Siria).

Previo al golpe suave que derrocó al gobierno brasileño en 2016, Picq escribía contra sus proyectos de desarrollo.

Ha manifestado su apoyo a la oposición golpista nicaragüense, satanizando al gobierno sandinista de ser un “estado patriarcal, macho, violador y anti-mujeres”. (En realidad, Nicaragua tiene el nivel más alto de igualdad de género en toda América Latina, y el quinto del mundo).

En septiembre de 2019, en las vísperas del golpe en Bolivia, publicó un artículo estrafalario absurdamente criticando al primer presidente indígena Evo Moralesde estar perpetrando un “ecocidio” y un “genocidio”. Esto alimentó la campaña difamatoria contra Morales, sentando las bases para el putsch violento.

A días del golpe, Picq bromeó en Twitter diciendo que tenía “sueños húmedos” fantaseando sobre el derrocamiento de Morales.

Luego, cuando el golpe se ejecutó en noviembre, Picq divulgó desinformación absurda escribiendo: “Hermanas de las bases indígenas en Bolivia denuncian violencia masiva por grupos del MAS – no solo casas de oposición quemadas, hay más red e (sic) violaciones en las calles. Se teme que Evo esté armando una guerra civil con sus milicias”.

El trabajo de Pérez y Picq demuestra cómo los gobiernos occidentales pueden emplear activistas aparentemente de la izquierda liberal y ONGs para presionar por sus intereses imperiales, desestabilizando estados socialistas en América Latina bajo la guisa de presuntamente estar protegiendo al ambiente, las comunidades indígenas y los derechos humanos.

El Consejo para las Américas promueve la candidatura de Yaku Pérez

Los artículos escritos por organizaciones ambientalistas con orientación anarquista en los Estados Unidos como Extinction Rebellion le dejan a los lectores la impresión de que Yaku Pérez Guartambel es la mejor opción para la izquierda en Ecuador.

Pero una mirada a los promotores de alto perfil de Pérez, incluyendo a poderosos grupos de cabildeo corporativo, ilustran una agenda ulterior.

El 1 de febrero, el portal estadounidense Americas Quaterly publicó un artículo promocional ensalzando al candidato en el tercer lugar, titulado “Yaku Pérez: ¿la nueva cara de la izquierda en Ecuador?”.

El artículo promovía desinformación difamando a Correa, alardeando que “Pérez dijo que le ofrece a esos electores una alternativa a la izquierda ‘corrupta y autoritaria de Correa’”.

Americas Quaterly también dijo que condujo un sondeo a una docena de analistas que “ubicaban a Pérez más a la izquierda que Arauz”.

El portal también señaló alegremente que “en política exterior, Pérez ha dicho estar abierto a un acuerdo comercial con Estados Unidos y ha denunciado la política agresiva de China en torno al extractivismo y los derechos humanos”.

Su autor, Brendan O’Boyle, compartió la pieza promocionando a la “’izquierda ecológica anti-Correa que representa”.

Pero, ¿qué es, exactamente, Americas Quaterly? ¿Se trata de una publicación de la izquierda liberal que promueve ambientalismo y derechos indígenas?

Al contrario: Americas Quaterly es un brazo de la Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas (AS/COA, por sus siglas en inglés), un grupo de cabildeo financiado por muchas de las principales corporaciones estadounidenses.

AS/COA ha jugado un rol importante apoyando tanto los golpes contra los gobiernos progresistas de América Latina como regímenes neoliberales impopulares.

La lista de miembros corporativos de la AS/COA es un quién es quién de las compañías más poderosas del planeta, muchas de las cuales se enriquecen destruyendo el ambiente y librando guerras, como Amazon, Apple, BlackRock, Boeing, Caterpillar, Chevron, Chiquita, Exxon Mobil, Ford, General Electric, Goldman Sachs, Google, JP Morgan, Lockheed Martin, Raytheon y Walmart.

Council of the Americas ASCOA member corporations
Las empresas que son miembros de AS/COA

¿Entonces para qué una organización financiada por megacorporaciones, que normalmente apoyaría a políticos de la derecha en toda América Latina, de repente promueven a un candidato de izquierda en Ecuador? ¿Y por qué nos tendría que hacer creer que Yaku Pérez es de hecho aún más de izquierda que Andrés Arauz y el movimiento correista?

La respuesta es que Pérez en realidad no representa a la izquierda; que es un vehículo insidioso de los intereses de Washington en Ecuador. AS/COA buscó falsamente retratarlo como la alternativa de izquierda al correismo, porque reconoce que serviría a sus intereses de alguna manera de llegar a ganar, y que está dividiendo la izquierda con simplemente mantenerse en la elección, haciendo más probable una segunda vuelta.

Es por esta misma razón que el banquero Guillermo Lasso dijo que apoyaría a Pérez.

Estados Unidos está desesperado por evitar que la ola socialista que bañó a América Latina en la primera década del siglo XXI regrese. Y en el intento de Washington por detenerla, figuras “ecosocialistas” como Yaku Pérez son títeres perfectos.

https://thegrayzone.com/2021/02/08/eeuu-ecuador-yaku-perez-golpes-pachakutik/


PS:

Sobre el juego sucio de esta gente cuando se ve descibierta:

Coup-supporting academics spread lies to censor The Grayzone reporting exposing Ecuador’s pseudo-left candidate Yaku Pérez

https://thegrayzone.com/2021/03/01/academic-letter-censor-grayzone-ecuador-yaku-perez/