Muy pronto va a haber elecciones en Venezuela, estas son para su país y para América Latina totalmente estratégicas ¿Cómo ve el panorama en este sentido? ¿Ves a las fuerzas chavistas con capacidad de ganar y seguir gobernando con efectividad?
-En Venezuela se ha dado un fenómeno que debe haber interesado mucho a América Latina. A finales del año pasado hubo una derrota electoral del poder legislativo que fue reconocida inmediatamente por el Bolivarianismo, y que no se debió a que la derecha haya aumentado su caudal de votos, sino a que evidentemente una gran cantidad de bolivarianos se abstuvieron de ir a votar disgustados por la situación económica. El caudal electoral de la derecha sólo aumentó un 4%. Esto envalentonó al sector, pensó que iba a tener el poder de inmediato, pero esto no fue así y entonces se dieron una serie de procesos electorales donde el bolivarianismo ha tenido triunfos estruendosos.
Es importante señalar, una vez más, que el sistema electoral de Venezuela según lo calificó el propio Jimmy Carter, es uno de los más perfectos del mundo. Añadió que quizás el de Estados Unidos era uno de los más imperfectos. Son triunfos electorales verdaderos, inobjetables, las pocas veces que el Bolivianarismo ha sido derrotado, lo ha reconocido de inmediato. Y de hecho siempre hay un conjunto de Estados o municipios en los cuales gana la oposición. Ha sido reconocido, a su vez su victoria en el poder Legislativo, entonces, las victorias bolivarianas son inobjetables y esclarecedoras porque se lo acusaba mucho de que es un movimiento clientelar, un movimiento populista que se sostenía sobre la dádiva, y sigue triunfando en plena crisis.
-¿Cuánto incide en el proceso actual la guerra económica?
-Venezuela está hace unos 5 años o más en un proceso muy difícil de guerra económica y eso provoca que algunas situaciones de abastecimiento se han hecho muy difíciles, sin embargo el pueblo ha respondido a la ideología del bolivarianismo. Primero son triunfos electorales indiscutibles; segundo certifican que el bolivianarismo es un movimiento ideológico y que su base fundamental no es la repartición de dádivas, aunque ha tenido logros extraordinarios. Venezuela pasó a ser un país de desarrollo humano bajo, a ser uno de desarrollo humano alto.
Posiblemente en las próximas elecciones el bolivarianismo obtenga otro triunfo, entre otras causas porque la propia derecha tiene una posición vacilante. Por ejemplo: primero ofreció que iba a convocar al referendo para ganar de inmediato la presidencia, no pudo hacerlo, y en vez de pedir la consulta popular -que se ha estado oponiendo a las mismas- no quiso participar en las constituyentes, de modo que por segunda vez se abstiene casi totalmente a un proceso electoral y a la entrega de todo el poder al Bolivarianismo
Actualmente la derecha está dividida; una parte dice que no va a participar en esas elecciones; Otra parte está participando y uno de los candidatos más destacados allí, es Henri Falcón. En un cuadro de confusión y de desmoralización de la derecha es muy probable que se vuelva a tener otra victoria electoral.
–Hay un tema que evidentemente preocupa mucho a la población venezolana, que es el de la guerra económica: ¿Cuál es la razón por la que no se pueda frenar este ataque que hacen el imperio y la derecha local contra la economía venezolana?
-El primer aspecto de la guerra económica está totalmente fuera del Bolivianarismo y de Venezuela. Se trata del dumping del petróleo, los hidrocarburos, y la consiguiente baja de los precios. En mi opinión lo que ha pasado en los últimos años es que grandes potencias desarrolladas han provocado una sobreventa artificial de hidrocarburos para que los precios bajen y quebrar a las Industrias de los países no alineados con ellos.
En ese sentido coincidieron: la entrada en el mercado de la producción Iraquí que es más de tres millones y medio de barriles diarios, el retiro de unas sanciones de bloqueo que existían contra Irán que tenía reservas de hidrocarburos acumulados durante años que entraron repentinamente al mercado; Por otro lado la producción de Libia: el grupo de facciones que tiene el poder allí empezó a vender a precios bajos con el objetivo de comprar armamento; Arabia Saudita colaboró un poco con esto, sobrevendiendo petróleo, también, a precios irrisibles porque ellos obtienen los mejores hidrocarburos del mundo y sus costos de producción son menores que el resto.
Además, parece que los gobiernos necesitaban armarse en prevención de posibles disturbios internos, y entra allí como un elemento muy importante el salto de Estados Unidos a ser, aunque parezca contradictorio, la primera productora del mundo de hidrocarburos. Esto lo ha hecho a través de una inmensa inversión de capital y de esfuerzo y a costa de la destrucción de su medio ambiente con hidrocarburos de esquistos.
Entonces una serie de factores coordinados internacionalmente provocaron una sobreventa de petróleo y el descenso de los precios. El barril de la cesta venezolana durante los momentos de crisis había superado los 100 dólares, repentinamente, el año antepasado cerraba a 23 dólares el barril y producirlo costaba alrededor de 18. En Venezuela el 95% de las divisas que ingresan vienen de la industria petrolera porque nuestro sector privado tiene muy poca capacidad de exportación y de importación de divisas, eso desde luego provocó un golpe en nuestras finanzas.
Este factor está fuera de control nuestro, pero sin embargo la actitud que se tomó es la correcta; instar a los demás miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) a guardar la disciplina fiscal, a no sobrevender para resistir esta mala época. Fue así que el precio del petróleo empezó a repuntar. Ya el barril anda en 60 dólares, casi triplica el precio del año antepasado y entonces hay sustanciales ingresos.
-¿Aparte del precio del petróleo hubo otros factores que reforzaron esta guerra económica?
-Sí, otro factor que forma parte de esta guerra económica son las calificadoras de riesgo. Lamentablemente casi todos los países necesitan créditos para su desarrollo, entonces tienen que recurrir a la deuda externa, allí hay un escollo, que son las calificadoras de riesgo. Ellas determinan que tasas de interés se les cobra a cada país. Hay países que tienen medio siglo de guerra civil todavía, y sin embargo las calificadoras de riesgo le atribuyen una tasa del 5%. Por ejemplo: los intereses de un crédito de capital devienen a esa taza.
Somos un país que en realidad no ha tenido guerra civil, yo creo que la ultima fue a principio del siglo XX, y nos asignan tasas de riesgo de 35%, entonces se nos hace el crédito público externo inalcanzable. Y además cuando lo adquirimos tenemos que pagarlo a tasas casi confiscatorias, usurarias. Eso es otro de los elementos fuera de nuestro control. Venezuela siempre ha sido un fiel pagador de la deuda pública, por lo menos desde 1930 en que el tirano Juan Vicente Gómez, canceló totalmente la deuda. Entonces, se ha adquirido deuda pero siempre se la ha pagado puntualmente, sin embargo arbitrariamente estas empresas nos califican como uno de los más altos riesgo países cuando no hay guerra civil, donde hay los más grandes recursos de hidrocarburo contados por país del planeta, y eso es una acción de agresión económica que tampoco nosotros podemos condicionar.
Siguiendo por la línea de los elementos externos no controlables: se lanzó una criptomoneda y Estados Unidos acaba de prohibir a los estadounidenses de usarla. Adicionalmente se habló de sanciones, mal llamadas sanciones por que no tienen el poder de sancionar a ningún venezolano y además han ejercido presiones para que se retrasen pagos: Venezuela tiene fondos en el exterior para pagar importación y por razones misteriosas da una orden para que se inmovilice un pago, ese pago tarda meses en salir de modo que es todo un sabotaje coordinado del exterior.
Hay que señalar lo siguiente: se ha acusado a Venezuela de ser un país improductivo, parásito, pero produce 88% de los alimentos que consume. Si es verdad que no produce ciertos insumos como maquinarias complejas que son necesarios para esa producción, tampoco se producen medicinas. Entonces allí está la constelación de elementos que están fuera de control. Hay de verdad una guerra económica, estratégica y diplomática contra Venezuela.
-Pero es innegable que hay productos que sí se producen y que se “escapan” diariamente hacia Colombia por la frontera.
-Ahora para los factores que sí están dentro de nuestra posibilidad de acción: el presidente Maduro ha dicho que el 40% de lo que se produce o importa se va por la frontera. Tenemos con Colombia una frontera de unos 2200 km lineales y por allí se va un contrabando de extracción que seguramente alcanza la magnitud que dice Nicolas Maduro. ¿Por qué? Los bienes básicos están subsidiados, entonces es un negocio casi superior al narcotráfico, adquirir bienes subsidiados, desde la gasolina que es la más barata del mundo, pero también alimentos, insumos esenciales, pasarlos por la frontera y venderlos inmediatamente al doble, triple y hasta a diez veces más su valor y quince veces y veinte veces. Esto es cotidiano.
Estados Unidos con todo su poderío no ha podido controlar la frontera con México dicen ellos, pero creo en realidad que dejan pasar a los mexicanos porque les sirven de mano de obra barata.
Es dificultoso controlar esa frontera, tenemos otra extensísima con Brasil, y otra con Guyana y son todas muy permeables. De todos modos sí creo que nos corresponde a los propios venezolanos una responsabilidad en garantizar la no permeabilidad de esa frontera. SI nosotros dejamos las fronteras filtrables no podemos culpar a los demás por violar las líneas fronterizas.
-Hay otro elemento que suena a suicidio y que es el de dar a ciertas empresas dólares a bajo costo…
-Tal cual. El segundo elemento se para sobre toda una serie de operaciones desafortunadas para mantener la importación de algunos insumos esenciales. El gobierno venezolano da los llamados dólares preferenciales: que se trata sobre un dolar que el estado venezolano ha asignado a las empresas a 1 dolar 10 bolívares, para que puedan hacer importaciones básicas de productos que no se producen y son necesarios, como las medicinas, ciertos tipos de maquinarias etc. El presidente Maduro dijo que se llegaron a dar sesenta mil millones de dólares a empresas de maletín que hicieron importaciones fantasma. Esto es gravísimo. Cómo es posible que se les dé esa cantidad de dinero a empresas y que nadie se preocupe por ver si son empresas reales.
Ahí hay una investigación y de hecho la fiscalía ha abierto centenares de causas y ha encarcelado a centenares de personas por manejos y manipulaciones dolosas. Repito nuevamente, esto también está bajo nuestra responsabilidad, pero lamentablemente gran parte de estos dólares preferenciales se les entrega a un oligopolio de más de una decena de empresas. Se siguen asignando dólares a esos mismos grupos que los han malversado, que no los han utilizado para las finalidades para los cuales fueron concedidos.
Entonces es necesario la acción de nuestro ejecutivo para evitar que continúe esa sangría de los recursos venezolanos, hay que señalar los siguiente: Alegan las empresas que ellos han encarecido los productos, que los han retirado, por que el estado no les da dólares preferenciales, lo cual es enteramente falso. Desde el año 2013 el estado ha triplicado la cantidad de dólares preferenciales que se les ha dado a estos oligopolios para la importación y distribución de bienes y en el caso de la medicina, que es uno de los más sensibles en ese lapso, se ha cuadruplicado la cantidad de dólares.
¿Qué ocurre entonces? Desde antes que el Bolivarianismo ganara las elecciones ha habido una guerra del sector económico privado contra el bolivarianismo, porque primero empezó a tomar medidas sociales, y después se declaró a partir del año 2004 socialista.
Hay una guerra económica entre el sector privado y el sector público. El sector privado ha hecho un acaparamiento sistemático de bienes, para retirarlos de circulación, por ejemplo productos de higiene personal. El sector venezolano tiene las más altas tasas de consumo en productos de higiene personal de Latinoamérica. Entonces, escondían los productos más esenciales de higiene personal para causar molestia a la población que tiene hábitos de limpieza muy acentuados. Además de eso empezaron a ocultar ciertos grupos de alimentos, no es que subieran de precio, sino que los ocultaban, los hacen desaparecer repentinamente.
En alguna inspección se encontraban galpones con millones de unidades de huevos que se estaban pudriendo porque simplemente se los sacó de circulación para crear malestar. Esto ha sucedido con infinidad de bienes en infinidad de rubros.
Se trata de un plan sistemático de desabastecimiento para crear incomodidad en la población, y en ese caso me da la impresión que las autoridades no han respondido con la energía que hubiera sido necesaria. En una guerra, si el adversario te está golpeando tú tienes que responder.
Me gusta repetir ahi algo que inventé como fábula, teniendo en cuenta que Venezuela es un país con un sistema económico mixto: ‘El gallinero mixto’. Un granjero decide fundar un gallinero, la mitad son gallinas, la otra son zorros. A la semana los zorros han devorado a las gallinas y devoran al granjero también. Entonces si tú intentas mantener dos lógicas, una solidaria, humanista fraternal, y al mismo tiempo, le das lugar a la lógica explotadora, usurera. Bueno es fácil ver cómo esa lógica predatoria, sin ningún tipo de valores, o restricción terminará destruyendo o intentando destruir al socialismo y es lo que está sucediendo.
-¿Propuestas urgentes para salir de esta situación?
-En ese sentido yo he propuesto, reiteradamente, que el estado asuma la importación y distribución de bienes básicos, y en última instancia que asuma la nacionalización de la banca. La banca tiene el papel de intermediación, en muchísimos casos lo que hace es manejar simplemente las nóminas de pagos que da el Estado y entonces no cumple su función y lo que hace es sabotear.
Por ejemplo, y ahí entramos en otra fase; Ha habido una cuestión casi increíble y es que se ha destruido el valor del signo monetario, los economistas clásicos dicen que es por que se ha impreso demasiado papel y entonces el papel perdería su valor porque es dinero inorgánico, pero esto es falso. En los galopes inflacionarios han precedido a la impresión de dinero y al aumento de salario. De repente la inflación crece un 30, 40 50, entonces el estado ordena un incremento de salario e intenta imprimir más papel pero es para tratar de alcanzar un proceso ya cumplido.
Los neoliberales dicen que no, que ese proceso obedece a que se elevan los salarios, obedece a que se imprime más papel, al extremo de que uno de los elementos contradictorios, implica que a veces no hay papel moneda suficiente para pagar y cumplir con los compromisos y entonces nos tenemos que manejar con dinero de plástico, de tarjeta. Aquí entra otro elemento extraño: cantidades inmensas de billetes pasan la frontera y son acaparadas en las casa de cambio o en las bancas extranjeras. Se ha encontrado algunos de los bancos con enorme depósitos de billetes venezolanos que se negaban a entregar al público diciendo que no había efectivo circulante. Entonces se va produciendo en Venezuela la gran paradoja de un país sin circulación monetaria real, y eso coloca a las circulación monetaria en manos de quien manejan tarjetas de crédito o débito y los operativos electrónicos para hacer transferencias con ella etc.
En Paraguay se han descubierto galpones con toneladas de billetes venezolanos, desde luego no tiene sentido sacar el signo monetario venezolano al exterior por que es una moneda que se ha ido devaluando, evidentemente se lo hace con la mala intención de hacer que se quede sin circulación. Es un gran sabotaje global de gran magnitud, al cual que se debería responder con medidas sancionatorias extremas. Es decir se está en una lucha de vida o muerte, no podemos tener dilaciones en ese tipo de combate.
Aquí se añade otro factor más, que es la tasa de cambio artificial y esto ha estado presente en todas las hiperinflaciones que ha habido en América Latina y otros sitios del mundo. En Argentina hubo una hiperinflación en una cosa llamada dolar blue, habia una pagina que ofrecía una supuesta cotizacion del dólar y entonces eso fue tumbando el valor de la moneda argentina. Sucedió en Nicaragua también una hiperinflación en los tiempos del primer sandinismo.
En todos esos casos ¿Qué ha habido? Un ataque imperial coordinado. ¿Y por que la publicación de esas tasas falsas de verdad tiene impacto en la economía? Por que operan en complicidad con un sector económico que por un lado, quiere derribar al gobierno popular, y por otro lado encuentra allí una forma especulativa de enriquecerse rápidamente.
Si yo tengo mil dólares y sale una tasa y dice que un dólar cuesta cien mil bolívares y si la otra semana dice que vale doscientos mil bolívares, extraordinario, porque yo como comerciante elevo mis precios, los inflo desmesuradamente, y sobre esas tasas se aseguran unos niveles de ganancia gigantes, y además estoy saboteando económicamente a un gobierno que no me es grato. Hay una conspiración entre los empresarios y esas tasas falsamente asignadas.
¿Cual seria el remedio de eso? Fijar de verdad controles de precios y hacerlos respetar. Si el sobreprecio, la especulación y el acaparamiento no son sancionados que es lo más probable que suceda. Son industrias muy lucrativas, el contrabando de extracción si no es debidamente sancionado puede provocar tasas de ganancias de mil, dos mil, veinte mil porciento. Entonces lo más probable es que se siga ejecutando, en este caso hace falta una acción verdaderamente decidida, pronta y eficaz del gobierno y eso sí nos corresponde a nosotros.
Esta es la perspectiva de la llamada guerra económica, y tiene muchas variantes más pero estos son los lineamientos generales. Hay que señalar que contra todos los gobiernos progresistas se ha procedido con este tipo de guerras, se lo hizo contra el Chile de Allende, contra la Nicaragua del Sandinismo, contra El Salvador, contra Venezuela, contra Argentina sin la necesidad siquiera de que haya gobierno progresista. Hubo ataques de este tipo, espirales inflacionarias inmensas y entonces para señalar la falsedad de eso, está el hecho de que hace poco, creo que en conjunción con la emisión del Petro la cotización del dólar bajó pero los precios no bajaron. Los precios supuestamente dependen de esa falsa cotización del dólar. El dólar bajó y los precios del mercado siguen subiendo. Es un fenómeno de especulación concertada y que al no ser sancionada se repite, se hace crónico.
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