¿Cómo rebatir esto a alguien que ha escuchado esta cantinela, y tantas otras más, tantas y tantas veces en relación a los países con sistemas comunistas y sobre el mismo comunismo sin molestarse nunca en prestar atención a otras voces u opiniones? Sería fácil hacerlo, el rebatirlo, echando mano de lo que sus constructores: Engels, Marx o Lenin, hicieron o dijeron, pero difícil que alguien se molestase en escuchar o atender tales explicaciones, al haber decidido rechazar algo sin siquiera molestarse en conocer a sus mismos autores.
La mentalidad occidental, dominada por el capitalismo, no admite la discusión y el análisis de fondo de su sistema político y de otros que podrían y pueden ser alternativos. Presume de libertad, pero la practica poco. Presume de conocimiento, pero lo desconoce prácticamente todo. Presume de tolerancia, pero apenas tolera discrepancias.
Y bien, ¿qué tenemos con esta presunta igualdad de todos en el comunismo? Igualdad independientemente de lo que uno haga o aporte, de su disposición o talento.
No olvidemos que la sociedad comunista emerge de la capitalista, como una respuesta ante la terrible y desalentadora injusticia de esta, por lo que deberíamos pensar que el comunismo no está muerto y que posiblemente volverá ante las barbaridades y naufragios propios de la sociedad capitalista. Ahora puede que no lo creamos, pero en el futuro las cosas podrían ser muy diferentes.
Respecto a la igualdad, Marx, como Lenin, nos hablan claro sobre la misma desigualdad innata de los hombres, que no hay que confundir con el abuso, injusticia y explotación, frutos característicos de la notoria desigualdad originaria de medios y recursos de nuestras sociedades occidentales actuales, y también de las pasadas.
En el comienzo de las sociedades comunistas no puede darse lo mismo a quien aporta más y trabaja más que a quien no lo hace, sería injusto en este momento hacerlo. Así, habla Lenin sobre esta primera fase y como, sin embargo, se ha evitado la mayor de las injusticias y abusos, el estar sometido a los caprichos de quienes poseen la riqueza.
Consiguientemente, la primera fase del comunismo no puede proporcionar todavía justicia social; subsisten las diferencias de riqueza, diferencias injustas; pero no será posible ya la explotación del hombre por el hombre, puesto que no será posible apoderarse, a título de propiedad privada, de los medios de producción, de las fábricas, las máquinas, la tierra, etc. 1
Como todo en la vida, y más en los aspectos humanos, no hay cosas perfectas, puede haber avances, mejoras, pero también retrocesos. El no estar sometido a una esclavitud y servilismo siempre será un progreso, una mejora, para todo hombre o mujer verdaderamente libre, para toda persona que quiera ser realmente un ser humano.
Marx habla de otra fase en el comunismo, una vez que no existan clases, en la que se seguiría el principio:
De cada uno, según sus capacidades; a cada uno, según sus necesidades. 1
Que nos habla que de la desigual condición humana de cada persona, según el talento de cada cual y capacidades aportará esto o aquello y que, en una sociedad más justa, a cada cual se le dará según sus necesidades. ¿Utopías en un mundo de humanos? Puede que sí, pero puede que no. Depende de que aspecto de nuestra naturaleza, tan compleja como sencilla, prevalezca. No es algo imposible y tampoco utópico. De hecho, ni Marx ni Lenin eran utópicos, sino personas del mundo real, con vivencias reales.
Y tengan en mente que las personas no se mueven principalmente, por mucho que nos guste decirlo, oírlo y creerlo, por ideas o ideales, sino por necesidades. Estas, las necesidades, determinarán, como han determinado, el rumbo de las sociedades humanas y sus sistemas políticos y económicos.
Y tengan en mente que las personas no se mueven principalmente, por mucho que nos guste decirlo, oírlo y creerlo, por ideas o ideales, sino por necesidades. Estas, las necesidades, determinarán, como han determinado, el rumbo de las sociedades humanas y sus sistemas políticos y económicos.
Notas:
Lenin. El Estado y la revolución. Alianza Editorial.2012. pp. 159-168.
Pero si en un comentario de tu último artículo acabas de decir que no eres comunista. Te refieres a que no eres militante? Por cierto, gran artículo. Saludos.
ResponderEliminarTambién lo he dicho en articulos como: "¿Tan malo era el comunismo?"
EliminarY lo vuelvo a decir.
Que se hable claro sobre algo no implica tener tal o cual ideología.
Pues se agradece tu honestidad. No como los de Autonomía y Bienvivir que critican el capitalismo hasta la extenuación pero a poco que rasques les sacas su vena anticomunista tipo Juan Ramón Rallo.
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