miércoles, 30 de diciembre de 2015

Teresa de Calcuta: el mito continúa. Parte II

Teresa de Calcuta con Ronald Reagan y su esposa Nancy

Cuando Teresa de Calcuta visitó el barrio de Anacostia en Washington en 1981, no fue precisamente bien recibida. Allí la gente, la mayor parte olvidada por los dirigentes de Estados Unidos y apartada del derecho a tener recursos para llevar una vida digna, no estaba dispuesta a que alguien viniese a su barrio a no aportar alguna solución, sino a ganar fama a su costa perpetuando el mal estado de las cosas presente. Por ese motivo un grupo de vecinos protestó ante la conferencia de prensa que iba a dar esta afamada mujer; y fueron muy claros en su denuncia delante de ella, indicando que estaban molestos, diciéndole que lo que realmente necesitaba Anacostia eran trabajos decentes, viviendas y servicios, no caridad. La respuesta de Teresa fue tan pobre como su argumento moral: "Primero debemos aprender a querernos unos a otros". 1 Cómo el que no tiene lo más elemental para vivir va a poder amar a quien vive en el dispendio y la riqueza desmedida. No es una cuestión de envidia, sino de dignidad humana, dignidad que parecía valorar poco esta religiosa beatificada. Primero será el respeto y el atender a las necesidades más elementales de las personas, lo demás podrá venir después. Defender la visión de esta mujer sobre la pobreza y el sufrimiento, innecesario, que conlleva, apostando por la resignación ante este estado calamitoso de las cosas no es apostar por la paz y la convivencia armoniosa entre los seres humanos, es una apuesta ya muy antigua en su Iglesia, como la que nos ofrece San Pablo, y que lleva finalmente al rencor y al enfrentamiento.
Pienso que es muy hermoso que los pobres acepten su destino, que lo compartan con la pasión de Cristo. Pienso que el sufrimiento de los pobres es de gran ayuda para el mundo. 2
Sin embargo, aquí yo no voy a acusar a la religión de la causa de este mal, aunque la religión haya sido utilizada una y otra vez en este sentido; porque dentro de la religión y de la misma Iglesia Católica hay visiones muy diferentes de la pobreza y del mundo. Podemos recordar a personas como el Arzobispo Oscar Romero, que fue precisamente asesinado por defender la justicia y la paz entre los hombres y mujeres, abogando por acabar con la represión y la explotación 
Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. 
En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión. 3
La religión no es la causa de fondo de estos males, lo es la naturaleza humana, que utilizará a la religión y a las instituciones religiosas con este fin, del mismo modo que utilizará a organizaciones seculares, como las organizaciones humanitarias, con fines similares.
Amnistía Internacional es una organización de propaganda de guerra para el imperialismo. De hecho, la mayoría de las organizaciones de derechos humanos más publicitadas en occidente funcionan como agencias de adoctrinamiento ideológico para el neocolonialismo y el imperialismo. A este respecto, han reemplazado a los misioneros cristianos del siglo XIX, que proveían la justificación para el sometimiento colonial bajo el pretexto de extender la "Civilización cristiana". 4
El mundo del ser humano está basado en gran medida en el engaño y en cierta forma las propias personas: embaucadores y engañados, explotadores y explotados, contribuyen a ello. El caso de la Madre Teresa es así, llevada al estrellato por los medios de comunicación en el documental divulgado por la BBC ya en 1969, Something beautiful for God (Algo bello para Dios) de Malcom Muggeridge, del que luego se editó un libro, es un caso de propaganda donde importan, como tantas veces, poco los hechos y más la necesidad de creer en algo. Aunque Teresa de Calcuta fuese realmente una fundamentalista religiosa y sobre todo una maniobrera política cargada de astucia, amiga de rodearse y de servir a los poderes seculares, políticos y económicos, sin importar mucho su catadura moral (desde el dictador haitiano Duvalier a Franco, Margaret Thatcher, Ronald Reagan o el estafador Charles Keating, o intentando disculpar a Union Carbide por la matanza que provocó en Bophal en la India en 1984).  Cumpliéndose el viejo proverbio: Populus vult decipi - ergo decipiatur (Si el pueblo quiere ser engañado, pues que lo sea-será engañado).

PS:
Ve la Primera Parte: Teresa de Calcuta: el mito continúa. Parte I.

Notas:
1. Phyllis Theroux. Amazing grace. Washington Post. 18.10.1981.
2. Christopher Hitchens. The Missionary Position. Mother Teresa in Theory and Practice. Verso. 1995.
3. Monseñor Romero. Madrid: IEPAL Editorial. 1989
4. Geraóid Ó Cólmain. Amnesty Internatinal, War Propaganda, and Human Rights Terrorism. Wrong Kind of Green. 9.8.2013.

4 comentarios:

  1. El "teresacalcutismo" seguirá existiendo, en sus diversas modalidades, mientras existan explotadores y explotados. En este caso concreto, como en tantos otros, "el rey va desnudo", pero la voz que así lo indica es deliberadamente acallada por el todopoderoso aparato mediático de adoctrinamiento masivo.

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    1. Sí, es una característica humana muy antigua el no querer ver lo que no se quiere ver. Reflejado magistralmente por H.C. Andersen, que se basó en una historia de la Península ibérica.
      Saludos,

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  2. Me parecía extraño que la emoción más notable que esta mujer suscitaba en mí, fuese miedo.

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