Los caciques y opulentos propietarios, habituales grandes tiranos ellos, siguiendo una inveterada tradición: culpar a sus subordinados de lo que ellos mismos han generado.
¿Cuántas veces han oído ustedes esta frase del titular del artículo?, ¿cien?, ¿doscientas?, o ¿puede que algo más de cuatrocientas?
Pues según los "eruditos" de taberna, que solo ven la tele y leen los periódicos y creen estar bien informados, "los políticos se lo han llevado todo" o "se lo han gastado todo".
Bueno, tanto como todo no se han llevado, ya que lo que los políticos se han llevado es por así decirlo el chocolate del loro comparado con lo que sí se han llevado y se llevan, y no se dice, los grandes propietarios, es decir, el poder económico. Y lo que se han gastado en definitiva ha ido a manos de otros, vamos, que se repartió el dinero por ahí.
De acuerdo a la buena información que posee la compañía de servicios financieros Credit Suisse, y que ya les comenté en un artículo previo sobre la causa fundamental de la crisis económica:
Ahora nos encontramos en una situación mundial en el que el 8,6 % de la población posee el 85% de la riqueza, y el 1 % posee el 48,2 % de esa riqueza global, hace un año poseía el 46 %. Con lo que en 23 años, hipotéticamente, poseerán toda la riqueza.
Y casi nadie se para a reparar en algo tan contundente como elemental. No lo oirán apenas en las tabernas, tampoco en el autobús, ni en charlas que habitualmente la gente mantiene. ¿Por qué? Porque los medios de comunicación raramente lo mencionarán, y si lo hacen lo harán de forma disimulada. Nunca con titulares llamativos o con lenguaje provocativo o incendiario. Ya que los medios de comunicación sirven al poder económico al cual pertenecen y tienen como cometido no informar, sino presentar el mundo de acuerdo a los intereses particulares y monetarios de sus dueños, no de acuerdo a lo que realmente está ocurriendo en este mundo.
La culpa de la crisis como tal, y en última instancia, no la tienen los políticos, aunque sí tienen responsabilidad en ella al haberse vendido al poder económico de los grandes monopolios, expresado en el cártel de las corporaciones. Estas gobiernan el mundo, económico y político, según su antojo. Según un modelo de tiranía que ni en la edad media institución alguna, ni siquiera la Iglesia católica, tuvo tanto poder y explotó y sometió tanto a la gente.
La culpa de la crisis económica, y de otras también, es del monopolio de la economía que han creado las corporaciones. Todo para ellas apenas casi nada para los demás.
La culpa de la crisis económica, y de otras también, es del monopolio de la economía que han creado las corporaciones. Todo para ellas apenas casi nada para los demás.
Vivir para ver, riámonos de nosotros mismos y de los "logros" que hemos conseguido, mientras aplaudíamos y aplaudimos cuando países independientes a esta mencionada tiranía, tales como Yugoslavia, Venezuela, Corea, Cuba, Libia o Siria, entre otros, eran y son atacados por este poderoso entramado económico, y como se hizo desaparecer algo llamado la Unión Soviética, que condujo a la pobreza y a la degradación a tantas y tantas personas, que se acabaron vendiendo en el mercado de la explotación industrial y en el de la explotación sexual en los burdeles de nuestros países.
Cuando la culpa es tan grande poco consuelo merecemos.
Y este que les he contado no es un mensaje de desasosiego, sino uno de sentido, en contraste con el poco sentido y poco fundamento de acusar y arremeter contra el árbol caído al que tienden y vilipendian los medios de comunicación, cuando los verdaderos responsables se mantienen ocultos y pasan desapercibidos, y cuando tenemos la poca valentía y la abundante cobardía de no denunciar que la causa de estos problemas es tan vieja como actual: la desigualdad en la distribución de la riqueza, la degradante extrema pobreza en convivencia con la exagerada riqueza.
¿Hasta cuándo callaremos ante tales desafueros?
Y este que les he contado no es un mensaje de desasosiego, sino uno de sentido, en contraste con el poco sentido y poco fundamento de acusar y arremeter contra el árbol caído al que tienden y vilipendian los medios de comunicación, cuando los verdaderos responsables se mantienen ocultos y pasan desapercibidos, y cuando tenemos la poca valentía y la abundante cobardía de no denunciar que la causa de estos problemas es tan vieja como actual: la desigualdad en la distribución de la riqueza, la degradante extrema pobreza en convivencia con la exagerada riqueza.
¿Hasta cuándo callaremos ante tales desafueros?
● Tú no te desanimes, Mikel y a seguir, al igual que yo, sembrando trigo en el mar.. que ni siquiera, porque prácticamente nada de esto les llega, dopados como están por las Tvs y afectada como está la mayor parte de la población de animalidad gregaria (¡ojo!; animalidad, que no espiritualidad).
ResponderEliminar● Saludo y, si me lo permites, incluso un abrazote de amigo
La gente suele aprender más a golpes que por razones. Como esto de la crisis irá todavía a peor, algo se terminará entendiendo.
Eliminar● Eso mismo entiendo yo: Que se aprende sobremanera de los errores y malas experiencias; sobremanera cuando la cuna no ayuda mayormente a la intelección de la realidad (Nietzsche nos aclara al respecto que "El hombre debe sufrir para ser forjado, arrancado").
Eliminar● Yo no le veo solución definitiva a esta continua lucha entre esclavistas y explotados (de nuevo con Nietzsche, que tipifica la historia algo así como de una continua lucha entre epilépticos y paralíticos).
● Entiendo que a ese monstruo "humanidad" de múltiples cabezas solo cabe el someterlo, en un sentido o en otro, usando de artes adecuadas (a Quirón como educador se lo pinta como mitad hombre y mitad bestia), pero que jamás se lo podrá contener/"conservar" indefinidamente en el mejor de los sistemas posibles, para el supuesto de que se pudiera llegar a imponer algo así: Como siempre en la historia, por alguna gente de excepción (de esa perteneciente a los menos de que nos habla Nietzsche). Pues siempre estarían los listos con su mayor capacidad para revertir la situación o en su defecto los lis-tontos, con su caudal de inteligencia y/o "buen sentido" (cosa esta última que pienso como inherente al cristianismo, al tiempo que un bien según Descartes, que sería el mejor repartido del mundo, dado que todos tienen bastante), para continuar dejando eternamente su impronta histórica.
● Mis modelos son los grandes conquistadores (pero como siempre quienes les suceden prácticamente nunca están a la altura; ¡lo que no habré pensado yo en línea con ellos!), pero lamentablemente no tengo conmigo las huestes de Gengis Kan (admirable el cómo se hizo con el mayor de los imperios) ni las legiones de Julio César o los sóviets de Lenin, etc., al modo de fuerzas bien adiestradas y decididas, con las que imponer al mundo una organización para la salud, belleza y bienestar generalizados.
● En defecto de ello opté por dejar mi "Guía Política Antifascista" a base de "Propuestas Políticas para la Construcción del Futuro" que, aunque elaborada como diletante y a toda prisa, entiendo que da algunas claves fundamentales para un mejor futuro. Tan pronto como consideré que ese trabajo era suficientemente inteligible, me dio por seguir nutriéndome de buenas fuentes, ya no clásicas sino vuestras a efectos de informarme sobre la actualidad (y no solo política) y es así como vuelvo a ponerme al pecho o contenidos de quienes pueden hacer que siga creciendo espiritualmente (¡me veo tan pequeño e incluso disminuido para tantas cosas..). Saludo
En el ser humano no hay soluciones definitivas, porque, entre otras cosas, lo que ha aprendido una generación lo suele olvidar la siguiente o siguientes.
EliminarBueno, no sé qué razones tendría el señor Botín para "quejarse" de los políticos. Al fin y al cabo son "sus" empleados, "sus" comerciales. Y han hecho su trabajo a la perfección: Suscribiendo créditos y más créditos que ahora hay que devolver hasta el punto de que más del 10 % del P.I.B se nos va en pagar los intereses de la deuda.
ResponderEliminarY así, tan ricamente, los prestamistas están viviendo a costa de parasitar a toda una nación.
La crisis será para los que han perdido su vivienda pero para la banca es todo lo contrario. Se quedan con los pisos y los vuelven a vender. Ahora resulta que el llamado "banco malo" SAREB está teniendo unos jugosos beneficios. A costa del sufrimiento de las familias que se quedan sin casa, claro. Que esto no lo dicen.
La "razón" es la de cargarle el muerto a otro. Y así continuar ellos con sus tropelías.
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