jueves, 12 de julio de 2018

Las "redes sociales": una pérdida no solo de tiempo


El antropólogo canadiense Maximiliam Forte describía a finales de febrero de este año en su página web Zero Anthropology, 1 cómo él había dedicado abundante tiempo a las llamadas redes sociales durante los últimos años; en concreto a las más conocidas: Twitter y Facebook, y llegaba el oportuno momento de abandonarlas.
Habla, con justicia, de la censura que está intimamente ligada a estas organizaciones privadas de internet, donde se marcan como peligrosas o prohibidas informaciones que molestan a sus dueñas: las corporaciones. De hecho, a mí me avisaban de que Twitter titulaba como dañino un enlace a un artículo en el que hablaba sobre la realidad de Amnistía Internacional. Nada nuevo.
Es más, Forte da en la diana al ver con claridad que la sociedad, el mundo real, vive bastante alejado de las que no son en verdad  redes sociales; de ahí el entrecomillado. Y esto es así afortunadamente, pues la superficialidad, ignorancia e intolerancia que imperan en ellas hacen flaco favor a la especie humana.
Debemos tener presente, como apuntaba, que estas redes son herramientas con la que las poderosas empresas que las poseen, utilizan para obtener enormes beneficios económicos y crear una ideología y pensamiento afines a sus intereses. El continuo bombardeo de publicidad que no cesa y que entra sin permiso alguno en nuestra supuesta página personal, y el trabajo de horas y horas nuestro por nada, y recordémoslo, para nada, nos enseñan la vana tarea en la que hemos caído.
El mundo globalizado que nos quieren ofrecer y principalmente imponer a través de estos entramados es uno restrictivo y egoísta, lo que les conviene a una pocas fortunas anglosajonas y sus socios occidentales, no uno plural y respetuoso. Refleja su mundo, no el del hombre o mujer de la calle.
Saben de la caza de brujas que ocurre en estos lugares de histeria,  como gente es despedida de sus trabajos o como a personas y trayectorias brillantes se las trata de desacreditar o hundir por mero desconocimiento o frustraciones propias.
En esta época irreflexiva en la que vivimos no es extraño que los medios corporativos promuevan estas redes. Lo hacen porque son lugar para dejarse arrastrar por las emociones más primarias, donde no hay lugar al análisis sosegado y donde triunfa la falacia ad populum: aquí cuantos más seguidores y más twits tienes más cierto debe ser. Cuando ambas cantidades son fácilmente manipulables en todos los sentidos, incluida la creación de seguidores y twits fabricados ad hoc. Estamos ante típicos medios de manipulación masiva, no de promoción de libertad y de algo de criterio.
Cualquier medio que se enorgullezca él mismo de "viralidad" debería ser suficiente como una señal de aviso: ya que lo que se está promoviendo finalmente es una orquestada reacción masiva instantánea. Los medios sociales son así el instrumento de entretenimiento preferido impulsado por los globalistas, tales medios priorizan la aceleración, el consumo instantáneo y masiva respuesta sobre la reposada, cuidadosa y crítica deliberación. 1
Sobre cómo son utilizados tales medios en las peores de las propagandas, como son las promotoras de guerras, conseguidas mediante la demonización, el embuste y la creación de odio, tienen numerosos ejemplos:





Referencias-Notas:
1. Maximiliam Forte. Deactivism: The Pleasures of Life without Social Media. Zero Anthropology. 22.2.2018.

domingo, 1 de julio de 2018

Los Somoza en Nicaragua: "unos tipos de los nuestros"

El matrimonio Somoza con Nelson Rockefeller 

A mediados del siglo XIX se hizo importante una ruta para acceder al Pacífico a través de Nicaragua. Fue importante porque en California se había desatado la fiebre del oro y era un modo relativamente rápido de acceder desde el Atlántico a la costa oeste. Esta ruta la controlaba un norteamericano, Cornelius Vanderbilt. Eran numerosos los estadounidenses que se aventuraban en Centroamérica con el propósito de hacer buenos negocios y con el fin también de conseguir objetivos políticos para su país. Uno de ellos fue William Walker, que incluso llegó a ser presidente de Nicaragua. Pero como vieron que este tenía como fin el que esta tierra fuese parte de Estados Unidos, lo combatieron mediante una unión de los diferentes países centroamericanos, derrotando finalmente  a los mercenarios de Walker, los filibusteros. El nombre de filibustero fue dado también en Centroamérica a los aventureros norteamericanos que utilizaban métodos similares a los piratas en sus objetivos políticos y económicos.
El dominio de Nicaragua era un objetivo fundamental para la élite norteamericana, por el hecho de que la forma de pasar de un océano a otro era bien por Nicaragua o por la provincia colombiana llamada Panamá. Por eso fueron a controlar a ambos, así tampoco ninguna otra potencia  europea podría ser rival. Las intervenciones, invasiones y ataques militares  fueron continuas a comienzos del siglo XX, justificándolas como defensa de los ciudadanos estadounidenses o de sus intereses. Piénsese por ejemplo si eso hubiese hecho Italia, China o Alemania en EE.UU., también con la excusa de defender a los ciudadanos procedentes de esos países, lo que nos puede servir para ver  el sesgo, parcialidad  y el componente de propaganda que había en tales justificaciones. Consecuencia de estas invasiones fue la aparición de organizaciones de  resistencia, como la encabezada por Augusto Nicolas Calderón Sandino: un revolucionario que combatió al invasor mediante una guerra de guerrillas y que se convirtió en un símbolo en Nicaragua y en Latinoamérica para futuras luchas contra las intromisiones de Estados Unidos. Los marines trataron de capturarlo y de matarlo, pero sin éxito.
La potencia norteamericana se retiraría en 1933 colocando un régimen acorde a sus intereses, fundando la Guardia Nacional, que quedaba bajo el mando de oficiales estadounidenses.
Nicaragua era a todas luces una nación ocupada por su propio ejército,… uno de los estamentos militares más corruptos del mundo. 1
En unas negociaciones entre el presidente nicaragüense Juan Bautista Sacasa y Sandino, este fue traicionado, atrapado y asesinado por orden del general Somoza en 1934. Se llevó  a cabo en las afueras de Managua por parte de la Guarda Nacional. Somoza solicitó ver los cadáveres antes de enterrarlos en la fosa del baldío donde fueron acribillados, tanto del líder sandinista como de sus generales; para asegurarse de su muerte, mientras él estaba en un recital poético. La poesía y la barbarie, como ven, pueden ir de la mano. El asesinato de Sandino fue algo que había aprobado EE.UU., con su embajador Arthur Bliss Lane tutelándolo.  También Somoza mandó matar a varios miembros de la masonería, ya que tanto él mismo como Sandino pertenecían a ella, y la masonería no permite hacer daño a otros miembros de la organización. En los siguientes días esa Guardia Nacional masacró a los habitantes de las cooperativas creadas por el movimiento sandinista. Un típico método de terror empleado en toda Latinoamérica y en el mundo entero contra los disidentes del tercer mundo.
La influencia de Sandino sirvió de inspiración para la creación del Frente de Liberación Nacional Sandinista, que terminaría derrocando a la dictadura de Somoza. Asimismo, ejerció gran influencia en Cuba y también es un referente en la Venezuela actual tras la llegada de Hugo Chávez. 2, 3
Dos años después Somoza daba un golpe de Estado y se hacía con el poder en Nicaragua. Se convertiría en el hombre más rico de su nación y en el quinto del mundo a su muerte. Poseía el 50% de las tierras de cultivo y todo tipo de riquezas y lujos, tanto dentro como fuera del país. Su régimen fue  despiadado y criminal en extremo, lo que originó un importante movimiento de resistencia. Creo “estabilidad” para los intereses de las compañías estadounidenses y enorme pobreza y miseria en la mayor parte de la población nicaragüense. De acuerdo al modelo que tanto ha promovido y apoyado Washington. Debido a ello gozó de protección y apoyo económico y militar por parte de la potencia norteamericana. Teniendo presente que en los Estados Unidos estaba entonces el mejor presidente de su historia, Franklin Delano Roosevelt.
La gran ola de brutalidad y corrupción que se abalanzaba sobre Nicaragua pasó desapercibida para los medios de comunicación del primer mundo.
La familia Somoza se hizo dueña del  la nación, ya que casó a sus hijos con otras familias ricas, y siguió los dictados de EE.UU. De este modo, tras el ataque a Pearl Harbour, Nicaragua se unió a los aliados, algo que les vino muy bien también a los Somoza, porque lo aprovecharon para expropiar y quedarse con las tierras de ricos nicaragüenses de origen germano. Todo esto no impidió que en 1945 Nicaragua fuese el primero en firmar la Carta de Naciones Unidas. Lo que también indica el valor de esa institución y la gran hipocresía de las  relaciones internacionales.
La amistad con EE.UU. le proveía al tirano grandes ganancias, como las importantes comisiones por garantizar concesiones. Además se enriquecía con operaciones ilícitas: el contrabando, el soborno, el juego ilegal,  la prostitución...
El 17 de septiembre de 1956 celebrando una fiesta, de las que el dictador Anastasio era gran amante, recibió varios disparos por parte de un poeta llamado Rigoberto López Pérez, que había pensado que la forma de acabar con la dictadura era acabando con el dictador. Lo hizo ver en una carta que dejaba escrita a su madre, pues él sería acribillado después de disparar a Somoza.
...yo siempre he andado tomando parte en todo lo que se refiere a atacar al régimen funesto de nuestra patria y en vista de que todos los esfuerzos han sido inútiles para tratar de lograr que Nicaragua vuelva a ser (o sea por primera vez) una patria libre, sin afrenta y sin mancha, he decidido, aunque mis compañeros no querían aceptarlo, el tratar de ser yo el que inicie el principio del fin de esa tiranía... 4
Somoza recibió la ayuda inmediata de Eisenhower, que hizo que lo trasladaran a un hospital de Panamá, y le envió un equipo médico. Anastasio Somoza murió en realidad por un error médico, al aplicarle una anestesia general que le hizo entrar en coma y morir. La Iglesia católica, una fiel aliada del régimen, dio misas y demostraciones de apoyo, rogando por su recuperación y condenando al comunismo por lo ocurrido. 5
La muerte de Anastasio Somoza, “Tacho”, como era conocido, no acabó con la dictadura, ni con la dinastía familiar, aunque significó un importante revés.
Una campaña brutal de represión incluyendo torturas, encarcelamiento, ejecuciones, censura de prensa, y suspensión de las libertades civiles siguió a la muerte de Somoza. 6
Le sucedió su hijo mayor, Luis Somoza  Debayle,  que en colaboración con su hermano, Anastasio, que controlaba la Guardia Nacional, dirigieron el país. Durante su mandato permitió que las tropas entrenadas por la CIA se embarcasen desde Puerto Cabezas para la invasión a Cuba de Bahía Cochinos en 1963. También fue cuando los sandinistas comenzaron su lucha para derrocar al régimen somocista.
Debido al deterioro en la salud de Luis Somoza, su hermano Anastasio Somoza tomó el poder. A la muerte de su hermano Anastasio se convirtió en el jefe de la Guardia Nacional, teniendo de este formar el poder político y el militar. 6 Anastasio hijo llegaría a la presidencia en mayo de 1967 y la dejaría definitivamente tras la victoria de la revolución sandinista en 1979. Él también sería muerto, como su padre, por quienes luchaban contra la dictadura, en este caso por un comando guerrillero argentino, aunque con apoyo sandinista. Tuvo lugar cuando fue a su exilio en Paraguay bajo la dictadura de Alfredo Stroessner, otro sanguinario al servicio de EE.UU., el 17 de septiembre de 1980 en la Avenida de Franco en Asunción. El comando indicó lo siguiente:
No podemos tolerar la existencia de playboys millonarios mientras miles de latinoamericanos están muriendo de hambre. 7
Cabe recordar que el papel de la dictadura en Nicaragua no solo era el someter a su población mediante el terror, sino también el control, invasión y dominio de Centroamérica o el Caribe, al servicio de un poder mayor, como hemos visto en el caso  del ataque a Cuba.
Bajo la Alianza para el Progreso se septuplicó la ayuda militar a Somoza y se dobló la ayuda económica. “La energía que los Estados Unidos inyectaron al país –en forma de apoyo moral, ayuda económica, y asistencia militar a su ejército- desanimó a los opositores al régimen, enriqueció a los hermanos  Somoza y aumentó tanto su capacidad de cooperación ante los Estados Unidos como la de represión a sus compatriotas”
Nicaragua contribuyó a ello [en el Consejo de Defensa Centroamericano constituido por EE.UU] sirviendo de base para el ataque a Cuba en 1961 (hizo lo mismo con ocasión del golpe a Guatemala en 1954), enviando tropas de ayuda a la invasión estadounidense de la República Dominicana en 1965, e interviniendo (junto a las fuerzas guatemaltecas) en apoyo del abortamiento del golpe reformista en El Salvador que se produjo cuando los militares robaron las elecciones en 1972. 8
Pocas de estas informaciones salieron en la prensa estadounidense en aquel momento, y no por falta de información y conocimiento.
En 1961 se formó el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por parte de un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma Nacional de Nicaragua. Al inicio sufrieron fuertes reveses por las detenciones y persecuciones que les obligaron a buscar el exilio. Pero a comienzos de los años 70 fueron ganando adeptos en los sectores más marginados y dañados por el régimen, como eran los campesinos. Llevaron a cabo una guerra de guerrillas y en 1974 tuvieron un éxito notorio tras tomar como rehenes a un grupo de oficiales, llegando a un acuerdo por el que se liberarían prisioneros sandinistas. Esto dio prestigio a la guerrilla. Conforme  esto ocurría también aumentaba más la represión. Ya para el año 1977 la guerrilla era tan poderosa que suponía una amenaza real para el sistema de Anastasio. Ante esta situación el gobierno estadounidense actuó una vez más de forma secreta.
La Administración Carter entonces envió armas a Somoza de forma encubierta para evitar acusaciones de apoyar a un gobierno que viola regularmente los derechos humanos de sus ciudadanos. 6
El temor de EE.UU. a una posible victoria del FSLN hizo que aconsejaran a Somoza más mano izquierda, con el propósito de ganarse a buena parte de la población que la había perdido, especialmente de la clase media. No obstante, continuó con su modo habitual,  incrementando todavía más la violencia. Las armas ya las recibía por países que actuaban a modo de mercenarios de EE.UU., como Israel o Brasil. Nicaragua había ayudado a la imposición violenta del Estado de Israel en Palestina en 1948, al estar ya entonces bajo la influencia y órdenes de EE.UU.  Israel fue una ayuda clave en el suministro de las armas más sofisticadas, que posibilitaron la enorme espiral de represión y muerte que dejaron los Somoza antes de abandonar el poder.
Aunque la mayoría de los líderes latinoamericanos estaban esperando su caída, Somoza sobrevivió el desafío de septiembre [1978]. “Armas fabricadas en Israel ayudaron a salvar a la  dinastía Somoza”. 9
Las armas que vendió Israel a Somoza pasarían luego mediante la Guardia Nacional a la contra, a la que también suministrarían material bélico.
Cuando el mantenimiento de los Somoza era ya imposible, se buscó mantener el régimen con un “somozismo sin Somoza”, con ayuda de la  Guardia Nacional. Caso prácticamente similar al de Haití con un “duvalierismo sin Duvalier” o al de España, con un “franquismo sin Franco”. Pero no funcionó, no se pudo excluir al FSLN, ya que tenía un enorme apoyo popular, como también ocurría en el caso de Aristide en Haití. Mientras la Guardia Nacional cometía atrocidades en los barrios de Managua, la Administración estadounidense trataba de mantener a toda costa al régimen. Ante el rechazo de la  Organización de los Estados Americanos, pese a la presión de EE.UU., a mantener un “somozismo sin Somoza”, el déspota huyó del país con su enorme riqueza a Miami. Como ya lo hicieran también los dictadores de Cuba.
Somoza voló a Miami [en 1979]  con lo que quedaba del tesoro nacional de Nicaragua, y la Guardia colapsó.La Administración Carter sacó del país a los comandantes de la Guardia Nacional en aviones con la Cruz Roja (un crimen de guerra), y comenzó a organizar la Guardia en las fronteras de Nicaragua. Además usaron a Argentina como un aliado. (En ese tiempo, Argentina estaba bajo el control de generales neonazis, pero tuvieron tiempo además de para torturar y asesinar a su población para ayudar a reorganizarse a la Guardia –pronto con el nuevo nombre de Los Contras, o “luchadores por la libertad”). 10
Una vez más el papel de EE.UU. era escandaloso, ayudaba a escapar a otro dictador, como ya hiciera con Duvalier, llevándose el tesoro nacional. Cometiendo un crimen de guerra al usar el símbolo de la Cruz Roja para sacar a criminales del país, y no conforme con ello empieza a reorganizar a este grupo terrorista con la ayuda de una dictadura criminal como la Argentina. Desde luego hay récords de indecencia difícilmente superables. Pero esto no era todo, para completar el cuadro de esa gran obra de hipocresía y maldad que interpretaban esos círculos de poder estaba también el papel de los medios de comunicación.
No fue solo El Salvador el que fue ignorado por los  principales medios de comunicación de EE.UU. durante los 70. En los 10 años anteriores al derrocamiento del  dictador Anastasio Somoza en 1979, todas las cadenas de TV de  EE.UU. le dedicaron exactamente una hora a Nicaragua, y fue completamente sobre el terremoto de 1972 en Managua.

De 1960 a 1978, el New York Times dedicó tres editoriales sobre  Nicaragua. No es que no sucediese nada allí, es que lo que sucedía era algo corriente. Nicaragua no era ninguna preocupación en absoluto, mientras el gobierno tiránico de Somoza no fuese desafiado. 8
Lo que vuelve a enseñar y mostrar como funcionan los grandes medios de comunicación estadounidenses, y su nulo interés por una defensa real y sincera de las libertades, la democracia y los derechos humanos. Solamente hay una supuesta preocupación, cargada de hipocresía,  cuando están en juego los intereses de la élite que los dirige. Precisamente esta enorme hipocresía se vio cuando tuvo lugar la caída de la dictadura de Somoza. De repente, como hicieron también en Haití, los medios sintieron un inusitado interés por los derechos humanos en el país, cuando antes habían callado una y otra vez ante las atrocidades cometidas. Y ahora buscaban algún posible motivo humanitario para denunciar al nuevo gobierno. Este patrón de conducta hipócrita e inmoral de los medios de comunicación se aplica una y otra vez que hay algún gobierno por el mundo que no es cómodo para los intereses de las grandes corporaciones. Pero por si no fuera suficiente, y tras esta manipulación mediática, EE.UU. quería imponer al nuevo gobierno de Nicaragua el pago de  una deuda, cuando habían sido ellos quienes habían estado robando durante todo el siglo al pueblo nicaragüense;  permitiendo enriquecerse de una forma realmente escandalosa a la familia  Somoza y a la élite rica, e incluso ayudándole a escapar con el tesoro nacional a Miami cuando las cosas se pusieron feas y la  gente  había dicho que ya era suficiente. Era el castigo a Nicaragua por atreverse a tener dignidad, castigo también impuesto a Haití en la revuelta de liberación protagonizada por los esclavos.
El esfuerzo para saldar la deuda con los bancos estadounidenses, por preservar el orden tradicional en América Central, y por evitar que el nuevo gobierno pudiera emplear sus recursos para cubrir las necesidades de los menesterosos, se describe hoy en día como una prueba de la magnanimidad de los Estados Unidos… 8

Referencias-Notas:
1. Richard Mollet. Guardians of the dynasty. Orbis. 1977.
2. Ramírez, Sergio and Conrad, Robert Edgar trans., Sandino: The Testimony of a Nicaraguan Patriot 1921-1934 Princeton University Press (1990).
3. Wünderich, Volker. Sandino: Una biografía política. Editorial Nueva Nicaragua (1995). 
4. Rigoberto López. Carta Testamento de Rigoberto López a su madre. San Salvador, 4 de septiembre de 1956. 
5. LIFE. 8 octubre 1956.
6. David Model. Lying for Empire. How to Commit War Crimes With A Straight Face, by Common Courage Press, 2005
7. Colección de documentos históricos. 
http://www.manfut.org/cronologia/tachohijo.html
8. Noam Chomsky. La quinta libertad. Barcelona. Ed. Crítica, 1988: (Original: Turning the Tide, 1985).
9. Israel, Nicaragua and the Contras. Third World Traveler.
30. Noam Chomsky. What Uncle Sam Really Wants (Teaching Nicaragua a Lesson). Odonian Press, 1993.