Putin como líder en tiempos de guerra (PS. 25.12.24)

 

Puede parece fácil juzgar a alguien cuya responsabilidad y riesgos son enormes sin saber ponerse en su lugar. Normalmente lo es, pero como se ha intentado hacer en este blog no se hace por  oportunismo o por crear algún tipo de descrédito, sino por tratarse de asuntos sustantivos y fundamentales que sólo un irresponsable pasaría por alto.

Respecto al dirigente de la Federación rusa, Vladimir Putin, aquí se ha sido todo lo imparcial y condescendiente posible dada su difícil y complicada labor, seguramente es el cargo más dificultoso y con mayor peligro que existe de todos los existentes en el mundo. Pero dicho esto, como a todo responsable y persona, se deben valorar sus acciones, sus hechos para tratar de ver cómo se ha comportado realmente y ver si este comportamiento ha sido el apropiado y uno verdaderamente responsable.

Saben que la campaña de demonización hacia él en occidente ha sido de unas proporciones colosales, aprovechando cualquier momento y temática para desacreditarlo, no importa si era un telediario, un programa de entrevistas, uno de supuesto humor, de deportes, música o lo que fuera. Todos estos descréditos, cabe recordar, han estado basados fundamentalmente en groseras falsedades, pero poco les ha importado a unos medios de comunicación tan corrutos como alejados del periodismo.

Aparte de este maremágnum de mentiras hay personas que sí han sabido dejar a un lado los prejuicios e intereses y analizar con racionalidad y criterio su actitud. Uno de los mejores ha sido un norteamericano del que les he hablado más de una vez aquí. Se trata de Paul Craig Roberts. Él comentaba recientemente, 1 tras la debacle de Siria, algo obvio en cualquier aspecto de la vida refiriéndose al Gobierno ruso: que su incapacidad para reconocer la realidad, así como su propensión a confiar en los acuerdos con sus enemigos sólo puede conducir al desastre.  También el parecer estar en fuera de juego, siempre pillado sin haber reaccionado a tiempo a cualquier ataque de sus enemigos. La prevención, el evitar que  algo malo ocurra por conocimiento de que podía ocurrir y hacer lo necesario para anularlo, es una virtud de sabios que no vemos ni hemos visto ni por asomo en su gobierno ni en él mismo. Siempre tarde y finalmente mal. Porque otro de los grandes defectos que tiene es que comienza algo pero no lo acaba, no termina de culminarlo, de ahí que vuelvan a generarse una y otra vez los mismos problemas. Pone Craig Roberts el ejemplo de Georgia de agosto de 2008, donde una vez más no supieron detectarlo y prevenirlo. 2 Èl, Vladimir Putin, estaba en los juegos olímpicos de Beijing. Reaccionaron y controlaron la situación, pero contra todo sentido de precaución dejaron a Georgia bajo la influencia y amenaza occidental. Ahora están con otra "revolución" de color de la CIA. No me extraña, con las facilidades que les ponen los rusos les deben dar hasta ánimo el hacerlas.

Mas reciente en la mente de todos tenemos el del conflicto en Ucrania, que pudo y debió haberse evitado. Recordemos que el golpe de 2014 fue orquestado por Washington, apoyándose otra vez más en los nazis ucranianos. Bastaba entonces con tener memoria histórica y haber actuado contra estos grupos de fanáticos que hasta entonces eran muy minoritarios. Sin ellos no hubiese sido posible conducir a Ucrania a una guerra por intereses extranjeros.  Pero se les dejó llegar al poder y de ahí aterrorizaron a la sociedad y la nazificaron. Una vez llegados a este nivel de barbarie sólo una gran guerra puede pararlo antes de que todavía se lance como un ariete, como estaba previsto, contra Rusia. Es lo que ha sucedido pero que, como decía, se debía haber evitado que sucediera.

Dónde estaban los dirigentes rusos? Otra vez más  desprevenidos. Ahora en los juegos de invierno de Sochi. Pero aquí ni siquiera reaccionaron pronta y debidamente, haciendo que la bola de nieve se agrandara y agrandara. Para con estúpida terquedad volver a firmar acuerdos, los de Minsk, con sus enemigos, que aprovecharon para reforzarse y preparar un ataque todavía mayor contra el rival de occidente.

Y se pregunta con verdadera razón Paul Craig Roberts:

... cómo es posible para Putin y Lavrov por una parte declarar  claramente que occidente quiere destruir a Rusia y por la otra reconocer a sus enemigos como "nuestros socios de occidente". 2

Es todo un disparate que ha conducido finalmente, tras no tomar en serio occidente a los dirigentes rusos, a una posible confrontación final nuclear. Creyendo la corporatocracia que esos dirigentes enemigos no se atreverán a llevar a cabo sus amenazas y se rendirán finalmente. Es posible que ocurra dado el camino que llevan, aunque también es posible que respondan, si no ellos otros que los suplanten y lo que parecía una victoria de occidente sea su derrota. Quien salga victorioso de esta enorme contienda depende de un tema no sólo de inteligencia, medios y conocimiento, sino fundamentalmente también de verdadera decisión. De menos palabras y de más hechos.

PS:

A los dirigentes rusos les costó y cuesta entender que buena parte del artificioso estado de Ucrania es ruso, que son rusos. Como estas mujeres de Odessa, con lengua materna rusa y que se sienten rusas porque lo son.

Por qué se ha hecho odiar a Putin. Los oligarcas occidentales lo ven como una amenaza a su control mundial y de ahí promovieron la inmensa campaña de demonización que conocemos.

Referencias-Notas:

1. Paul Craig Roberts. Putin -the- Unready. Is Beginning to Be Held Accountable. https://www.paulcraigroberts.org/2024/12/10/putin-the-unready-is-beginning-to-be-held-accountable/

2. Paul Craig Roberts. Is Putin Capable of Strategic Thinking? 

https://www.paulcraigroberts.org/2024/12/19/is-putin-capable-of-strategic-thinking/