El sentido de escribir el blog

Cuando comencé a escribir este blog allá por el año 2012 pensé que iba a tener el resultado que luego ha mostrado: muy leído en diferentes partes del mundo y que llegaría a ser veterano. Pues con esa finalidad partió, nacido para durar. 

No es casual que esto haya sido así, vivimos en un mundo bastante loco, irresponsable e irreflexivo, y un lugar que trata de prestarse al análisis sereno, atendiendo a los hechos y alejándose de las oleadas destructoras de la moda del momento era necesario. Es cierto que existen estos lugares para la reflexión honesta en la red, pero también es verdadero que escasean demasiado.

He de confesar que no me he visto sorprendido por ver a tantas personas y organizaciones autoproclamadas como solidarias o como benefactoras, hacer y tener tantas veces actuaciones contrarias a cualquier mínimo principio moral: Ahí estaban apoyando las actuaciones criminales de mercenarios que provocaban matanzas y destrucción generalizada con el fin de arruinar a tal o cual nación, justificando esta barbarie e incluso calificando a los matarifes como defensores de la democracia o de la libertad. Luego estos matones vinieron a Europa y perpetraron las fechorías que acometían en Libia o Siria, aunque a mucha menor escala, y mostraron el grado de aberración al que han llegado las sociedades occidentales. Nada de esto me sorprendió porque ya conocía de tales males y tales miserables, que permiten y provocan que la Tierra sea a veces un lugar tan cruel, oscuro y aberrante.

No era ni es este un blog para ganar simpatías, tampoco antipatías, sin embargo, cuando los límites de la amoralidad, la injusticia, la hipocresía y el abuso habían sido exageradamente desbordados, expuse nombres y acontecimientos, para que el sello indeleble de la mala conciencia recordase lo que nunca debió hacerse y se hizo, lo que nunca debió haber ocurrido y ocurrió. La mayor parte de las veces,  como saben, las víctimas no mueren una vez, sino que las aniquilan dos veces, la segunda no solo con la desmemoria o el olvido, sino con la mentira, que pervierte y oculta la realidad que fue y que se niega haber acontecido.

Por ese motivo, aquellos los silenciados, los injustamente calumniados, los valientes que por su valentía encontaron un no buen destino, aquí son y serán, como se merecen, justamente recordados.

Puede pasarse por la vida en una continua mentira, viviendo en la perpetua falsedad y en la muy presente cobardía, puede hacerse y se hace; no obstante aquí no encontrará cobijo tal actitud tan poco edificante, tan destructora en el fondo de la arquitectura de la persona. Así y aunque lo cómodo sea el autosilenciarse, si, por ejemplo, a unos señores de Cataluña les encierran en la cárcel durante años y otros tienen que huir para no sufrir este fatal castigo por haber puesto en la práctica de modo pacífico y democrático  el que los catalanes pudiesen expresar cual es su voluntad para organizarse políticamente, habrá que decirlo, pese a que esto siente mal a tantas mentes cerradas e intolerantes que de una forma se presentaban, pero que de otro modo actúan. Y no deberían enfadarse con los demás cuando se lo exponemos, sino consigo mismos.

A las personas se las conoce probándolas y si la prueba es buena pronto se llega a hacerlo. Este es un apropiado terreno para verlo. Pueden leerlo y opinar al respecto.