Una imagen muy parcial de la Venezuela de los años 70
Vistos un primer y segundo capítulos sobre la economía en Venezuela: La miseria en Venezuela y Lecciones de economía desde Venezuela, vamos a continuar con este nuevo, incidiendo en temas capitales de nuestros sistemas económicos que generan profundas desigualdades sociales, marginación y miseria. Temas de los que hablamos mucho, pero rara vez vamos a las causas fundamentales que los originan, más por cobardía y dejadez intelectual que por ser muy complicado el encontrar a aquellas, a las causas, y dar soluciones apropiadas.
En cada aspecto de la vida, como en la misma conducta humana, es mejor observar los hechos concretos, con sus resultados, que perderse en ampulosas divagaciones que finalmente tienden a distorsionar los sucesos reales. En economía es bueno seguir la misma directriz y ver como esta influye y como se comporta con cada uno de los miembros que componen la sociedad, desde los más pudientes a los que poseen menos o no poseen nada, en términos materiales, se entiende.
A ver si comprenden, por ejemplo, los siguientes hechos de la economía de Venezuela de los años 70 del siglo pasado:
Mientras que los indicadores financieros, el consumo de champagne, y de las mejores marcas de whisky importado, la adquisición de automóviles Mercedes Benz y avionetas privadas (sin mencionar los viajes de fin de semana a Miami) muestran indudablemente una tendencia ascendente que bate "nuevos récords" y que son característicos de un "sano" proceso de crecimiento y de un dinámico mercado consumidor; la mortalidad infantil y la frecuencia de desnutrición, también exhiben un movimiento ascendente indicativo presumiblemente, del hecho de que "la salud de la economía" no se consigue sin "costo". La tasa de mortalidad infantil en 1973 (53.7 por 1.000) era más alta que la registrada en el período inmediatamente posterior al derrocamiento de Pérez Jiménez y de la reinstauración del "gobierno democrático". 1
El gasto en lujo crece al mismo tiempo que la mortalidad infantil. Lo que demuestra, entre otras cosas, una acusada inmoralidad en el uso de los recursos económicos, al mismo tiempo que una falta de humanidad notoria en determinados sectores sociales. Y todo esto tiene su raíz en que los bienes de producción y la riqueza que de ellos se genera están en muy pocas manos. Un grupo de personas reducido controla los bienes económicos, los demás, la mayoría, están a expensas de la voluntad y, frecuentemente, del capricho de esta minoría realmente opulenta. ¿Cómo no va a suceder entonces lo que hemos comentado antes?, ¿cómo no va a haber una injusticia social y económica realmente exagerada? Expresada en pobreza extrema, desnutrición, analfabetismo y marginación. Pues el objetivo no es el bien común o el bien general, sino el aumento del poder y riqueza de ese pequeño grupo, con lo que la situación cada vez se agrava más entrando en un círculo vicioso realmente dramático.
La nutrición, el cuidado de la salud infantil, los programas de alfabetización, son sólo "rentables", en términos de la "ética de la producción", en cuanto contribuyan a generar mayores detalles en los próximos capítulos —se distribuyen conforme a una "matriz de distribución" que responde y refuerza la estructura de clase existente y contribuye a la consolidación del proceso de reproducción capitalista. En otras palabras, la asignación de los ingresos del Estado entre prioridades presupuestarias alternativas se realiza principalmente en función de los intereses de los grupos o clases sociales que van a beneficiarse de los diferentes proyectos y programas gubernamentales. Además, los programas de educación, salud y vivienda, de acuerdo a esta ideología, no son objetivos sui generis, sino que son considerados como estrictamente instrumentales y deseables, en la medida que contribuyan al crecimiento económico. 2La educación, por ejemplo, tampoco tiene como fin instruir y enriquecer a las personas en conocimientos y en humanidad, tiene otros fines más pragmáticos y menos confesables, que finalmente no forman realmente personas, personas cultas y con un mínimo de moral y solidaridad, que es lo que debería importar. Por el contrario sirve como herramienta para convertir a las personas en instrumentos que contribuirán a aumentar las riquezas de otros a cambio de un salario de subsistencia. Se entra aquí en la función pura y dura del siervo.
La educación no es una meta social sui generis; los programas de educación proveen en el educando un producto instrumental y objetivo que contribuirá a aumentar la producción material de bienes y servicios. 2La falta de empleo, el paro, tampoco es algo inevitable o casual en este sistema tan desigual, es, por el contrario, una forma de control de los trabajadores, que por miedo callarán ante las injustas y precarias situaciones que les toca vivir y sufrir. Porque quien proteste será despedido y su puesto estarán dispuestos a ocuparlo aquellos que constituyen el "ejército en la reserva" que engrosaban las filas del desempleo.
...la dinámica del sistema se apoya en la no incorporación y en la marginación social de un gran sector de la Fuerza de Trabajo. El proletariado no incorporado, o los sectores marginados, aún cuando no contribuyan explícitamente a la producción, desempeñan, sin embargo, el importante papel de mantener el salario industrial a nivel de subsistencia y constituyen un "ejército de reserva de desempleados" para la clase empresarial a ser utilizado en caso de que el proletariado incorporado se torne hostil y/o reivindicativo. 2Para colmo de males, este sector acaudalado echa mano del sector público para lograr y satisfacer sus intereses privados.
En este marco, el Estado provee al sector productivo la infraestructura social y las "inversiones sociales" en las que se apoya el proceso de reproducción capitalista. 3Ahora analicen esto que pasaba en Venezuela y que posteriormente, cuando llegó Hugo Chávez al poder, cambió de forma bien notoria a mejor, claro. Aquí también podrán analizar y comprender si quieren, viendo todo esto, que un sistema capitalista tiende a crear todas estas anomalías, y que el propio Gobierno de Venezuela, si no opta finalmente por un sistema socialista, volverá a las andadas, a los angostos y escarpados caminos a andar para la gente de la discriminación y de la desmesurada desigualdad social y económica.
Notas:
1. Michel Chossudovsky. La miseria en Venezuela. 1976. p.11.
2. Ibid. p.12
3. Ibid. p.13.
2. Ibid. p.12
3. Ibid. p.13.
Bastante correcto este análisis. Con los beneficios del petroleo se financian las misiones y programas sociales. A tí te deberían contratar, Mikel, para enseñarles a convivir, chavistas y opositores (escuálidos).
ResponderEliminarHermoso país, los tíos muy "machitos" y las mujeres deberían hacerse respetar pues muchos granujas las embarazan y luego son las madres quienes apechugan con los retoños. No obstante, en tres semanas de vacaciones yo no ví a ningún niño abandonado.
Pues tienes razón, no es comprensible, racionalmente, como quienes han pasado carencias muy serias hasta la llegada de los gobiernos de Chávez, puedan oponerse y luchar como hicieron contra él. Es claro que son una minoría, una minoría muy manipulada y explotada por la oligarquía tradicional. No dejaron de ser siervos.
EliminarUn saludo Jesús.
Hola Mikel: Para los interesados en el tema de éste post sobre como era la Venezuela antes de Chávez y por qué Chávez molesta tanto hoy en día, estoy leyendo un libro sobre el particular bastante interesante a mi juicio. Se titula "Los siete pecados de Hugo Chávez" del escritor belga Michel Collon. Desgraciadamente, yo soy malísimo con los idiomas y eso hace que siempre que un libro tenga versión española o portuguesa opte por ellas. Sin embargo, si alguien puede estar interesado en esta obra y domina con fluidez el francés creo tal vez disfrutaría más si leyese el libro en su idioma original. Saludos
ResponderEliminarHola Anxo. Gracias por la referencia de Michel Collon, un autor realmente importante y del que aprendí y aprendo mucho. Recuerdo especialmente, por su importancia y calidad, obras de él como Ojo con los media o El juego de la mentira (sobre la guerra contra Yugoslavia y futuras guerras).
EliminarUn saludo.
Efectivamente Mikel tienes mucha razón en elogiar esas obras y otras como, por ejemplo, "Huracán" sobre las causas y efectos para los pobres del Katrina , desgraciadamente, hace ya algunos años que los nuevos libros de Collon no son editados en España, Es por ello que sus últimos y más interesantes libros los he tenido que obtener en Francés (sobre la manipulación mediatica en Libia) o en Español a partir de traducciones impulsadas desde Venezuela. Como decíamos hace unos posts el mercado editorial español cada vez va a peor en los que se refiere a la publicación de obras de pensamiento crítico y alternativo como son las de este autor belga,
EliminarUn abrazo
El mercado editorial español ofrece poca objetividad en sus publicaciones, debido a que está controlado finalmente por el pensamiento e intereses de las corporaciones, o de aquellos que trabajan de un modo u otro para ellas.
EliminarQue no se traduzcan obras de Michel Collon, Tony Cartalucci, Maximiliam Forte o apenas ninguna de Michel Chossudovsky es un ejemplo bien indicativo.
Después de leer este articulo por casualidad, estoy en el año 2018 en el mes de Octubre y si, todavía estoy en Venezuela y NO es por defender los ideales Socialista ni nada que tenga que ver con la Revolucion la cual desprecio totalmente. Olle Mikel si vuelve a leer lo que escribiste y solo le cambias la fecha y el nombre del presidente, veras que te quedas corto ya que lo que ocurre en Venezuela no tiene precedente en ningún libro de historia. Y DUDO QUE LOS TE HALLAN ESCRITO ANTES QUE ERAN SEGUIDORES DEL GOBIERNO SIGAN COMPARTIENDO ESE IDEAL DEL FRACASADO SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
ResponderEliminarLos problemas económicos de la gente en Venezuela no los ha generado el gobierno dirigido por Nicolás Maduro o antes por Hugo Chávez.
EliminarAquí una reflexión necesaria y una realidad a conocer: http://miguel-esposiblelapaz.blogspot.com/2016/05/venezuela-unas-reflexiones-sobre-la.html?m=1