miércoles, 22 de abril de 2015

La excusa del enfrentamiento interno para ocultar las causas reales del conflicto

Stefano Delle Chiaie, un asesino a sueldo de Gladio al servicio de los intereses del poder económico y político occidental, causantes y generadores de conflictos en todo el mundo.

Cuando en Guatemala, a mediados del siglo XX, comenzaron a cuajar gobiernos que realmente se preocupaban por la gente y no solo por los intereses de los grandes propietarios nacionales y extranjeros, se empezó a desatar una enorme campaña de acoso, difamación y violencia contra estos gobiernos. Primero fue contra el de Juan José Arévalo y finalmente contra el de Jacobo Arbenz. Arévalo tuvo que sortear infinidad de actuaciones poco democráticas e intentos de derrocamiento por parte de la poderosa United Fruit. En su discurso de despedida en 1951 reveló que al menos en treinta y dos ocasiones esta compañía había instigado campañas contra él.
Jacobo Arbenz, el sucesor de Arévalo, no se encontró una situación mejor, sino que incluso el acoso al que fue sometido fue mayor. Un enorme ataque mediático a lo largo del mundo se desató contra su gobierno y persona, acusándoles de ser una amenaza para América y de haber caído bajo las órdenes de la Unión Soviética. Ni una cosa ni otra eran ciertas, Arbenz en realidad era un moderado que velaba por los intereses de su país, lo que hizo que Washington tuviese que cambiar su discurso, acusándolo de algo tan vago como absurdo, como ser un representante del "nacionalismo extremista o radical".
La guerra psicológica y el aislamiento provocado por Washington en el mundo, y especialmente en América, de Guatemala fue acompañada por actos violentos como sabotajes, que finalmente fueron acompañados por una agresión militar muy típica de Estados Unidos: bombardeos del país y las ciudades y contratación de mercenarios para atacar a la población civil y a la estructura del estado de Guatemala. Sin embargo, pese a esta enorme y multidisciplinar campaña de agresión de la potencia norteamericana, que finalmente obligó a huir a Arbenz en 1954, en una guerra militar y psicológica orquestada por los servicios de inteligencia estadounidenses y que se continuó después con una verdadera matanza de los habitantes de Guatemala, tras instaurar una dictadura militar que duró décadas, pese a todo ello, y mientras el país era bombardeado, el embajador de Estados Unidos Henry Cabot declaraba en la ONU, intentado ocultar los hechos y eludir sus claras responsabilidades:
Es una revuelta de guatemaltecos contra guatemaltecos. 1
Esta frase, cambiando si quieren autores pero no su contenido, la habrán oído tantas veces que ya no se pueden recordar. Respecto a Guatemala, para un análisis más detallado con sus fuentes pueden seguir el siguiente enlace:

Es claro que no sería, no obstante, ni la primera ni la última vez que se utilizaría esta estrategia con el fin de ocultar la actuación exterior en los problemas que suceden en un país o lugar determinado. Problemas que se califican como internos, cuando en realidad están provocados principal y fundamentalmente desde el exterior. Sin la actuación, influencia y violencia exteriores estos contratiempos o choques sencillamente no tendrían lugar o no irían más allá de meras disputas internas que se pueden resolver pacífica y democráticamente como en cualquier parte y lugar del mundo.
Vamos ahora a la época del Apartheid en África del Sur. Veamos lo que ocurió y lo que se dijo sobre la destrucción de cuatro asentamientos “ilegales” en Crossroad, cerca de Ciudad del Cabo. Las comunidades fueron arrasadas y quemadas, matando a treinta y cinco personas y dejando sin hogar a 70.000. El suceso fue  tratado en EE.UU. como un episodio de la violencia “entre negros”. El propio Reagan lo reflejaba como:

Se trata de negros luchando contra negros porque hay una problemática tribal pendiente en aquella comunidad2

Lo que realmente sucedió, comenta A. Lewis, es que funcionarios del gobierno promovieron la división en la comunidad apoyando a un grupo de vigilantes de orientación política de derecha, a los que les dieron armas, provocando el ataque. Incluso apoyando tal ataque cuando se produjo. También comenta las abrumadoras evidencias de que los vigilantes fueron ayudados en la quema y destrucción de las comunidades por la policía y los  soldados, y que estuvieron también involucrados en las muertes. 3
Esta tónica, de acusación y denuncia de "enfrentamientos internos" continuaría, pues es un método tan antiguo como útil llevado a cabo por los servicios de inteligencia norteamericanos. Podemos verlo otra vez, recientemente, en Ucrania. En concreto en la masacre de Odessa de mayo de 2014, donde para evitar que el ejemplo de la actuación e insumisión llevado a cabo en Donbass (Donetsk y Lugansk) ante el golpe de estado en Ucrania ese año, se extendiese a otras zonas del país, como la misma Odessa. En Odessa se preparó concienzudamente una terrible masacre ejemplarizante que finalmente fue puesta en práctica. Se enviaron a la ciudad, aprovechando la excusa de que había un partido de fútbol, a batallones de "hinchas", en realidad matones a sueldo, que se hicieron con el control de la ciudad, aterrando a los habitantes de Odessa. La policía local, curiosamente, desapareció o incluso colaboró con los mercenarios contratados, facilitándoles la labor. El objetivo final, el provocar una masacre contra un grupo de manifestantes que se oponían a la junta nazi de Kiev, fue también pefectamente preparado. Se asustó a estos manifestantes deliberadamente, antes de que llegasen las ordas de matones, para que se escapasen buscando refugio en el edificio junto al que estaban, la casa de los Sindicatos. Allí estaba la trampa, fuera de la vista de las cámaras y de la gente los nazis llevaron a cabo la matanza de una forma metódica, no desordenada, propia de profesionales preparados a propósito para ese menester. No es casual que días antes, a mediados de abril, el director de la Agencia Central de Inteligencia hubiese visitado Kiev. 4 El objetivo estaba cumplido, se sembró el terror en la población, que ya no se atrevería volver a protestar más. Estos métodos recuerdan a los de la época de la Alemania nazi, pero han ocurrido ahora. No obstante, y pese a todo esto, los medios de comunicación lo trataron de hacer pasar como peleas entre grupos rivales. Cuando no hubo tales "enfrentamientos", sino una matanza deliberadamente y concienzudamente preparada. Estos medios seguían un guion político, cual fotocopiadoras, y no uno periodístico que se preocupa por informar y analizar con rigor los sucesos que ocurren en el mundo. Así, calificaron la masacre premeditada como "enfrentamientos" y no se molestaron por contar lo que realmente sucedió allí, ni en esos días ni posteriormente. Una actuación ya cotidiana en este tipo de medios corporativos o de medios que conviven con ellos y tienen intereses políticos y económicos similares.



Gara, un medio no corporativo, pero que se comporta como estos mismos en muchos aspectos de la política internacional, manteniendo una línea "informativa" bastante deplorable.  Ver los siguientes enlaces:

Aunque en este caso sí hubo un leve intento por contar algo de lo que sucedió, pero ocultando el hecho de que aquella operación, por su desarrollo y las contundentes pruebas que había y hay, estaba perfectamente planificada. Eso sí, a quienes no comulgan con la junta neonazi de Kiev Gara los sigue apodando "prorrusos", como si no fuesen ucranianos o como si fuesen ucranianos de segunda, y a esa junta fascista la llama el gobierno de Kiev, como si tuviese legalidad democrática. Ver este artículo: Kiev provocó los choques que llevaron a la tragedia de Odessa


La Wikipedia (Falsipedia), cómo no, dando la misma versión que aparece en los portavoces del poder económico occidental, los medios de comunicación corporativos. La Wikipedia está muy acostumbrada a minimizar u ocultar los crímenes que pueden implicar a las potencias occidentales, mientras agranda y saca de contexto campañas de propaganda de guerra contra sus adversarios. Como fue lo que ocurrió en Srebrenica en la antigua Yugoslavia en la guerra de los años 90 del siglo XX. 
Ver la versión de la Wikipedia, que es propagandística y está apartada de la realidad:
Y, por contra, lo que dicen las investigaciones con cierto rigor, que hablan de varias masacres y por parte de ambos contendientes:
Viendo todo esto, sitúense ahora en el momento en que  los nazis de los años 30 y 40 arrasaban barrios enteros de las ciudades en busca de comunistas, socialistas, disidentes y finalmente también en contra de los judíos o de los que ellos decían que eran judíos. Entonces también se justificó su actuación y sus matanzas y tropelías, como la de Odessa, también fueron calificadas como enfrentamientos, y en aquellos casos seguro que encontraron más resistencia que en la ciudad ucraniana. Seguro que alguien les ofreció incluso una más que justificada resistencia armada, pero que en su día fue calificada como una respuesta de grupos terroristas. Las víctimas se convertían en criminales y verdugos, y en el mejor de los casos se equiparaba a víctimas y verdugos, como se hace en buena medida aquí.
El ocultamiento de la realidad para hacer pasar una clara y descarnada agresión exterior por enfrentamientos entre rivales ha sido algo cotidiano en las historias de masacres y de represión.
Para una mejor comprensión sobre la Masacre de Odessa de 2014 tienen este informe:


Detrás de la masacre de Odessa es bien evidente que está la actuación de poderosos servicios de inteligencia, como los que diseñaron y prepararon la Operación Gladio en Europa. A este respecto tenemos un caso no igual pero si muy parecido en muchos aspectos, como el de dejar actuar impunemente a los matones preparados para ello e incluso de protegerles y custodiarles y en ningún caso detenerles por parte de las fuerzas de seguridad en lo que ocurrió en Montejurra, junto a la ciudad navarra de Estella, en 1976. 
En aquel momento había fallecido recientemente el dictador Franco el 20 de noviembre del año anterior, 1975, y el movimiento carlista había cambiado a unas posiciones claramente progresistas y democráticas, siendo un elemento aglutinador de la oposición real al régimen dictatorial y en torno al cual ya se movían diferentes partidos de izquierda, como el Partido Comunista. Así, la conmemoración que se celebraba cada año en el monte de Montejurra se convertía en un acto reivindicativo de calado político, pues se unía el elemento progresista de izquierda con la visión de un estado descentralizado de carácter confederal, algo especialmente peligroso para la dictadura por el momento y el lugar donde se producía. El lugar era Navarra, clave en el futuro del devenir político del País Vasco, al cual Navarra por propia naturaleza pertenecía culturalmente y estaba por ver como iba a ser políticamente. Además, se tiene que el dirigente carlista, Carlos Hugo de Borbón y Parma, era pretendiente al trono de España, por lo que era un rival directo al pretendiente nombrado por el  dictador Francisco Franco, que no era otro que Juan Carlos de Borbón.
En 1976, como ya adelantaba la prensa, por ejemplo El Alcázar, se iba a intentar a llevar a cabo la Reconquista, es decir, anular el peligro que suponía el movimiento carlista en ese momento y tomar el control de tal movimiento, como se hizo en 1936. La escena y la actuación se preparó con tiempo, se hicieron reservas hoteleras a personas clave que iban a intervenir en los acontecimientos, se pagaron dietas y se preparó el viaje a los que  ayudarían a la escenificación, junto a dar claras órdenes a la Guardia Civil (o a la Policía Armada), a través del gobierno y de su mismo director, Ángel Campano, para que actuase a favor de los que iban a llevar a cabo los ataques contra los seguidores carlistas legales.  A la misma Vuelta Ciclista a España se le hizo cambiar su recorrido para que no coincidiese con Estella, enviándola hacia Tafalla, de modo que no hubiese más testigos incómodos.  En relación al movimiento carlista, se había expulsado a personas que no respetaban las decisiones del partido y que tomaban posturas antidemocráticas y violentas, como seguidores que eran del fascismo. En este grupo el fascismo español captaba al hermano de Carlos Hugo, Sixto. Los sucesos que siguen creo que ya los conocen, el día de la romería, el 9 de mayo, ya en la explanada del Monasterio de Irache, los pistoleros contratados a propósito disparan contra los carlistas, matando a una persona. La Guardia Civil, ante el estupor e indignación de la gente, no actúa, no detiene a los agresores, que operaban impunemente al no tener armas los seguidores carlistas. Algo similar ocurre después cerca de la cima de Montejurra, que había sido tomada por los seguidores fascistas y pistoleros de Sixto, allí se abre fuego contra la procesión, que dará como resultado finalmente la muerte de otra persona que inicialmente fue herida. Tampoco la Guardia Civil aquí detiene a nadie y los agresores abandonan el lugar de los hechos sin ningún problema. Entre los pistoleros presentes en Montejurra estaban conocidos miembros de la organización Gladio. Gladio, recordemos, son los ejércitos secretos de la OTAN creados en colaboración con las estructuras militares y los servicios secretos de cada país donde actuaban, y que eran y son dirigidos por las agencias de inteligencia estadounidense, la CIA, y la británica, MI6,  y que contrataban mercenarios, principalmente fascistas, para cometer los atentados terroristas. Tenemos por ejemplo a los terroristas Stefano della Chiaie, Jean Pierre Cherid o Rodolfo Almirón: el primero muy vinculado a Gladio, llevando el mando en España, y que entre otros atentados estuvo implicado en el de la estación de Bolonia de Italia en agosto de 1980, donde asesinaron a 85 personas, y posteriormente fue a América del Sur a participar en los crímenes de la Operación Condor; el segundo estuvo luego vinculado entre otros grupos a los GAL, que llevaron a cabo ataques terroristas en los años 70 y 80 contra  la izquierda abertzale; el tercero, procedente de la triple A argentina, otro asesino a sueldo, trabajó como jefe de la seguridad personal de uno de los responsables de lo ocurrido en Montejurra, Fraga Iribarne, entonces Ministro de Gobernación y Vicepresidente para Asuntos de Interior.  5, 6 
Por parte del gobierno dictatorial se da una explicación de los hechos que ya conocemos, hablando también de enfrentamientos internos y ocultando la realidad, pero no así por quienes quieren analizar y describir lo que realmente ha sucedido. 
Desde el gobierno y sectores de la derecha se lanza el mensaje de que ha sido un enfrentamiento entre carlistas, “una pelea entre hermanos” [Fraga]. La prensa desmiente tales afirmaciones (Entre los artículos y notas de prensa publicadas hay que destacar el de, por entonces militante comunista, Jordi Solé Tura, “Montejurra”, Mundo diario, Barcelona, 13 de mayo de 1976) entre ellas El Pensamiento Navarro, diario neointegrista de Pamplona que ha participado en la campaña de prensa de la “Operación Montejurra”: “No fue una lucha, fue un vil asesinato cometido por pistoleros que rompen el ánimo de la convivencia y crean víctimas inocentes”. (El Pensamiento Navarro, 13 de mayo de 1976). 6
Del mismo modo a estos casos que hemos visto, en países como Libia o Siria también se ha hablado de luchas internas, en el caso de Siria se volvía a la manida división y diferencias religiosas existentes, sin querer ver que ese no es el motivo real y principal de los conflictos originados. Conflictos que han tenido y tienen una raíz externa, pues sin la presencia de los mercenarios extranjeros que han invadido el país y que son entrenados, formados y armados por los gobiernos occidentales en colaboración con las dictaduras del Golfo, Turquía e Israel, no habría tales guerras de agresión, y estos países se desarrollarían y vivirían en paz como otro país cualquiera.
Aquí pueden ver cómo se originó y quién originó la guerra en Siria, una historia muy diferente a la ampliamente difundida en los medios de comunicación occidentales:


En este artículo pueden escuchar la opinión de sus protagonistas, de los "rebeldes", en realidad verdaderos terroristas:


Notas:
1.  La CIA en Guatemala en 1954. No a la democracia. 
https://www.youtube.com/watch?v=TUsYJLKdyJ0&list=FLTIBK9RVQpd9VB5L8xtvNEw&index=15
2. Anthony LewisAbroad at home. New York Times, 10 de enero de 1988.
3. Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. África. Libertarias. 2012.3
4. Joe Giambrone. The Odessa Massacre was a carefully staged covert intelligence operation. Global Research. 14.05.2014.
5. Francisco Javier Ventura. Libro negro de Montejurra 76- Fraga y los crímenes de Montejurra.
http://es.calameo.com/read/000912285d569086f4715
6. Joaquín Cubero Sánchez.  Montejurra 1976. Un intento de interpretación. Comunicación presentada en el Congreso HISTORIA DE LA TRANSICIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEMOCRÁTICA. Madrid, 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre de 1995.

martes, 14 de abril de 2015

Homenaje a Eduardo Galeano


Ayer 13 de abril de este año que avanzamos nos ha dejado Eduardo Galeano. Nos ha dejado y resulta difícil explicar esta pérdida: por su talento, por su talento literario, histórico, político y de otros tantos temas y espacios que sería extenso relatar, pero  especialmente se le añora por su talento humano en un mundo con tan escasa humanidad.
Cuando escribía la obra que dediqué al poco respeto que ha tenido el poder económico y político estadounidense al resto de culturas y países del mundo, Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países, Eduardo Galeano fue fuente de inspiración y de sabiduría, pues él ya en tantas y tantas obras nos hablaba del maltrato y explotación sufrida por América Latina. Una América Latina que era desangrada dejando sus venas abiertas, mientras otros se enriquecían con su sufrimiento y muerte. América Latina, afortunadamente, revivió y está ahora más viva y fuerte que nunca.
Hoy América Latina es realmente un referente y no los Estados Unidos, aun a pesar de seguir siendo estos la mayor potencia militar del mundo, aunque ya dejaron de ser la económica.
Hoy Estados Unidos es una poderosa nación, tal vez  la más poderosa en la historia humana. Esto en principio puede parecer algo bueno, un gran logro, pero, ¿cómo ha llegado ahí?, es más, ¿qué métodos y medios ha empleado para conseguirlo? ¿O no importan estos si se consiguen los objetivos?, es más, ¿siquiera los objetivos eran los más adecuados?
Las cuestiones son inquietantes y nos conducen a pensar qué modelo de vida y de mundo queremos.
¿Queremos un mundo en guerra continua o por el contrario un mundo donde el entendimiento y la concordia prevalezcan? ¿Es posible vivir en paz?
Desde luego la guerra, la historia de la guerra, nos ha mostrado muchas lecciones a aprender. Podemos tenerlas en cuenta o no, pero entonces deberemos ser consecuentes con nuestras decisiones.
Las sabias palabras de Benjamin Franklin y Eduardo Galeano nos hablan sobre las guerras, y también sobre los seres humanos que las practican y las llevan a cabo.
Nunca hubo una guerra buena o una paz mala. 
Benjamin Franklin 
Las guerras mienten, ninguna  guerra tiene la honestidad de confesar, “yo mato para robar”.  
Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del  progreso, en nombre de la democracia. Y si por las dudas, tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y, en un inmenso matadero. En Rey Lear, Shakespeare había escrito que en este mundo los locos conducen a los ciegos, y cuatro siglos después los amos del mundo son locos enamorados de  la muerte… 
Uno se pregunta, ¿hasta cuándo?, ¿hasta cuándo la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra?, ¿hasta cuándo seguiremos creyendo que hemos nacido para el exterminio mutuo, y que el exterminio mutuo es nuestro destino?, ¿hasta cuándo? Si el mundo, este mundo merece ser otro mundo la marcha por la paz, la marcha del 2 de octubre, merece millones y millones de pies. 
Eduardo Galeano. Adhesión a la marcha por la paz y la no violencia  2009.


jueves, 9 de abril de 2015

GLADIO. Parte II.

Masacre de Gladio en Piazza Fontana, Milán 1969

Les comentaba en la primera parte dedicada a los ejércitos secretos de la OTAN en Europa, que para conseguir los fines de domeñar, dominar y cambiar la opinión pública hacia otro rumbo que no coincide precisamente con los intereses de esta, hay que recurrir al empleo de la coacción, por ejemplo creando terror, pero también hay que recurrir al engaño, pues la una sin el otro se queda coja.
Si hubiese libertad real en una sociedad, la gente, que principalmente no es malintencionada o no lo es en demasía, llegaría a un equilibrio en el que si bien existirían ciertas desigualdades, finalmente unos y otros tendrían lo necesario y suficiente para desarrollar sus vidas de una forma digna. Pero, tristemente, no vivimos en un mundo así. Siempre hay personas que por codicia, por ambición excesiva de poder, por su exagerado egocentrismo y porque disponen de medios para poder llevarlo a cabo quieren someter a los demás y que estos acepten su sometimiento. Para lograr esto, de un modo u otro han de recurrir a métodos más o menos violentos y coactivos y, también, a métodos de embaucamiento, alienación o engaño.
Si volvemos a nuestro tema inicial, al final de la Segunda Guerra Mundial y a la liberación de Europa del fascismo, las posibilidades de continuidad y apoyo popular que tenía el poder económico de entonces, tanto el propiamente europeo como el estadounidense, eran mas bien escasas, debido a su implicación directa en la promoción y mantenimiento de sistemas políticos y económicos de los más oscuros que ha conocido Europa. Por este motivo no se dejó que existiese una atmósfera de paz, concordia y respeto. Se recurrió bien pronto a la denominada "estrategia de la tensión", que consistía, como el nombre delata ya, en acrecentar y extender la tensión social, económica y política en la población. Era en realidad una guerra psicológica en la que utilizando la violencia se aterraba a la gente, que histérica pedía protección y, al mismo tiempo, se acusaba a los rivales políticos realmente populares, como podían ser entonces los comunistas, de tales horrendos crímenes. Se conseguía así un doble efecto:
- Dominar y someter a la población, que ahora sí aceptaría cualquier imposición, por muy penosa y desproporcionada que fuese esta.
- Anular a los rivales políticos, a los que se demonizaba, viéndolos esa población, erróneamente e injustamente, como los causantes de los problemas y las masacres cometidas.

Era el poder político y económico clásico el que cometía tales crímenes y masacres, o al menos su sector más dominante, y mediante su poderosa red de medios de comunicación el que también lanzaba su dedo acusador contra los partidos políticos y organizaciones no afines con el fin de desprestigiarlas, marginarlas y finalmente perseguirlas y aniquilarlas.
Se preguntarán ustedes cómo es posible engañar a toda una sociedad de este modo tan sencillo como demencial y cruel, bien, esta estrategia se ha empleado por parte de las clases dirigentes durante siglos y siglos, y siempre, o  casi siempre, ha mostrado una eficacia devastadora.
Podemos recordar la falta de escrúpulos y de cualquier moral en el empleo de tales métodos por parte de una de esas personas entrenadas y pagadas, como mercenarios, que cometían tales crímenes; un soldado de Gladio,  Vincenzo Vinciguerra:
Tenías que atacar a civiles, al pueblo, mujeres, niños, gente inocente, gente desconocida que se encontraba muy lejos de cualquier asunto político. 1
Como ven, el no estar implicado o metido en asuntos políticos no te libraba, ni te libra, de sufrir las consecuencias de estas acciones indiscriminadas. Aspecto este que nos debería hacer reflexionar a todos, pues todos somos o podemos ser víctimas potenciales de estas mentes criminales. Mentes que desde las altas esferas del poder político y económico preparan tales acciones que luego son llevadas a la práctica por este tipo de personas que por dinero harán cualquier cosa, y que como vemos en absoluto son exclusivas de los islamistas radicales, unos y otros mercenarios creados y entrenados por los servicios de inteligencia anglosajones.
Lo triste de esta historia es que solemos olvidarla o ni siquiera la conocemos, pero ha sucedido y sigue sucediendo. Si nos preguntan qué ocurrió en Milán en Piazza Fontana en 1969, en Brescia en una manifestación en 1974, en el tren Roma a Munich ese mismo año, en Bolonia en su estación o en  Munich en su Oktoberfest en 1980, o en Bélgica en la región de Brabant durante también los años 80, por poner solo algunos ejemplos, seguramente tendremos algún vago recuerdo, si es que lo tenemos. Pero en todos estos casos, como los que también ocurrieron en España: Montejurra (1976), atentado de Atocha (1977) o lo ocurrido en el Scala en Barcelona en 1978, también entre otros muchos casos, estuvo involucrado detrás Gladio. Es decir, ejércitos secretos de la OTAN apoyados por los gobiernos y por la estructura militar de cada país con el asesoramiento y dirección de los servicios secretos anglosajones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el MI6, la CIA británica, y sirviéndose de la contratación de mercenarios, principalmente fascistas, que es lo que se ha conocido por su denominación de la rama italiana como GLADIO. Un caso de hoy en día en Europa que lleva la marca de Gladio es la masacre de Odessa de mayo de 2014 en Ucrania.
Volviendo al pasado, tenemos lo que sucedió en Milán en diciembre de 1969 en Piazza Fontana y también en la ciudad de Roma, donde se cometieron una serie de atentados con bomba que dejaron una cifra de dieciséis muertos. Los muertos eran en gran medida gente de pueblos que había ido a vender sus productos al mercado y que fueron al banco, a la Banca Nazionale dell´Agricoltura, a depositar su dinero. Allí les esperaba la bomba depositada con ese propósito.  La reacción ante el atentado fue una típica ante este tipo de ataques.
...se culpó falsamente a los comunistas y a la extrema izquierda, se borraron las pistas y se comenzó con los arrestos irregulares. La mayoría de la población tuvo pocas oportunidades de averiguar la verdad, puesto que el servicio secreto militar fue muy lejos para encubrir el crimen. En Milán una de las bombas no detonó por un fallo del mecanismo temporizador, pero la bomba fue destruida en la misma escena del crimen por el servicio secreto, que colocó partes de otra bomba en la casa del conocido editor de izquierdas Giangiacomo Feltrinelli. 1
Sería bueno que reflexionasen sobre estos sucesos, sobre estos hechos, y verán que tales sucesos, tales falsas acusaciones y tales terribles crímenes, se han repetido durante el tiempo desde que ocurrieron aquellos crímenes de Piazza Fontana hasta el día de hoy. Verán que no se aprendió en absoluto de las enseñanzas de esta historia y que se caía con facilidad en una trampa mortífera: la población era masacrada y engañada, se culpaba a inocentes y los culpables no solo quedaban impunes, sino que obtenían un gran beneficio de ello. Perfecto para que repitiesen otra vez esta estrategia, como así ocurrió: en Bolonia mataron a 85 personas en una estación de tren en agosto de 1980.
Y ustedes podrán decir, ¿cómo se puede reaccionar ante tales sucesos? Bien, si hubiésemos conocido esta historia y, como hemos dicho, otras muchas más similares a esta, entonces estaríamos en cierta forma preparados, vacunados, ante este tipo de infección que es la utilización de este tipo de atentados con conmoción social que disparan el miedo y las emociones más primarias. Ante un hecho así, en caso de haber aprendido y madurado lo sucedido en casos pasados, se reaccionaría con un mínimo de serenidad y de objetividad, analizando los hechos y todos los puntos de vista, esto último especialmente importante, pues tendemos a escuchar la voz de un solo lado, en este caso del poder político o económico que nos habla de forma abrumadora a través de los medios de comunicación. De este modo si escuchamos atentamente y con juicio a todas las partes, comprobamos objetivamente la verificación de los sucesos y no nos dejemos arrastrar por la fácil y peligrosa  trampa de las fáciles acusaciones, buscando un chivo expiatorio, entonces podremos no dejarnos engañar. Y esto, estimados lectores, es lo mejor que podemos hacer, pues de este modo este tipo de crímenes y deleznables atentados dejarán de ocurrir, al perder su efecto e incluso condenar a su autor real.
No deben olvidar que Gladio sigue todavía vivo, puede actuar con diversos y diferentes actores, pero el fondo de las intenciones y de la estrategia sigue ahí. Por cierto,  no les extrañe como se parece el modus operandi de las masacres de Brabant, en Bélgica, a lo que se hizo en París contra los miembros de la revista Charlie Hebdo. Ya se lo comentaba en estos artículos sobre unos atentados que conmocionaron a Europa este mismo año o a Australia a fines del pasado. Ambos casos tienen el mismo autor  intelectual, aunque los autores materiales sean diferentes.



Notas:
1. Daniele Ganser. Los ejércitos secretos de la OTAN. El Viejo Topo. pp. 29-74

jueves, 2 de abril de 2015

GLADIO. Parte I.

Informe del SIFAR (Servicio de Información de las Fuerzas Armadas de Italia) sobre el SIFAR y Gladio, junio de 1959.

El fascismo, esa ideología autoritaria con una retórica populista pero con unos efectos prácticos reales de sometimiento y explotación de la gente, fue impulsada por el mundo industrial y financiero, tanto de los Estados Unidos como de Europa.
El fascismo suponía para ellos, para los grandes magnates, un sistema próximo al ideal, donde la sociedad y los trabajadores, controlados con mano de hierro, iban a desarrollar su labor productiva sin posibilidad de que pudiesen  protestar o negarse a llevar a cabo el trabajo obligatorio encomendado. Ni que decir tiene que este trabajo era arduo, con un aumento muy considerable en el número de horas a trabajar; con gran riesgo de accidentes, al no existir ninguna política de protección; así como muy mal retribuido económicamente. El fascismo posibilitaba la explotación más descarada y descarnada bajo el amparo de un supuesto orden y progreso, el progreso era en realidad para esas élites que veían aumentar de forma espectacular sus ingresos y no temían ninguna queja o rechazo por parte de los trabajadores, que habían sido forzados a  convertirse en prácticamente nuevos esclavos. El fascismo anulaba  a las personas:
Los italianos son como niños” y “deben ser [guiados] y ayudados más que cualquier otra nación”. Los Camisas Negras de Mussolini resolvieron el problema con la violencia. Llevaron a cabo “una excelente y joven revolución”, observó con aprobación el embajador norteamericano refiriéndose a la marcha de Mussolini sobre Roma en octubre de 1922, que puso fin a la democracia italiana. 1
Como en Italia, tenemos casos similares en Alemania, España o Croacia.
De este modo, la Segunda Guerra Mundial tuvo como objetivo fundamental destruir a un sistema social, político y económico que era claramente desafiante a lo establecido en el mundo occidental, ese sistema era el de la Unión Soviética. Para llevarlo a cabo se preparó la Operación Barbarroja, apoyada por el dinero y armamento que aportó el poder corporativo occidental. El resultado fue la mayor tragedia humana de la historia, el mayor holocausto de todos los tiempos, en  torno a veinticinco millones de eslavos fueron asesinados y el país fue destruido. Sin embargo, el coraje y la dignidad humana vencieron a los nada limpios planes de las empresas occidentales, y el fascismo fue derrotado. Aquí, el mundo financiero e industrial capitalista comenzó a tener un serio problema, pues la Unión Soviética comunista estaba vista como una verdadera salvadora, teniendo un gran prestigio y, por contra, todo el mundo reaccionario y opresor en que se basaba el capitalismo tenía un enorme descrédito. En esta situación una elección libre y democrática de los europeos mostraba un claro apoyo hacia los partidos netamente de izquierda, como son los comunistas.
No es extraño entonces que Estados Unidos entrase rápidamente en Europa poco antes de finalizar la guerra, cuando ya el ejército nazi había sido derrotado, para mostrar al mundo que ellos eran los liberadores. En realidad Estados Unidos no liberó a Europa de nada, sino que lo que hizo fue una campaña publicitaria para mostrarse como tal, aunque realmente no fuese él el que trajese la paz y la libertad a Europa. Del mismo modo los dirigentes estadounidenses, en colaboración con los de Europa occidental, comenzaron a apoyar a movimientos claramente violentos y de ideología de extrema derecha. En Italia recuperaron a la mafia, que había sido anulada por el propio fascismo al verla como un rival. Su recuperación fue para imponer una ley de mano dura sobre los partidos y sectores de izquierda que en Italia progresaban debido al gran apoyo popular recibido. También se recuperaron y promocionaron a los fascistas que años antes habían causado el terror y habían sometido a la izquierda. El objetivo volvía ser el mismo, con la diferencia que antes se hacía abiertamente, utilizando el poder del estado, y ahora se hacía de forma oculta, por lo mal vistas socialmente que estaban este tipo de ideologías y sus modos de actuar.
Dada la fuerza de los partidos comunistas en numerosos países de Europa occidental, la OTAN había emprendido una guerra secreta no-ortodoxa ya desde su creación [1949] apenas finalizada la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo con los descubrimientos de la investigación parlamentaria belga sobre Gladio, la guerra no-ortodoxa secreta pudo incluso preceder a la fundación de la alianza. Hacia 1948, esta guerra no-ortodoxa estaba coordinada por el llamado "Comité Clandestino de la Unión Occidental" (CCWU). De acuerdo con la prensa todas las "naciones [de Gladio] eran miembros del CCWU y participaban periódicamente en sus reuniones a través de un representante de sus respectivos servicios secretos. Los servicios secretos estaban en general en contacto directo con las estructuras S/B [Stay Behind]. 2
Cuando en abril de 1949 se firmó el Tratado del Atlántico Norte, el acta fundacional de la OTAN, el CCWU se introdujo en secreto en la estructura militar internacional, pasándose a denominar ya en 1951 CPC (Comité de PlanifiCación Clandestino).
Bien, estos ejércitos secretos de la OTAN, apoyados por los gobiernos y por la estructura militar de cada país con el asesoramiento y dirección de los servicios secretos anglosajones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el MI6, la CIA británica, y sirviéndose de la contratación de mercenarios, principalmente fascistas, es lo que se ha conocido por su denominación de la rama italiana como GLADIO.
El general Geraldo Serravalle, que comandó Gladio en Italia de 1971 a 1974, reflejaba claramente el objetivo de Gladio, indicando que Estados Unidos, por medio de la CIA, buscaba el control político en Europa. Eran entonces unos años difíciles para ellos, donde había que cambiar, de un modo u otro, todos esos aires democráticos y de libertad que se extendían por el viejo continente. Y, cómo no, se recurrió a un modo imperecedero de la historia del control del poder en la humanidad, al uso, la utilización, del terror y del engaño.

Notas:
1. Noam Chomsky. Deterring Democracy. Hill and Wang. 1992.
2. Daniele Ganser. Los ejércitos secretos de la OTAN. El Viejo Topo. p.61.