Democracy Now! es un medio de comunicación que supuestamente defiende la libertad y la tolerancia en el mundo. Digo supuestamente porque los hechos están mostrando cosas bien diferentes a lo que presuntamente debían o presumen hacer.
Si
bien en el libro que dediqué a la actuación de Estados Unidos -en realidad de sus dirigentes económicos y políticos- en el mundo (Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países) hablaba sobre loables acciones de algunos
de sus miembros, como por ejemplo su representante más conocida, Ami
Goodman, en el caso de su defensa del ataque despiadado que sufrió Timor Oriental
por parte de la dictadura de Indonesia respaldada por EE.UU., o su denuncia a la propia Administración norteamericana por su apoyo al apartheid en Sudáfrica, cabe decir que
en las nuevas guerras coloniales en el norte de África y en Oriente
Medio, contra Libia y Siria, así como en la denominada "Primavera árabe", su comportamiento no ha sido nada riguroso y nada ejemplar.
Todo lo contrario, ha sido realmente poco riguroso y poco honesto.
Por ejemplo, mostraba una imagen irreal sobre la muerte de Gadafi: "La muerte de Gadafi dispara las celebraciones" ... "los libios comienzan una nueva era libre del régimen" y amparaba a la denominada como "revolución". 1 Independientemente de como nos cayese el líder libio a nosotros los occidentales, sin olvidar que la imagen que teníamos y tenemos es la imagen ofrecida por los medios corporativos, su muerte no fue ninguna alegría para Libia y no fue celebrada por la inmensa mayoría de los libios, bien al contrario. Él, a pesar de sus errores, hizo cosas importantes por los libios y por África, reconocido por el propio Mandela, que se han ocultado en Europa o en Estados Unidos. Ver el artículo que escribí con motivo del aniversario de su muerte: Muamar Gadafi: Luces y sombras 2 y este otro: Una comparativa entre la democracia en España y la democracia en Libia durante la época de Gadafi. En cambio, quienes ayudaron a matarlo o lo mataron, los mercenarios islamistas y la OTAN, no han traído ni van a traer nada bueno. Ya han provocado y siguen provocando una infinidad de muertes y destrucción. 3, 4 Respecto a la naturaleza de la "revolución" libia aconsejo el trabajo dirigido por el profesor Michel Chossudovsky junto a varios autores 5 y la referencia y descripción que hice de esa apodada "revolución" en el artículo que dediqué a la manipulación que hicieron los medios de comunicación occidentales para que se pudiese producir la guerra con el ataque de la OTAN. 6
La información, la información veraz, no hace sino mostrar la falsedad y la falta de honestidad periodística con la que ha operado Democracy Now! en este asunto. Aunque se presenta como un medio independiente alternativo al de las grandes cadenas, llama la atención la falta de profundidad y de objetividad en sus análisis.
Este doble rasero, según estén en el poder en Estados Unidos los de "derechas", los republicanos, o los de "izquierda", los demócratas, muestra la no validez de este tipo de organizaciones que funcionan más por intereses políticos y económicos que por defender con rigor y ecuanimidad los derechos humanos.
La Administración Obama ha aumentado notoriamente el gasto militar y no tiene ningún reparo en enviar drones prácticamente todas las semanas para matar personas que no son de su agrado, al más fiel estilo mafioso. Un comportamiento algo similar a Democracy Now!, aunque no tan acusado, se ve también en la web Z Net, donde junto a artículos con talento y fundamento, se combinan justificaciones de estas nuevas campañas coloniales amparadas en el terrorismo islamista.
España en esto se parece bastante a Estados Unidos, ya que está copiando esta forma de actuar, con un sistema político y mediático también similar. Aquí se criticaba y se hacían manifestaciones contra la guerra de Irak, recordamos todos el "¡No a la guerra!", pero cuando llegó la invasión a Libia hubo un silencio o una justificación que llamó mucho la atención. Alguien dirá que Naciones Unidas lo había amparado, pero en realidad lo que hizo esta organización fue una actuación vergonzosa; basándose en una "responsabilidad para proteger" completamente injustificada y falsa, que además no está en la Carta de Naciones Unidas, posibilitó el bombardeo inmisericorde de un país, provocando miles de muertos y la destrucción de Libia, que fue tomada por el extremismo islámico y las corporaciones económicas. Naciones Unidas no era la primera vez que amparaba una aberración de este calibre, también apoyó las sanciones a Irak que causaron más de un millón de muertos según los informes de Lancet. 8 Luego la justificación o el amparo de Naciones Unidas no es ninguna garantía de justicia, bondad o de paz, los hechos hablan en sentido contrario.
Bien, como decíamos, en España se apoyó también este ataque a Libia y de hecho se enviaron bombarderos españoles para perpetrarlo, con la ministra Carma Chacón a la cabeza. Esperen unos pocos años y seguramente verán a esta persona, a Chacón, como representante de la "libertad", de la "paz" y de la izquierda en España. En España también los medios de comunicación denominados de izquierdas, como Público, o los alternativos como Diagonal, 9, 10 o los denominados grupos "ecologistas", como Equo, no mostraron ni aparentemente muestran un rechazo a esta agresión colonial hacia África y Oriente Medio. En el caso de Público, con vinculaciones a la dictadura catarí, el respaldo a la actuación violenta empujada por occidente es incluso hasta descarado, algo que sus lectores digitales denuncian cada día. 11, 12, 13, 14 Equo apoyó la intervención militar occidental falsificando la realidad de lo que ocurría en Libia -Ver el informe Los medios de comunicación y la guerra en Libia ya reseñado-. 6
Conviene comparar las "justificaciones" de Equo con lo que ocurría en la realidad en Libia, que indicaban los informes y los testigos sobre el terreno. 6
Volviendo otra vez a Democracy Now!, su información sobre Libia distó mucho de ser objetiva e imparcial y en el caso de Siria no fue mejor.
James Tracy comenta que Democracy Now! en el mismo modo repetía, sin molestarse en comprobarlas, las acusaciones de los medios corporativos contra el gobierno de Assad por los crímenes y atentados en Siria. No obstante, las investigaciones de tales crímenes y atentados están apuntando una y otra vez a las organizaciones islamistas apoyadas por occidente. Ver el informe que emití sobre la actuación de los medios de comunicación corporativos sobre la guerra contra Siria. 16
Democracy Now! no mejoró tampoco en su información sobre otros sucesos de la denominada "Primavera árabe", siguiendo un guion muy similiar al que se hacía desde la propia Administración estadounidense o desde los medios corporativos.
Ante estas actuaciones, ante estas acciones tan poco responsables y tan poco éticas, podríamos decir que con esta izquierda no hace falta derecha o que la izquierda no es mejor que la derecha, o que incluso es o llega a tener claramente un grado mayor de hipocresía.
Bien, es un mal que la izquierda, una buena parte de la denominada izquierda, viene arrastrando ya desde hace años. Ya lo vimos, aunque se nos ha olvidado, en Yugoslavia en los años 90, con similares métodos y similares justificaciones humanitarias a la guerra de agresión de la OTAN. Detrás de ello no deja de haber un sentimiento de superioridad, no justificada, sobre otras culturas, sobre otros países. Un carácter paternalista que ha provocado y provoca efectos catastróficos a ese llamado tercer mundo por occidente, un mundo al que no se ha dejado ni se deja progresar. También hay, y no vamos a ser demasiado ingenuos, una gran corrupción, comprada por el poderoso capital. Democracy Now!, por ejemplo, recibe jugosas cantidades de dinero de poderosos "filántropos", entre 2003 y 2010 recibió algo más de veinticinco millones de dólares, 25,577.243. Tanto dinero y con tan poderosas influencias no le ha sentado muy bien a su objetividad periodística. 18
Para una crítica y exposición más extensa sobre esta actitud de la izquierda, recomiendo el artículo que le dediqué al modo de actuar de esa izquierda hacia otras culturas, hacia otros países que no son los nuestros: La izquierda, la crisis y la justificación del colonialismo por motivos humanitarios (19), (20)
En términos de análisis, sin embargo, la cobertura mediática de Democracy Now es en el mejor de los casos insuficiente o en el peor completamente engañosa, siendo más semejante a sus equivalentes los grandes medios de comunicación que a los reales medios alternativos. Este fenómeno ha aumentado a pesar de la intensificación de la Administración Obama de muchas políticas comenzadas bajo su predecesor. 7
Este doble rasero, según estén en el poder en Estados Unidos los de "derechas", los republicanos, o los de "izquierda", los demócratas, muestra la no validez de este tipo de organizaciones que funcionan más por intereses políticos y económicos que por defender con rigor y ecuanimidad los derechos humanos.
La Administración Obama ha aumentado notoriamente el gasto militar y no tiene ningún reparo en enviar drones prácticamente todas las semanas para matar personas que no son de su agrado, al más fiel estilo mafioso. Un comportamiento algo similar a Democracy Now!, aunque no tan acusado, se ve también en la web Z Net, donde junto a artículos con talento y fundamento, se combinan justificaciones de estas nuevas campañas coloniales amparadas en el terrorismo islamista.
España en esto se parece bastante a Estados Unidos, ya que está copiando esta forma de actuar, con un sistema político y mediático también similar. Aquí se criticaba y se hacían manifestaciones contra la guerra de Irak, recordamos todos el "¡No a la guerra!", pero cuando llegó la invasión a Libia hubo un silencio o una justificación que llamó mucho la atención. Alguien dirá que Naciones Unidas lo había amparado, pero en realidad lo que hizo esta organización fue una actuación vergonzosa; basándose en una "responsabilidad para proteger" completamente injustificada y falsa, que además no está en la Carta de Naciones Unidas, posibilitó el bombardeo inmisericorde de un país, provocando miles de muertos y la destrucción de Libia, que fue tomada por el extremismo islámico y las corporaciones económicas. Naciones Unidas no era la primera vez que amparaba una aberración de este calibre, también apoyó las sanciones a Irak que causaron más de un millón de muertos según los informes de Lancet. 8 Luego la justificación o el amparo de Naciones Unidas no es ninguna garantía de justicia, bondad o de paz, los hechos hablan en sentido contrario.
Bien, como decíamos, en España se apoyó también este ataque a Libia y de hecho se enviaron bombarderos españoles para perpetrarlo, con la ministra Carma Chacón a la cabeza. Esperen unos pocos años y seguramente verán a esta persona, a Chacón, como representante de la "libertad", de la "paz" y de la izquierda en España. En España también los medios de comunicación denominados de izquierdas, como Público, o los alternativos como Diagonal, 9, 10 o los denominados grupos "ecologistas", como Equo, no mostraron ni aparentemente muestran un rechazo a esta agresión colonial hacia África y Oriente Medio. En el caso de Público, con vinculaciones a la dictadura catarí, el respaldo a la actuación violenta empujada por occidente es incluso hasta descarado, algo que sus lectores digitales denuncian cada día. 11, 12, 13, 14 Equo apoyó la intervención militar occidental falsificando la realidad de lo que ocurría en Libia -Ver el informe Los medios de comunicación y la guerra en Libia ya reseñado-. 6
Tanto Equo como el Partido Verde Europeo expresaron en su momento su apoyo a la resolución 1973 de Naciones Unidas al entender que la grave situación en este país y las agresiones y amenazas que estaba padeciendo el pueblo libio por parte de Gadafi no podían ser obviadas por la comunidad internacional, por lo que se requería una respuesta rápida que tuviera como objetivo parar la matanza y proteger a la población civil.
- Que el Gobierno vigile que la acción militar se realice en base al estricto cumplimiento de la resolución 1973, y que no se vaya en ningún caso más allá del mandato que esta establece. 15
Conviene comparar las "justificaciones" de Equo con lo que ocurría en la realidad en Libia, que indicaban los informes y los testigos sobre el terreno. 6
Volviendo otra vez a Democracy Now!, su información sobre Libia distó mucho de ser objetiva e imparcial y en el caso de Siria no fue mejor.
Un ejemplo práctico es la cobertura de Democracy Now! de la llamada "Primavera Árabe" durante los pasados meses. Mientras las noticias de los medios alternativos han señalado los lazos entre las "oposiciones" siria y libia y los aparatos militar y de inteligencia de los países dirigentes de la OTAN -Gran Bretaña y Estados Unidos-, Democracy Now! ha coincidido completamente con las noticias de los medios de comunicación corporativos que han valorizado a esas fuerzas como que estaban luchando contra los regímenes tiránicos de Gadafi y Assad. 7
James Tracy comenta que Democracy Now! en el mismo modo repetía, sin molestarse en comprobarlas, las acusaciones de los medios corporativos contra el gobierno de Assad por los crímenes y atentados en Siria. No obstante, las investigaciones de tales crímenes y atentados están apuntando una y otra vez a las organizaciones islamistas apoyadas por occidente. Ver el informe que emití sobre la actuación de los medios de comunicación corporativos sobre la guerra contra Siria. 16
Democracy Now! no mejoró tampoco en su información sobre otros sucesos de la denominada "Primavera árabe", siguiendo un guion muy similiar al que se hacía desde la propia Administración estadounidense o desde los medios corporativos.
Como un creciente corpus de investigadores sugiere, la cuidadosa coordinación de las revoluciones de color está diseñada para proporcionar la falsa impresión de respaldo de Estados Unidos a la emancipación popular, mientras se está pasando por alto la multitud de factores políticos y geopolíticos más complejos. De esta forma el aclamado reportaje de Kouddous [se refiere a un premio dado a este corresponsal de Democracy Now! por seguir las manifestaciones en la plaza Tahir de El Cairo] sirvió como una intoxicante ofuscación que se evita una conciencia pública más profunda de la larga y dificultosa existencia de Oriente Medio bajo la hegemonía angloamericana.O Kouddous y Democracy Now! son ineptos en poner sus propósitos del reportaje en contextos significativos o ellos han engañado intencionadamente a sus espectadores y oyentes. Honrando a Kouddous es una infortunada y confusa conmemoración de Izzy Stone, ya que finalmente el celebrado reportaje de Democracy Now! ha llevado a cabo la función integral de la solidificación de la aceptación acrítica de la izquierda progresista de la operación de propaganda de la "Primavera Árabe", ayudando de esta forma al imperialismo occidental y allanando el camino para una conflagración regional o incluso mundial. 17
Algunos periodistas de investigación sí fueron más sinceros y realistas sobre lo que pasaba en Egipto y en esa plaza de su capital.
Este es un golpe de la CIA y los militares. Fue anunciado en Washington esta mañana por Leon Panetta, el jefe de la CIA en testimonio ante el Comité de Inteligencia de la Cámara. Él dijo que Mubarak iba ha a ser echado hoy. Así, está todo organizado detrás de las escenas. La gente en primer plano, esa pandilla de anarquistas y peleles en la plaza, esa gente son los figurantes -ellos son los apoyos si usted quiere-. Ellos son lo que hace esto admisible al ciudadano medio. Pero lo que lo que sucede es un golpe militar al viejo estilo. 17
Bien, es un mal que la izquierda, una buena parte de la denominada izquierda, viene arrastrando ya desde hace años. Ya lo vimos, aunque se nos ha olvidado, en Yugoslavia en los años 90, con similares métodos y similares justificaciones humanitarias a la guerra de agresión de la OTAN. Detrás de ello no deja de haber un sentimiento de superioridad, no justificada, sobre otras culturas, sobre otros países. Un carácter paternalista que ha provocado y provoca efectos catastróficos a ese llamado tercer mundo por occidente, un mundo al que no se ha dejado ni se deja progresar. También hay, y no vamos a ser demasiado ingenuos, una gran corrupción, comprada por el poderoso capital. Democracy Now!, por ejemplo, recibe jugosas cantidades de dinero de poderosos "filántropos", entre 2003 y 2010 recibió algo más de veinticinco millones de dólares, 25,577.243. Tanto dinero y con tan poderosas influencias no le ha sentado muy bien a su objetividad periodística. 18
Para una crítica y exposición más extensa sobre esta actitud de la izquierda, recomiendo el artículo que le dediqué al modo de actuar de esa izquierda hacia otras culturas, hacia otros países que no son los nuestros: La izquierda, la crisis y la justificación del colonialismo por motivos humanitarios (19), (20)
1. Gadafi´s death sparks celebrations. Democracy Now!, 21.10.2011. Enlace
Más informes falsificando la realidad libia: "Libya has reignited the flame of liberty in the arab world". Democracy Now!, 22.8.2011. Enlace
2. Mikel Itulain. Muamar Gadafi: luces y sombras. 20.11.2012. Enlace
3. Nato accused of war crimes in Libya. The Independent, 19.1.2012.
4. Barry Grey. US-NATO war crimes in Libya. Global Research, 23.1.2012.
5.Michel Chossudovsky. Libya and "The Arab Spring". Global Research, 26.11.2011. Enlace
6.Mikel Itulain. Los medios de comunicación y la guerra en Libia. ¿Es posible la paz? Blog, 30.8.2012. Enlace
7. James Tracy. 9/11 Truth, Inner Consciousness and the "Public Mind". Global Research, 8.3.2012.
8. Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Irak. Libertarias. 2012.
9. Santiago Alba. Siria: ¿última parada de las revoluciones árabes? Diagonal, 9.4.2012.
10. Naomí Ramírez. Siria: Assad se va quedando sin padrinos. Diagonal, 24.11.2011.
11. Mikel Itulain. Los medios de comunicación y la guerra en Libia. 30.8.2012. Enlace
12. Mikel Itulain. Justificando la guerra. 2012.
13. Negocios en el emirato de Qatar: Mediapro y pocas empresas catalanas más. Expansión, 15.12.2010.
14. Los vínculos entre el diario Público (Mediapró) y la monarquía cataría y Al Jazeera. Vórtice Inmediatista, 22.9.2011. Enlace
15. Postura de EQUO respecto al conflicto en Libia. Comunidad El País, 30.9.2011. Enlace
16. Mikel Itulain. Los medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria. Red Voltaire, 4.10.2012. Enlace
17. James Tracy. Desinformación mediática y las revoluciones de color de la "Primavera árabe". Tercera Información, 9.8.2012.
18. James Tracy. "Manufactured dissent": the financial bearings of the "progressive left media". Global Resarch, 3.8.2012.
19. Mikel Itulain. La izquierda, la crisis y la justificación del colonialismo por motivos humanitarios. 20.7.2012. Blog
20. Mikel Itulain. Justificando la guerra. 2012.
Desde luego si algo queda claro tras leer tu artículo es que hay que agudizar la vista y el oído para no dejarse engañar por esos medios que se envuelven en la bandera de la "izquierda" y defienden los mismos intereses que la derecha. Quizás lo que más me ha sorprendido es el caso de Diagonal, creí que no caerían en el discurso que los grandes medios respecto a Libia y el resto de agresiones imperialistas. Es muy fácil manipular a la gente para que apoyen la intervención de la OTAN o EE.UU en otros países. Si uno ve todos los días y a todas horas en los telediarios imágenes de muertos "inocentes", incluidos niños, y te dicen que es Gadafi, Al Assad, etc., que están amasacrando a la población, el primer impulso de cualquier persona honrada es pedir o justificar la intervención occidental en esos países. Esa es la coartada que utilizan los gobiernos occidentales. Por eso la obligación de esos medios llamados alternativos es desenmascarar esa trampa. Pero como vemos no es oro todo lo que reluce. Dentro de la izquierda hay una amalgama de ideas, de matices, de contradicciones, de falta de claridad, de falta de determinación, incluso a veces de falta de valentía, que están hundiendo a la izquierda. Su discurso (con excepciones, claro) se mezcla demasiado a menudo con el discurso "oficial". Creo que en ciertos temas, como por ejemplo el de las "primaveras árabes" o la salida de España del Euro, la izquierda teme no ser entendida por los ciudadanos, y se deja arrastrar por ese discurso oficial político y mediático para no "complicarse" la vida. Grave error que tiene graves consecuencias, entre ellas, fomentar el pensamiento único y desarmar ideológicamente a la izquierda.
ResponderEliminarMuy bueno tu trabajo Mikel, y muy necesario. Seguiremos atentos. Un saludo.
Un gran análisis Adolfo.
ResponderEliminarEs fácil dejarse arrastrar por esa marea de la justificación de la guerra. Pero luego, como alguien que ha justificado eso, el bombardeo de países, la destrucción de sociedades y el saqueo de las transnacional, cómo va a hablar de justicia, paz y libertad. Ridículo. Ahí está buena parte de la izquierda en esa terrible contradicción.
El rechazo a la guerra, a la barbarie, tampoco es una cuestión de izquierdas o derechas, es una cuestión de dignidad y moral humanas. Tan escasas en cualquier época de la humanidad.