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martes, 13 de agosto de 2013

Los olvidados campos de concentración en los Estados Unidos de América

Intolerancia racial en los Estados Unidos: "Japs (abreviatura para referirse a los japoneses) fuera de aquí, no sois queridos" o "largaos, esto es un vecindario blanco"


Seguramente los campos de concentración no eran ninguna novedad en los Estados Unidos de América antes de la llegada de la Segunda Guerra Mundial, entre otras cosas porque el trato y modo de actuación de los nuevos colonos hacia los nativos americanos y hacia los esclavos negros de África bien puede corresponder con el que se da en un lugar de este tipo. No obstante, cuando llegó la Segunda Guerra Mundial, y especialmente en el conflicto que se tenía con Japón, surgió un odio y un racismo extremo hacia la comunidad asiática, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses.
El tradicional racismo existente en EE.UU. se ensañó especialmente con las personas de origen japonés que vivían en el país tras el ataque de Japón a la colonia de Hawai. Ataque que había sido provocado por el estrangulamiento económico al que sometieron los norteamericanos a la potencia nipona.(1)
La discriminación contra la gente de procedencia asiática, y su desprecio hacia ellas, era algo habitual. Dejándoles solo como posibles dedicaciones  laborales la venta en puestos ambulantes o en pequeñas tiendas. Aquellos que no habían nacido en Norteamérica no podían adquirir el derecho a ser ciudadanos estadounidenses y desde 1924, por el Acta de Orígenes Nacional, no se permitía la inmigración desde Japón.
Hacia 1940 había 127.000 personas de origen japonés, de las que 80.000 habían nacido en EE.UU., por lo que tenían esta nacionalidad.(2)
Desde la prensa se encendían los ánimos de la ciudadanía contra estas personas, indicando que eran traidores que ayudarían al enemigo a invadir América; a lo que llamaban “el peligro amarillo”. Tras el ataque a Pearl Harbour la histeria se extendió por toda la costa oeste, agitada por los venenosos mensajes lanzados desde los medios de comunicación. Un montón de falsedades, sin ninguna base real, fueron dichas. Se indicaban casos de sabotajes, que nunca ocurrieron, y se procedió al registro de miles de hogares con el fin de buscar alguna prueba que nunca se halló. No contentos con eso, desde el Congreso se llamó a llevarse a todas estas personas e internarlas en campos de concentración. El congresista Leland Ford indicó que si se negaban a ir a estos campos era una prueba de que eran realmente desleales.
Representantes públicos de California realizaron llamamientos al Gobierno de EE.UU. para que limpiase completamente su estado de los ciudadanos de origen japonés.
Finalmente, con la aprobación de la Orden ejecutiva 9066 por parte de F.D. Roosevelt, en febrero de 1942, el ejército llevó a campos de concentración situados en las  zonas desérticas del interior del país a unas 120.000 personas; de los que 42.000 habían nacido en EE.UU., siendo buena parte niños.(2) El general De Witt lanzaba estas declaraciones cargadas de racismo y de contenido absurdo:

La raza japonesa es una raza enemiga y mientras muchas segundas y terceras generaciones han nacido en EE.UU. y poseían la nacionalidad americana, y se habían “americanizado”, las características raciales permanecen.

…El mismo hecho que no se han producido sabotajes hasta la fecha es una indicación preocupante y confirmatoria de que tales acciones iban  a ser realizadas.(3)

Fueron evacuados en un tiempo máximo de 48 horas, provocando que muchos se aprovechasen de ello y se quedasen con las pertenencias de todas estas personas:

Fue realmente cruel y duro. Recoger y evacuar en 48 horas fue algo imposible. Viendo a madres completamente desconcertadas con sus hijos llorando por necesidad y negociantes aprovechándose y ofreciendo precios de robo, me dieron ganas de matar a los responsables de aquello sin el menor escrúpulo de mi corazón
Joseph Yoshisuke Kurihara .(3)

Las condiciones en los campos de concentración eran extremas, sometidos a privaciones y a los rigores más extremos del desierto. Muchos perecieron por falta de asistencia sanitaria. Los campos de concentración eran los siguientes:

Amache (Granada), COLORADO 
Abierto: 24 agosto, 1942.
Cerrado: 15 octubre, 1945.
Número máximo de presos: 7.318.

Gila River, ARIZONA
Abierto: 20 julio, 1942. 
Cerrado: 10 noviembre, 1945.
Número máximo de presos: 13.348.

Heart Mountain, WYOMING
Abierto: 12 agosto, 1942.
Cerrado: 10 noviembre, 1945.
Número máximo de presos: 10.767.

Jerome, ARIZONA
Abierto: 6 octubre, 1942. 
Cerrado: 30 junio, 1944.
Número máximo de presos: 8.497.  

Manzanar, CALIFORNIA
Abierto: 21 marzo, 1942. 
Cerrado: 21 noviembre, 1945.
Número máximo de presos 10.046.  

Minidoka, IDAHO
Abierto: 10 agosto, 1942. 
Cerrado: 28 octubre, 1945.
Número máximo de presos: 9.397.  

Poston, ARIZONA
Abierto: 8 mayo, 1942. 
Cerrado: 28 noviembre, 1945.
Número máximo de presos: 17.814.  

Rohwer, ARIZONA
Abierto: 18 septiembre, 1942. 
Cerrado: 30 noviembre, 1945.
Número máximo de presos: 8.475.  

Topaz, UTAH
Abierto: 11 septiembre, 1942. 
Cerrado: 31 octubre, 1945.
Número máximo de presos: 8.130.  

Tule Lake, CALIFORNIA
Abierto: 27 mayo, 1942. 
Cerrado: 20 marzo, 1946.
Número máximo de presos: 18.789.  (3)

Se les internó en los campos sin juicio ni condena legal. Sin embargo, la Corte Suprema, bajo el caso de Hirabayashi, sentenciaba que la evacuación a los campos de concentración era constitucional.  La Corte volvía a escribir otra página negra en su historial.(2)

A millares de internados les quitaron las tierras y sus negocios mientras estaban en los campos de  concentración, quedándose en la más absoluta pobreza a su salida, pero la Corte no dijo nada sobre esto.


Notas:
(1)  Jacques Pauwels. Fall 1941. Pearl Harbor and the wars of Corporate America. Global Research. 11.12.2011.
(2) Mikel Itulain. Estados Unidos y el respeto a otras culturas y países. Libertarias. 2012.
(3)  World War Two, Japanese Internment Camps in the USA. World War Two Causes.  History on the Net Shop.

1 comentario:

  1. No creo que sea posible. Hay muchos intereses, y estos mismos hacen que choquen varios ideales y se produzcan fricciones entre estos mismos. El ser humano desde el inicio siempre tendra que luchar contral porque es su naturaleza. Si nos damos cuenta, todos luchamos contra algo, fisico o mental. Es algo que nos empuja a nuevos limites a pesar de que esto conllleve grandes desgracias para la humanidad, es un sueño muy bonito y me gustaria, pero a la vez creo que es imposible, porque para eso tendriamos que desaparecer de la faz, porque como dije, siempre habra fricciones y nunca habra calma.

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