lunes, 30 de diciembre de 2019

Excepcionalismo americano

Acontecimientos deportivos, como la Super Bowl, son utilizados para fomentar la ideología del excepcionalismo americano

El excepcionalismo americano (estadounidense) se ha arrogado siempre una inocencia que contrasta, muy notablemente, con siglos de guerras y expolio protagonizados e impuestos por ellos. Por supuesto, toda esta barbarie, con sus numerosas masacres y matanzas, fueron y son justificadas en nombre de no importa que supuesto noble motivo: un destino apoyado por Dios, la defensa de la civilización, la libertad, la democracia o incluso la nueva religión de los derechos humanos. Todo esto se ha empleado y se emplea como excusa para hacer aceptables las mayores de las fechorías. 
Así teníamos el Destino Manifiesto, que sirvió entre otra cosas para dar el visto bueno al genocidio de los nativos norteamericanos.
El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino. 1
Claro está que para consumar tal monstruosidad hubo que difamar y demonizar a los exterminados, mostrándolos como salvajes, los peores de los salvajes. En ello trabajaron, como trabajan hoy, los "civilizados" intelectuales, tan responsables de las muertes como lo que disparaban los rifles o revólveres.
Hoy en día estas tropelías no han cesado, no se harán, porque no es necesario, en su creada nación, pero sí fuera de ellla. Lo pudimos ver muy recientemente en Libia el año 2011, donde tras un incesante bombardeo y el apoyo a los sanguinarios mercenarios de Al Qaeda se acabó con la vida de decenas de miles de personas y se destruyó y arruinó el país más próspero y con más futuro de África. Las consecuencias perduran y perdurarán por muchos años, las vemos nosotros en las olas de refugiados. Afortunadamente estos canallas no han podido con Siria.
Las noticias falsas, las verdaderas fake news, han ocultado al gran público estas realidades, contribuyendo a mantener este crimen contra la humanidad,  gracias a propagar este dañino mito del excepcionalismo americano. Una superioridad moral o social  que no existe, que nunca existió.
Lo que es irónico es que las fake news han sido en realidad las únicas noticias diseminadas por los dirigentes del imperio de EE.UU. Hemos sido expuestos a estas fake news durante tanto tiempo como se nos ha dicho que los EE.UU. es una fuerza para el bien en el mundo -noticias sobre que la esclavitud es cosa del pasado, que no vivimos en una tierra robada, que las guerras son libradas para extender la libertad y la democracia, que una corriente en alza eleva todos los barcos, que las prisiones nos mantienen seguros y que la policía sirve y protege. De este modo, las únicas "noticias" alguna vez comunicadas por varios canales del imperio estadounidense son las del excepcionalismo e inocencia americanas. 2
Como expone Andrea Smith, en vez de buscar una vida, una libertad y una felicidad que dependen de la muerte de otros, deberíamos imaginar nuevas formas de gobierno basadas en la reciprocidad, la independencia y la igualdad. 2 No es tarea fácil civilizar a nuestras sociedades y gobiernos realmente incivilizados. Seguramente porque aún no hemos desarrollado la humanidad suficiente, seguimos en las mismas prácticas y nefastos pensamientos de siempre.
La humanización es, por un lado, el proceso que se genera por la interposición de instrumentos entre los humanos y su entorno y la redistribución solidaria de las ganancias conseguidas y de los mecanismos necesarios para su obtención, por otro. Y eso, ¿por qué? En primer lugar, porque somos los únicos que utilizan sistemáticamente medios materiales para la obtención de alimentos y de seguridad del entorno. En segundo término, porque la redistribución solidaria trunca la etología arcaica y atávica consistente en distribuir exclusivamente siguiendo una pauta jerárquica, de familia o de comunidad. Si conseguimos romper ese marco redistributivo del estamento, la familia y el país, estamos generando un proceso de humanización que últimamente es posible mediante toda la integración de toda la humanidad en un orden horizontal y continuo. 3
La sociedad y fundamentalmente el imperio estadounidense están basados en principios opuestos a estos, de ahí su virulenta actitud hacia quienes no son de los suyos, no solo de su país, sino especialmente de su clase social o familia. Recordemos que los soldados pueden seguir a la bandera, pero la bandera siguió y sigue siguiendo al dólar, es decir, a los grandes propietarios. Nos lo traía a la memoria el general más laureado de los Estados Unidos de América.
Yo estuve 33 años y 4 meses en el servicio militar activo y durante ese periodo pasé la mayor parte de mi tiempo como un matón de clase alta para las grandes empresas, Wall Street y los banqueros. En pocas palabras, fui un mafioso, un gánster para el capitalismo. 4

Referencias-Notas:
1. Jhon L. O' Sullivan. Democratic Review. 1845.
2. Roberto Sirvent and Danny Haiphong. American exceptionalism and American Innocence. Skyhorse Publishing. 2019, p.3.
3. Eudald Carbonell, Robert Sala. Aún no somos humanos. Península. 2003, pp.226-227.
4. Smedley Butler. War is a racket. 1935


martes, 3 de diciembre de 2019

El odio promovido por el capitalismo hacia Lenin y Marx


En el mundo en el que vivimos, dominado económicamente y por tanto culturalmente por el capitalismo, se denosta, ridiculiza o se demoniza a aquellos pensadores que lo ponen en cuestión.
Lenin nos recordaba ya entonces que la doctrina de Marx suscitaba la mayor hostilidad y el mayor odio de la "ciencia" burguesa. El entrecomillado es mío y hace referencia a la parcialidad de no importa que disciplina que toma partido por la clase social o el estatus dominante.
El autor ruso entendía bien el porqué de esta actitud, como entendería del mismo modo el ensañamiento de hoy en día hacia su persona.
Y no puede esperarse otra actitud, pues en una sociedad erigida sobre la lucha de clases no puede haber una ciencia social "imparcial". De un modo o de otro, toda la ciencia oficial y liberal defiende la esclavitud asalariada, mientras que el marxismo ha declarado una guerra implacable a esa esclavitud. 1
Si todavía creen que nuestra sociedad no está basada en una enraizada lucha de clases, les recomiendo que escuchen lo que dicen los grandes propietarios a nivel privado con sus compañeros de clase. Verán un profundo desprecio hacia la clase obrera, a la que explotan hasta la médula y desechan cuando no les es útil, sin importarles lo más mínimo su destino.
Sobre la "imparcialidad" de la que habla Lenin, es preciso tener en cuenta:
Del mismo modo que el conocimiento del hombre refleja la naturaleza,  que existe independientemente de él, es decir, la materia en desarrollo, el conocimiento social del hombre  (es decir, las diversas opiniones y doctrinas filosóficas, religiosas, políticas, etc) refleja el régimen económico de la sociedad. 1
Es común que a las doctrinas y enseñanzas de estos intelectuales que defendían a los estratos sociales más desfavorecidos, pobres y maltratados se las tache de "sectarias". Pero cómo van a ser sectarias si están pensadas para servir de ayuda y beneficio a la mayoría social que representan los trabajadores. Sectario sería lo contrario, lo que se hace hoy en día, priorizar el privilegio y riqueza desorbitadas de una minoría. Una economía no pensada en las personas sí es sectaria.
Allí  donde los economistas burgueses veían relaciones entre objetos (cambio de unas mercancías por otras), Marx descubrió relaciones entre personas. 1
Cómo podemos argumentar racionalmente que el objetivo de una empresa es pensar en incrementar cada vez más las ganancias de sus accionistas. Esto es una aberración, de ahí los continuos despidos, la bajada de salarios, la presión y las malas condiciones laborales, además de la inviabilidad a medio-largo plazo de tal proyecto. Una empresa debe estar para dar productos y servicios de calidad a la sociedad, y suponer el modo de ganarse la vida decentemente y con proyección de futuro a quienes la hacen posible y la integran.
El otro día vi como incluso en el telediario de televisión española, en un reportaje de Lorenzo Mila sobre el terremoto de Albania, se le metía un gol por la escuadra a nuestro sistema económico vigente. En él los entrevistados decían que las casas que no se cayeron fueron las hechas durante el periodo comunista y sí lo hicieron las construidas posteriormente. Lo explicaban porque antes las casas las hacían a conciencia contra este tipo de fenómenos, llevaba estudio, técnica y tiempo hacerlas. Ahora lo que prima es la ganancia rápida del constructor. Luego se caen y matan a la gente que las compró. 
La acumulación de capital de los que poseen los bienes de producción no representa una mejora para la sociedad, aunque como se suele decir, pueden así "invertir".
El capital creado por el trabajo del obrero, oprime al obrero, arruina al pequeño patrono y crea un ejército de parados. 1
Este ejército es muy provechoso para estos capitalistas, porque podrán volver a los trabajadores en esclavos que les servirán bajo cualquier mísero salario y en cualquier horario, pues lo que no quiera uno lo aceptarán sin rechistar una multitud en la reserva. Es común hoy en la industria, no solo en la agricultura, el cobrar 5 o 6 € a la hora, donde te pueden llamar para ir cuatro horas hoy y mañana  no. Y así de forma continua estando a disposición para cuando los necesiten, si los necesitan. Luego la televisión nos dirá que cae la natalidad y no quieren saber por qué. Porque no tienen medios ni para mantenerse ellos mismos.
Una característica humana muy arraigada es la explotación y abuso de unos seres humanos por otros. La caída del sistema feudal no puso fin a tal penosa costumbre.
Cuando el régimen feudal fue derrocado y vio la luz la "libre" sociedad capitalista, en seguida se puso de manifiesto que esa libertad representaba un nuevo sistema de opresión y explotación de los trabajadores. Como reflejo de esa opresión y como protesta contra ella, comenzaron inmediatamente a surgir diversas doctrinas socialistas. 1
Hoy la clase trabajadora se ha abandonado completamente, está anulada moral e intelectualmente, ha delegado su pensamiento en quienes se aprovechan de ellos, les toman el pelo y se ríen de ellos, y no responden. Tienen en realidad, aunque sea doloroso decirlo, lo que se merecen.
Lenin, como Marx, como todo estudioso que base su trabajo en la realidad social y no en la imaginación y los vanos buenos deseos, están vigentes, y los trabajadores harían bien en tenerlos en cuenta si quieren mejorar su situación.

Referencias-Notas:
1. V. I. Lenin. Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. Obras escogidas. Editorial Progreso. Moscú 1970.