Cómo en los tiempos en que estamos puede haber tanta violencia y tanta guerra en el mundo, se pregunta la gente que se cree de bien en nuestro país. Ellos y ellas creen que tienen un criterio justo y saben discernir quién es un agresor y quién es la víctima. En su engreimiento, producto de su ignorancia, no aceptan ver que alguien les diga que lo que ellos piensan o creen de lo que ocurre en el mundo, no tiene prácticamente nada que ver con la realidad.
No están preparados para tal cura de humildad. Señal de que la sabiduría y el conocimiento no son precisamente sus mayores virtudes.
El hecho de que tengamos miles de algo más que ignorantes en España y en los demás países occidentales es el resultado de un proceso de adoctrinamiento inculcado por los medios de comunicación durante décadas. Donde la desinformación y la subjetividad hacen pasarse por sus opuestos de la información rigurosa y la objetividad.
Que alguien no entienda por qué ahora están estallando tantos conflictos o lo interprete de formas absurdas, demuestra la profunda desconexión que tiene de lo que ocurre en este planeta.
Ya lo he expuesto varias veces: vivimos un intenso periodo de cambio y como en cualquier otra época de la historia, cuando ha ocurrido esto da lugar a enfrentamientos.
Hoy nuevos países han emergido con fuerza, como son la República Popular China y la Federación Rusa, que ya no aceptan las imposiciones de la dictadura mundial establecida por las élites de Estados Unidos, especialmente tras la caída de la Unión Soviética. Y como el tiempo corre a favor de las potencias emergentes, porque cada día que pasa tienen más peso en lo económico, lo militar y en las relaciones Internacionales, es entonces que el imperio construido por las corporaciones occidentales, la corporatocracia, tiene que actuar para cortar con tal direccionalidad de los hechos. Lo que habitualmente han hecho todos los imperios siempre que han podido.
Que estos dirigentes corporativos hayan dirigido a naciones enteras de Europa a un desastre económico y posiblemente militar enfrentándolas contra Rusia en la guerra que ellos generaron en Ucrania, demuestra la debilidad social, moral e intelectual de los habitantes pertenecientes a esa organización que los maneja como peones y mercancía denominada Unión Europea. Una organización pensada durante el nazismo alemán que se desarrolló años después bajo los mismos principios de explotación y abuso de las personas. La historia se repite más de lo que nos gusta reconocer.
Y así, cómo condenar la "invasión rusa" de Ucrania si se desconoce lo ocurrido en ese país durante años. Sin saber sobre su pasado, sus culturas y los profundos intereses que allí había, hay y seguirá habiendo. Iba a decir la ignorancia, pero en realidad es el analfabetismo político e histórico el que hace tomar partidos tan equivocados. Mostrar a un régimen nazi como democrático y legítimo, que trabaja para intereses extranjeros y destruye a su nación y a sus gentes, como mostrar partido por estos fanáticos que defienden a los responsables de genocidios, tal que Bandera o Shujevych, y cantan sus eslóganes, es peor que estar equivocado, es ser finalmente responsable de sus crímenes.
Como la estrategia de los que temen perder el trono es la del conflicto y no la del diálogo, pueden ver que la violencia irrumpe allí donde más interesa. Así lo vemos en Oriente Medio, lugar estratégico y de recursos energéticos de capital importancia. Y aquí van contra Irán al que provocan una y otra vez de las mas variadas formas, como hacen también con Rusia, de modo que al fin caigan en la trampa y pierdan los nervios, dando así una justificación para agredirlo sin piedad. Verán que quien dirige la agresión se mantiene oculto de esto, mostrándose en cambio como alguien moderado que busca la paz, pero que en realidad por detrás empuja y arma al matón, en este caso Israel, que actúa como el criminal ejecutor a las órdenes del primero. El líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, recientemente asesinado, lo tenía bien claro.
El peligro de tales provocaciones es muy real y pueden derivar en una auténtica guerra mundial, ahora en ciernes.
Como somos tan egoístas no vemos mas que aquello que nos interesa. Si los habitantes de Israel sufriesen la brutalidad de los bombardeos de su ejército contra sus semejantes de Palestina, de Siria o del Líbano, verían las cosas de otro modo. Del mismo modo, aquí en Europa, que nos vemos ajenos a toda esta violencia, podemos sufrirla de la forma más descarnada, tal que ataques nucleares, propiciados porque fuimos a agredir a quien no debíamos y éste termina defendiéndose ante una agresión a su existencia.
Apostemos por la paz de una forma sería y rigurosa, no con más falsedades y mentiras. Si hubo algún tiempo critico para la humanidad del que tengamos memoria difícilmente supera a éste. Estuvimos a punto de desaparecer hace milenios y ahora volvemos a una situación tan peligrosa, pero esta vez por obra de nuestra estupidez, no de nuestra supuesta sabiduría. Elegimos mal nuestro nombre científico, Homo sapiens, no nos corresponde.
PS:
Desde Ekai Center, Adrián Zelaia hace reflexiones certeras y veraces sobre la situación internacional que estamos viendo. Es una excepción, una isla en medio del océano de desinformación.
Pocas veces trasciende lo que de verdad ha sucedido o sucede en el mundo por parte de los medios o de los prácticamente inexistentes periodistas en nuestra sociedad. Aquí otra excepción en la corrupción generalizada. El estadounidense Joe Lauria.
Llegué a Moscú en 1995 bajo la dirección de Yeltsin. No podía creer lo que vi. El salvaje oeste. Cientos de personas viviendo frente a las estaciones de tren, encendiendo hogueras, tratando de sobrevivir. Los policías aceptando sobornos delante mía en un taxi en el que estaba. En octubre de 2015 regresé de nuevo a Moscú. Exactamente 20 años después. Y dejé Berlín y pensé que todavía estaba en Europa occidental.
Una ciudad limpia y ordenada. ¿Por qué? ¿Qué pasó? Ya no era un país loco. Vladímir Putin, él restauró la soberanía de este país, la dignidad de Rusia y eso enfureció a mucha gente en Wall Street y en Washington.Eso nos llevó a esta invasión, al derrocamiento de Yanukovich.
Nómbreme una revolución en la que un gobierno elegido democráticamente fue derrocado. Las revoluciones les suceden a los reyes, a los dictadores. Fue un golpe orquestado por Estados Unidos. ¿Por qué? Porque Yanukovich eligió el paquete económico de Rusia en lugar de la UE. Se inició con nuestra ayuda. La OTAN entrenó a las fuerzas ucranianas y las armó. Ya era un Estado de facto de la OTAN.
Sólo la gente de Estados Unidos y Europa occidental cree en todas estas tonterías sobre Ucrania. Lo siento. ¿Por qué? Porque allí no hay historia. Se extirpa, se elimina y se elimina el punto de vista ruso. Suprimen deliberadamente el periodismo porque interferimos con la narrativa estatal. Una noble mentira.
Invité a Howard Zinn, el gran historiador estadounidense, a la ONU. Y entonces le pregunté: ¿cuál es la noble mentira americana? Él respondió sin dudarlo: democracia.
El alto representante de asuntos exteriores y para colmo de política de seguridad de la UE, Borrel, dice la verdad que suelen ocultar. No pueden dejar que Ucrania pierda por su propio interés y el de sus amos, los Estados Unidos. En realidad el de las corporaciones que dominan los Estados Unidos.
Toma de la localidad estratégica de Ugledar en Dombás, por el ejército ruso
En occidente no se tiene ni idea de lo ocurrido en Ucrania. Salen a manifestarse porque así se lo dicen los medios de desinformación.
Los medios de propaganda occidental, como The Sunday Times, ya no pueden ocultar una verdad que emana por todos lados. Que los ucranianos evitan como pueden ser reclutados para ir a la guerra: mediante sobornos, escondiéndose, huyendo... Para evitar luchar por un régimen que ven como los devora. El periódico incluso ya se refiere a los otrora ensalzados nazis como a bandas. Una tragedia que todos ellos crearon.
Referencias-notas:
1. The nazi Roots of the 'Brussels EU'. Matthias Rath, Paul Anthony Taylor, Aleksandra Niedzwiecki, August Kowalczyk. Raths books. 2010.