Por qué la tragedia de Ucrania (PS actualizado 17.05.23)

 

Otro bombardeo del ejército ucraniano sobre civiles en Donetsk el 28 de abril de 2023. Un autobús de pasajeros calcinados, 9 muertos.

Un hombre sabio de la región de Ivano-Frankovs, al suroeste de la actual Ucrania, llamado Mihailo Nechay,  decía ya allá por el año 2011 que las expectativas para esta generación no eran buenas. De Ucrania recordaba que volvería a ser lo que fue: la zona de la Transcarpatia volvería a Hungria y Chequia, Galizia regresaría a Polonia, la zona centro y sur sería Rusia, Bukovina iría a Rumanía y Ucrania desaparecería de los mapas. Se produciría un enfrentamiento entre la gente de ese estado ucraniano, que sería provocado por una poderosa tercera parte, ambiciosa de las riquezas que tiene este país-es y desataría una Tercera Guerra Mundial. Es lo que ha sucedido de la mano de Washington, fomentando a los fanáticos ultranacionalistas nazis del oeste y lanzándolos en primer lugar contra los que fueron ucranianos de cultura rusa y en segundo lugar contra la Federación rusa. Pronosticaba y va a acertar, que solo un tercio de la población permanecería, yéndose dos tercios de ella.

La sabiduría de este ser humano se revela aún más cuando muestra su profundo conocimiento de la naturaleza humana. Dice que nada enseña más a la gente que una gran tragedia. En tiempos de dificultad harás lo que no harías en otro momento por tu libre voluntad, las dificultades harán que lo hagas.  La tragedia es la academia de la vida para la gente.  Aquellos que nunca han visto la tragedia no conocen el precio y el valor de la libertad. Así lo sabrás. La tragedia es como una ciencia: enseña como vivir, como apreciar la libertad y a tu gente, y como valorar las cosas de todos los días. Y sólo la tragedia enseña eso, no la prosperidad, la prosperidad  invita a la tragedia y la tragedia quiere la prosperidad. Estos dos poderes son para siempre, mientras la humanidad permanezca en la Tierra.

 Esta es una honda reflexión filosófica que se da en toda época de la humanidad y de cuyo lastre ésta no puede librarse. No apreciamos lo que tenemos cuando vivimos en cierta prosperidad y paz, y esta inmadurez provoca nuestra actitud destructiva, creando nosotros mismos nuestros infiernos. La prosperidad invita a la tragedia.  Ya cuando la vida se convierte en dolor y muerte insoportables es cuando añoramos la paz y el bienestar que nosotros mismos destruimos. La tragedia quiere la prosperidad.  El ciclo no cesa. 

No miremos a cielos e infiernos en lugares no conocidos y extraños, el cielo y el infierno los creamos nosotros, unos a otros, aquí y ahora.

 Seguimos con los mismos nefastos comportamientos de nuestros antepasados, podemos haber mejorado en conocimientos y en la tecnología que deriva de ellos, pero humana y éticamente seguimos siendo igual de fanáticos e intolerantes, xenófobos y hostiles a otras culturas, egoístas y miserables hacia nuestros semejantes, deseamos el mal y no el bien, no construimos la paz, destruimos ésta.

Continúa este filósofo indicando que la gente hoy no es buena, son malas personas, solo se quieren a ellos mismos, convierten lo bueno en malo, son brutos. Quieren vivir bien pero que no otros lo hagan. No merecen nada bueno.

Es lo que había en la sociedad ucraniana y también en la española. Un embrutecimiento de las personas, incultas y presumiendo de serlo, insensibles y primarias, egoístas y superficiales, sin moral ni conocimiento. Una lumpenización de la sociedad, que ha traído, como en el caso ucraniano, que haya sido arrastrada a la locura  del nazismo.

Ucrania es un estado tan corrupto como patético y criminal. Aquí un observador austriaco viendo como atacan a la Iglesia Ortodoxa, valiéndose de la fuerza de las armas. Con una policía que no es policía sino un grupo de actores que hacen como que son policías cuando realmente permiten todo a los delincuentes, como ya lo hicieron en la masacre de Odessa. Dice el entrevistado que son actores, no policías y que aterrorizan a las personas. Hacen lo que les da la gana, pegan a la gente. Y son muy corruptos. Además expone como los medios occidentales ocultan todo esto al público. Una buena exposición de lo que es Ucrania y la propia Unión Europea.

La guerra desatada por Washington y sus oligarcas y nazis ucranianos es una gran estafa, como suele serlo cuando esta se lleva a cabo por la codicia y así lo decía el general más laureado de los Estados Unidos, Smedley Butler. El caso ucraniano es el culmen de la corrupción.

Occidente, con todos sus supuestos progresistas, intelectuales, referentes morales y científicos está apoyando o callando ante semejante barbarie. Somos una vergüenza salvo casos muy concretos que precisamente están siendo perseguidos por mantener su integridad humana y denunciar estas atrocidades.

Los intelectuales miran hacia otro lado, porque lo que buscan en realidad  son prebendas y reconocimiento, sin importar si apoyan o callan ante las atrocidades de un régimen nazi y un occidente que las impulsa. 

 Todo o casi todo el mundo calla por miedo y conveniencia, unos pocos se atreven a hablar y decir la verdad, y por eso son perseguidos. Aquí tienen unos ejemplos de lo que les comento, aunque hay bastantes más casos y en todos los países:  Alina Lipp en Alemania, Graham Phillips en Gran Bretaña, Anne Laure Bonnel en Francia o Janus Putkonen en Finlandia.

Anne Laure Bonnel reflejó la persecución de los habitantes de Donbass por los ultranacionalistas nazis, mostrando sus crímenes y el terror en el que los hacían vivir a diario. Aquí, en occidente, no solo no se actuó contra esa terrible injusticia, sino que se persiguió y condeno al mensajero que las mostraba.

You Tube ha vuelto a censurar este vídeo y otros que estaban en el canal Tertulias en cuarentena.

Janus Putkonen lleva desde el año 2014 en Donbass, donde ha denunciado las atrocidades de los nazis ucranianos sobre la población civil y donde denunció el plan nazi de Rand corporation para acabar con la población de Donbass. No le dejan volver a ver a su familia en Finlandia e intentan asesinarle. La democracia de la Unión Europea y sus criminales.

Gonzalo Lira expresa que occidente ya no puede ser creído, que no existe realmente la libertad de expresión ni la democracia.

Hay quien trata de presentarse como ecuánime y justo, cuando realmente no lo es. Es el caso del actual presidente brasileño Lula da Silva, que condena, para complacer a occidente, la supuesta invasión territorial de la Federación rusa en Ucrania.

 Pero es realmente así? 

Para conocer lo que ha estado sucediendo en Ucrania hay que escuchar a sus gentes: a las víctimas de los fanáticos y a los mismos fanáticos que eran minoría, pero que con el abrumador empuje exterior han visto la oportunidad para actuar y cometer todo tipo de crímenes con la mayor impunidad. Lo dice esta ucraniana, la resurrección de los criminales seguidores de Bandera ha traído los horrores de la guerra en un país que llevaba más de medio siglo en paz.

Por eso no puede sorprender para alguien mínimamente honesto e informado, que los civiles atrapados por el ejército ucronazi estén esperando la llegada del ejército de la Federación rusa y sus colaboradores. Porque para ellos no se trata de una invasión, sino de una liberación. La invasión ya la sufrieron en 2014 por los nazis que dieron un golpe de estado haciendo volver al fascismo.

Ahora quieren volver a recuperar su vida y sus tierras, que fueron arrebatadas, secuestradas o invadidas hasta el presente. La alegría por la liberación es tan obvia y entendible. Aquí un ejemplo de Artyomovsk (Bajmut) y una vez más rescatando a los civiles el ejército de Wagner. 

Contemos los hechos y no las opiniones llevaban 8 años esperando al ejército que finalmente vino en febrero de 2022. Por ese motivo la operación militar especial de la Federación rusa no es vista como una invasión, sino como una liberación.

El dolor y sufrimiento de las personas ha sido y es enorme, y no ha sido o es causado por el ejército aliado, el mal viene del ejército ucraniano, que mata y destruye todo lo que tiene por delante. Oigamos de nuevo a los testigos que han conocido de primera mano una realidad que nunca hubiesen deseado o pensado.

Pueden recordar uno de tantos crímenes cometidos por el ejército ucraniano contra la población civil de Donbass, como el bombardeo de Lugansk del 2 de junio de 2014, un mes después de la masacre de Odessa.

Pueden también escuchar a los energúmenos del régimen nazi de Zelensky, como su asesor  Mijail Podolyak, que pide destruir todo y a todos lo y los que estén en las regiones de  Donbass, Crimea, Jersón o Zaporiyia.  El mismo dirigente ucraniano con la ideología nazi bien presente en Ucrania, viendo a los habitantes de cultura rusa de lo que fue Ucrania y a los de la Federación rusa como subhumanos a los que hay que despreciar y exterminar. 

Por ese motivo, defender que quienes han sido asesinados y víctimas de ese estado vuelvan a él, es ser cómplice de esos crímenes. Porque entregas a estas víctimas de nuevo a sus asesinos. Como indicaba el religioso surafricano Desmond Tutu: si eres neutral [o finges serlo] en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor.

Hay políticos más honestos y sinceros, como el presidente de Nicaragua Daniel Ortega, que define correctamente lo que sucede. No es una agresión contra una nación soberana, sino una lucha contra el fascismo, dirigido éste por el director del terrorismo internacional.

Si quieren saber lo que es una guerra, es bueno, como les decía, escuchar a los civiles que la sufren. En ellos se ve un denominador común: acusan de asesinatos, persecución y destrucción deliberada de sus pueblos y ciudades al ejército ucraniano y esperan a la llegada del ejército ruso y de las republicas de Donbass para su liberación de ese infierno.

Es importante hacer memoria sobre lo sucedido. No olvidarlo para que no vuelva a ocurrir.

Este fanatismo nazi ucraniano viene de lejos, desde el apoyo dado por la Alemania nazi, hasta después de la derrota de esta por la Unión Soviética y  el nuevo apoyo del nazismo por Washington hasta el día presente.

Aquí un resumen de cómo Washington espoleó este nazismo ucraniano.

Así, cuando les hablen de estos temas tengan presente lo sucedido en Ucrania y el drama que generó, y no se dejen engañar de nuevo, como ya ocurriese a principios del siglo pasado, por el nazismo disfrazado de democracia y progreso, porque siempre trae la destrucción y la muerte.

También entiendan que a las personas de cultura rusa de lo que ha sido el estado ucraniano nadie hasta ahora ha considerado su opinión sobre a qué país deseaban pertenecer. Lenin los incluyó injustamente en el estado de Ucrania, con gente del oeste que precisamente no los apreciaban. Durante la URSS las fronteras no se notaban y el nazismo ucraniano estaba suprimido. De hecho en estas regiones del este y sur mayoritariamente pidieron que la Unión Soviética continuase. Desde la caída de ésta todo tipo de abusos e imposiciones les fueron aplicados, para tras el golpe nazi de 2014 sufrir una persecución genocida. El político turco  Dogu Perincek explica lo que realmente ocurre con este asunto en Ucrania y occidente no está interesado en escuchar.

Ahora la Federación rusa libera Artyomovsk (Bajmut), pero ya en 2014 la gente de allí se manifestaba contra los fascistas y llamaba a Rusia. Han tardado demasiado.

PS:

La CIA planificaba desde sus comienzos insurrecciones violentas en la URSS. Pusieron especial atención y dedicación en el oeste ucraniano, cuna de nazismo. Lo lograron finalmente en el año 2014, poniéndonos a tod@s ante una guerra mundial.

La degeneración en Ucrania es total. celebrando la masacre de Odessa, hasta compararla con una barbacoa. Este estado, que ha llegado a un grado de degradación mayor que la Alemania nazi, no tiene otra que el destino de ésta.

 "Recordamos y estamos orgullosos".  De las siguientes barbaridades.

A pesar de esta demencia que continúa en su impunidad, hay seres humanos valientes y honestos que conmemoran a las víctimas.

Homenaje a las víctimas junto a la embajada de Ucrania en Moscú.

Occidente llevó al poder a verdaderos fanáticos y criminales, que provocaron un genocidio y el expolio y destrucción del estado ucraniano. Los seguidores de Bandera, que disfrutan aterrorizando y matando a los civiles indefensos.

El ultranacionalismo de ideología nazi en Ucrania es usado como una palanca, como un cuchillo en sus manos, por poderes externos para dividir a Ucrania y destruir a los rivales de Washington.

L@s niñ@s de Donbass no temen a los ejércitos de las Republicas independientes o a los de la Federación rusa, a quien temen con razón, porque los han asesinado por miles desde 2014 son a los ucronazis, que dirigen el ejército ucraniano.

En Artyomovsk (Bajmut) aún hay civiles en las zonas de combate, que son liberados por los ejércitos de la Federación rusa y aterrorizados por los ucronazis, los verdaderos invasores.