sábado, 3 de junio de 2023

Las elecciones municipales y autonómicas en España (PS 8.06.23)

 


El fin de semana pasado, como saben, se celebraron las elecciones a los ayuntamientos, a algunas comunidades autónomas y a una comunidad foral en España. Los resultados no creo que sorprendan a nadie. El PSOE, Podemos y sus variantes y Ciudadanos se desploman, especialmente estos últimos, por merecidas razones ante tanto desvarío, corrupción y desatino. El Partido Popular crece, así como VOX, más por demérito de otros que por mérito propio. 

Que llega la ultraderecha, los fascistas, dicen algunos. Pero no estaban ya en el gobierno? Cómo calificar si no a quienes apoyan y envían armas a unos criminales que han arruinado y perpetrado y perpetran  un genocidio y crímenes atroces en Ucrania. La Ucrania nazi resulta tanto o más espeluznante que la Alemania nazi.

El señor José Miguel Villarroya habla claro y con justicia sobre ese fraude que es la llamada izquierda. Que realmente son unos estafadores buscando vivir bien a costa de los demás y siendo indiferentes al sufrimiento o pobreza de esos demás.


La llamada derecha, aunque como él dice todo es derecha pues no hay izquierda real, no es que sea mejor, aunque tal vez sí sea algo menos hipócrita que los autodenominados "progresistas" que nunca trajeron ni traerán progreso alguno. Por ese motivo hay gente que llega a votar a estos candidatos, incluso a los de VOX, como un voto de castigo ante tanta tomadura de pelo e intento de hacer la vida imposible y avasallar a prohibiciones e impuestos al pueblo. Esto lo saben particularmente bien aquellos pequeños propietarios o trabajadores que viven de los  recursos del medio rural. No obstante, la mayoría de las personas conscientes de la explotación descarnada y del paripé de partidos políticos y de democracia, que no representa los intereses de las clases más populares, opta por no ir a votar. Por lo dicho, porque es  un paripé del que no obtendrán nada bueno ni provecho alguno.

Que en Euskadi o en Navarra crezca una organización como Bildu sigue la línea del Sinn Fein cuando desapareció el IRA. No es, como sus homólogas españolas, un partido ciertamente de izquierdas y la oposición que sufre se debe fundamentalmente a temas soberanistas, donde imperará la razón de estado. Curiosamente, como otros partidos españoles de supuesta izquierda, defiende la memoria histórica en España contra los crímenes del fascismo y la persecución a minorías étnicas y  sus lenguas, pero apoya en el presente a quien comete esas atrocidades hacia el pueblo de Donbass o de otras zonas por la Ucrania nazi. Mostrando su falta de congruencia y ética, como la misma "izquierda" española y su "valor" actual Yolanda Díaz.


Que alguien como Ayuso obtenga unos resultados tan contundentes en la Comunidad de Madrid nos dice no sobre sus talentos o valía humana, sino como señala Villarroya, debido a que se enfrentaba a la nada. Lo que tenía en frente no valía nada.

La sociedad occidental se presenta presa de sus mentiras y sin capacidad de salir de ellas.

El resto del mundo lo mejor que puede hacer y hace es construir un mundo de cooperación y progreso al margen de ella. 


PS:

Adrián Zelaia disecciona correctamente a los partidos políticos en el País Vasco español, tanto en Navarra como en Euskadi. Su diferencia fundamental es su nacionalidad, española o vasca, pero en lo demás siguen una misma línea marcada por las grandes corporaciones occidentales. Pueden escenificar enfrentamientos en temas sociales, pero como dice el investigador es eso, una escenificación para tratar de aparentar diferencias porque precisamente no las hay.


No sólo hay falsa izquierda en occidente, también la vemos en Latinoamérica, como el dirigente de Chile Boric que apoya a la Ucrania nazi. En su país, siguiendo los pasos de Pinochet, saca a los carabineros contra cualquiera que proteste y ha logrado disparar aún más los niveles de extrema pobreza de la nación.


En la Ucrania nazi se adoctrina a l@s niñ@s mostrándoles como héroes a criminales del holocausto contra judíos, polacos o rusos. Así se hace en el museo de historia regional de Volinia en la localidad de Lutsk, con el genocida  Mykola Kovtonyuk.


Ucrania se ha convertido en un manicomio y podía haber sido un lugar de paz y prosperidad. En  este vídeo una mujer de Kiev se que queja de los sistemas Patriot que el ejército ucronazi instala en zonas residenciales, que precisamente son los que mayor número de víctimas civiles ucranianas han causado al ir sus misiles contra los edificios que los rodean. Tiene miedo por si esto que dice le puede traer problemas con la Gestapo ucraniana, el SBU. Seguramente será arrestada, como todos aquellos que hartos denuncian los abusos y disparates de los ucronazis.

Aquí conviene recodar a Gonzalo Lira, que fue detenido por segunda vez a primeros de mayo y no se ha vuelto a saber de él.

Gonzalo Lira de nacionalidad chilena y estadounidense, países que no han hecho nada por su liberación, llevaba a cabo unos brillantes análisis que reflejaban la realidad ucraniana y la de su régimen corrupto, también hablaba del comportamiento occidental. En el siguiente vídeo expone como los intelectuales y académicos occidentales guardan silencio o mienten sobre lo que ocurre en ese país por intereses personales de hacer carrera o de ganar más dinero. La corrupción está bastante extendida.

Como el nazismo en Ucrania fue fomentado por los servicios de inteligencia y los políticos anglosajones hasta hacerse con el poder.


El troquelado de las mentes de los niños en el fanatismo nazi les hace pensar y hacer cosas horribles. Conduciéndolos finalmente como carne de cañón a su propia muerte.


La ecofascista Annalena Baerbock insulta a los brasileños al decirles que están más preocupados por su comida diaria que por qué ocurre en Ucrania. En realidad en Latinoamérica una mayoría sabe que el régimen nazi ucraniano ha sido creado e impulsado por Estados Unidos y sus colonias. 


La Alemania actual cada vez se asemeja más a la Alemania nazi, apoya y arma a un régimen nazi y criminal en Ucrania, y persigue policial y judicialmente a quienes dicen la verdad sobre lo que allí ocurre. Como hacen con la ucraniana de cultura rusa Olena Kolbasnikova en Colonia.