lunes, 29 de julio de 2013

Lecciones de la historia: Sobre la inutilidad del 15M y la necesidad de luchar.

El 15M inútil por completo para lograr justicia social

Hoy en día la juventud tal vez ha estado demasiado confundida entre lo que creía que debía ser el mundo y el modo de cambiarlo, y la verdadera realidad de su funcionamiento. Digo esto porque vemos una  situación de inacción y de falta de respuesta muy llamativa, sobre todo porque la crisis económica les está afectando muy especialmente a ellos, a los jóvenes, con más de un 56% de paro. Y con unas condiciones laborales, para los que las "disfrutan", bastante lamentables. Ramón Muñoz, el autor de España, destino tercer mundo, dice con mucho sentido y razón:

El estado de bienestar nos ha vacunado contra la revolución. Siento simpatía absoluta por el 15 M pero hay que reconocer que su efectividad es nula. Si piensas que por agitar las manitas blancas los señores de los consejos de administración, que están al margen de cualquier crisis, van a cambiar de parecer… Los derechos se conquistan a base de sangre y lucha, pero vivimos una epidemia de buenismo que nos hacer creer que haciendo actos simbólicos vamos a conservar el trabajo.(1)

Las cosas no se cambian agitando manitas, twiteando o haciendo otro tipo de simplezas, así realmente no se cambia nada. Por ello el movimiento del 15M está siendo un fracaso absoluto, porque no ha tenido la valentía de luchar directamente contra las causas de la desigualdad económica ni de denunciar algo muy relacionado con esta desigualdad económica en todo el mundo, como son las guerras coloniales de agresión contra países de África y Oriente Medio, que se han sucedido delante de ellos, es más, incluso las han alentado, llamándolas actos de liberación (me estoy refiriendo a Libia y Siria).
Maquiavelo, en cambio, nos habla de una regla histórica, comentada por Ramón Muñoz:

...no es lógico que quien está armado quiera obedecer al que está desarmado.

Esto que dice Maquiavelo en El Príncipe no es ninguna apología de la violencia, es reflejar una realidad histórica, y como decía el autor antes indicado, los derechos se conquistan a base de lucha, de lucha real.
Hoy los jóvenes dejaron de luchar y perdieron la batalla ya antes de comenzarla. Para poder recuperar la dignidad deberán replantearse sus pensamientos, deberán mirar a lo que sucede y a las causas que provocan lo que sucede. Deberán plantearse por qué admiten que un pequeño grupo de personas posean la mayor parte de los bienes económicos, de los medios de producción, mientras ellos malviven en medio del desprecio y la indiferencia. Deberán pensar que eso es una anormalidad humana que habrá que cambiar, pero no twiteando, no moviendo las manos, sino luchando. Luchando con acciones concretas contra  causas reales también concretas.

Notas:
 (1) "Chabolas con Wifi": así será España en un par de años. Entrevista a Ramón Muñoz. El Confidencial, 12.12.2002.   Entrevista en RT: Enlace

domingo, 28 de julio de 2013

La religión

El cardenal Stepinac y el dirigente Pavelic, Zagreb 1942. En un régimen clerofascista realmente atroz.


La religión ha tenido y también tiene más importancia en la política y en la economía de lo que normalmente estamos dispuestos a admitir. Seguramente este fenómeno, al parecer solo característico actualmente de la especie humana, aunque puede que otros homínidos la tuviesen, tuvo ya en su origen una función de control social. Un modo por el que los más ancianos se hacían respetar, reverenciar e idolatrar por las generaciones más jóvenes, compensando la pérdida de fuerza física con el poder del control mental sobre otros.
La religión, como todo aspecto humano, tiene un lado bueno y otro no tan bueno. Cuando el fanatismo religioso provoca atrocidades, como las que estamos viendo en Siria, que son por cierto silenciadas al máximo por los medios de comunicación corporativos, no es que eso no sea religión o no sea la verdadera religión, claro que es religión, solo que es su lado malo, que como el bueno, forman parte de él.
Otro asunto de ella, aparte de su maldad o de su bondad, es si sus afirmaciones, si sus pretensiones de verdad son ciertas. Tal vez sea este su punto más débil, ya que no hay ni una sola prueba que muestre que sus enunciados, sus interpretaciones o creencias sean ciertas, no importa cual sea, no importa el credo del que hablemos.

EL CRISTIANISMO Y LA GUERRA: PARTE I



EL CRISTIANISMO Y LA GUERRA: PARTE II



JESÚS DE NAZARET: EN BUSCA DE SU REALIDAD SOCIAL



¿POR QUÉ LA PERSECUCIÓN POR BRUJERÍA?



LA INVASIÓN DE POLONIA POR LA ALEMANIA NAZI: UN EJEMPLO DE GUERRA HUMANITARIA



 LA IGLESIA CATÓLICA Y EL NAZISMO: UNA ALIANZA OLVIDADA



 LA IGLESIA CATÓLICA Y EL FASCISMO

 

EL CAMINO DE SANTIAGO



JUAN PABLO II Y OSCAR ROMERO: EL PODER Y EL LADO BUENO DE LA IGLESIA.

 


A QUIEN VIVE POR LA ALEGRÍA NI LA MUERTE LO RINDE



DIARIO DE RUSIA