miércoles, 22 de abril de 2015

La excusa del enfrentamiento interno para ocultar las causas reales del conflicto

Stefano Delle Chiaie, un asesino a sueldo de Gladio al servicio de los intereses del poder económico y político occidental, causantes y generadores de conflictos en todo el mundo.

Cuando en Guatemala, a mediados del siglo XX, comenzaron a cuajar gobiernos que realmente se preocupaban por la gente y no solo por los intereses de los grandes propietarios nacionales y extranjeros, se empezó a desatar una enorme campaña de acoso, difamación y violencia contra estos gobiernos. Primero fue contra el de Juan José Arévalo y finalmente contra el de Jacobo Arbenz. Arévalo tuvo que sortear infinidad de actuaciones poco democráticas e intentos de derrocamiento por parte de la poderosa United Fruit. En su discurso de despedida en 1951 reveló que al menos en treinta y dos ocasiones esta compañía había instigado campañas contra él.
Jacobo Arbenz, el sucesor de Arévalo, no se encontró una situación mejor, sino que incluso el acoso al que fue sometido fue mayor. Un enorme ataque mediático a lo largo del mundo se desató contra su gobierno y persona, acusándoles de ser una amenaza para América y de haber caído bajo las órdenes de la Unión Soviética. Ni una cosa ni otra eran ciertas, Arbenz en realidad era un moderado que velaba por los intereses de su país, lo que hizo que Washington tuviese que cambiar su discurso, acusándolo de algo tan vago como absurdo, como ser un representante del "nacionalismo extremista o radical".
La guerra psicológica y el aislamiento provocado por Washington en el mundo, y especialmente en América, de Guatemala fue acompañada por actos violentos como sabotajes, que finalmente fueron acompañados por una agresión militar muy típica de Estados Unidos: bombardeos del país y las ciudades y contratación de mercenarios para atacar a la población civil y a la estructura del estado de Guatemala. Sin embargo, pese a esta enorme y multidisciplinar campaña de agresión de la potencia norteamericana, que finalmente obligó a huir a Arbenz en 1954, en una guerra militar y psicológica orquestada por los servicios de inteligencia estadounidenses y que se continuó después con una verdadera matanza de los habitantes de Guatemala, tras instaurar una dictadura militar que duró décadas, pese a todo ello, y mientras el país era bombardeado, el embajador de Estados Unidos Henry Cabot declaraba en la ONU, intentado ocultar los hechos y eludir sus claras responsabilidades:
Es una revuelta de guatemaltecos contra guatemaltecos. 1
Esta frase, cambiando si quieren autores pero no su contenido, la habrán oído tantas veces que ya no se pueden recordar. Respecto a Guatemala, para un análisis más detallado con sus fuentes pueden seguir el siguiente enlace:

Es claro que no sería, no obstante, ni la primera ni la última vez que se utilizaría esta estrategia con el fin de ocultar la actuación exterior en los problemas que suceden en un país o lugar determinado. Problemas que se califican como internos, cuando en realidad están provocados principal y fundamentalmente desde el exterior. Sin la actuación, influencia y violencia exteriores estos contratiempos o choques sencillamente no tendrían lugar o no irían más allá de meras disputas internas que se pueden resolver pacífica y democráticamente como en cualquier parte y lugar del mundo.
Vamos ahora a la época del Apartheid en África del Sur. Veamos lo que ocurió y lo que se dijo sobre la destrucción de cuatro asentamientos “ilegales” en Crossroad, cerca de Ciudad del Cabo. Las comunidades fueron arrasadas y quemadas, matando a treinta y cinco personas y dejando sin hogar a 70.000. El suceso fue  tratado en EE.UU. como un episodio de la violencia “entre negros”. El propio Reagan lo reflejaba como:

Se trata de negros luchando contra negros porque hay una problemática tribal pendiente en aquella comunidad2

Lo que realmente sucedió, comenta A. Lewis, es que funcionarios del gobierno promovieron la división en la comunidad apoyando a un grupo de vigilantes de orientación política de derecha, a los que les dieron armas, provocando el ataque. Incluso apoyando tal ataque cuando se produjo. También comenta las abrumadoras evidencias de que los vigilantes fueron ayudados en la quema y destrucción de las comunidades por la policía y los  soldados, y que estuvieron también involucrados en las muertes. 3
Esta tónica, de acusación y denuncia de "enfrentamientos internos" continuaría, pues es un método tan antiguo como útil llevado a cabo por los servicios de inteligencia norteamericanos. Podemos verlo otra vez, recientemente, en Ucrania. En concreto en la masacre de Odessa de mayo de 2014, donde para evitar que el ejemplo de la actuación e insumisión llevado a cabo en Donbass (Donetsk y Lugansk) ante el golpe de estado en Ucrania ese año, se extendiese a otras zonas del país, como la misma Odessa. En Odessa se preparó concienzudamente una terrible masacre ejemplarizante que finalmente fue puesta en práctica. Se enviaron a la ciudad, aprovechando la excusa de que había un partido de fútbol, a batallones de "hinchas", en realidad matones a sueldo, que se hicieron con el control de la ciudad, aterrando a los habitantes de Odessa. La policía local, curiosamente, desapareció o incluso colaboró con los mercenarios contratados, facilitándoles la labor. El objetivo final, el provocar una masacre contra un grupo de manifestantes que se oponían a la junta nazi de Kiev, fue también pefectamente preparado. Se asustó a estos manifestantes deliberadamente, antes de que llegasen las ordas de matones, para que se escapasen buscando refugio en el edificio junto al que estaban, la casa de los Sindicatos. Allí estaba la trampa, fuera de la vista de las cámaras y de la gente los nazis llevaron a cabo la matanza de una forma metódica, no desordenada, propia de profesionales preparados a propósito para ese menester. No es casual que días antes, a mediados de abril, el director de la Agencia Central de Inteligencia hubiese visitado Kiev. 4 El objetivo estaba cumplido, se sembró el terror en la población, que ya no se atrevería volver a protestar más. Estos métodos recuerdan a los de la época de la Alemania nazi, pero han ocurrido ahora. No obstante, y pese a todo esto, los medios de comunicación lo trataron de hacer pasar como peleas entre grupos rivales. Cuando no hubo tales "enfrentamientos", sino una matanza deliberadamente y concienzudamente preparada. Estos medios seguían un guion político, cual fotocopiadoras, y no uno periodístico que se preocupa por informar y analizar con rigor los sucesos que ocurren en el mundo. Así, calificaron la masacre premeditada como "enfrentamientos" y no se molestaron por contar lo que realmente sucedió allí, ni en esos días ni posteriormente. Una actuación ya cotidiana en este tipo de medios corporativos o de medios que conviven con ellos y tienen intereses políticos y económicos similares.



Gara, un medio no corporativo, pero que se comporta como estos mismos en muchos aspectos de la política internacional, manteniendo una línea "informativa" bastante deplorable.  Ver los siguientes enlaces:

Aunque en este caso sí hubo un leve intento por contar algo de lo que sucedió, pero ocultando el hecho de que aquella operación, por su desarrollo y las contundentes pruebas que había y hay, estaba perfectamente planificada. Eso sí, a quienes no comulgan con la junta neonazi de Kiev Gara los sigue apodando "prorrusos", como si no fuesen ucranianos o como si fuesen ucranianos de segunda, y a esa junta fascista la llama el gobierno de Kiev, como si tuviese legalidad democrática. Ver este artículo: Kiev provocó los choques que llevaron a la tragedia de Odessa


La Wikipedia (Falsipedia), cómo no, dando la misma versión que aparece en los portavoces del poder económico occidental, los medios de comunicación corporativos. La Wikipedia está muy acostumbrada a minimizar u ocultar los crímenes que pueden implicar a las potencias occidentales, mientras agranda y saca de contexto campañas de propaganda de guerra contra sus adversarios. Como fue lo que ocurrió en Srebrenica en la antigua Yugoslavia en la guerra de los años 90 del siglo XX. 
Ver la versión de la Wikipedia, que es propagandística y está apartada de la realidad:
Y, por contra, lo que dicen las investigaciones con cierto rigor, que hablan de varias masacres y por parte de ambos contendientes:
Viendo todo esto, sitúense ahora en el momento en que  los nazis de los años 30 y 40 arrasaban barrios enteros de las ciudades en busca de comunistas, socialistas, disidentes y finalmente también en contra de los judíos o de los que ellos decían que eran judíos. Entonces también se justificó su actuación y sus matanzas y tropelías, como la de Odessa, también fueron calificadas como enfrentamientos, y en aquellos casos seguro que encontraron más resistencia que en la ciudad ucraniana. Seguro que alguien les ofreció incluso una más que justificada resistencia armada, pero que en su día fue calificada como una respuesta de grupos terroristas. Las víctimas se convertían en criminales y verdugos, y en el mejor de los casos se equiparaba a víctimas y verdugos, como se hace en buena medida aquí.
El ocultamiento de la realidad para hacer pasar una clara y descarnada agresión exterior por enfrentamientos entre rivales ha sido algo cotidiano en las historias de masacres y de represión.
Para una mejor comprensión sobre la Masacre de Odessa de 2014 tienen este informe:


Detrás de la masacre de Odessa es bien evidente que está la actuación de poderosos servicios de inteligencia, como los que diseñaron y prepararon la Operación Gladio en Europa. A este respecto tenemos un caso no igual pero si muy parecido en muchos aspectos, como el de dejar actuar impunemente a los matones preparados para ello e incluso de protegerles y custodiarles y en ningún caso detenerles por parte de las fuerzas de seguridad en lo que ocurrió en Montejurra, junto a la ciudad navarra de Estella, en 1976. 
En aquel momento había fallecido recientemente el dictador Franco el 20 de noviembre del año anterior, 1975, y el movimiento carlista había cambiado a unas posiciones claramente progresistas y democráticas, siendo un elemento aglutinador de la oposición real al régimen dictatorial y en torno al cual ya se movían diferentes partidos de izquierda, como el Partido Comunista. Así, la conmemoración que se celebraba cada año en el monte de Montejurra se convertía en un acto reivindicativo de calado político, pues se unía el elemento progresista de izquierda con la visión de un estado descentralizado de carácter confederal, algo especialmente peligroso para la dictadura por el momento y el lugar donde se producía. El lugar era Navarra, clave en el futuro del devenir político del País Vasco, al cual Navarra por propia naturaleza pertenecía culturalmente y estaba por ver como iba a ser políticamente. Además, se tiene que el dirigente carlista, Carlos Hugo de Borbón y Parma, era pretendiente al trono de España, por lo que era un rival directo al pretendiente nombrado por el  dictador Francisco Franco, que no era otro que Juan Carlos de Borbón.
En 1976, como ya adelantaba la prensa, por ejemplo El Alcázar, se iba a intentar a llevar a cabo la Reconquista, es decir, anular el peligro que suponía el movimiento carlista en ese momento y tomar el control de tal movimiento, como se hizo en 1936. La escena y la actuación se preparó con tiempo, se hicieron reservas hoteleras a personas clave que iban a intervenir en los acontecimientos, se pagaron dietas y se preparó el viaje a los que  ayudarían a la escenificación, junto a dar claras órdenes a la Guardia Civil (o a la Policía Armada), a través del gobierno y de su mismo director, Ángel Campano, para que actuase a favor de los que iban a llevar a cabo los ataques contra los seguidores carlistas legales.  A la misma Vuelta Ciclista a España se le hizo cambiar su recorrido para que no coincidiese con Estella, enviándola hacia Tafalla, de modo que no hubiese más testigos incómodos.  En relación al movimiento carlista, se había expulsado a personas que no respetaban las decisiones del partido y que tomaban posturas antidemocráticas y violentas, como seguidores que eran del fascismo. En este grupo el fascismo español captaba al hermano de Carlos Hugo, Sixto. Los sucesos que siguen creo que ya los conocen, el día de la romería, el 9 de mayo, ya en la explanada del Monasterio de Irache, los pistoleros contratados a propósito disparan contra los carlistas, matando a una persona. La Guardia Civil, ante el estupor e indignación de la gente, no actúa, no detiene a los agresores, que operaban impunemente al no tener armas los seguidores carlistas. Algo similar ocurre después cerca de la cima de Montejurra, que había sido tomada por los seguidores fascistas y pistoleros de Sixto, allí se abre fuego contra la procesión, que dará como resultado finalmente la muerte de otra persona que inicialmente fue herida. Tampoco la Guardia Civil aquí detiene a nadie y los agresores abandonan el lugar de los hechos sin ningún problema. Entre los pistoleros presentes en Montejurra estaban conocidos miembros de la organización Gladio. Gladio, recordemos, son los ejércitos secretos de la OTAN creados en colaboración con las estructuras militares y los servicios secretos de cada país donde actuaban, y que eran y son dirigidos por las agencias de inteligencia estadounidense, la CIA, y la británica, MI6,  y que contrataban mercenarios, principalmente fascistas, para cometer los atentados terroristas. Tenemos por ejemplo a los terroristas Stefano della Chiaie, Jean Pierre Cherid o Rodolfo Almirón: el primero muy vinculado a Gladio, llevando el mando en España, y que entre otros atentados estuvo implicado en el de la estación de Bolonia de Italia en agosto de 1980, donde asesinaron a 85 personas, y posteriormente fue a América del Sur a participar en los crímenes de la Operación Condor; el segundo estuvo luego vinculado entre otros grupos a los GAL, que llevaron a cabo ataques terroristas en los años 70 y 80 contra  la izquierda abertzale; el tercero, procedente de la triple A argentina, otro asesino a sueldo, trabajó como jefe de la seguridad personal de uno de los responsables de lo ocurrido en Montejurra, Fraga Iribarne, entonces Ministro de Gobernación y Vicepresidente para Asuntos de Interior.  5, 6 
Por parte del gobierno dictatorial se da una explicación de los hechos que ya conocemos, hablando también de enfrentamientos internos y ocultando la realidad, pero no así por quienes quieren analizar y describir lo que realmente ha sucedido. 
Desde el gobierno y sectores de la derecha se lanza el mensaje de que ha sido un enfrentamiento entre carlistas, “una pelea entre hermanos” [Fraga]. La prensa desmiente tales afirmaciones (Entre los artículos y notas de prensa publicadas hay que destacar el de, por entonces militante comunista, Jordi Solé Tura, “Montejurra”, Mundo diario, Barcelona, 13 de mayo de 1976) entre ellas El Pensamiento Navarro, diario neointegrista de Pamplona que ha participado en la campaña de prensa de la “Operación Montejurra”: “No fue una lucha, fue un vil asesinato cometido por pistoleros que rompen el ánimo de la convivencia y crean víctimas inocentes”. (El Pensamiento Navarro, 13 de mayo de 1976). 6
Del mismo modo a estos casos que hemos visto, en países como Libia o Siria también se ha hablado de luchas internas, en el caso de Siria se volvía a la manida división y diferencias religiosas existentes, sin querer ver que ese no es el motivo real y principal de los conflictos originados. Conflictos que han tenido y tienen una raíz externa, pues sin la presencia de los mercenarios extranjeros que han invadido el país y que son entrenados, formados y armados por los gobiernos occidentales en colaboración con las dictaduras del Golfo, Turquía e Israel, no habría tales guerras de agresión, y estos países se desarrollarían y vivirían en paz como otro país cualquiera.
Aquí pueden ver cómo se originó y quién originó la guerra en Siria, una historia muy diferente a la ampliamente difundida en los medios de comunicación occidentales:


En este artículo pueden escuchar la opinión de sus protagonistas, de los "rebeldes", en realidad verdaderos terroristas:


Notas:
1.  La CIA en Guatemala en 1954. No a la democracia. 
https://www.youtube.com/watch?v=TUsYJLKdyJ0&list=FLTIBK9RVQpd9VB5L8xtvNEw&index=15
2. Anthony LewisAbroad at home. New York Times, 10 de enero de 1988.
3. Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. África. Libertarias. 2012.3
4. Joe Giambrone. The Odessa Massacre was a carefully staged covert intelligence operation. Global Research. 14.05.2014.
5. Francisco Javier Ventura. Libro negro de Montejurra 76- Fraga y los crímenes de Montejurra.
http://es.calameo.com/read/000912285d569086f4715
6. Joaquín Cubero Sánchez.  Montejurra 1976. Un intento de interpretación. Comunicación presentada en el Congreso HISTORIA DE LA TRANSICIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEMOCRÁTICA. Madrid, 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre de 1995.

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