jueves, 10 de octubre de 2013

Las autopistas de la muerte como ejemplo de la realidad de la guerra

La masacre en la autopista de Kuwait a Basra por parte del ejército de EE.UU. Noche del 25 y día del 26 de febrero de 1991.

Pocas películas en cine o en televisión muestran alguna vez la verdadera naturaleza de la guerra, lo que realmente ocurre en la guerra. En la mente de todos están famosos filmes como La chaqueta metálica o Platoon, sin embargo, por más que tengan cierta calidad cinematográfica, que la tienen, están bien alejadas de lo que tratan de representar, la Guerra contra Vietnam por parte de los Estados Unidos. En ellas no se muestra algo clave e ineludible en esa guerra, la enorme desigualdad de fuerzas, el enorme abuso de poder y las enormes matanzas llevadas cabo con crueldad y despiadada frialdad en una orgía de muerte y destrucción completamente innecesaria. En ninguna de las dos aparece esto, porque mostraría que lejos del valor estaba la falta de él, que lejos del respeto estaba el abuso y que lejos de la razón estaba la sinrazón.

Jarhead, sobre la Guerra del Golfo de 1991

Sin embargo, en todo hay excepciones, una de ellas la tienen en Jarhead, una película dirigida en el año 2005 por Sam Mendes. No es una película antiamericana (la palabra correcta sería antiestadounidense), porque se relata la guerra desde su punto de vista, desde el punto de vista de sus tropas de a pie, de los marines. Esta obra muestra gente joven normal, como la vemos en nuestras calles, como la vemos en nuestras propias casas. Personas con diferentes motivaciones pero que unen la fuerza y el ímpetu de la juventud en una misión que creen puede ser necesaria, ir a la guerra. Es cierto que estos jóvenes tienen pocos conocimientos históricos, que nadie se los ha enseñado, que desconocen, como se desconoce tanto en los Estados Unidos como en Europa, lo que fueron y supusieron las guerras del pasado. Que jóvenes como ellos se enlistaron igualmente de voluntariosos para combatir por algo que creían justo, y al igual que ellos vieron que lo que pensaban y lo que sucedió después no casaba, no encajaba, que era en realidad un engaño.
A estos marines se les ve en el filme, en su periodo de instrucción en los Estados Unidos, entusiasmados mientras tararean la banda sonora de una película donde poblados de personas de Vietnam son arrasados por las bombas. Podemos pensar y decir que son unos dementes, pero entonces debemos pensar en que este tipo de películas o de juegos los tenemos en nuestras ciudades y pueblos en los centros comerciales y, por consiguiente, después, en nuestras casas. Estos soldados, estos marines, son más parecidos a nosotros de lo que nos gustaría reconocer. De hecho no son malas personas en sí, en este grupo hay de todo, pero no impera la maldad. Impera la normalidad en la forma de actuar y de pensar a la que estamos acostumbrados a vivir cada día, aunque ni aquella, la de ellos, ni la nuestra sean especialmente ejemplares.
El gran mérito de la película, además de la calidad de las imágenes, está en seguir una narrativa real, no dejándose llevar por las historias cómodas y falsas de los supuestos principios morales, del deber, de la justicia y de las justificaciones de sus acciones. Relata los sucesos como los vería una persona cualquiera que ha estado en una guerra.
Así, cuando llegan al conflicto que se prepara contra Irak tras su ocupación de Kuwait, en el año 1991, la tropa espera entrar pronto en combate y enfrentarse al poderoso ejército enemigo, con sus temibles soldados. Pero nada de esto ocurre. Pasan los días y no hay enemigo al que combatir, al que enfrentarse cara a cara. De hecho, es tanta la espera por esto que los soldados  se despiertan armados de noche alarmados por los sonidos aparentemente de disparos, pero percatándose que por un accidente de un compañero suyo se han quemado unas cajas de bengalas. El primer ataque que reciben los marines es de un escuadrón de aviones, por fin parece verse al enemigo, pero otra vez es una ilusión, una ilusión terrible, porque se trata de "fuego amigo". El ejército del aire de Estados Unidos dispara a su propia infantería. Tal vez por propio aburrimiento o tal vez algún mando intenta aprovechar la situación para vengarse de otro mando. Las guerras están llenas de ejemplos de este tipo.
Pero lo que hace ver a los marines la guerra en la que realmente están es en el momento en que tras una colina oyen disparos y explosiones. Se asoman tras ella creyendo por fin que se va a dar el combate y resulta que ven algo que los paraliza por completo. Ven una enorme línea de vehículos: coches, camiones, furgonetas, autobuses, jeeps..., completamente calcinados. Se acercan y ven cuerpos dispersos por aquí y por allí, quemados, rotos, sin cabeza, sin brazos o piernas. No hay palabras, el horror y la barbarie de lo que allí se ha realizado rebasa cualquier descripción. El soldado protagonista, Jake Gyllenhaal, recorre el escenario, ve a conductores y viajeros en sus asientos como estatuas petrificada por el fuego, y se sienta en un corro que forman hombres sentados en sillas. Se sienta y no puede hablar con ellos, no porque no conozca el idioma, sino porque sus contertulios ya no pueden hablar, pues las bombas los dejaron como momias.
Este suceso que ven los marines en la película es un suceso real, ocurrió durante febrero de 1991 en la autopista de Kuwait a Basra.

"Las fuerzas armadas de EE.UU. bombardearon un extremo de la autopista principal de Kuwait a Basra, cortándola. Bombardearon el otro extremo de la autopista y la cortaron. Colocaron unidades de artillería en las colinas que dominan la autopista. Y entonces, desde el aire y desde tierra masacraron todo ser vivo sobre la carretera. Cazas, helicópteros de combate y batallones armados dispararon sin piedad sobre el tráfico atascado que se extendía hasta veinte millas. Cuando el tráfico quedó bloqueado, los B-52 fueron enviados para arrasarlo con el bombardeo". Nuestras tropas no esperaron a que la gente saliese para rendirse, no los rodearon y los forzaron a rendirse, simplemente los exterminaron. Los estadounidenses nunca oyeron algo sobre la "Autopista de la muerte", solamente pagaron por ello, una matanza que, en palabras de Barnes, "se encuentra entre las grandes atrocidades de las guerra moderna". (1)

Sin embargo, no es la mayor de las matanzas que se cometieron en las autopistas, porque no ocurrió solo en esta que estaba tierra adentro y que llevaba a Basra, sino que se dio con más intensidad y sin dejar a nadie vivo en las 60 millas de la autopista de la costa.

Allí, durante 60 millas cada vehículo  fue ametrallado y bombardeado, cada parabrisas fue hecho añicos, cada tanque quemado, cada camión cubierto de fragmentos de proyectiles. No se ha sabido de supervivientes o que pudieran escapar. Las cabinas de los camiones fueron bombardeadas tanto que fueron completamente aplastadas hasta el suelo, y es imposible ver si había conductores o no. Los parabrisas se desvanecieron y grandes tanques fueron reducidos a metralla."Incluso en Vietnam yo no vi algo como esto. Es patético", dijo el mayor Bob Nugent, un oficial de inteligencia del ejército. Esta carnicería unilateral, esta matanza racista de gente árabe, ocurrió mientras el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, prometía que los EE.UU. y sus compañeros de coalición no atacarían a las fuerzas iraquíes dejando Kuwait. Este es, seguramente, uno de los más horribles crímenes de la historia contemporánea. Las tropas iraquíes no estaban siendo expulsadas de Kuwait por las tropas de EE.UU. como la Administración Bush mantiene. No se estaban retirando con el propósito de reagruparse y luchar de nuevo. De hecho, se estaban retirando, estaban yendo a casa, respondiendo a las órdenes dadas por Bagdad, anunciando que estaba cumpliendo con la Resolución 660 y dejando Kuwait. A las 5.35 p.m (hora del este) Radio Bagdad anunció que el Ministro de Exteriores de Iraq había aceptado la propuesta de alto el fuego soviética, y había dado la orden a todas las tropas iraquíes para retirarse a posiciones mantenidas antes del 2 de agosto de 1990, de acuerdo a la Resolución 660 de Naciones Unidas.Testigos kuwaitíes testifican que la retirada comenzó en la tarde el 26 de febrero de 1991 y Radio Bagdad anunció a las 2:00 AM (hora local) aquella mañana que el gobierno había ordenado a todas las tropas retirarse.La masacre de los soldados iraquíes en retirada viola las Convenciones de Ginebra de 1949, Artículo común III, que proscribe la muerte de soldados que están fuera de combate. (2)

Comparen ahora esto, esta nula cobertura de los medios de comunicación y del tratamiento de organizaciones humanitarias (como Amnistía Internacional o HRW) sobre esta enorme matanza, con los sucesos de Srebrenica. Comparen un caso de abuso absoluto del poder por solo un lado, con otro donde dos bandos cometen atrocidades y el que las comete más, el bando bosniomusulmán de Izetbegovic en Srebrenica, es apoyado por estos medios, ocultando sus crímenes y sacando de contexto y falsificando los del contrario, los de los serbobosnios. Para entender lo ocurrido en Srebrenica recomiendo la lectura de los cuatro artículos que ya he realizado sobre este suceso: La masacre de Srebrenica. Parte I.

Los marines son plenamente conscientes ya, tras lo que han visto en la autopista, de la guerra en la que están, una en la que el supuesto enemigo no tiene ninguna posibilidad. La enorme superioridad tecnológica y armamentística no da lugar a un enfrentamiento entre soldados, a una mínima lucha equitativa. Se extermina al supuesto enemigo con las terribles armas y la gente queda irreconocible como el tizón.
No les extrañe que los medios de comunicación corporativos, cómplices con estas matanzas, no hayan hablado muchas veces bien de esta película. Es una película que no les gustaría que se viese, porque muestras demasiadas cosas ciertas y demasiadas falsedades de esos medios de comunicación. Tampoco les extrañe que estos mismos "periodistas", venales y mendaces sirviendo al poder económico sin ninguna moral, ensalcen a los "héroes" de esta guerra, de la Guerra del Golfo de 1991, como hicieron con el general  Schwarzkopf en diciembre de 2012

...los periódicos, tanto los considerados de izquierda como los de derecha, ensalzaban a un nuevo héroe de guerra. Muere el general Schwarzkopf, el héroe de la Primera Guerra del Golfo, rezaba el titular del diario madrileño ABC.2 El País, ese mismo día, el 28 de diciembre de 2012,3 lo mostraba como el artífice de una de las mayores victorias de la historia militar norteamericana. También comentaba que: "La primera Guerra del Golfo la decidieron una serie de operaciones aéreas que debilitaron notablemente al enemigo iraquí, con un número muy reducido de bajas entre las filas aliadas. Sólo murieron en operaciones directas de combate 147 soldados". Ni una sola mención a los miles y miles de iraquíes que fueron muertos, asesinados, en aquella guerra, ninguna mención a la destrucción prácticamente completa de las infraestructuras del país: red eléctrica, agua, agricultura, comunicaciones, industria... Ninguna mención que aquello, junto a las sanciones que vinieron después, provocaron hasta más de un millón de muertos de acuerdo a las investigaciones de Lancet, en su mayorías niños, los más  débiles, los que no preocupan a la prensa, a la prensa que dirige el poder económico.4La guerra, la Guerra del Golfo, fue completamente desigual, un superejército aplastaba y quemaba a otro, débil y desguarnecido, el ejército iraquí. Se ensañaron con ellos y con el pueblo iraquí, para llevarlo a la ruina, a la sumisión absoluta.Ver artículo completo en este enlace: Los héroes de la guerra

La película, Jarhead, habla muy claro sobre la guerra:

La guerra es siempre diferente, la guerra es siempre la misma

Notas:
(1) William A. Cook. US vs Iraq: Another "Highway of death" slaugther. Rense.com, 12.24.2.
(2) Joyce Chediak. The massacre of withdrawing soldiers on "The Highway of Death"Enlace




3 comentarios:

  1. Si ha alguien le interesa el tema sobre la realidad de la guerra en los últimos tiempos les recomiendo Restrepo y Armadillo. Dos documentales sobre tropas danesas y estadounidenses en Afganistan.
    Lo más triste es que quien va a la guerra es carne de cañón, jóvenes, muy jóvenes, con la testosterona por la nubes y con muchas ganas de acción y de matar al "enemigo", aunque no sepan muy bien quién en es ese enemigo.

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  2. Los jóvenes que van a la guerra desconocen los motivos reales de esa guerra y también ignoran lo que padecieron otros jóvenes que como ellos eran igual de ingenuos. Además está el terrible daño infligido a gentes de otros países que no deberían haber sufrido estas penalidades, sino haber vivido una vida plena y duradera.
    Esos documentales que comentas, ¿quién los produjo?

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  3. Me he comprado la película Jarhead y aunque no puedo verla en mi navegador por defecto: Firefox, sí que me fue posible en Chrome (no doy el enlace, que puede que ni os sirviese, para no crearme problemas). Nada que ver con "Jarhead II" y las hermosas pero falsas razones con que forman a la tropa de que se sirven para destruir naciones ajenas con sus guerras imperialistas por supuestos héroes redentores, cuando en realidad lo son por el predominio geopolítico a base de piratería de estado utilizando imbécil carne de cañón de que se sirven a tales efectos y alta tecnología militar.
    En esta "Jarhead" a secas (la original) se hace ver cómo tratan peor que al ganado de cuatro patas a la tropa para que les hagan sus guerras a las mafias imperialistas del poder filosionista yanqui-europeas y asociados (monarquías del golfo, etc.). Nos inundan de mierda gratuitamente en forma de seudo arte en su mayor parte americano, pero el arte que nos pone en la realidad (el arte auténtico), lo hacen pagar de forma que deja de estar accesible para muchos por falta de introductores que les informen sobre obras con verdadero valor artístico o por mera imposibilidad económica.
    Después de haberme equivocado y ver casi entera la "Jarhead II" sin en ningún momento ver en ella más que propaganda seudo-humanitaria yanqui justificando sus genocidios y destrucción de naciones en pro de intereses geopolíticos del gran capital, opté por la compra en HD en aunque diga alquilar y así pude comprobar lo acertado de lo que nos explica Mikel Itulain. Por tanto gracias y ojalá que se utilizaran obras así masivamente a fin de hacer pedagogía política con ellas, a efectos de por ejemplo desmotivar a la gente respecto a nuevas guerras en proyecto por los mencionados imperialistas (ya que son muchos otros los campos en los que el arte debiera cumplir su deber formativo en vez de para alienar masivamente a los humildes por ejemplo con el falso arte impartido por las Tvs).

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