martes, 1 de mayo de 2018

Cuando los progresistas no son la solución, sino el peor de los problemas

Falsos mensajes de los progresistas occidentales para enmascarar proyectos de colonización, abuso y robo como emancipaciones democráticas 

El padre de Daniel, el Mochuelo, quería que su hijo fuese algo más que él. Su hijo no compartía tal idea, que le parecía extraña y con poco sentido. El progenitor elaboraba quesos en la campiña cántabra, un lugar donde la belleza natural tenía buena armonía con las relaciones humanas y donde una vida plena e interesante era posible.  Daniel sabía apreciarlo y hacerlo realidad.
Le gustaba al Mochuelo sentir sobre sí la quietud serena y reposada del valle, contemplar el conglomerado de prados, divididos en parcelas y salpicados de caseríos dispersos. Y, de vez en cuando, las manchas oscuras y espesas de los bosques de castaños o la tonalidad clara y mate de las aglomeraciones de eucaliptos. A lo lejos, por todas partes, las montañas, que según la estación y el clima, alteraban su contextura, pasando de una extraña ingravidez vegetal a una solidez densa, mineral y plomiza en los días oscuros. 1
¿Por qué irse a una ciudad desconocida teniendo lo que él allí tenía y quería? Parece insensato hacerlo. Como insensata veía su situación el soldado que se fue a la guerra de África por la tonta y loca euforia que genera la presión social de aquellos que te dicen y te animan para que te vayas pero que ellos no se van
...no puede dormir. Los pequeños rumores de la posición le recuerdan, por referencias, ruidos de agua. Al pensar en su casa de la aldea envidia aquella miseria con el cantaral rezumante y la tinaja donde al extraer una jarra de agua cantaban las gotas resbalando. No concibe por qué se marchó estando como estaba el pueblo tan bien abastecido de manantiales. Y luego aquellas nevadas que en el deshielo llenaban los caminos, las calles de charcos. 2
La vida del padre del muchacho, con su quesería, no tenía nada que envidiar a lo que al chico le esperaba: trabajar para otros, a las órdenes de otros y cumpliendo los sueños de otros, no los suyos propios.  Esto los mayores de la aldea lo entendían, y lo siguen entendiendo en muchos pueblos de España, como progresar. Cuando es en realidad lo contrario para una mente y un espíritu  independientes, que hacen lo que su buen criterio les dice, no lo que los demás desean.
Entones, ¿qué es el progreso? ¿Quién es un progresista?
Depende de lo que cada ámbito social considere como progreso, que como en el caso anterior tal entendimiento sea en realidad un retroceso.
Ya en el ámbito de la política actual se considera como tal, por ejemplo,  a aquell@s que supuestamente defienden los derechos de las mujeres o la libertad política, aunque no prestan mucha atención a las desigualdades sociales. Aun así, ¿cómo puede ser considerado así, progresista, alguien que pretende abanderar a las mujeres en su país occidental: España, Inglaterra, Francia  o Estados Unidos, y haya hecho lo contrario en otros como Libia, Siria o Afganistán? Sí, me refiero  a los que trataron y tratan de disfrazar como de una revolución por la democracia lo que no fue sino una agresión externa mercenaria de países musulmanes o interconfesionales que disfrutaban de tolerancia y libertad hacia las mujeres y sus decisiones.
No en Libia,  tanto menos en Siria ocurrió ninguna revuelta popular ni pacífica, por supuesto, tampoco en Afganistán.
En Libia no hubo una revuelta o una revolución para acabar con una supuesta tiranía, inexistente, e instaurar la libertad y la democracia, ya bien presentes, hubo algo bien diferente que los analistas y expertos internacionales conocían perfectamente, el ataque premeditado contra un país soberano:
Es evidente que los militares de EE.UU. y el Gobierno de EE.UU. eran bien conscientes de la fuerte presencia de Al Qaeda en la Cirenaica desde ya  2007. Cuando la violencia estalló en 2011 estaba claro para muchos analistas geopolíticos que era el resultado de Al Qaeda, no de “manifestantes pro-democracia.” El gobierno de EE.UU., sus aliados y sus cómplices de la prensa occidental, deliberadamente mintieron al público, tergiversaron su caso a las Naciones Unidas que intervino en Libia en nombre de los terroristas internacionales, derrocando a un gobierno soberano, y garantizando la concesión de una nación entera como base de operaciones para el Grupo islámico Combatiente libio (LIFG). 3
¿Qué hacían los "pacíficos" manifestantes idolatrados en televisiones y por la izquierda de aquí  que irrumpían en Libia o Siria?
La realidad muestra que los "manifestantes" eran en realidad insurgentes fuertemente armados que arrasaron secciones enteras de las paredes de hormigón armado de una base militar de Bengasi, y después se hicieron con el control de artillería pesada y de vehículos blindados antes de apoyar a los rebeldes armados en las ciudades y pueblos cercanos. 4
¿Qué hacían con las mujeres? Abandonadas a su suerte en medio de una violencia extrema desarrolada por los fanáticos invasores, eran violadas, torturadas, asesinadas, conduciéndolas a una vida de miseria y demasiado horror.
¿Qué sabían de las mujeres libias y sus vidas? ¿Sabían algo? ¿Les interesaba siquiera saberlo?
Si los medios hicieran un trabajo serio de investigación hubieran descubierto que en Libia los hombres y las mujeres gozaban de los mismos derechos, sin embargo las diferencias culturales han sido utilizadas perversamente para dar la impresión contraria. 5
Las mujeres, así mismo, podían ir a la universidad, tener el mismo sueldo que los hombres y, por supuesto, conducir vehículos. Esto no es lo normal en cualquier país árabe, tanto por no tener medios como, especialmente, por serles vetado por motivos religiosos. Esta libertad que existía les permitía decidir con quién querían casarse y con quién no.
... desde los primeros días de su gobierno, Gadafi dijo que ni hablar de los matrimonios forzados. Las mujeres libias tienen el derecho a elegir a sus propios maridos. Ellas son animadas a buscar matrimonios por amor. Bajo la ley libia, ninguna persona, sin excepción, puede forzar a una mujer libia a casarse con ningún hombre por ninguna razón.6
Hubo activistas "pro-derechos humanos" de las mujeres que apoyaron a estos llamados rebeldes, es decir, a los mercenarios islamistas, que pertenecían o eran dirigidos por Al Qaeda. ¿Les parece incongruente? En Europa, con la enorme desinformación que hay cualquier cosa se puede hacer, hasta esto, la gente se traga todo. Tenemos así el caso de Magdulien Abaida, que llevó a cabo una campaña en Europa en favor de esos fanáticos y que viajó a París y a El Cairo para hablar contra el Gobierno de Gadafi y buscar ayuda para los islamistas. Cuando cayó el Gobierno libio fue a este país a celebrarlo. En el verano de 2012 quiso realizar una cumbre sobre las mujeres, financiada con dinero del Gobierno británico, en Bengasi. Allí mismo vio lo que ella y su gobierno habían creado, fue insultada y amenazada de muerte de forma bien explícita:
Te mataré y te enterraré y nadie lo sabrá. 7
Esto les pasó a muchas mujeres en Libia por culpa de personajes tan falsos y deshonestos como Magdulien Abaida, y de organizaciones y gobiernos que con sus mentiras humanitarias  engañaron a la población europea para que la guerra de invasión colonial fuese posible.

Y que se ha hecho realmente en estas naciones soberanas. ¿Ha habido progreso y ganancia de libertades?
¿Qué progreso? ¿el que condujo a una sociedad secular no fanática, como la que había en Afganistán en 1979, hacia  una dominada por el terror islamista: financiado, formado y armado por la élite económica de Estados Unidos? ¿Quién ha llevado la barbarie y la opresión a las mujeres y a la sociedad en Afganistán?. Y no solo en Afganistán: Libia, Arabia u otros lugares son ejemplo donde se ha apoyado también este extremismo islámico.

Los EE.UU. alentaron a Arabia Saudí y Pakistán para apoyar a los Talibán, desde luego en su avance hacia Kabul. Ahmed Rashid.

[Los Talibán] fueron activamente alentados por el ISI y por la CIA. Selig Harrison. Experto en relaciones de EE.UU. con Asia.

El referente que tuvieron los Talibán respecto a Arabia Saudí era lo que buscaba EE.UU. Tener un régimen tiránico, sin libertades, donde pudiesen hacer negocios sin tener problemas con la población local, al estar esta sometida a un sistema dictatorial y de terror. Lo expresaron claramente miembros del Senado estadounidense y diplomáticos. El portavoz, Glyn Davies, no vio “nada censurable” en la intención de los Talibán para imponer la estricta ley islámica, y un diplomático de EE.UU. en 1997 decía sin ningún reparo lo siguiente:
Los Talibán continuarán posiblemente como los saudíes. Habrá una ARAMCO [el consorcio de compañías petroleras que controlaba el petróleo saudí], gaseoductos-oleoductos, un emir, sin parlamento y un montón de ley Sharia. 8

Y no solo ocurrió con los Talibán, llevados al poder gracias a la OTAN, sino con los mujahideen (mercenarios islamistas) traídos de múltiples países a Afganistán para hacer la guerra "santa" y con el nuevo gobierno tras los talibán, formado por señores de la guerra igualmente extremistas. La situación de la mujer es incluso ahora peor que con los talibán y completamente diferente a aquellos años 70 y 80, cuando estaba el gobierno marxista, en la que podían vivir en libertad y trabajar e ir a la universidad. Estas cosas no se cuentan en los medios de comunicación por razones obvias que pondrían en muy mal lugar a los gobiernos occidentales y a los propios medios de comunicación, organizaciones "humanitarias" y a la izquierda política.
Amnistía Internacional seguía, pese a todo ello, con sus campañas propagandistas, como la de apoyo a la OTAN para, ¡que mantuviese el progreso que hemos visto en Afganistán!


Cartel de Amnistía Internacional en apoyo a la OTAN en Chicago, mayo de 2012

Con estos "progresistas" no hacen falta reaccionarios ni más imperialistas, ellos ya hacen cosas peores con embusteras palabras e imágenes.

Referencias-Notas:
1. Miguel Delibes. El Camino. 1950.
2. Ramón J. Sender. Imán. 1930.
3. Tony Cartalucci. Nato using Al Qaeda rat lines to flood Syria with foreign fighters. 25.10.12.
4. Tony Cartalucci. US Libyan policy: zero legitimacy. Land Destroyer. March 2011.
5. Leonor Massenet. Derechos de la mujer en Libia: los medios tegiversan la realidad. www.leonorenlibia.com. 27.11.2012.
6. Susan Lindauer. Libya’s War for “The Abaya”: Women’s Rights and NATO’s Support of Pro-Islamist Rebels. Global Research, 27.7.2011.
7. Libya rebel flees to UK as revolution sours for women. BBC Newsnight, 4.12.2012.
8.  Phil Gasper. Afghanistan, the CIA, Bin Laden and The Taliban. International Socialist Review. November-December 2001

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