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domingo, 1 de mayo de 2016

El mundo visto a través de la mirada y experiencia de un cazador furtivo


El mundo tradicional  parecía verse en quiebra ante un nuevo movimiento social que propugnaba la libertad. Pero los liberales son y fueron de naturaleza cínica: se preocuparon de su codicioso ego personal, difundiendo vagas y falsas proclamas de libertad individual, mas no teniendo en cuenta la libertad o el respeto hacia otros seres humanos que no fuesen de su clase social.
En España en el siglo XIX, arrasaron con los medios de vida de infinidad de paisanos que se mantenían en el medio rural. La privatización de tierras y montes llevó al hambre a innumerables agricultores, ganaderos, cazadores y todos los otros sectores sociales que mantenían relación y comercio con ellos. Así mismo, provocó una de las mayores catástrofes medioambientales y ecológicas de la historia de la península. La tala y destrucción indiscriminadas de bosques destinadas a la energía para la industria y a obtener más terrenos de cultivo, causó un daño irreparable a la flora, la fauna y a la misma tierra y climatología, que llega hasta nuestros días.
 Los codiciosos, de ayer y de hoy, siempre fueron cáncer y lacra social, se enmascarasen con ropajes de modernidad e "ideas nuevas" o no.
En una obra escrita por Luis Berenguer, El mundo de Juan Lobón, de la que hay una extraordinaria serie hecha por Televisión española, se nos relatan este tipo de cosas a través del punto de vista de un cazador que vivió en la primera mitad del siglo XX en las serranías de Cádiz. Está basada en la vida de un gaditano real, José Ruiz, de Alcalá de los Gazules, que al parecer él mismo pudo redactar, mientras esperaba un juicio en la cárcel por ser cazador furtivo. 2 Furtivo porque al campo se le pusieron barreras donde antes no las había, privando del sustento y del derecho a tenerlo a los habitantes del lugar.
Berenguer nos habla de la historia particular y de como las gentes que allí vivían y se lo comían y se lo guisaban todo ellos mismos, se vieron, de la noche a la mañana, con una mano detrás y otra delante. Las tierras, el ganado, el monte y la caza fueron para otros.
...los nuevos dueños se frotaban la mano diciendo:
- ¡Esto sí que ha sido un buen negocio! -pues solo gastaron en tapar bocas. 1
Luego vino el crear un poblado para tener a todos controlados y que no deambulasen a su antojo por la campiña y les pudiesen coger algo que ahora era más privado que en cualquier tiempo pasado. También, por el temor a que los allí reunidos decidiesen organizarse y arremeter contra estos nuevos tiranos, crearon un cuartel de la Guardia civil, que nantendría a raya cualquier intento de revuelta o de no cumplir las nuevas leyes.
- Hay que traerse la Guardia Civil, no sea que nos maten por haberles dejado sin tierras. 1
 Los nuevos amos, por caciques que fuesen, eran capaces de ver el posible efecto de sus desmanes e injusticia, aunque no tuviesen moral alguna para paliarlo.
La corrupción, el soborno, así como la falta de escrúpulos, siempre estuvieron presentes en todo periodo humano.
Entonces fue cuando ella [una de los nuevos amos] hinchó de comer a unos y otros, y les daba vino y les decía:
- Hay que hacer la ley solo para nosotros, los de los cuartos; a los cazadores y a los pobres que les vayan dando. 1
A fe que esta política se ha mantenido. Los ricos gobiernan y crean las leyes en su provecho. El resto, el resto de la población, deberá buscarse la vida como buenamente pueda o le dejen. Los tiempos, si algo  han cambiado, no lo han hecho a mucho mejor, en realidad, en muchos aspectos a claramente peor. La miseria se amontona ahora en las ciudades, pero ese no es un parámetro donde  mire el progreso o éxito económico de un país, sino en las cuentas acaudaladas de quienes realmente lo dirigen. Todo se convirtió en deseo de estos nuevos ricos, lo que era de otros y lo que era de todos.
Sin embargo, no solo son responsables de tales tropelías los que se quedan con el dinero y los bienes, los denominados amos  o gente importante o principal, también lo son aquellos necesarios colaboradores, y no solo hablo de abogados, políticos o jueces. Hablo de aquell@s que comparten espacio, restricciones a su libertad y miseria con quienes como ellos mismos sufren la nueva tiranía; pero que colaboran con ella y delatan a quien o quienes alguna resistencia opongan. Son los peores, siempre han estado ahí, como perros guardianes por un mísero mendrugo de pan.
Pero la culpa no fue toda de la gente principal, que la gente de nosotros tragó con todo y hasta les ayudó a engordarse y divertirse con el pan que les quitaban de la boca.
La abuela de don Gumersindo, el padre y él mismo, siempre soltaron cuartos a los chivatos. La propina siempre alargó los ojos y ensució el corazón de la gente...  1
Seguimos en este mundo expuesto por el cazador obligado a ser furtivo. De chivatos y gente con el corazón demasiado oscuro, que ensucian y enturbian el mundo. Aquellos y aquellas  de los que un hombre o mujer  cabal y decente se deberá apartar y cuidar.

Referencias:
1. Luis Berenguer. El mundo de Juan Lobón. 1967.
2. Guy H. Wood. El legado del hombre salvaje en el mundo de Juan Lobón. Draco 3, 4. 1991-1992. Oregon State University.

4 comentarios:

  1. Hola Mikel!!

    Hoy he tenido un poco de tiempo para pasear por los blogs y te he leido

    Todo lo que escribes me lo contó mi abuelo tal cual..estuvo en la guerra civil..Yo conocí algunos caciques de pueblos..
    Pero todo lo que cuentas sigue ocurriendo a dia de hoy y la gente veo que no hacen nada de verdad para cambiar aunque sea poco a poco esto,,Los politicos se pelean por los sillones no por ayudar al pueblo y lo que dá es un hastio el verlos discutir y echarse las culpas los unos a los otros..
    Cuanto gusta el poder!!!

    Ha sido un placer el leerte
    Con cariño Victoria

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    Respuestas
    1. Hola Victoria. Gracias. El blog tiene el propósito, además de relatar la realidad mundial, el de reflexionar. El de ver como ese comportamiento humano nuestro, tan recalcitrante a veces, es el causante de nuestros abundantes pesares y nuestros escasos progresos. Lo defines tú también muy bien.
      Un saludo

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    2. Mikel, con la verdad y la palabra ganaremos esta guerra de mentiras, con la que nos quieren embaucar.

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    3. Sí, aunque nos enfrentamos a un mundo de desinformación y engañó, que ha inundado ya muchas mentes.

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