La Reserva Federal, un poderoso instrumento de la banca a nivel mundial
Ante esta insólita y anómala situación que padecemos, donde se paraliza prácticamente toda la economía de los países, debemos hacer una necesaria reflexión.
Aunque sea preciso evitar de alguna forma la propagación de este Coronavirus, para que no ocurra el colapso de los endebles sistemas sanitarios que tenemos y evitar así más muertes de personas, esto se haría mejor con una acción de detección masiva de infectados como hizo Corea del Sur1, aislando y tratando a los enfermos, como habitualmente se ha hecho en medicina. Pero como no se es capaz de saber quién está o quién no está enfermo en la mayoría social, por una inquietante falta de inversión en medios sanitarios, se confina al conjunto poblacional.
Al vivir en una sociedad egoísta, donde prima el interés privado sobre el general, no estábamos preparados para esta pandemia, pero tampoco para ninguna otra. Al no tener un sistema previsor y robusto capaz de afrontar una crisis de este tipo. De ahí que nos veamos abocados a lo que estamos, que no es algo nada bueno para nuestro próximo futuro.
Hay quien con razones decía que el remedio iba a ser peor que la enfermedad que se quiere tratar.
En ese sentido, Schulte está seguro de que la recesión económica, la pérdida de empleos, el endeudamiento de familias y empresas... y ya, directamente, los venideros recortes en sanidad "incrementarán el número de enfermedades evitables y de muertes por un periodo de tiempo mucho más largo". 2
Y aquí no nos engañemos, esta paralización económica tendrá sus consecuencias, sus severas consecuencias. Empresarios necesitados de pedir préstamos sobre los que ya tenían o a afrontar la misma ruina o cierre de sus negocios. Empresarios que transmitirán con creces el golpe que ellos reciban de los prestamistas, que dominarán sus industrias, a los trabajadores, llegando estos, ante una situación tan generalizadamente mala, a aceptar lo que hace años parecía imposible de aceptar. Es lo que viene.
De la misma manera, los estados, que han gastado un dinero desproporcionado a sus posibilidades, caerán en las mismas manos poco amables de los financieros, que ahora sí impondrán de una forma absoluta sus condiciones, sangrando y arruinando las arcas públicas, por años o incluso de próximas generaciones. Ahora vayan pensando que el el sistema sanitario público no va a mejorar ni tomar medidas correctoras ante pandemias que realmente sean peligrosas, porque no habrá medios ni para esto ni para otras cosas bien necesarias.
Como les decía en el anterior artículo: La realidad que se oculta, por medio de la Organización Mundial de la Salud, condicionada y sometida a los grandes financieros y farmacéuticas, 3 han alarmado a la población mundial para posibilitar otro gran negocio de vacunación masiva mundial y especialmente para poner a los pies de los grandes bancos a los estados y negocios o empresas privadas. De las grandes crisis y de las grandes guerras siempre ganaron ellos. Y este caso no va a ser una excepción.
Promovieron la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, transformando un país con una sociedad y un presidente que apostaban inicialmente por la paz en una histeria colectiva probélica, como lo denunciaba el filósofo Bertrand Russell:
La mayor dificultad fue la puramente psicológica para resistir a la sugestión de las masas, cuya fuerza se convierte en terrible cuando la nación completa está en un estado de violento excitamiento colectivo. 4
Wilson, el presidente, fue inducido a este cambio tan radical.
Jack Morgan -hijo y sucesor de J. Pierpont Morgan- respondió llamando a sus clientes Remington y Winchester para aumentar la producción de armas. Indicó que los Estados Unidos necesitaban entrar en la Primera Guerra Mundial. Wilson, incitado por la Fundación Carnegie y otros frentes de oligarcas, se acomodó. Como Charles Transill escribió en 'América va a la guerra': "Incluso antes del enfrentamiento con las armas, la firma francesa de los Rothschild Freres mandó un telegrama a Morgan&Company en Nueva York sugiriendo la emisión de un préstamo de 100 millones de dólares, una parte del cual iba a ser dejada en los EE.UU. para pagar compras francesas de mercancías norteamericanas.
La Casa de Morgan financió la mitad del esfuerzo de guerra de los EE.UU., mientras recibía comisiones por disponer a contratistas como GE, Du Pont, US Steel, Kennecott y ASARCO. Todos eran clientes de Morgan. Morgan además financió la Guerra Anglo-Bóer y la Guerra Francoprusiana. La Conferencia de Paz de París de 1919 fue presidida por Morgan, que condujo los esfuerzos de reconstrucción tanto de los alemanes como de los aliados. 5
Como se ve, están en todo, en el fomento de la guerra y en de la paz, en el de la destrucción y en el de la reconstrucción. Todo sea por la acumulación de más riqueza y más poder.
La desesperación, la histeria y la manipulación general de las emociones siempre han sido útiles para aquellos que tienen la capacidad de inclinarlas en su provecho.
El director del Comité de la Cámara de la Banca y Moneda de los Estados Unidos, Luis McFendon, dijo sobre la Gran Depresión: "No fue un accidente. Fue un acontecimiento cuidadosamente preparado... Los banqueros internacionales buscaban ocasionar una situación de desesperación, para asi emerger como gobernantes de todos. 5
Y así emergerán una vez más y aún más, como gobernantes mayoritarios y casi absolutos del mundo occidental, pero no del mundo total, pues el poderío económico y social de China ha demostrado qué nación va a ser ahora la líder mundial.
Sobre la historia y comportamiento de los grandes financieros de Occidente les recomiendo este muy bien documentado artículo de mi estimado Joan Carrero: Coronavirus: ¿Quién será el triunfador en esta gran guerra?
Sobre la historia y comportamiento de los grandes financieros de Occidente les recomiendo este muy bien documentado artículo de mi estimado Joan Carrero: Coronavirus: ¿Quién será el triunfador en esta gran guerra?
Referencias-Notas:
1. Gestión de Europa y China ante el Covid-19: apreciaciones comparativas sobre la gestión de la crisis. Misión Verdad. 18.03.2020.
2. Javier Aymat. La historia interminable. Diario Tierra. 22.03.2020.
3. Margaret Kimberley. Privatized Ebola: The Bill and Melinda Gates Foundation is the World Health Organization's Boss, Not Governments. Black Agenda Report. October 2014.
4. Jean Bricmont. Humanitarian imperialism. Monthly Review Press,2006
5. Dean Henderson. The Federal Reserve Cartel. The Eight Families. Global Research. 26.11.2019.