Es común oír, tanto entre jóvenes como entre personas de mediana edad, que el escritor y periodista español Arturo Pérez Reverte es alguien que habla claro, que se enfrenta a los problemas de cara, que es, según una expresión coloquial, "un tío con coj...". Bien, puede que esto sea cierto, al menos en parte, pero en este aspecto es necesario aclarar y explicar previamente algunas cosas. Pues Reverte no es tan claro como parece, ni tan valiente y honesto como quiere creer buena parte de su público. Y aquí, lo adelanto, no estoy tratando de buscar una descalificación gratuita o analizar este o aquel defecto del afamado escritor con el que poder desprestigiarle. No me gusta nombrar a nadie si no hay sólidos motivos para hacerlo. Por contra me voy a centrar en aspectos sustantivos que no pueden pasarse por alto con el fin de evitar caer en las contradicciones y en la confusión que originan la mala o insuficiente información. Me refiero especialmente a la labor que desarrolló y sigue desarrollando Pérez Reverte como supuesto informador de los conflictos políticos a los que asistió y que ahora también contempla. Ya que esta labor distó y dista mucho, demasiado, de ser una tarea honesta, de seguir un código deontológico periodístico, de preocuparse por contar lo que realmente sucedía y no lo que parcialmente interesaba contar según los intereses de quienes le pagaban. En este sentido Pérez Reverte fue en realidad más un propagandista que cualquier otra cosa. Comencemos, por ejemplo, por su tarea en la antigua ex Yugoslavia, con este artículo que ya publiqué el 5 de febrero de 2012: El periodismo español en la guerra de Yugoslavia. Parte I
La actuación de los periodistas españoles, si así pueden llamarse, en la guerra en Yugoslavia distó mucho de ser un trabajo objetivo, responsable o ético. Me refiero aquí a aquellos periodistas que pertenecen a los medios corporativos o que están controlados por las corporaciones, como es el caso de la televisión pública española, TVE. 0
Pérez Reverte, uno de los periodistas que estuvo en Yugoslavia, trabajando en este caso para TVE, comentaba lo siguiente respecto a la situación en Croacia:
A causa del desmoronamiento del Estado Federal yugoslavo, la postura croata responde menos a un deseo de independencia nacional que al temor de quedar bajo el control de la vecina República de Serbia. 1
Bien, en primer lugar el periodista elude decir por qué se estaba desmoronando Yugoslavia, y en este caso era pertinente decirlo. Las causas de esta destrucción no estaban principalmente dentro, sino especialmente fuera; por el hundimiento económico al que sometió el FMI y el Banco Mundial al Estado yugoslavo.
A lo largo de los 80, el FMI y el Banco Mundial periódicamente prescribían más dosis de su amarga medicina económica y la economía yugoslava lentamente cayó en coma.Desde el comienzo, los sucesivos programas esponsorizados por el FMI aceleraron la desintegración del sector industrial de Yugoslavia, la producción industrial cayó a un negativo 10 % de crecimiento para 1990, y el sucesivo desmantelamiento de su estado del bienestar, con todas las consecuencias sociales predecibles. 2
¿Por qué esta actuación contra Yugoslavia? Hay una respuesta bien clara y sencilla:
Yugoslavia era diferente a las repúblicas soviéticas, su nivel de vida era más alto, no existía el desempleo y tenía una fuerte economía y unas muy buenas relaciones con otros países, especialmente con el tercer mundo. Esto era algo que tanto EE.UU. como Alemania no podían tolerar, su independencia política y económica, ya que la Federación yugoslava se mostraba como un rival con el que tendrían que competir. El interés por su dominio, además de por controlar sus recursos, se debía a que era una zona muy importante estratégicamente, porque era un lugar de acceso terrestre, o especialmente fluvial a través del Danubio, a las grandes reservas energéticas en Oriente Medio y especialmente a la zona del mar Caspio. 3
El seguir las amargas medicinas económicas de quienes tenían interés en derrumbar y someter a este país tuvo pronto un resultado realmente devastador.
Los ingresos del Estado que deberían haber ido como transferencia de pagos a las Repúblicas y provincias en vez de servir a la deuda de Belgrado con los clubs de París y Londres. Las Repúblicas fueron dejadas a su suerte.Cortando las arterias financieras entre Belgrado y las Repúblicas, las reformas encendieron las tendencias secesionistas que se alimentaron en factores económicos además de en divisiones étnicas. La crisis presupuestaria inducida por el FMI creo un hecho económico consumado que allanó el camino para las secesiones de Croacia y Eslovenia en junio de 1991. 1
Los problemas económicos, las causas económicas, inducen y provocan principalmente la ruptura de los países y las guerras, mucho más que los factores étnicos, en contra de lo que la prensa y los medios corporativos gustan de decir.
Tampoco es cierto lo que comenta Reverte respecto al temor de Croacia a caer en manos de la vecina República Serbia. En realidad lo que hacía el ejército yugoslavo, como lo haría el español, era tratar de mantener la unidad del país. Algo que tampoco comenta el periodista español es que por ejemplo en Croacia había una considerable población de croatas de cultura ortodoxa, alrededor de un 12%, llamados serbocroatas, pero que los medios de comunicación calificaron solo como serbios, haciendo creer a la gente que eran poco menos que invasores, que allí no debían estar porque solo debían estar los verdaderos croatas, los católico croatas. Visión esta que el Vaticano también apoyó con fervor. 4
Continúa este periodista su relato:
El quién es quién en esta guerra civil puede establecerse así: de una parte la Guardia Nacional Croata con poca experiencia militar y armamento ligero, de otro lado están los chetniks, las guerrillas serbias, y el Ejército Federal yugoslavo que apoya a los chetniks con sus tanques, aviones y artillería. Simplificando, es como si los vecinos de Pedregal de la Sierra se enfrentarán con los de Arroyo de la Sierra con escopetas de caza y la División Acorazada Brunete tomase partido por uno de ambos bandos. De ese modo la desproporción de fuerzas es aquí abrumadora y en contra de la Guardia Nacional Croata. 1
Nos muestra una situación de David contra Goliat, del débil contra el fuerte; en el fondo trata de que los espectadores simpaticen con la causa croata, la católico-croata, y rechacen a los serbios -serbocroatas-. Pero, ¿había motivos reales para expresar esto que cuenta Reverte?, ¿era esto así? Veamos, la Guardia Nacional Croata, que aquí parece una guerrilla de partisanos, y los dirigentes de la nueva Croacia, no tenían precisamente un historial de inocencia y tampoco de falta de medios ni de poderosos padrinos. Detrás de la aparente cara democrática de la nueva Croacia estaba el resurgimiento de una parte del fascismo que vivió la antigua Yugoslavia en los años 40, durante la Segunda Guerra Mundial. Las atrocidades que allí cometieron los fascistas croatas, los utashi, en colaboración con la Iglesia católica, no tienen parangón con otras, ni siquiera con las cometidas por los nazis en la propia Polonia. Para quien quiera profundizar más en estos hechos recomiendo la obra del historiador Avro Manhattan. 5 Bien, en aquella época se formó la Gran Croacia, que aniquiló y expulsó a las personas de otras culturas y otras religiones: ortodoxos (serbocroatas, serbobosnios), judíos o gitanos. No obstante, no todo acabó allí, muchos de estos criminales huyeron con la ayuda estadounidense y del Vaticano. 5, 6 De hecho, la actividad terrorista de estos fascistas no se detuvo en el tiempo, prosiguiendo en los años 50, 60, 70 y hasta los 80. 7 Ya a finales de los años 70, aunque ya lo estaba preparando desde la década anterior, Alemania interviene de forma decidida para favorecer la separación de Croacia. Tras la llegada de Klaus Kinkel en 1979 a los servicios de inteligencia alemanes -el BND- comienza un decidido apoyo a los nacionalistas croatas, nacionalistas en buen número seguidores de los antiguos utashi que hemos comentado. También Alemania facilita la salida de la cárcel de un dirigente de extrema derecha claramente antisemita, Franco Tudjman, el que luego sería el presidente de la Croacia ya independizada. Al mismo tiempo van fluyendo las armas hacia estos nacionalistas de extrema derecha, ya llegan en los años 80;3,7 no eran, por tanto, un grupo de desamparados con escopetas de caza, como nos quería hacer ver Reverte.
Ya hemos comentado que los motivos económicos tenían una parte fundamental en esta guerra que se iba a desatar.
Como tantas veces en las guerras, el mundo de los negocios tuvo una parte fundamental, y aquí el empresariado alemán presionó a Kohl para que apoyase la separación de Croacia, ya que esto les permitiría entrar más fácilmente en la economía del país, y eliminarían también a los competidores yugoslavos. En el Frankfurter Allgemeine Zeitung, portavoz del mundo de los negocios alemán, en 1991 se indicaba que Yugoslavia era “un Estado engendro”. El gobierno de Bonn, en julio de 1991, actúa y lanza el ataque económico para desestabilizar a Yugoslavia, bloquea las líneas de crédito y provoca una situación de bancarrota en la Federación. Esto crea serios problemas y tensiones entre las repúblicas, que Alemania agudiza al dar crédito en agosto a las secesionistas. Todo ello está amparado también desde la Unión Europea, a la que Alemania, dado su poder económico, ha impuesto su visión e intereses en los Balcanes. Cuando Eslovenia y Croacia declararon su independencia, a finales de junio de 1991, la propia Unión Europea amenaza a Yugoslavia con no darle la ayuda económica si interviene para evitar las secesiones. Estas secesiones crean un importante problema en la población, sobre todo de Croacia, ya que en ella buena parte son serbocroatas y empiezan a temer, con razón, que se repitan sucesos parecidos a los del genocidio de 1941, llevado a cabo contra ellos por los croatas fascistas católicos. De hecho, a la declaración de la independencia croata le sigue la declaración de una República Independiente serbia en la Krajina, en la frontera con Bosnia y de mayoría serbia, que aprobó mantenerse en Yugoslavia en un referéndum en mayo de 1991, con una mayoría de un 90 %. 3
Todo esto nos deja ver cómo estaban las cosas, y las palabras del periodista español no encajaban bien con los hechos.
Simplificando, es como si los vecinos de Pedregal de la Sierra se enfrentarán con los de Arroyo de la Sierra con escopetas de caza y la División Acorazada Brunete tomase partido por uno de ambos bandos. De ese modo la desproporción de fuerzas es aquí abrumadora y en contra de la Guardia Nacional Croata. 1
En realidad la desproporción era abrumadora, pero más bien en sentido contrario, toda una Alemania y toda una Unión Europea en favor de los nacionalistas croatas, también con Estados Unidos en ello, no por mor de defender la autodeterminación de los pueblos o países, porque no reconocieron la de la Krajina, ni por defender supuestos derechos humanos o el detener un genocidio, que ellos de algún modo terminaron provocando, sino por someter a Yugoslavia a sus dictados económicos, debilitando y desmembrando al país.
El temor, bien fundado, por parte de los serbocroatas y otras minorías étnicas en Croacia, que constituían más de un cuarto de la población, además de por muchos de cultura católica-croata, estaba bien fundamentado, no solo por su pasado, sino especialmente por su presente. La nueva Constitución croata discriminaba claramente a los que no eran "croatas", es decir, católico-croatas, a los que consideraba prácticamente como ciudadanos de segunda.
En la nueva Constitución Croata, proclamada en diciembre de 1990, se hablaba del “Estado nacional del pueblo croata y de los otros”, dejando el término despectivo de “otros” para: serbios, judíos, zíngaros u otras etnias. Europa y sus medios de comunicación callaron ante semejante barbarie, que, esta sí, recordaba al nazismo. 3
Además se instauró un estado de terror y de persecución hacia estas minorías, especialmente hacia los ortodoxos, y hacia los disidentes, repitiéndose la historia. Las cifras son terribles, en torno a 600.000 serbocroatas fueron expulsados finalmente de Croacia. La mayor limpieza étnica desde la Segunda Guerra Mundial en Europa. 3,8,9
El Gobierno de Croacia ha forzado a irse de sus casas y del país a miles de sus enemigos, de acuerdo a la nueva oficina de Zagreb de la organización de derechos humanos Helsinki Watch. Las acciones han sido dirigidas principalmente contra los serbios [serbocroatas], que una vez fueron una importante minoría en Croacia, pero también contra los croatas que se opusieron al mandato del presidente Franco Tudjman, dijo Ivan Zvonimir Cicak, quien dirige Helsinki Watch en Croacia."Desde 1991, las autoridades croatas han destruido o arrasado 10.000 casas, principalmente de serbios, pero también de croatas". Mr. Cicack, que está catalogando los abusos, dijo en una entrevista: "En algunos casos dinamitaron las casas con las familias dentro. Familias enteras fueron asesinadas. Muchos resultaron heridos." 10
¿Por qué la prensa, la televisión o la radio contaron una historia tan parcial, tan alejada de la realidad? Bien, ya lo hemos hecho ver antes, el poder económico estaba interesado en esta guerra y en sus consecuencias, consecuencias que dejaron los recursos de países sometidos en manos de las grandes corporaciones. Lo demás fue obediencia, obediencia y manipulación de los hechos, algo que no debería hacer ningún periodista que merezca tal título. Sin embargo, por desgracia, estamos demasiado acostumbrados a que no sea así. 11,12
Tras la orden del empresariado alemán la prensa de este país se puso el traje militar y todos le siguieron detrás.
Fue la prensa alemana quien lanzó la satanización de los serbios. El conjunto de los media europeos les siguieron desde que sus gobiernos se alinearon con Bonn. 7
Sin embargo, Yugoslavia no fue la primera actuación de Pérez Reverte en los conflictos bélicos o en los golpes de Estado con injerencia extranjera disfrazados de revoluciones, tenemos el caso de Rumanía
En diciembre
de 1989 los medios de comunicación del "mundo libre" daban cuenta de
una revolución popular en Rumanía contra el "ogro" comunista Nicolae
Ceausescu cuya ejecución fue mostrada en la TV para regocijo todos los
"demócratas". No fue el único cadáver que se exhibió: una hilera de
supuestos civiles inocentes asesinados por la policía del régimen fueron
expuestos en la ciudad de Timisoara ante los ojos de millones de televidentes.
Era la prueba de que todas las utopías revolucionarias (no sólo el marxismo)
desembocaban en la tiranía y el terror. Sin embargo, días más tarde el nada
revolucionario New York Times desvelaba que la supuesta matanza de Timisoara
había sido un fraude, pues los muertos filmados por los intrépidos periodistas
occidentales habían sido sacados de un depósito de cadáveres y colocados uno
junto a otro; procedían de víctimas de enfermedades o de accidentes, no de
represión policial. Según escribió el periodista Juan Ramírez en su artículo
"La muerte de la libertad de expresión" para la publicación
contrainformativa El Otro País(nº de julio-agosto de 1999, p. 18-21), uno
de los difusores del bulo fue el corresponsal español Arturo Pérez Reverte.
Diez años más tarde, un historiador rumano publica el resultado de unas
investigaciones en que demuestra que la caída de Ceausescu en 1989 no fue una
revolución sino un golpe de estado urdido por el sector procapitalista de la
burocracia comunista aliada con occidente y sus "democráticos media".
Para ello se valieron de un grupo terrorista "fantasma" entrenado por
la CIA, cuya misión era atentar contra la población haciéndose pasar por la
policía de Ceausescu. Curiosamente, el ejército rumano, fiel a los
conspiradores, ni mató ni hizo prisionero a ninguno de los supuestos
"agentes de Ceausescu" (!). Nuestros periodistas hablaron de 60.000
muertos, pero según dicho historiador, las víctimas fueron 1.104, de los cuales
la mayoría murieron cuando Ceausescu estaba ya fuera de combate o incluso
muerto (Diario 16, 22/11/1999, p. 24). Hoy día el nivel de vida de los rumanos
ha descendido a niveles desconocidos desde hacía varias décadas gracias a la
nueva élite burguesa creada tras el golpe de diciembre de 1989, a quienes
incluso el escritor derechista Vargas Llosa ha criticado duramente por expresar
su admiración por la antigua Guardia de Hierro (nazis rumanos contra los que,
precisamente, luchó Ceausescu). No es extraño pues que hoy día según reconoce
El País dl 19/11/1999 (p. 4), sea el mismísimo Ceausescu el líder político más
valorado por los rumanos. 13
Sobre el cruel asesinato de la pareja de ancianos que eran el dirigente rumano Ceausescu y su esposa, que fue realizado fuera de cualquier legalidad y de cualquier justicia humana, tienen el siguiente vídeo, mostrando también la propia depravación de TVE en el trato dado a tal suceso, reflejado en el mismo título.
Porque tuvieron que ser los rumanos quienes decidiesen su futuro, no el poder económico exterior en colaboración con títeres locales los que lo marcasen de forma violenta; conduciendo además a la miseria y a la pobreza a la mayor parte de los habitantes de Rumanía.
La falsificación de lo que ocurrió en Rumanía en 1989 fue otra de las actuaciones que han marcado el modo de proceder de los "periodistas" occidentales al servicio de la propaganda y de los intereses económicos de las grandes corporaciones. Engañando a los habitantes de Europa occidental y de Estados Unidos con el fin de que viesen como hechos de conquista de la democracia, fin de la tiranía y logro de las libertades lo que no eran otra cosa que el robo con violencia y la implantación de crueles tiranías políticas y económicas en países extranjeros que eran destruidos para satisfacer el egoísmo de las familias más poderosas de Estados Unidos y de Europa. 14
Pérez Reverte, desde entonces, no ha parado de tergiversar los hechos, de contar las cosas precisamente bajo los intereses del dominio occidental sobre otras partes del mundo. Recientemente lo volvía a hacer en un deplorable artículo que muestra una ignorancia y en el fondo desprecio hacia lo que son los países o la cultura musulmana y el mismo Islam. 15 Pues ve las actuaciones brutales de los fanáticos que se apodan yihadistas como hechos propios de la cultura, política y religión de aquellos países. Cuando en realidad tales yihadistas no son otra cosa que mercenarios que reciben el entrenamiento, las armas y el dinero del mismo poder occidental o de sus dictaduras colaboradoras en la región, como Arabia Saudí o Catar, junto con el apoyo de Israel, para que precisamente destruyan sus países, para que arruinen y siembren el caos en estos, como lo han hecho en Libia, y así, de esta forma, una vez anulada la soberanía nacional, el poder extranjero se haga con el control del país y de sus recursos.
...cuando las palabras libertad y democracia, conceptos occidentales que nuestra ignorancia nos hace creer exportables en frío, por las buenas, fiadas a la bondad del corazón humano, acaban siendo administradas por curas, imanes, sacerdotes o como queramos llamarlos, fanáticos con turbante o sin él, que tarde o temprano hacen verdad de nuevo, entre sus también fanáticos feligreses...
Porque es la Yihad, idiotas. Es la guerra santa. Lo sabe mi amigo en Melilla, lo sé yo en mi pequeña parcela de experiencia personal, lo sabe el que haya estado allí. Lo sabe quien haya leído Historia, o sea capaz de encarar los periódicos y la tele con lucidez. Lo sabe quien busque en Internet los miles de vídeos y fotografías de ejecuciones, de cabezas cortadas, de críos mostrando sonrientes a los degollados por sus padres, de mujeres y niños violados por infieles al Islam, de adúlteras lapidadas -cómo callan en eso las ultrafeministas, tan sensibles para otras chorradas-, de criminales cortando cuellos en vivo mientras gritan «Alá Ajbar» y docenas de espectadores lo graban con sus putos teléfonos móviles. Lo sabe quien lea las pancartas que un niño musulmán -no en Iraq, sino en Australia- exhibe con el texto: «Degollad a quien insulte al Profeta». Lo sabe quien vea la pancarta exhibida por un joven estudiante musulmán -no en Damasco, sino en Londres- donde advierte: «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia». 15
Como ven, disparates e ignorancia mezclados para hacernos ver que esta gente está dominada por el fanatismo religioso. Una completa falsficación de la realidad social, política y religiosa de los países supuestamente regidos por el Islam, basta ir a Siria, a Libia antes de la llegada al poder de Al Qaeda gracias al poder económico occidental, o al mismo Egipto para comprobar que todo esto no es cierto. Todos estos lugares son multiculturales y también multireligiosos.
La realidad de estos países, descontadas las dictaduras controladas por títeres al servicio del poder occidental, como la misma Arabia, Catar y otros más, es bien diferente, personas abiertas, tolerantes, unas religiosas y otras no, conviviendo y viviendo en paz, como en cualquier parte del mundo donde no medren y se impongan los intereses de la codicia empujada principalmente desde el exterior. Esta tergiversación de la realidad del mundo árabe o persa ya la había expuesto en anteriores artículos, cuando quería hacer una distinción bien clara entre lo que no son otra cosa que salvajes mercenarios al servicios de los intereses extranjeros y lo que son los habitantes de los países que están siendo agredidos.
Así, con el propósito de justificar la injerencia e invasión exterior, se denigra, falsifica y distorsiona la cultura y la realidad de hoy en día de los países árabes o de los musulmanes en general. Esta falsificación ya la expuse también en el informe sobre La falsa lucha contra el terrorismo islámico, que se está supuestamente, pero no realmente, llevando a cabo hoy por parte de Estados Unidos y sus socios en Irak o Siria.
Otro aspecto que flaquea, y mucho, en la percepción del mundo musulmán por parte del habitante occidental es en identificar a lo que no son otra cosa que sádicos mercenarios con la doctrina más estricta del Islam.
El renombrado Instituto educacional islámico Dar al-Ifta al-Misriyya[que se estableció en 1895 en Egipto] denunció el comportamiento del Estado Islámico y organizaciones asociadas como inconsistente con el Islam y urge a los medios occidentales a cesar de designar a estos militantes como "Estado Islámico". Los analistas recalcan que el IS/ISIL/ISIS se originó de redes sin escrúpulos en los gobiernos occidentales y de Oriente Medio y que son terroristas patrocinados por el estado o mercenarios. 16
El 11 S: una reflexión necesaria. Parte II
Desde los mismos atentados del 11S a todo lo que ha venido después, se ha procedido por parte de los medios de comunicación occidentales a una injusta y falsa descalificación del mundo relacionado con la cultura musulmana.
Hablar sobre los atentados terroristas ocurridos en los Estados Unidos el 11 de septiembre del año 2001 no suele ser una tarea fácil, al menos si se quiere hablar con cierto rigor y con cierto grado de conocimiento. Y no es una tarea fácil aquí, en occidente, en Europa occidental y en Estados Unidos, donde también supuestamente, pero no realmente, existe una gran libertad de expresión. No lo es, el hablar sobre ello, por el grado de desconocimiento acerca de lo que ocurre en el mundo y porque, nos guste reconocerlo o no, hay un gran control sobre el pensamiento y la libertad de expresión.
Ya de partida podemos decir que había varias hipótesis sobre quién, cómo y por qué se cometieron tales atentados.
Una de ellas, muy difundida y muy popular aquí, pero que no encaja con lo que que piensan en otras partes del mundo, como Oriente Medio, Asia o África, es que tales atentados fueron una venganza del mundo musulmán contra el occidente "avanzado", "democrático" y también, no lo olvidemos, aunque no nos gusta recordarlo, colonial. En primer lugar deberíamos quitarnos de la cabeza esa idea de que el mundo musulmán es un mundo de fanatismo donde quedarían englobadas organizaciones como Al Qaeda o el recientemente puesto en escena Estado Islámico o Estado de Irak y Levante. Haríamos bien en repasar la historia para ver que tales organizaciones y otras afines -como el Grupo Combatiente Islámico Libio, Al Nusra o el Ejército Sirio Libre-, no son originarias ni nativas ni propias de los países donde han actuado, principalmente en Asia, África u Oriente Medio, aunque también en Europa, por ejemplo en Yugoslavia; sino que fueron creadas precisamente por el poder económico occidental, por nuestros dirigentes, para mantener controlados todos aquellos países que representaban algún interés en sus ambiciosas intenciones de dominar el mundo. Es decir, fueron y son organizaciones mercenarias al servicio de estos intereses extranjeros que trabajaban para causar daño y destrucción allí donde actuaban, imposibilitando una sociedad abierta, plural y próspera. No es, por tanto, el fanatismo o la ignorancia de las gentes de estas partes del mundo la causa de sus problemas de violencia e intolerancia, sino la intromisión externa mediante la más despiadada brutalidad pagada con dinero extranjero la verdadera causante. Recientemente les proponía la siguiente necesaria e importante reflexión sobre este tema, recalcando que nosotros, nuestra sociedad occidental, no es consciente ni conocedora de lo que realmente ocurre en el mundo. Y hay un motivo para esto: sus fuentes de información no son nada buenas, es más, son fuentes no para informar, sino para desinformar, para que la gente no entienda en verdad lo que ocurre y de este modo sea muy fácilmente manipulable y fácil de engañar. Como efectivamente lo es.
Sus medios de comunicación de noticias, sus series de televisión, su cine, sus libros... tergiversan completamente la realidad, mienten compulsivamente, invierten muy a menudo los sucesos y los actores reales, provocando que los habitantes occidentales ignoren completamente lo que pasa en el mundo, y lo que es peor, que no son conscientes de su ignorancia, que es de hecho analfabetismo político e histórico, creyendo saber y conocer sobre el mundo que les rodea, cuando claramente no es así. Tenemos, por ejemplo, el fenómeno de Al Qaeda al que entienden como algo intrínseco al fanatismo y atraso de pueblos y naciones que no alcanzan el nivel cultural y de tolerancia que tenemos nosotros. Todo un ejemplo de falsificación de los hechos y de ridícula y peligrosa arrogancia. Pues son los que dirigen nuestra sociedad los que fomentan a los grupos de mercenarios islámicos, apodados yihadistas, que en absoluto representan al Islam, a la cultura musulmana o a los países que sufren sus ataques. Mercenarios armados y entrenados por nuestros servicios de inteligencia y financiados con el dinero de nuestros impuestos, que luego destruirán ricas, cultas y avanzadas sociedades con muy valioso y abundante patrimonio cultural, artístico y científico. Piensen un poco en todo ello y por una vez pónganse en su lugar. Piensen que su ciudad es invadida por batallones de fanáticos fuertemente armados, que destrozan y roban todo lo que encuentran, que violentan a los hombres y a las mujeres, que prenden fuego a las librerías y matan a los profesores universitarios; junto a que atacan al propio ejército, a los edificios públicos y quieren hacerse con el control de su país. Piensen que en las televisiones de países lejanos que quieren someter al nuestro, dicen que en su país, en su ciudad, existe una rebelión popular y que, además, es reprimida por la policía con dureza, cuando esta lo único que hacía es intentar parar esta insurrección violenta. La campaña de los medios de comunicación de aquellos países consiste en denigrar, insultar y demonizar al presidente de su país, a su ejército, aunque usted no entiende como pueden hacer esto cuando ellos no son en absoluto responsables de que esto ocurra, es más, cuando ellos actúan y luchan para frenar esta barbarie que ha llegado a su ciudad y su país. Usted finalmente pensaría con razón que estos medios de comunicación no actúan de buena fe, sino que persiguen otros intereses llevando a cabo un juego muy sucio que está provocando mucho dolor, destrucción y muerte. Pensaría con razón también que los periodistas, actores o escritores que apoyasen todo esto no merecen ningún respeto, que deberían ser perseguidos judicialmente y culpabilizarlos de sus responsabilidades penales y criminales, pues ellos han alentado de forma consciente, vil y venal todas estas terribles e injustificadas atrocidades. Piensen ahora lo que les he dicho y pónganse realmente en su lugar. Tienen para hacer práctica los casos muy recientes de Venezuela, Ucrania y Siria, donde finalmente no han conseguido sus fines, y el de Libia, donde sí lograron sus propósitos: dividir, enfrentar, debilitar y arruinar al país, como también ocurrió en Yugoslavia. Piensen, como les decía, un poco en todo ello y luego analicen qué hacen y cómo responden ante lo que el cine, la televisión o la prensa les cuenta.De Hollywood: sus responsabilidades penales y criminales.
Para la comprensión de fenómenos como Al Qaeda y cómo se usan estos como fuerza mercenaria de choque y también como excusa para crear un enemigo con el que justificar las políticas de agresión enmascarándolas como políticas de defensa propia, todo ello en beneficio de los dirigentes occidentales que pueden actuar con impunidad sometiendo a países que se extienden a lo largo y ancho del planeta y también a la propia población nacional a la que tienen atemorizada y aturdida, les dejo con lo siguientes informes que les introducirán en tales asuntos:
Al Qaeda: de sus orígenes y de su función
La falsa lucha contra el terrorismo islámico
Al Qaeda al servicio del poder económico occidental
Libia: cuando empezaron sus problemas y Al Qaeda se hizo con el poder gracias a la ayuda occidental.
Las revueltas en Siria no son ni fueron una rebelión popular ni pacífica
En esa mezcla de disparates, ignorancia y también mentiras que comentábamos sobre el reciente artículo de Reverte tenemos también lo siguiente:
A Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que hoy goza. Poder ser adúltera sin que te lapiden, o blasfemar sin que te quemen o que te cuelguen de una grúa. Ponerte falda corta sin que te llamen puta. Gozamos las ventajas de esa lucha, ganada tras muchos combates contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida: combates que Occidente libró cuando era joven y aún tenía fe. Pero ahora los jóvenes son otros: el niño de la pancarta, el cortador de cabezas, el fanático dispuesto a llevarse por delante a treinta infieles e ir al Paraíso. En términos históricos, ellos son los nuevos bárbaros. Europa, donde nació la libertad, es vieja, demagoga y cobarde; mientras que el Islam radical es joven, valiente, y tiene hambre, desesperación, y los cojones, ellos y ellas, muy puestos en su sitio. Dar mala imagen en Youtube les importa un rábano: al contrario, es otra arma en su guerra. Trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra, para su propia clientela. Para un Islam que podría ser pacífico y liberal, que a menudo lo desea, pero que nunca puede lograrlo del todo, atrapado en sus propias contradicciones socioteológicas. Creer que eso se soluciona negociando o mirando a otra parte, es mucho más que una inmensa gilipollez. Es un suicidio. Vean Internet, insisto, y díganme qué diablos vamos a negociar. Y con quién. Es una guerra, y no hay otra que afrontarla. Asumirla sin complejos. 15
Este en el fondo es el discurso que da Obama, 17 es decir, el del poder económico occidental, para justificar precisamente la intervención (invasión) militar de países soberanos, como es el caso de Siria. Ellos mismos, el poder económico occidental, financia, arma y entrena a estos fanáticos, que crean el caos y luego pide que es necesaria la fuerza para acabar con ellos. 18. Es una farsa, un engaño a la población occidental, que ignorante como es de lo que sucede en el mundo, es capaz de aprobar y no condenar de forma clara tal embuste, desatino y barbaridad. Para eso están los Reverte de turno, no para informar, sino precisamente para mediante su desinformación, su abundante demagogia y su también abundante recurso a los instintos más bajos y emocionales, convencer a los que son fáciles de engañar precisamente por su desconocimiento de los hechos reales.
Cuando se apela a las emociones y no a las razones la tragedia, irremediablemente, está servida.
En Kabul, sí en Kabul, la capital de Afganistán, las chicas ya llevaban minifaldas cuando aquí en España todavía había grandes reparos para que se usasen.
Luego vino Al Qaeda, creada por los servicios de inteligencia estadounidenses en colaboración con los servicios británicos y paquistaníes, y se acabó el progreso de Afganistán. No por culpa de la cultura afgana, no por culpa de los afganos, tampoco por culpa de la religión, sino por la de la intromisión externa para someter a un país que caminaba en el rumbo de la libertad. Precisamente uno de los intelectuales responsables de tal acto, en realidad un criminal intelectual, Zbigniew Brzezinski, indicaba bien claramente el "riesgo", inexistente, del mundo musulmán o del "islamismo global". Un mundo tan complejo y variado como el nuestro, el del "cristianismo global".
Le
Nouvel Observateur: ¿Tampoco se arrepiente
usted de haber favorecido el integrismo islamista, de haber aportado armas
y consejo a futuros terroristas?
Zbigniew
Brzezinski: ¿Qué es lo más importante para la
historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos
locos islamistas o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?
Le
Nouvel Observateur: ¿Algunos locos? Si se
está diciendo constantemente que el fundamentalismo islámico representa hoy una
amenaza mundial.
Zbigniew
Brzezinski: Boberías. Según nos dicen, Occidente
debería tener una política global ante el islamismo. Eso es estúpido. El
islamismo global no existe. Veamos el islam de manera racional y
no demagógica o emocional. Es la primera religión del mundo, con
1 500 millones de creyentes. Pero, ¿qué tienen en común
la Arabia Saudita fundamentalista, el Marruecos moderado,
el Pakistán militarista, el Egipto prooccidental y el Asia
secularizada? Nada que no sea lo mismo que une a los países
cristianos. 19.
Reverte no solo desarrolla actuaciones realmente venales con acontecimientos fuera de su país, sino que trata de forma bastante infame a sus propios paisanos represaliados y eliminados en la sublevación fascista del año 1936.
La transición, claramente inmodélica -pues dio lugar a una democracia muy incompleta, con gran dominio de las fuerzas conservadoras en los aparatos del estado- dio pie a un abanico electoral claramente sesgado a la derecha. Los partidos homologables a la derecha española en la Unión Europea, no son los partidos de derecha sino los de ultraderecha. Ejemplos de ello hay muchos. Uno de los más recientes es la respuesta de las derechas al caso del Juez Baltasar Garzón (llevado al Tribunal Supremo por el partido fascista) por su intento de enjuiciamiento al fascismo. El público español debe saber que la gran mayoría de medios informativos de derechas en Europa condenaron aquel enjuiciamiento. No así en España. Tanto las derechas españolas (los dirigentes del PP) como las catalanas, Artur Mas, dirigente de CiU y Juan José López Burniol (autor muy promocionado por la televisión pública catalana, TV3) se opusieron a ello. En realidad este último ha escrito varios artículos en El Periódico y, más recientemente, en La Vanguardia (“Razón moral y razón política”, 19.06.10), en el que sostiene que lo que él denomina ambos bandos tenían igual derecho moral y político, defendiendo así a los golpistas de 1936, con el argumento de que eran buenas personas y creían que luchaban por España. Tal argumento, con su relativismo moral, justifica toda serie de atrocidades pues raramente el que las realiza tiene conciencia que haga algo mal. Incluso Hitler y Franco, dos de los asesinos mayores que ha tenido Europa, creían que salvaban su país. Bajo este criterio, que a una persona se la juzgue viene determinado por sus propias intenciones o valores, independientemente del contexto donde se realizan sus acciones.
Esta equidistancia aparece también en Joaquín Leguina en un artículo en el que, partiendo de que muchos fascistas eran buenas personas y muchos republicanos eran asesinos, concluye que los dos bandos eran responsables o, como dijo Pérez-Reverte, todos “somos hijos de puta”, insulto gratuito a todos los que lucharon por la democracia, justificando tal insulto por la existencia de comportamientos censurables también en el lado republicano, ignorando que, mientras la represión era política de estado en la dictadura, no lo fue en el lado de la República. Según el criterio de equidistancia, sostenido por tales autores (todos ellos descendientes de vencedores) tampoco hubo ni buenos ni malos en la II Guerra Mundial, pues los aliados bombardearon Dresden destruyendo toda una ciudad alemana. Este relativismo lleva a una parálisis moral y política. 20
El que Pérez Reverte sea un referente en lo relativo a la denuncia de injusticias, a la defensa de los débiles y en la promoción y apoyo de la libertad, muestra el grado de desconocimiento político e histórico de una sociedad, la nuestra, terriblemente desinformada por los que son los portavoces del poder económico que la dirige, los medios de comunicación. La gente busca la solución y la referencia allí donde está precisamente el origen del mismo problema.
Notas:
0. Mikel Itulain. Los
medios de comunicación y Repsol-IPF. Enlace
1. Pérez Reverte.Crónica
de Guerra, Croacia.Enlace
2. Michel Chossudovsky. Dismantling Yugoslavia, Colonizing Bosnia. 'The Other Face of the European Project, Alternative Forum to the
European Summit, Madrid, 1995.
3. Mikel Itulain. El
origen de la guerra en Yugoslavia. Parte I. Enlace
4. Mikel Itulain. Justificando
la guerra. 2012.
5. Avro Manhattan. The
Vatican´s holocaust. Ozark Books, 1986.
6. Carl Savich. The
Ratline: The US-Utasha connection. 2.6.2007. Serbianna.
7. Michel Collon. El
juego de la mentira. Las grandes potencias, Yugoslavia, la OTAN y las
próximas guerras. Hiru. 1999. pp.120-145.
8. Michael Parenti. To
kill a nation, the attack on Yugoslavia. Verso, 2000.
9. Jared Israel. The
media suppressed the truth about the rebirth of croatian fascism. Emperor´s
clothes, 11.8.2004.
10. David Binder. Croatia
force thousands from homes, Rights Group says. New York Times,
8.12.1993.
11. Mikel Itulain. Los
medios de comunicación y la guerra en Libia.Enlace
12. Mikel Itulain. Los
medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria. Enlace
13. Rumanía:
un golpe mediático. Amor y
rabia. nº59, junio-julio 2000. Enlace
14. Domenico Losurdo. Industria de la mentira y guerra
imperialista. Red Voltaire.
13.09.2013.
15. Arturo Pérez Reverte. Es la guerra
santa, idiotas. XL. Semanal. 1.09.2014.
16. Islamic Educational Institute denounces
´Islamic State´mercenaries. nsnbc.me. 25.08.2014
17. Obama
pide ante la ONU una amplia coalición contra el Estado Islámico. Reuters. 24.09.2014.
18. Ekaterina Ryzhkova. The "Islamic State" is
neither islamic nor a state. Land
Destroyer. 12.10.2014.
19. Red Voltaire. Brzezinski: "Sí, la CIA entró
en Afganistán antes que los rusos". Diario de Octubre. 11.10.2014.
20.Vicenc Navarro. Los vencidos tienen distinta
memoria histórica que los vencedores. http://www.vnavarro.org/.
5.07.2010.